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Cómo limpiar y desinfectar la casa frente al coronavirus

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Frente al coronavirus, tan importante es el lavado frecuente de manos como la limpieza de los hogares. Pero siempre, antes de desinfectar, hay que limpiar y para eso basta con los limpiadores habituales.

OCU siempre ha insistido en que en las casas basta con limpiar para arrastrar los gérmenes, que no es necesario desinfectar luego, puesto que no estamos en un hospital. Pero ahora, con el aumento de las cifras de contagios del coronavirus, tenemos que extremar la higiene.

Atención a los siguientes consejos porque sirven tanto para quienes tengan en casa a alguien con síntomas compatibles con el COVID-19, como para las personas expuestas a entrar en contacto con el coronavirus, que somos todos.

Primero limpiar con agua y jabón o detergente

Lo primero sigue siendo limpiar y para eso no necesitas más que el limpiador que utilices de forma habitual para cada zona de la casa o para las distintas superficies. La buena noticia es que el jabón y el detergente, por su propia estructura, no solo arrastran el virus, sino que rompen su cápsula y, por lo tanto, siguen siendo el primer aliado en la desinfección.

Y luego, desinfectar con lejía diluida

Una vez que hayas limpiado, y no antes, ni mucho menos en lugar de limpiar, puedes aplicar  un producto desinfectante. Hay varias opciones, pero lo más habitual es utilizar lejía.

La lejía para desinfección se usa en una proporción de 1:50 en agua fría, sin detergente. Es decir, un vaso de lejía por cada 10 litros de agua.

Un vaso normal son 200 ml y 10 litros de agua es la capacidad de casi todos los cubos de fregar. Ni el vaso ni el cubo se llenan hasta el borde. Ten en cuenta que un vaso grande es fácil que contenga 400 ml; y un cubo bastante lleno, sin rebosar, puede albergar 12 litros.

Para evitar daños o accidentes, siempre sigue las instrucciones de uso del fabricante. Hazlo por ti y por todos: piensa que los servicios de salud ya tienen bastante con atender las emergencias por el coronavirus. Algunas recomendaciones de uso de la lejía:

  • Para que sea eficaz, la mezcla de agua con lejía hay que prepararla cuando se vaya a usar y no guardar la dilución de un día para otro.
  • Protege la piel de tus manos con guantes, para no entrar en contacto directo con la lejía.
  • Nunca mezcles lejía con otros productos de limpieza, ya que se pueden producir reacciones químicas peligrosas.
  • Manten la lejía (junto con el resto de productos de limpieza) fuera del alcance de los niños, para evitar accidentes domésticos.

 

Alternativas a la lejía: alcohol o agua oxigenada

Aparte de la lejía, dos productos que puede usar como desinfectantes son el alcohol y el agua oxigenada. Deberían además ser la primera elección para los metales, pues la lejía resulta corrosiva para ese material.

  • Si usas alcohol de farmacia, de 96º (con un 99,9% de alcohol), tendrás que diluirlo. Para limpiar es más eficaz (y también más seguro) si se usa con una concentración del 70%. Por eso conviene mezclar 7 partes de alcohol y 3 de agua.
  • También se puede usar alcohol de limpieza que se vende en concentración alta igualmente. Cuidado que el alcohol es muy inflamable, no usarlo en la cocina o cerca del fuego o fuentes de calor.
  • El agua oxigenada es eficaz en la concentración en la que se comercializa, del 3%.

Limpia a diario las superficies que todos tocamos

Las superficies de contacto frecuente, como mesas, picaportes de puertas, llaves, grifos, inodoros, etc., esas superficies por donde todos pasamos las manos, deberían ser higienizadas a diario:

  • Primero con un limpiador y utilizando bayetas y estropajos distintos para cada zona.
  • Después, repasando esas superficies, para desinfectarlas, con una bayeta escurrida, después de sumergirla en esa solución higienizante de lejía diluida. También sirve, como hemos dicho, una bayeta impregnada de alcohol de limpieza o de agua oxigenada.

Acuérdate de no mezclar las bayetas y estropajos de la cocina  con los del baño. Lo ideal es que todo lo que uses para limpiar el inodoro, lo guardes aparte y no lo emplees para otras superficies.

No olvides limpiar también tus dispositivos

Atención: los móviles, tabletas y otros aparatos tecnológicos que se tocan cientos de veces al día también pueden ser una vía de contagio. Para ellos se recomiendan toallitas limpiadoras con alcohol isopropílico al 70%.

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Guía completa para organizar una comunión

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Guía completa para organizar una comunión-FREEPIK

La Primera Comunión es un momento especial en la vida de un niño y su familia. Organizar este evento religioso y social puede ser emocionante pero también requiere planificación. Aquí te ofrecemos una guía paso a paso para asegurarte de que la Comunión de tu hijo sea verdaderamente memorable.

Paso 1: Establecer la Fecha y Hacer los Preparativos Iniciales

  1. Selecciona la Fecha: Elige una fecha conveniente, considerando la disponibilidad del templo y la agenda de la familia y amigos cercanos.
  2. Reserva el Templo: Contacta con la parroquia o iglesia para reservar la fecha y hora de la ceremonia.
  3. Invitaciones: Diseña e imprime las invitaciones con suficiente antelación. Incluye detalles como la fecha, hora y lugar de la ceremonia, así como información sobre la recepción o celebración posterior.

Paso 2: Planificación de la Ceremonia

  1. Reunión con el Sacerdote: Coordina una reunión con el sacerdote para discutir los detalles de la ceremonia, como lecturas, músicas y requisitos para la preparación sacramental.
  2. Vestuario: Escoge el traje o vestido adecuado para el niño/a que hará la Primera Comunión. Planifica las pruebas y ajustes necesarios.

Paso 3: Organización de la Recepción o Celebración Posterior

  1. Lugar: Elige un lugar para la recepción después de la ceremonia. Puede ser en casa, un restaurante, un salón de eventos u otro lugar adecuado.
  2. Decoración: Decora el lugar con elementos relacionados con la Primera Comunión, como cruces, velas, flores y colores apropiados para la ocasión.
  3. Comida y Bebida: Planifica un menú adecuado para la ocasión, considerando las preferencias de los invitados. Puedes optar por un almuerzo, cena o buffet ligero.
  4. Entretenimiento: Organiza actividades para entretener a los invitados, especialmente a los niños. Puedes contratar un animador, juegos interactivos o actividades temáticas.

Paso 4: Detalles Adicionales

  1. Regalos y Recuerdos: Prepara regalos o recuerdos para los invitados y padrinos. Pueden ser pequeños detalles como velas, cruces, dulces o recuerdos personalizados.
  2. Fotografía y Video: Contrata un fotógrafo o videógrafo profesional para capturar los momentos especiales de la ceremonia y la celebración.
  3. Agradecimientos: Prepara tarjetas de agradecimiento para enviar a los invitados después del evento.

Paso 5: Día de la Comunión

  1. Preparativos: Asegúrate de que el niño/a esté bien preparado y tranquilo para la ceremonia. Lleva todos los elementos necesarios, como el rosario, vela y libro de oraciones.
  2. Disfruta del Momento: Vive el día con alegría y gratitud. Disfruta de la ceremonia y la celebración junto con la familia y amigos cercanos.

Organizar una Primera Comunión requiere planificación y atención a los detalles, pero el resultado final será una celebración significativa y llena de amor. ¡Que sea un día inolvidable para todos los involucrados en esta importante etapa de fe y crecimiento!

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