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Más de 105.000 valencianos faltan a su puesto de trabajo cada día, el 28,1% sin causa justificada
Publicado
hace 6 añosen
VALÈNCIA, 18 Sep. (EUROPA PRESS) – El absentismo laboral supone en la Comunitat Valenciana supone la pérdida de cerca de 43,5 millones de horas trabajadas en el primer trimestre de 2019, lo que se traduce en el 4,8% del total de las horas pactadas, tres décimas menos que la media nacional, y aumenta un 0,19% respecto a los tres meses anteriores.
El absentismo no debido a incapacidades temporales, es decir, el no justificado, tuvo en la región valenciana una tasa del 1,4%, aumentando un 0,05% durante el primer trimestre del año, de modo que más de 105.000 valencianos no acudió a su puesto de trabajo cada día. De ellos, el 28,1% (29.575) lo hicieron pese a no estar de baja, mientras que el 71,9% (75.821) se ausentaron por una incapacidad temporal.
Así se desprende del Informe Trimestral sobre el Absentismo Laboral elaborado por Randstad Research, el centro de estudios y análisis del grupo Randstad en España, que analiza la ausencia del profesional del puesto de trabajo durante el primer trimestre de 2019, y que tiene en cuenta las cifras de la Encuesta Trimestral de Costes Laborales del Instituto Nacional de Estadística (INE).
«El absentismo laboral es un fenómeno que perjudica a las empresas, ya que conlleva un impacto directo sobre la productividad y los costes empresariales, y al resto de profesionales, ya que supone grandes cargas de trabajo puntuales. Fórmulas como la flexibilidad pueden estar llamadas a aliviar muchas de las situaciones que derivan en el absentismo», apunta Valentín Bote, director de Randstad Research.
En el conjunto del país, se perdieron más de 450 millones de horas trabajadas en el trimestre, que supone una tasa del 5,2%, aumentando un 0,3% con respecto a los tres últimos meses de 2018. El absentismo no justificado se situó en el 1,4%, un 0,03% menos que en el periodo anterior. Además, 1.047.368 españoles no acudieron a trabajar de media cada día, el 26,4% (276.968) de manera injustificada y el 73,6% restante (770.041) con baja.
SERVICIOS E INDUSTRIA, A LA CABEZA DEL ABSENTISMO
En cuanto a sectores, Randstad Research revela que el sector servicios es donde se registra un mayor absentismo en todo el país con una tasa del 5,4%, muy cerca del industrial, con un 5,2% de las horas pactadas.
El sector de la construcción es donde menos absentismo se produce, un 3,3%, 1,9 puntos porcentuales por debajo de la media. Los sectores concretos de actividad que han registrado menores tasas de absentismo durante el primer trimestre de 2019 han sido los Servicios de arquitectura e ingeniería, Actividades de alquiler (ambos con 3,2%) y Venta y reparación de vehículos de motor (3,1%).
En el otro extremo, con los mayores niveles de absentismo, se encuentran las Actividades de servicios sociales sin alojamiento (8,4%), Servicios a edificios y actividades de jardinería (8,5%) y Actividades sanitarias (8,6%).
LA COMUNITAT VALENCIANA, POR DEBAJO DE LA MEDIA EN ABSENTISMO
Randstad ha tenido en cuenta la comunidad autónoma a la hora de llevar a cabo este estudio. País Vasco (7,1%), Asturias (6,2%) y Galicia (5,8) son las regiones donde mayores tasas de absentismo se registraron durante el primer trimestre de 2019.
Las siguen Castilla y León (5,7%), Navarra, Canarias (ambas con 5,5%), Catalunya, Aragón (ambas con 5,3%), Cantabria y la Región de Murcia (5,2%), todas ellas por encima de la media nacional.
Ya experimentando tasas de absentismo más discretas, por debajo de la media, se encuentran Extremadura, Castilla-La Mancha, la Comunidad de Madrid, (todas con 4,9%), la Comunitat Valenciana y Andalucía (las dos con 4,8%). Las regiones con menor absentismo fueron La Rioja (4,7%) y Baleares (4%).
Por otro lado, el absentismo laboral sin justificar fue mayor en País Vasco (2,2%), Asturias (1,9%), Castilla y León, Aragón (ambas con 1,7%) y Catalunya (1,5%). Con una tasa del 1,4% se encuentran Galicia, Extremadura, La Rioja y la Comunitat Valenciana, mientras que Navarra obtuvo un 1,3%.
Les siguen, con un 1,2% la Comunidad de Madrid, la Región de Murcia, Canarias y Andalucía. Cierran la lista Castilla-La Mancha, Cantabria y Baleares con un 1,1%.
En cuanto al volumen total de horas perdidas por el absentismo en el primer trimestre 2019, Catalunya (80,9 millones), la Comunidad de Madrid (67,4 millones) y Andalucía (64,7 millones) con las comunidades que más registraron, suponiendo entre las tres 213 millones de horas, el 47,1% de todas las del país.
En términos de variación interanual del absentismo, Galicia (0,77%), Asturias (0,61%) y País Vasco (0,53%), registraron los mayores aumentos del absentismo con respecto al primer trimestre de 2019.
Por su parte, Baleares (0,14%), Catalunya (0,12%) y Navarra (0,03%) registraron los aumentos más discretos, mientras que Cantabria fue la única región en la que el absentismo se redujo, experimentando un 0,51%.
En lo que respecta al absentismo sin justificar, gran parte de las comunidades autónomas vieron reducida su tasa. La Región de Murcia y Castilla y León lo hicieron en mayor medida (ambas -0,28%), seguidas por Cantabria (-0,27%), Canarias (-0,09%), Catalunya, Andalucía (-0,07%), Navarra (-0,04%), Castilla-La Mancha (-0,03%), Galicia (-0,02%) y la Comunidad de Madrid (-0,01%).
Experimentaron incrementos Baleares (0,01%), la Comunitat Valenciana (0,05%), La Rioja (0,07%) y Aragón (0,08%), siendo País Vasco, Extremadura (ambas con 0,17%) y Asturias (0,34%) las que más crecieron.
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Alfonso Ussía, uno de los escritores y periodistas más influyentes de la prensa española de las últimas décadas, ha fallecido en Ruiloba, Cantabria, a los 77 años. Su muerte pone fin a una trayectoria marcada por el ingenio, la sátira y una fidelidad absoluta a sus lectores, especialmente en ABC, La Razón y en sus últimos años en El Debate, donde siguió publicando hasta el final de su vida.
Alfonso de Ussía y Muñoz-Seca nació en Madrid el 12 de febrero de 1948 y falleció en Ruiloba, Cantabria, el 5 de diciembre de 2025. Fue escritor, periodista y una de las firmas más reconocidas de la prensa española durante más de cinco décadas. Su estilo satírico, su defensa de la monarquía y su mirada crítica marcaron a generaciones de lectores.
Durante su vida profesional brilló especialmente en ABC y, en los últimos años, en El Debate, donde publicó diariamente hasta sus últimos días. También trabajó en radio, televisión, semanarios y colaboró con diferentes medios. Era autor de la exitosa serie del marqués de Sotoancho, ilustrada por su amigo Barca, con quince volúmenes publicados.
Estaba casado con Pili Hornedo Muguiro, con quien tuvo tres hijos y ocho nietos. Su familia fue decisiva tanto en su vida personal como en su forma de trabajar, especialmente en sus últimos años, cuando ya no podía escribir físicamente y dictaba sus textos.
Su compromiso con la escritura hasta el final
La escritura fue su motor vital. Cuando su salud se debilitó, continuó dictando artículos a su hija Isabel hasta quedarse sin voz. Tras recibir la extremaunción aún siguió escribiendo, convencido de que su columna diaria era su forma de mantenerse en contacto con sus lectores. El último día en que dictó un artículo fue el martes anterior a su fallecimiento.
Su fidelidad a El Debate fue absoluta desde el 1 de octubre de 2021, fecha del relanzamiento del diario. Su audiencia digital demostraba diariamente el enorme seguimiento que conservaba, incluso en los nuevos formatos periodísticos.
Raíces familiares e influencias
Alfonso Ussía nació en una familia con identidad marcada y un legado literario. Su padre era vasco, y de él heredó la lealtad absoluta a la Corona y una profunda admiración por don Juan de Borbón, rey de derecho. Siempre estuvo a su lado, aunque nunca fue cortesano ante don Juan Carlos o don Felipe.
De su madre heredó la brillantez literaria y el espíritu satírico de su abuelo, don Pedro Muñoz Seca, figura clave del teatro español y asesinado en Paracuellos en 1936. Este vínculo marcó profundamente su personalidad, su estilo y su sentido de la responsabilidad cultural.
Formación y primeros pasos
Estudió en los colegios del Pilar y Alameda de Osuna, instituciones que moldearon su carácter. Inició las carreras de Derecho y Periodismo, aunque no llegó a terminarlas porque su vocación real era ser escritor. Esa profesión no tenía titulación oficial, pero sí le permitió vivir holgadamente y convertirse en un referente nacional.
Sus primeros trabajos fueron en los diarios Informaciones, Diario 16 y Ya, hasta que llegó a ABC, donde consolidó la etapa más sólida y reconocida de su carrera.
Poesía satírica y provocación inteligente
Su talento satírico destacaba tanto en prosa como en poesía. Era provocador, versátil y conocedor de los límites según el contexto. Una anécdota habitual recuerda una conferencia en Santander sobre poesía satírica española. Antes de iniciarla, preguntó si podía incluir unos versos polémicos sobre el marqués de Villaverde. Finalmente decidió no hacerlo, atendiendo a la prudencia solicitada.
También vivió una intensa pasión por el deporte, especialmente el Real Madrid, para el que llegó a presentarse como candidato a presidente. Perdió por escaso margen frente a Ramón Mendoza, y más tarde se conocería el escándalo de votos de socios fallecidos. Su ironía resumió aquello con una frase memorable: menos mal, qué follón ser presidente del Madrid.
Estrella indiscutible de ABC
Ussía fue una de las principales estrellas de ABC durante años. Sin embargo, cuando el periódico pasó a ser propiedad del grupo Vocento, su situación profesional se volvió más incómoda. La presión de amenazas terroristas le obligó a pedir seguridad, y él defendía que debía ser el diario quien asumiera esa responsabilidad, en coherencia con el riesgo generado por lo publicado.
Una de sus columnas más polémicas, El cerdo vasco, provocó su salida definitiva del periódico. Tras valorar diferentes propuestas, se incorporó a La Razón, donde volvió a convertirse en figura destacada. En aquella etapa se crearon los Premios Alfonso Ussía, con cinco categorías: Estudiante del año, Héroe del año, Conservación de la naturaleza, Personaje del año y Trayectoria profesional. Tras su marcha, los premios fueron suprimidos.
Su salida estuvo motivada por su negativa a formar parte de un grupo mediático que integraba tanto La Sexta como La Razón bajo la misma propiedad. Esa decisión reafirmó su independencia, pero lo dejó sin grandes apoyos empresariales, limitando sus colaboraciones a pequeños proyectos con los que apenas podía vivir.
El retiro en Ruiloba y una vida nueva
Apoyado siempre por su mujer Pili Hornedo, enfermera jubilada y compañera absoluta, la pareja decidió vender su casa en Madrid y mudarse a su vivienda en Ruiloba, junto a Comillas, en Cantabria. Allí vivían desde hacía años durante los veranos y, con el tiempo, encontraron un refugio definitivo para vivir con serenidad.
Regreso a El Debate en homenaje a su abuelo
El 29 de julio de 2021 fue invitado a almorzar en el Real Club Marítimo de Santander, donde recibió la propuesta de incorporarse al nuevo proyecto de El Debate. Su entusiasmo fue inmediato. La conexión familiar era profunda: don Pedro Muñoz Seca había sido una firma histórica del diario antes de su asesinato.
Aceptó con la única condición de evitar críticas directas al Papa, a lo que accedió sin problema. Su incorporación fue un impulso para el diario y consolidó el relanzamiento de El Debate dentro del panorama digital.
Principios inquebrantables
Alfonso Ussía fue un hombre de principios muy claros: la defensa de la Corona, la identidad nacional, el respeto a las Fuerzas Armadas y una visión cultural conservadora. Su trayectoria fue reconocida con distinciones como la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco y la Cruz de Plata al Mérito de la Guardia Civil.
La última distinción y la despedida
A finales de agosto de 2025, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, viajó hasta su casa en Ruiloba para entregarle el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid en Literatura. Era un reconocimiento íntimo, humano y muy emotivo, en un momento en el que ya sufría rotura de cadera y cáncer avanzado.
El encuentro fue breve, pero profundamente significativo. Era evidente que se trataba de su última gran distinción pública.
Semanas después conversó por última vez con amigos. Su voz era débil, pero todavía conservaba humor. La anécdota final que lo alegró especialmente fue la confesión del actor Antonio Resines, quien lo reconoció gracias a su retrato en El Debate y afirmó leerlo cada día. Aquello le emocionó profundamente.
Su muerte deja un vacío inmenso en el periodismo español, en la sátira contemporánea y en la literatura humorística. Para quienes lo siguieron durante décadas, Alfonso Ussía fue una compañía diaria cargada de ingenio, libertad y estilo.
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