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Una parroquia en Oliva acoge la celebración de una boda, en medio de la pandemia del coronavirus

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La parroquia de Santa María la Mayor de Oliva ha acogido la celebración de una boda, en medio de la pandemia del coronavirus, que ha tenido lugar en la más estricta intimidad y seguridad, cumpliendo las normas sanitarias, y con la presencia sólo de los cónyuges y sus familiares más allegados.

Mayte Pérez y Javi Párraga, pertenecientes a la misma parroquia, tenían previsto casarse el próximo 30 de mayo, pero ante la crisis sanitaria del COVID-19, tuvieron que cancelar todo lo previsto. Sin embargo, ellos querían casarse en el mes de mayo, y en este año 2020, por ser según afirman “una fecha importante para los dos por motivos personales.” Así que hablaron con el párroco Fernando Cremades, el cual siguiendo todas las directrices sanitarias les ha permitido celebrar su unión conyugal.

En la mañana del jueves 14 de mayo, y ante la presencia de los padres, los hermanos y la abuela, y un tío de la pareja, Javi Párraga y Mayte Pérez se dieron el sí quiero ante la presencia del sacerdote Francisco Llorens, quien fue el encargado de oficiar la ceremonia.

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Visiblemente emocionados los dos contrajeron matrimonio en una mañana lluviosa, “pero ni la crisis sanitaria, ni la lluvia, ni las estrictas medidas sanitarias, les ha impedido ver realidad el día más feliz de su vida”. “Ya tendremos tiempo de festejar con nuestros amigos y seres queridos”, han afirmado los novios. “Lo importante era casarnos, y cuando uno está enamorado no tiene por qué esperar si las circunstancias lo permiten”, han añadido.

«Sin lugar a dudas, Mayte y Javi han demostrado no sólo la importancia del amor por encima de todo, sino han sabido poner en valor que lo más importante en un Matrimonio no es la fiesta, sino la familia, y la coyuntura del COVID-19, no está permitiendo ir a lo esencial, como también nos está invitando estos días nuestro querido Arzobispo”, ha afirmado Llorens.

Los dos han señalado que “seguirán la marcha normal de trabajo y rutina, aunque ya como marido y mujer, y si Dios y la pandemia lo permiten, ya habrá tiempo para celebraciones, “pero lo importante ya está hecho”, han concluido los recién casados.

Durante el confinamiento, “verdaderamente la Iglesia ha dado y está dando un ejemplo de cooperación y lucha con todas las personas que están sufriendo esta pandemia: hemos visto sacerdotes al lado de los enfermos de los hospitales, las Cáritas se han movilizado y han triplicado las ayudas, las celebraciones se han vuelto digitales, e incluso hemos observado nuevas iniciativas pastorales que respondían a la creatividad que había pedido el Papa Francisco para este tiempo. Lo cierto es que hoy, a todas esas historias se añade una más, la celebración de un Matrimonio”, expresa Llorens.

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Comunicado del Ayuntamiento de Villamanín tras el conflicto por el Gordo de la Lotería de Navidad

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Villamanín lotería
Villamanín-ARCHIVO

Villamanín vive días de máxima tensión vecinal tras el sorteo del Gordo de la Lotería de Navidad del pasado 22 de diciembre. Lo que inicialmente fue una explosión de alegría y celebración se ha transformado en un profundo conflicto interno que ha llevado al Ayuntamiento de Villamanín a emitir un comunicado oficial para intentar frenar la fractura social que atraviesa el municipio.

El origen del problema está en la venta de más papeletas que décimos adquiridos, una situación que ha provocado enfrentamientos entre vecinos, acusaciones cruzadas y una división sin precedentes en esta pequeña localidad leonesa.

Un premio que acabó dividiendo al pueblo

El número 79432, agraciado con el primer premio de la Lotería de Navidad, lejos de unir a Villamanín, ha generado una auténtica “guerra” interna. Vecinos del municipio aseguran que el pueblo “ha quedado roto”, no tanto por la pérdida económica —cuantificada en unos cuatro millones de euros— sino por la dureza del enfrentamiento social que se ha producido a raíz de lo ocurrido.

El pasado 26 de diciembre se celebró una reunión especialmente tensa entre los portadores de papeletas premiadas y la comisión de fiestas, integrada por una decena de jóvenes y tres adultos, responsables de la gestión de las participaciones. El encuentro acabó con el municipio completamente dividido y con un fuerte desgaste personal para algunos de los implicados, especialmente jóvenes de entre 18 y 25 años.

Propuestas para resolver el conflicto

Durante esa reunión se pusieron sobre la mesa distintas alternativas para intentar minimizar el daño económico. La primera propuesta planteaba que uno de los décimos comprados a nombre de la comisión se destinara a cubrir parte del desfase, asumiendo el resto de la pérdida entre todos los vecinos, lo que suponía una reducción aproximada del 6 % del premio, unos 5.000 euros por persona.

Finalmente, la presión vecinal llevó a la comisión a entregar sus propios décimos y participaciones, e incluso se llegó a reclamar aportaciones de familiares. De esta forma se lograron dos millones de euros, que han sido depositados en los juzgados.

Según el acuerdo alcanzado, los agraciados cobrarán inicialmente un 10 % menos del premio, y si antes del 22 de marzo no se presentan denuncias contra la comisión de fiestas, el resto del dinero será repartido entre los afectados. Paralelamente, se ha iniciado una recaudación de fondos para intentar cubrir el agujero económico generado.

El comunicado del Ayuntamiento de Villamanín

Ante la gravedad de la situación y la repercusión mediática del conflicto, el Ayuntamiento ha difundido un comunicado con un mensaje claro: reconducir la convivencia y frenar la escalada de enfrentamientos.

En el texto, el consistorio expresa su “pesar por la situación que se está viviendo en el municipio” y por el daño que estos hechos están causando a la imagen pública de Villamanín, subrayando que no refleja “los valores de convivencia que siempre han caracterizado al pueblo”.

El Ayuntamiento recuerda además que las participaciones fueron gestionadas por la comisión de fiestas, un grupo de vecinos que actúa de manera voluntaria y sin vinculación directa con la institución municipal. Aun así, el consistorio se ofrece a facilitar el diálogo, mediar entre las partes y poner a disposición espacios municipales si ello contribuye a alcanzar una solución pacífica.

Llamamiento a la convivencia y al respeto

El comunicado finaliza con un mensaje de agradecimiento a los vecinos que están manteniendo una actitud de respeto en un momento especialmente delicado y con la esperanza de que Villamanín pueda superar esta crisis y recuperar la normalidad social.

Mientras tanto, el llamado ya como “el antigordo” sigue dejando huella en un pueblo que pasó en cuestión de días de celebrar la suerte a enfrentarse a uno de los episodios más duros de su historia reciente, demostrando que, en ocasiones, la lotería también puede traer consecuencias amargas.

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