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Valencia, entre las ciudades con los aparcamientos públicos más caros

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La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un estudio sobre 230 aparcamientos públicos de 27 ciudades españolas. Los resultados demuestran que en uno de cada tres parkings las plazas son demasiado estrechas para los modelos de coche actuales. Además, los precios no han dejado de subir a un ritmo que dobla al del IPC en la última década: Barcelona, Madrid y Valencia son las ciudades con los aparcamientos públicos más caros.

Ante la saturación de vehículos y las restricciones a la circulación y aparcamiento en la calle, los parkings se convierten en una alternativa cada vez más necesaria para los conductores. Los resultados obtenidos se han basado en cuánto cobrarían por dejar el coche durante 48 minutos, dos horas, cinco horas y el máximo diario (o 24 horas). El estudio, además, incluye aparcamientos municipales y privados, así como los de centros comerciales, aeropuertos y estaciones.

Privados, más caros para estancias cortas

Una primera conclusión es que los garajes privados tienen tendencia a ser más caros que los públicos para estancias cortas, pero las tarifas se van igualando a medida que el tiempo se alarga, con precios medios muy similares. Aunque el cobro por bloques de tiempo (un cuarto de hora, media hora) es ahora una práctica residual que hemos detectado solo en seis parkings, sigue siendo bastante común que la tarifa para los primeros minutos de estancia sea más alta.

  • Estancias cortas: el coste medio de aparcar durante 48 minutos es de 1,78 euros. El aparcamiento más barato está en Salamanca y cobra tan solo 60 céntimos por ese tiempo, la décima parte de lo que cobra el más caro, que está en Madrid, y donde hay que abonar 6 euros.
  • Estancias medias: el coste medio de aparcar durante dos horas (120 minutos) en los parkings del estudio es de 4,16 euros. Los parkings de la asociación Adeba en Badajoz son los más baratos de los visitados para estancias de 120 minutos, pues cobran 1,5 euros independientemente del tiempo que se estacione, mientras que hay parkings que cobran más de 7 euros.
  • Estancias largas: por aparcar 300 minutos (5 horas) el precio medio es de 10,01 euros. Barcelona, Madrid y Valencia son las ciudades con las medias más altas, en torno a 14 euros por ese periodo.
  • En cuanto a la estancia de 24 horas, los más baratos están en Oviedo y Santa Cruz de Tenerife, donde no llega a los 4 euros; los más caros están en Barcelona: Saba Plaza Cataluña (47,55 euros) y B. SM. Concepció (41,45).

En ciudades como Toledo y Murcia, hay poca diferencia de precios entre los aparcamientos visitados. En cambio, en  ciudades como Alicante, Salamanca o Madrid las diferencias son bastante acusadas.

Fuente: OCU

Mala información: solo un tercio muestra bien sus tarifas

En un 42 % de los parkings visitados por OCU, cuando el usuario consigue ver lo que le van a cobrar, le es muy difícil o imposible salir sin pagar y en otro 25 % de ellos no es imposible, pero sí complicado retroceder.

En total, dos de cada tres aparcamientos no informan bien a sus usuarios antes de contratar, como exige la normativa. Apenas hay diferencia entre públicos y privados, que muestran mal sus tarifas en porcentajes casi iguales, pero sí entre ciudades. En Palma, Salamanca y Vigo no suspende ningún parking, al revés que en Gijón, donde no vimos ninguno que las mostrara bien.

Un 20 % más caros en 12 años

Una de las más claras conclusiones de este estudio es que los precios han aumentado notablemente en la última década a pesar de la crisis: de media un 22 % para periodos de 48 minutos, un 28 % para las de 120 minutos y un 27 % para los de 300 minutos, alrededor del doble que el IPC para ese mismo periodo, que se ha situado en un 14,4 %. Los incrementos son algo menores en estancias cortas

Las subidas más acusadas se han producido en Barcelona, Alicante, Granada y Murcia con incrementos del 40 % o superiores tanto para las estancias cortas como medias y largas. También en Palma, Sevilla y Vigo hubo subidas de ese orden para los tiempos medios y largos.

¡Mi coche no cabe!

Otro problema recurrente es el escaso tamaño de las plazas. No existe una legislación estatal sobre dimensiones mínimas, la norma se limita a señalar que los aparcamientos deben ofrecer “espacio suficiente”. Pues bien, teniendo en cuenta las medidas de los coches actuales, en menos de la mitad de los parkings se estaciona con comodidad:

  • 22 % de las plazas son amplias (más de 2,5 m de ancho);
  • 24 % son normales (entre 2,4 y 2,5 m);
  • 24% son bastante justitas, pero dentro de lo aceptable (entre 2,39 y 2,30 m)
  • 19% son estrechas (entre 2,29 y 2,20 m);
  • 11% son estrechísimas o tienen obstáculos: tendrás que contener la respiración para poder salir del coche (menos de 2,20 m).

Badajoz, Bilbao, Logroño y Palma ofrecen las plazas más generosas, al contrario que Málaga, donde el 90 % de las plazas presenta un tamaño  insuficiente. Barcelona destaca por el gran número de plazas canijas, especialmente en parkings municipales.

Fuente: OCU

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Cultura

Muere Alfonso Ussía

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Alfonso Ussia

Alfonso Ussía, uno de los escritores y periodistas más influyentes de la prensa española de las últimas décadas, ha fallecido en Ruiloba, Cantabria, a los 77 años. Su muerte pone fin a una trayectoria marcada por el ingenio, la sátira y una fidelidad absoluta a sus lectores, especialmente en ABC, La Razón y en sus últimos años en El Debate, donde siguió publicando hasta el final de su vida.

Alfonso de Ussía y Muñoz-Seca nació en Madrid el 12 de febrero de 1948 y falleció en Ruiloba, Cantabria, el 5 de diciembre de 2025. Fue escritor, periodista y una de las firmas más reconocidas de la prensa española durante más de cinco décadas. Su estilo satírico, su defensa de la monarquía y su mirada crítica marcaron a generaciones de lectores.

Durante su vida profesional brilló especialmente en ABC y, en los últimos años, en El Debate, donde publicó diariamente hasta sus últimos días. También trabajó en radio, televisión, semanarios y colaboró con diferentes medios. Era autor de la exitosa serie del marqués de Sotoancho, ilustrada por su amigo Barca, con quince volúmenes publicados.

Estaba casado con Pili Hornedo Muguiro, con quien tuvo tres hijos y ocho nietos. Su familia fue decisiva tanto en su vida personal como en su forma de trabajar, especialmente en sus últimos años, cuando ya no podía escribir físicamente y dictaba sus textos.

Su compromiso con la escritura hasta el final

La escritura fue su motor vital. Cuando su salud se debilitó, continuó dictando artículos a su hija Isabel hasta quedarse sin voz. Tras recibir la extremaunción aún siguió escribiendo, convencido de que su columna diaria era su forma de mantenerse en contacto con sus lectores. El último día en que dictó un artículo fue el martes anterior a su fallecimiento.

Su fidelidad a El Debate fue absoluta desde el 1 de octubre de 2021, fecha del relanzamiento del diario. Su audiencia digital demostraba diariamente el enorme seguimiento que conservaba, incluso en los nuevos formatos periodísticos.

Raíces familiares e influencias

Alfonso Ussía nació en una familia con identidad marcada y un legado literario. Su padre era vasco, y de él heredó la lealtad absoluta a la Corona y una profunda admiración por don Juan de Borbón, rey de derecho. Siempre estuvo a su lado, aunque nunca fue cortesano ante don Juan Carlos o don Felipe.

De su madre heredó la brillantez literaria y el espíritu satírico de su abuelo, don Pedro Muñoz Seca, figura clave del teatro español y asesinado en Paracuellos en 1936. Este vínculo marcó profundamente su personalidad, su estilo y su sentido de la responsabilidad cultural.

Formación y primeros pasos

Estudió en los colegios del Pilar y Alameda de Osuna, instituciones que moldearon su carácter. Inició las carreras de Derecho y Periodismo, aunque no llegó a terminarlas porque su vocación real era ser escritor. Esa profesión no tenía titulación oficial, pero sí le permitió vivir holgadamente y convertirse en un referente nacional.

Sus primeros trabajos fueron en los diarios Informaciones, Diario 16 y Ya, hasta que llegó a ABC, donde consolidó la etapa más sólida y reconocida de su carrera.

Poesía satírica y provocación inteligente

Su talento satírico destacaba tanto en prosa como en poesía. Era provocador, versátil y conocedor de los límites según el contexto. Una anécdota habitual recuerda una conferencia en Santander sobre poesía satírica española. Antes de iniciarla, preguntó si podía incluir unos versos polémicos sobre el marqués de Villaverde. Finalmente decidió no hacerlo, atendiendo a la prudencia solicitada.

También vivió una intensa pasión por el deporte, especialmente el Real Madrid, para el que llegó a presentarse como candidato a presidente. Perdió por escaso margen frente a Ramón Mendoza, y más tarde se conocería el escándalo de votos de socios fallecidos. Su ironía resumió aquello con una frase memorable: menos mal, qué follón ser presidente del Madrid.

Estrella indiscutible de ABC

Ussía fue una de las principales estrellas de ABC durante años. Sin embargo, cuando el periódico pasó a ser propiedad del grupo Vocento, su situación profesional se volvió más incómoda. La presión de amenazas terroristas le obligó a pedir seguridad, y él defendía que debía ser el diario quien asumiera esa responsabilidad, en coherencia con el riesgo generado por lo publicado.

Una de sus columnas más polémicas, El cerdo vasco, provocó su salida definitiva del periódico. Tras valorar diferentes propuestas, se incorporó a La Razón, donde volvió a convertirse en figura destacada. En aquella etapa se crearon los Premios Alfonso Ussía, con cinco categorías: Estudiante del año, Héroe del año, Conservación de la naturaleza, Personaje del año y Trayectoria profesional. Tras su marcha, los premios fueron suprimidos.

Su salida estuvo motivada por su negativa a formar parte de un grupo mediático que integraba tanto La Sexta como La Razón bajo la misma propiedad. Esa decisión reafirmó su independencia, pero lo dejó sin grandes apoyos empresariales, limitando sus colaboraciones a pequeños proyectos con los que apenas podía vivir.

El retiro en Ruiloba y una vida nueva

Apoyado siempre por su mujer Pili Hornedo, enfermera jubilada y compañera absoluta, la pareja decidió vender su casa en Madrid y mudarse a su vivienda en Ruiloba, junto a Comillas, en Cantabria. Allí vivían desde hacía años durante los veranos y, con el tiempo, encontraron un refugio definitivo para vivir con serenidad.

Regreso a El Debate en homenaje a su abuelo

El 29 de julio de 2021 fue invitado a almorzar en el Real Club Marítimo de Santander, donde recibió la propuesta de incorporarse al nuevo proyecto de El Debate. Su entusiasmo fue inmediato. La conexión familiar era profunda: don Pedro Muñoz Seca había sido una firma histórica del diario antes de su asesinato.

Aceptó con la única condición de evitar críticas directas al Papa, a lo que accedió sin problema. Su incorporación fue un impulso para el diario y consolidó el relanzamiento de El Debate dentro del panorama digital.

Principios inquebrantables

Alfonso Ussía fue un hombre de principios muy claros: la defensa de la Corona, la identidad nacional, el respeto a las Fuerzas Armadas y una visión cultural conservadora. Su trayectoria fue reconocida con distinciones como la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco y la Cruz de Plata al Mérito de la Guardia Civil.

La última distinción y la despedida

A finales de agosto de 2025, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, viajó hasta su casa en Ruiloba para entregarle el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid en Literatura. Era un reconocimiento íntimo, humano y muy emotivo, en un momento en el que ya sufría rotura de cadera y cáncer avanzado.

El encuentro fue breve, pero profundamente significativo. Era evidente que se trataba de su última gran distinción pública.

Semanas después conversó por última vez con amigos. Su voz era débil, pero todavía conservaba humor. La anécdota final que lo alegró especialmente fue la confesión del actor Antonio Resines, quien lo reconoció gracias a su retrato en El Debate y afirmó leerlo cada día. Aquello le emocionó profundamente.

Su muerte deja un vacío inmenso en el periodismo español, en la sátira contemporánea y en la literatura humorística. Para quienes lo siguieron durante décadas, Alfonso Ussía fue una compañía diaria cargada de ingenio, libertad y estilo.

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