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’24 de mayo … y entonces sucedió que …’, por José Luis Fortea
Publicado
hace 8 añosen
De
José Luis Fortea
……….en 1981, el domingo 24 de mayo, tras treinta y siete horas de ocupación y tensas negociaciones, el Grupo Especial de Operaciones (GEO) del Cuerpo Nacional de Policía, a las diez y cuarto de la noche, ponía fin al asalto, por parte de un grupo de atracadores, al Banco Central del número 23 de la plaza de Cataluña, esquina con la Rambla (por donde también tenía acceso) y la calle Fontanella, de la ciudad de Barcelona, el mayor de nuestra historia perpetrado contra una entidad bancaria.
Corría el año 1981, un año difícil y complejo, de inestabilidad e inseguridad política, de una democracia muy joven que ya había sufrido, exactamente tres meses antes, aquel 23 de febrero, un intento de golpe de Estado, cuando un nutrido contingente de guardias civiles y militares al mando del teniente coronel Antonio Tejero Molina había irrumpido en el congreso de los diputados, pudiendo escucharse todavía, en la memoria reciente de los ciudadanos, el eco de aquellas palabras mandando quietud y ordenando a sus señorías echarse hacía el piso de aquel hemiciclo, acompañándolas del estruendo que producían los disparos que dirigían hacía la bóveda de la cámara.
El país parecía haber vuelto a la normalidad y a la calma, disipándose el temor de otro intento golpista. El mes anterior, el domingo día 26 de abril, había finalizado la liga de fútbol, resultando campeón la Real Sociedad de San Sebastián al haber logrado un empate a dos goles con el Sporting de Gijón, en el Molinón (un título que los Txuri Urdin volverían a revalidar al año siguiente), dejando al Real Madrid con los mismos puntos, en segundo lugar, y tercero, a sólo dos puntos, al Atlético de Madrid que no pudo pasar de un empate a cero en casa frente a Osasuna.
Y en este orden de cosas, sobre las 9,15 de la mañana, de aquel sábado 23 de mayo, en el que se cumplían justo esos tres meses de aquel fallido golpe de Estado, once hombres encapuchados y armados, entran en las instalaciones del edificio de siete plantas que el Banco Central dispone en la ciudad Condal, realizando una serie de disparos hacia el techo del vestíbulo de la entrada al mismo, encontrándose en aquellos momentos, doscientas sesenta y tres personas de su personal laboral y unos sesenta clientes, que contra su voluntad son retenidos, siendo llevados todos ellos hasta el amplio recibidor del aludido lugar.
Los primeros momentos de aquel asalto vinieron acompañados de cierta confusión, sin duda hábilmente provocada por estos atacantes, que en realidad no dejaban de ser simples atracadores, liderados por un almeriense de veinticinco años, José Juan Martínez Gómez, al que llaman “el rubio” que transmite a las autoridades, mediante mensaje mecanografiado depositado previamente en una de las cabinas telefónicas ubicadas en la Plaza de Cataluña, en el que solicitan la “liberación de cuatro militares, héroes del 23 de febrero, y de nuestro valiente teniente coronel Tejero” en un mensaje que sin duda hizo creer a los agentes que se trataba este, de un grupo terrorista de la extrema derecha, mejor organizados de lo que en un primer momento y a simple vista parecían, instando además a las autoridades a “procurarles en el plazo máximo de setenta y dos horas, dos aviones, uno para aquellos militares, en el aeropuerto de Madrid Barajas y otro para ellos en el del Prat de Barcelona, con destino ambos a Argentina”, para acabar por amenazar con “ejecutar transcurrido el mencionado plazo a diez rehenes, y a partir de entonces, cada hora, cinco más”, apercibiendo con “volar el edificio entero con todos los rehenes dentro” en el caso de intentar penetrar por la fuerza o no cumplir dichas exigencias, para acabar por concluir este aviso con un contundente “viva España”.
El desconcierto a partir de ese momento fue absoluto, llegándose a barajar incluso la posibilidad de que entre aquellos atracadores hubiera personal militar o pertenecientes al mismo cuerpo de la guardia civil, hecho sin duda, que complicaría aún más las operaciones para ejecutar un posible plan de rescate.
A las once de la mañana el ministerio del interior, cuyo titular desde mayo de 1980 era Juan José Rosón Pérez emite un primer comunicado oficial, en el que llega a cifrar en veinticinco los asaltantes de un grupo, posiblemente perteneciente a la extrema derecha, de una organización a determinar todavía y con más de trescientos rehenes en el interior de la entidad.
El presidente del gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, que había salido de aquella investidura precisamente interrumpida por Tejero en su día, le confiere al entonces director general de la guardia civil, José Luis Aramburu Topete plenos poderes para averiguar y determinar el grado de implicación o las posibles conexiones que pudieran tener aquellos miembros con grupos extremistas o incluso la pertenencia al mismo cuerpo de la benemérita.
En comunicados emitidos por los abogados de los supuestamente beneficiados indirectos de aquella operación, los denominados héroes militares y el teniente coronel Tejero, ante cualquier responsabilidad derivada del asalto, se desvinculan del mismo, mostrándose ajenos e incluso sorprendidos, condenándolo.
Aquel tenso sábado los asaltantes intentaron escapar por los sótanos, a través de las cañerías de desagüe, pero no pudieron perforar la piedra del suelo del edificio, de roca maciza, viéndose obligados a negociar, con los mandos policiales que tenían el edificio ya bajo control, canjeando rehenes por paquetes de alimentos que les son facilitados por la Cruz Roja, siendo liberados cerca de setenta rehenes sobre las tres de la mañana.
A las ocho de la tarde del domingo 24 de mayo, de hace hoy treinta y seis años, los francotiradores del grupo especial de operaciones (GEO) efectúan disparos de intimidación sobre algunos de estos atracadores ubicados en la azotea del edificio, por donde al parecer intentar huir, perdiendo la vida uno de ellos, que será posteriormente identificado como, José Sánchez Martínez, natural de Granada de treinta y ocho años, iniciando desde aquella zona superior el descenso y la liberación de los rehenes, en una operación que llegaría a complicarse cuando entre ellos salieron los propios atracadores.
Durante un tiempo llego a afirmarse que el verdadero motivo de esta operación era la de conseguir unos documentos, custodiados en aquella sede bancaria y cuyo contenido llevaba una alta información secreta que implicaba a altas instituciones sobre lo sucedido el día del golpe de aquel 23 de febrero.
En el siguiente enlace se puede observar como dieron la noticia aquel día en un avance informativo.- https://youtu.be/Pf_eTxSt71c
y en este, un resumen más amplio de apenas cinco minutos de lo acontecido http://www.rtve.es/alacarta/videos/fue-noticia-en-el-archivo-de-rtve/imagenes-del-atraco-banco-central-barcelona-23-05-1981/1105900/ .
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Carlos Mazón: Un líder comprometido en la batalla contra el cáncer
Publicado
hace 2 mesesen
19 septiembre, 2024S.R.A
En un momento en el que el cáncer sigue siendo una de las principales causas de mortalidad en el mundo, resulta vital que los líderes políticos prioricen la lucha contra esta enfermedad. En la Comunitat Valenciana, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha demostrado un compromiso ejemplar al situar la lucha contra el cáncer en el centro de su agenda. Este enfoque no solo responde a una necesidad urgente, sino que también refleja la sensibilidad de un político que comprende la importancia de poner la salud y el bienestar de los ciudadanos en primera línea de objetivos.
El cáncer, un enemigo de todos
¿Quién no ha sufrido la pérdida de un ser querido debido al cáncer? Esta enfermedad, que parece expandirse a más velocidad cada día, no discrimina entre edades ni condiciones. Las estadísticas son devastadoras: en España, el cáncer es la segunda causa de muerte, con miles de nuevos diagnósticos cada año. En este contexto, es más urgente que nunca que los gestores de la calidad de vida de las personas adopten medidas para combatir esta crisis de salud pública.
Durante el primer Debate de Política General de su legislatura, celebrado en Les Corts, Carlos Mazón dejó claro que no pretende quedarse de brazos cruzados ante esta amenaza. Entre las múltiples iniciativas anunciadas, una de las más destacadas es la creación de una nueva planta especializada en protonterapia en el Hospital Universitario La Fe de Valencia, una infraestructura crucial en la lucha contra el cáncer.
Inversión en infraestructuras y tecnología de vanguardia
La nueva planta de La Fe, que supone una inversión de 50 millones de euros, no solo moderniza el sistema de radioterapia con la incorporación de la protonterapia—una técnica que reduce la irradiación del tejido sano circundante y mejora la precisión del tratamiento—, sino que también marca un hito en la historia sanitaria de la Comunitat Valenciana. Este tipo de tratamiento es especialmente eficaz en tumores cerebrales, de cabeza, cuello y médula espinal, y es especialmente relevante para pacientes pediátricos, cuyas necesidades requieren un enfoque aún más cuidadoso.
El presidente Mazón, en colaboración con la Fundación Amancio Ortega, ha logrado que este proyecto avance tras tres años de parálisis, colocando a la Comunitat Valenciana a la vanguardia de la lucha contra el cáncer en España. Con una superficie de 5.491 metros cuadrados, esta infraestructura atenderá no solo a los valencianos, sino también a pacientes de comunidades limítrofes, mejorando la calidad de vida de miles de personas.
Innovación tecnológica al servicio de la salud
El compromiso de Mazón no se detiene en la construcción de infraestructuras. Uno de los puntos más innovadores de su plan es la incorporación de inteligencia artificial (IA) en el diagnóstico y tratamiento del cáncer. Mazón ha avanzado la aplicación de IA para la lectura de mamografías en hospitales como La Fe, el Clínico de Valencia y el General de Castellón. Esta tecnología también se aplicará al tratamiento del cáncer de próstata, marcando un salto cualitativo en la atención médica oncológica.
La integración de la inteligencia artificial en el diagnóstico permitirá una detección precoz, algo que puede salvar innumerables vidas. La IA no solo mejora la precisión del diagnóstico, sino que también alivia la carga sobre los profesionales de la salud, acelerando los procesos y proporcionando un tratamiento más eficiente para los pacientes.
Priorizar la salud pública
En un contexto político donde a menudo las prioridades parecen centrarse en lo urgente y no en lo importante, es un alivio ver a un líder como Carlos Mazón priorizar la sanidad pública y, específicamente, la lucha contra el cáncer. La salud de una sociedad es su pilar fundamental, y al reforzar el sistema sanitario valenciano, Mazón está garantizando que las generaciones futuras puedan enfrentarse con mejores herramientas a esta enfermedad devastadora.
El cáncer es una enfermedad que ha tocado la vida de casi todos, y la lucha contra él requiere un esfuerzo conjunto de todos los sectores de la sociedad. Al posicionar este tema como uno de los ejes de su mandato, Mazón no solo responde a una necesidad urgente, sino que también envía un mensaje claro: la prevención, el diagnóstico precoz y el acceso a tratamientos de vanguardia son derechos esenciales que todos los valencianos merecen.
El camino hacia una mejor sanidad
La apuesta firme por mejorar las condiciones laborales de los profesionales sanitarios, reducir las listas de espera y construir nuevas infraestructuras son muestras del compromiso del gobierno del cambio liderado por Mazón. No se trata solo de una declaración de intenciones, sino de acciones concretas que buscan mejorar la vida de miles de pacientes que enfrentan la dura batalla contra el cáncer.
A medida que la Comunitat Valenciana avanza en la implantación de estas políticas, es esperanzador ver cómo se coloca la salud pública en el lugar que merece. La batalla contra el cáncer es larga, pero con personas comprometidos como Carlos Mazón, el futuro se vislumbra más prometedor para quienes hoy luchan y para aquellos que podrán prevenirlo mañana.
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