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Un alto cargo del IVAM procesado por presunta tenencia de pornografía infantil

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Un exsubdirector del IVAM sigue procesado al ver la Audiencia que guardaba fotos "claramente pornográficas" de menores

VALÈNCIA, 8 Feb. (EUROPA PRESS) –

Un exsubdirector de Finanzas del Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) sigue procesado al ver la Audiencia Provincial de València que guardaba en un ordenador imágenes «claramente pornográficas» en las que se aprecia «la minoría de edad de sus protagonistas». «No se aprecian como obra artística», advierte.

Así consta en un auto, al que ha tenido acceso Europa Press, en el que el tribunal rechaza el recurso del exsubdirector –investigado en otro procedimiento por presuntas irregularidades en la gestión del IVAM– contra la decisión de un juzgado de Instrucción de procesarle por un supuesto delito relacionado con la pornografía infantil.

El exdirectivo alegó en su recurso que el auto de procesamiento no estaba suficientemente motivado y rechazó que los hechos constituyeran algún tipo de delito. En concreto, defendió que en las fotografías que le intervinieron no estaba claro que aparecieran menores, aunque se les viera jóvenes, puesto que no constaba claramente la edad.

Así mismo, alegó que los desnudos de las fotografías eran artísticos y no pornográficos y que faltaba el dolo específico de la posesión de pornografía infantil. Insistió también en la mera intención de poseer obras de arte.

El tribunal, tras estudiarlos, desestima estos argumentos y afirma que tras el mero visionado de las fotografías se observan imágenes en las que «claramente» se percibe la minoría de edad de sus protagonistas y aclara que no se aprecian como obra artística sino «claramente pornográfica, con actitudes explícitas».

En todo caso, agrega que resulta improcedente anticipar un juicio donde debe resolverse esta cuestión con las garantías pertinentes. Pero sí es «suficiente» esta constatación, afirma, para resolver la justificación de la continuación del proceso, es decir, de la improcedencia del recurso del exsubdirector.

El tribunal señala que con la instrucción en esta causa se ha tratado de realizar las actuaciones necesarias para decidir si se debe abrir juicio oral con el objeto de ver la posible responsabilidad de una persona o si, por contra, se tiene que sobreseer el procedimiento. En este caso, mantiene la Audiencia, «hay indicios de la comisión del hecho y una valoración como delito en términos de probabilidad razonable», con lo que no se contempla el archivo.

Así mismo, puntualiza que el auto de procesamiento reúne los mínimos legales y no existe déficit de motivación alguno: describe los hechos sintemáticamente; los califica como delito perseguible; e identifica nominalmente a la persona contra la que se dirige sin dejar lugar a dudas.

Este procedimiento por supuesta pornografía infantil es independiente al que se sigue en el Juzgado de Instrucción número 21 de València, que se centra en las presuntas irregularidades en la gestión del IVAM durante la época de Consuelo Ciscar, y en el que este exsubdirector también figura como imputado.

En esa investigación, la instructora ordenó la práctica de diligencias y registros en el instituto cultural. Entre los documentos examinados, los agentes encontraron archivos con imágenes supuestamente pornográficas, por lo que se abrió otra instrucción sobre este extremo con el exdirectivo procesado como investigado.

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El caso Maje: más de 3.000 escuchas telefónicas para resolver el crimen de Patraix

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escuchas telefónicas Maje
María Jesús M.C., conocida como Maje o como "la viuda negra de Patraix", durante el juicio. EFE/ Manuel Bruque/Archivo

El asesinato de Antonio Navarro en agosto de 2017 en el barrio de Patraix (Valencia) es uno de los crímenes más mediáticos y estudiados de la historia reciente en España. Lo que en un primer momento pareció una agresión fortuita, escondía una trama sentimental con tintes de novela negra que la policía desveló gracias a una herramienta clave: más de 3.000 escuchas telefónicas autorizadas judicialmente, que permitieron descubrir la implicación de su esposa, María Jesús Moreno Cantó —conocida como Maje—, y de su amante, Salvador Rodrigo.

El inicio del caso: un asesinato a sangre fría

El 16 de agosto de 2017, Antonio Navarro fue asesinado en el garaje comunitario de su edificio. Recibió seis puñaladas mortales. La escena no mostraba signos de robo ni de improvisación. La Policía Nacional, tras estudiar el entorno de la víctima, comenzó a sospechar que no se trataba de un crimen fortuito. El caso pasó a manos del Grupo de Homicidios, liderado entonces por la inspectora Esther Maldonado, quien detectó desde el inicio indicios de un crimen pasional.

Maje y su red de engaños

Maje, auxiliar de enfermería en el hospital La Salud de Valencia, mantenía relaciones sentimentales paralelas. Su marido Antonio no sabía que su esposa vivía una doble vida afectiva, con varios amantes, entre ellos el principal sospechoso: Salva, un celador del mismo hospital. La frialdad de la viuda, su actitud despegada en los primeros interrogatorios, sus contradicciones y el ocultamiento de información sobre sus relaciones personales activaron todas las alarmas.

Escuchas legales: el papel decisivo de la interceptación de llamadas

La resolución del caso no hubiera sido posible sin la aplicación del artículo 588 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que regula la intervención de las comunicaciones telefónicas. En el caso de Maje, la Policía solicitó al juez permiso para interceptar las llamadas tras reunir suficientes indicios. No se trató de una medida tomada a la ligera: la autorización solo puede concederse si se investiga un delito grave (con penas de más de 3 años) y hay razones objetivas para pensar que las conversaciones pueden arrojar luz sobre los hechos.

Durante seis meses, los agentes analizaron más de 3.000 grabaciones. Primero, se intervinieron los registros de los chats y llamadas del móvil de Antonio y el de Maje. Después, también el teléfono de Jose, otro de los amantes de Maje, publicista de profesión. Aunque se interceptaron muchas conversaciones irrelevantes, el trabajo fue paciente y meticuloso.

La llamada clave: 8 de noviembre de 2017

La grabación más reveladora se produjo el 8 de noviembre, cuando Maje habló con Salva. En esa conversación, ambos ofrecieron indicios evidentes de su implicación en el crimen. Fue el punto de inflexión de la investigación. A partir de ahí, el cerco se cerró y la Policía actuó con rapidez para detenerlos y llevarlos ante la justicia.

Lo que nunca se recuperó: los mensajes eliminados

Una de las frustraciones de los investigadores fue no haber podido recuperar los mensajes de WhatsApp en los que, según confesó Salva, ambos planificaron el asesinato durante dos meses. Él se encargó de eliminarlos antes de ser arrestado, borrando así una parte crucial de la cronología criminal. Pese a la colaboración posterior del acusado, los expertos en delitos telemáticos no lograron rescatar esas pruebas.

La sentencia: dos condenas por asesinato

Tras un largo proceso judicial, tanto Maje como Salva fueron condenados a prisión por asesinato con alevosía y premeditación. La figura de la «viuda negra de Patraix» se convirtió en símbolo de un caso en el que la frialdad emocional, el engaño sentimental y la manipulación tejieron una historia que impactó a la sociedad valenciana y española. El Tribunal confirmó que Maje fue la instigadora del crimen y que Salva, cegado por su amor obsesivo, ejecutó el asesinato.

Un caso histórico para la criminología española

El crimen de Patraix es hoy referencia en las facultades de Criminología y Derecho. Es un ejemplo de cómo una investigación rigurosa, sostenida por herramientas legales como la intervención telefónica, puede resolver un caso complejo en el que la verdad se ocultaba tras una red de relaciones emocionales y manipulaciones.

El caso Maje, la viuda negra de Patraix: resumen completo y cronología del crimen que conmocionó a Valencia

El asesinato de Antonio Navarro en 2017 marcó un antes y un después en la crónica negra valenciana. Lo que inicialmente se interpretó como un posible atraco o ajuste fortuito, terminó desvelando una fría y premeditada conspiración urdida por su esposa, María Jesús Moreno Cantó, conocida como Maje, con la colaboración de su amante, Salvador Rodrigo. El caso se popularizó como el de la «viuda negra de Patraix», y se convirtió en uno de los más seguidos por la opinión pública y la prensa.

Quién era Maje

Maje era auxiliar de enfermería en el hospital La Salud de Valencia. Llevaba una vida aparentemente normal, casada con Antonio Navarro, ingeniero, pero en realidad mantenía una intensa doble vida sentimental, con varios amantes simultáneos, entre ellos el celador Salvador Rodrigo, con quien planificó el crimen.

La víctima: Antonio Navarro

Antonio era una persona trabajadora, sin antecedentes, que nada hacía sospechar que pudiera ser víctima de una trama personal tan compleja. El 16 de agosto de 2017 fue asesinado de seis puñaladas mortales en el garaje de su edificio en Patraix.

Así es la vida de Maje, la ‘viuda negra de Patraix’, en la actualidad

Cronología del caso Maje

Agosto de 2017: el crimen

  • 16 de agosto: Antonio Navarro es hallado muerto en el garaje comunitario de su vivienda en Patraix. La Policía descarta pronto el robo como motivo. Las heridas apuntan a una ejecución premeditada.
  • Se inicia una investigación liderada por el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional en Valencia.

Septiembre-octubre de 2017: las sospechas crecen

  • Los investigadores observan una actitud fría e incoherente por parte de Maje, que miente sobre su paradero el día del crimen y omite su relación con Salva.
  • La Policía comienza a recabar testimonios de amigos y familiares, que revelan el comportamiento manipulador de la viuda.

Octubre-noviembre de 2017: autorización judicial y escuchas

  • Un juez autoriza la intervención de las comunicaciones de Maje y su entorno.
  • Se recogen más de 3.000 escuchas telefónicas en seis meses. Una llamada clave del 8 de noviembre entre Maje y Salva confirma su implicación.

Diciembre de 2017: detenciones

  • 30 de diciembre: Salvador Rodrigo confiesa su participación y culpa a Maje de ser la instigadora.
  • Ambos son detenidos y puestos a disposición judicial.

2018-2021: investigación y preparación del juicio

  • La Policía confirma que Maje y Salva planificaron el crimen durante semanas.
  • Salva había eliminado los mensajes con los que se coordinaban, pero la confesón y las escuchas bastan para incriminarlos.

2022: juicio y sentencia

  • Se celebra el juicio en la Audiencia Provincial de Valencia.
  • Maje niega ser la instigadora, pero el jurado considera que hubo alevosía y premeditación.
  • Ambos son condenados por asesinato: Salva como autor material y Maje como inductora.

2023-2025: recurso y cumplimiento de pena

  • La defensa de Maje presenta recurso, que es desestimado.
  • A día de hoy, ambos cumplen condena en prisión. Maje fue trasladada a un centro penitenciario fuera de la Comunidad Valenciana por motivos de seguridad.

Un caso que marcó un hito en la crónica negra

El caso Maje no solo conmocionó a la sociedad por su crudeza, sino también por la frialdad de su protagonista. Su historia ha sido objeto de documentales, análisis psicológicos y cobertura mediática continua. Hoy sigue siendo uno de los ejemplos más claros de manipulación emocional y doble vida criminal

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