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Valencia

Un «arreón térmico» traerá más calor a la Comunitat

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EFE/Manuel Bruque/Archivo

La llegada de un arreón térmico a España la próxima semana traerá más calor. Las temperaturas van a seguir por encima de la media en la Comunitat Valenciana y la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé otro pico cálido los días 18 y 19 que puede ser nuevamente récord en un mes de julio, con una anomalía de 1,9 grados por encima de lo normal.

La temperatura promedio en el periodo 1991-2020, con una evolución de 23 a 25 grados a lo largo del mes, es inferior a los valores medios diarios registrados, que han alcanzado picos de 28,5 grados (11 de julio) y de 27 (día 12), según los gráficos aportados por Aemet en su cuenta de Twitter para explicar el aumento de las temperaturas.

Asimismo, desde el 9 de julio la temperatura media está por encima del percentil 95 y el 11 y 12 fueron los días más cálidos de cada día correspondiente desde, al menos, 1950.

Aemet prevé otro pico cálido los días 18 y 19 en un mes con +1,9 grados de anomalía

Las previsiones apuntan a una bajada de las temperaturas, pero van a seguir por encima de la media y la semana que viene se prevé otro pico cálido con récord los días 18 y 19 que Aemet califica como «no normal».

Aemet clarifica que el cambio climático se manifiesta por tendencias a largo plazo y mayor frecuencia de récords cálidos y, así, explica que en un clima no alterado, el número de récords cálidos y fríos debería ser más o menos el mismo, aunque hay muchos más récords de días cálidos que de días fríos.

En concreto este año ha habido 14 récords de días cálidos por ninguno de días fríos. El modelo teórico indica que en un clima no alterado, en 2023 se deberían de producir 5 días de récords fríos y 5 cálidos (la probabilidad sería la misma).

Pero a 12 de julio, ya casi se triplica el número de récords previstos por el modelo teórico para todo 2023 y todavía no se ha producido ningún récord de día frío.

Esto es lo que implica el cambio climático: no quiere decir que ya nunca vaya a hacer frío, implica que los días fríos cada vez van a ser más raros y menos intensos que en el pasado y, al revés, cada vez serán más frecuentes, intensos y fuera de temporada los días cálidos, según expone Aemet.

¿Qué es un ‘arreón térmico’?

No se trata de un término puramente meteorológico. En realidad, este concepto no es técnico, y en realidad es una expresión coloquial que hace referencia a un aumento anómalo de las temperaturas en relación a la fecha en la que se produce.

 

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Valencia

El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita

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El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita
El president de la Generalitat, Carlos Mazón. EFE/ Biel Alino/Archivo

La catástrofe desencadenada por la DANA del 29 de octubre de 2024 en la Comunitat Valenciana, que dejó un lacerante saldo de más de 229 víctimas, no puede quedar impune. Más allá del dolor humano y de la reconstrucción material, está la responsabilidad política. Y en ese terreno, Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, acumula mentiras, contradicciones y el profundo desgarro de quienes lo perdieron todo. Por dignidad, por ética y por justicia, Mazón debe dimitir.

Una gestión inexcusable

Cuando la alerta roja estaba activada, Mazón estaba ausente del lugar que le correspondía. Según los informes oficiales, llegó al comité de crisis (CECOPI) a las 20:28 horas, cuando ya se había emitido la alerta a la población minutos antes. No fue un “error de agenda”, sino un fallo estructural que costó vidas.

Mientras Valencia vivía una riada devastadora, el presidente se encontraba en una comida privada en lugar de supervisar la emergencia. Su entorno lo justificó como una reunión de trabajo, pero el contexto lo desmiente: fue ausencia, negligencia y falta de liderazgo.

La falta de movilización de efectivos tampoco puede justificarse. Los informes cruzados detectan irregularidades en el número de bomberos y medios activados. Cuando una emergencia reclama transparencia, los datos confusos o manipulados son una afrenta.

Mentiras, contradicciones y silencio

Mazón ha intentado derivar responsabilidades hacia la Agencia Estatal de Meteorología o la Confederación Hidrográfica del Júcar, en lugar de asumir el liderazgo que su cargo exige. Cuando el caos se instala, quien gobierna debe estar al frente, no buscando culpables.

Peor aún, ha ofrecido versiones cambiantes sobre su paradero, sus llamadas y las decisiones adoptadas aquel día. La investigación judicial avanza con pruebas que desmontan la versión oficial. Cuando un líder debe explicar dónde estaba durante una tragedia, el problema ya no es circunstancial: es estructural.

Las víctimas, traicionadas

No basta con lamentar lo sucedido cuando la dignidad exige acción. Las asociaciones de víctimas han expresado su malestar y exigido respeto ante la falta de explicaciones claras. “Estar con las víctimas también implica asumir responsabilidades”, repiten familiares que aún esperan una disculpa sincera.

No es solo la ausencia inicial. Es el desfile de versiones, el silencio, la falta de empatía y la reconstrucción lenta. Mientras las familias siguen llorando, el presidente intenta sostener su imagen pública como si nada hubiera ocurrido.

La única salida digna: la dimisión

Integridad política. Quien incumple los principios básicos de responsabilidad pierde la legitimidad para seguir al frente.

Justicia para las víctimas. Pedir perdón no basta cuando no se explica con claridad, cuando no se asumen errores ni se ofrecen soluciones. Las víctimas merecen que se depuren responsabilidades reales.

Confianza institucional. La credibilidad de la Generalitat se resquebraja cuando su presidente ofrece explicaciones tardías, contradictorias y evasivas. Eso no solo afecta a Mazón, afecta a toda la Comunitat Valenciana.

Renovación del liderazgo. El desastre del 29-O no puede cerrarse con un “sigo al mando”. Hace falta un relevo que reconstruya no solo los territorios inundados, sino también la confianza de los ciudadanos.

La responsabilidad compartida

Los silencios cómplices también pesan. Los partidos que sostienen a Mazón deben preguntarse si su apoyo es ético o meramente político. Cada día que pasa sin rendir cuentas es una herida más para las víctimas y una mancha más para las instituciones.

La dimisión no sería una derrota política, sino un acto de respeto hacia los que sufrieron, hacia los que murieron y hacia toda una sociedad que exige transparencia y verdad.

La tragedia del 29 de octubre no son solo cifras. Son vidas, familias, municipios arrasados y una sociedad herida. Carlos Mazón mantuvo su comida en El Ventorro cuando la provincia se inundaba, cambió versiones cuando se investigaba y continúa en el cargo pese al clamor ciudadano.

Por integridad, por dignidad, por justicia: Carlos Mazón debe dimitir.
Y quienes lo sostienen, deberían preguntarse si su silencio también los convierte en responsables.

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