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Cultura

Muere a los 47 años el valenciano Azuquita, creador del Rumbakalao e icono de la Ruta del Bacalao

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Azuquita
Azuquita-INSTAGRAM

El mundo de la música en España llora la pérdida de Pedro Bermúdez, conocido artísticamente como Azuquita, fallecido a los 47 años en Palma de Mallorca, ciudad en la que residía en los últimos años. La noticia fue confirmada por la prensa balear en la mañana del sábado 6 de septiembre de 2025 y rápidamente se difundió entre seguidores y compañeros de profesión.

Azuquita deja tras de sí un legado musical muy singular, marcado por la creación del Rumbakalao, un estilo híbrido que en los años 90 unió la rumba con los sonidos electrónicos de la mítica Ruta del Bacalao. Con esta fusión, el artista valenciano alcanzó una gran popularidad y se convirtió en uno de los nombres propios de aquella época.

El origen del Rumbakalao: la rumba se cruza con la Ruta del Bacalao

En plena efervescencia de la Ruta del Bacalao, un movimiento musical y cultural que marcó la Comunitat Valenciana y se extendió por toda España en los 80 y 90, surgió la figura de Azuquita. Mientras los clubes de Valencia y alrededores vibraban con el techno, el dance y el house, él apostó por un camino alternativo: versionar los grandes éxitos de la música de discoteca desde un prisma rumbero.

Ese experimento dio lugar al Rumbakalao, un género propio que unía el ritmo festivo y cercano de la rumba con la energía electrónica que dominaba las pistas de baile. Fue en 1993, con apenas 17 años, cuando Azuquita saltó a la fama al versionar “Así me gusta a mí” de Chimo Bayo, uno de los himnos indiscutibles de la Ruta. Su propuesta sorprendió y conectó con un público que buscaba nuevas formas de vivir la música.

Azuquita, un artista que rompió moldes en los 90

Con su estilo desenfadado, su humor característico y una personalidad cercana, Azuquita logró hacerse un hueco en la escena musical de los 90. Sus versiones convertían los éxitos electrónicos en temas que podían sonar tanto en una discoteca como en una verbena popular, lo que ampliaba enormemente su público.

Durante esa década lanzó tres discos:

  • Rumbakalao (1994)

  • Escucha que te digo (1995)

  • Sinelo Kalo (1997)

Cada uno de estos álbumes reforzaba su propuesta musical y consolidaba su imagen de artista rompedor. Su voz y su particular manera de interpretar canciones lo convirtieron en un referente de un estilo único que, aunque surgido en un contexto muy concreto, sigue siendo recordado por quienes vivieron aquella época.

La Ruta del Bacalao: un fenómeno cultural más allá de la música

Para entender la relevancia de Azuquita, es necesario recordar lo que supuso la Ruta del Bacalao. Más que un movimiento musical, fue una auténtica revolución cultural en la Comunitat Valenciana que tuvo su epicentro en discotecas míticas como Barraca, Spook, Puzzle o ACTV. Allí sonaban sesiones maratonianas de música electrónica que marcaron a toda una generación.

En ese ambiente dominado por el techno y el dance, irrumpió Azuquita con un toque inesperado: fusionar ese sonido de club con la rumba valenciana. Su propuesta, lejos de pasar desapercibida, ofreció un soplo de aire fresco y demostró que la Ruta también podía reinterpretarse desde otros estilos.

El Rumbakalao se convirtió así en un símbolo paralelo al fenómeno de la Ruta, con un aire más desenfadado y popular, que lo acercaba tanto a la cultura de la calle como a la de las discotecas.

Colaboraciones y proyección internacional

Aunque su época dorada estuvo en los 90, Azuquita no se quedó anclado en el pasado. Ya en los 2000, participó en proyectos que le llevaron más allá de España. Una de las colaboraciones más destacadas fue con el alemán Matthias Reim, lo que le permitió acercarse al público centroeuropeo.

Su versatilidad musical y su capacidad para adaptarse a diferentes estilos lo convirtieron en un artista querido dentro y fuera de la Comunitat Valenciana.

Azuquita y Los Rumba Kings: su etapa más reciente

En los últimos años, Azuquita formaba parte de Los Rumba Kings, un grupo que mantenía vivo el espíritu de la rumba española y con el que continuaba actuando en fiestas, conciertos y festivales. Desde Mallorca, su lugar de residencia, seguía compartiendo música y demostrando que su pasión por el escenario permanecía intacta.

Para sus seguidores, cada actuación era un viaje en el tiempo que recordaba la frescura de los años 90 y la época dorada del Rumbakalao.

El legado de Azuquita en la memoria musical valenciana

La muerte de Azuquita supone un golpe para quienes vivieron la Ruta del Bacalao y para los amantes de la música fusión en España. Su aportación fue única: logró unir dos mundos aparentemente opuestos, la rumba y la música electrónica, en un género propio que hoy sigue siendo recordado como una seña de identidad de los 90.

Además de su música, queda en el recuerdo su carácter alegre y su humor, que transmitía tanto en entrevistas como sobre el escenario. Su figura forma parte de la memoria colectiva de una generación que bailó sus versiones en discotecas, verbenas y fiestas populares.

La Ruta del Bacalao como patrimonio cultural

Hoy, con el paso del tiempo, la Ruta del Bacalao se reivindica como un fenómeno cultural que fue mucho más que ocio nocturno. Supuso un laboratorio musical, artístico y social que influyó en la música electrónica en España y dejó huella en generaciones posteriores.

En este contexto, artistas como Azuquita ayudaron a ampliar las fronteras de lo que podía ser la Ruta, demostrando que la innovación también cabía dentro de un movimiento ya de por sí experimental.

Un adiós con sabor a nostalgia

El fallecimiento de Azuquita a los 47 años deja un vacío en la música valenciana y en la historia reciente de la cultura popular española. Sus discos, sus versiones rumberas de clásicos de la Ruta del Bacalao y su papel en Los Rumba Kings forman parte de un legado que seguirá vivo en la memoria de sus seguidores.

En un momento en que se recupera la memoria de la Ruta y se organizan homenajes a aquel movimiento, la figura de Azuquita resurge como la de un artista que se atrevió a mezclar mundos y consiguió crear algo nuevo. Su Rumbakalao siempre será recordado como un sonido propio de los 90, un símbolo de una época irrepetible.

 

 

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Cultura

Muere Rick Davies, fundador de Supertramp, a los 81 años 

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Rick Davies
Rick Davies

El adiós a una leyenda del pop-rock británico

Rick Davies, fundador, cantante, teclista y principal letrista de la banda de pop-rock Supertramp, falleció el pasado sábado a los 81 años en Long Island (Nueva York). El músico llevaba más de una década luchando contra un mieloma múltiple, un cáncer de médula ósea que le fue diagnosticado en 2015 y que le obligó a retirarse de los escenarios.

La noticia fue confirmada por el propio grupo en un comunicado en el que expresaron su pesar: “The Supertramp Partnership está muy triste de anunciar la muerte del fundador de Supertramp, Rick Davies, tras una larga enfermedad. Tuvimos el privilegio de conocerlo y tocar con él durante más de 50 años. Ofrecemos nuestras más sinceras condolencias a Sue Davies”.

Los orígenes de Rick Davies y la creación de Supertramp

Nacido en Swindon, Inglaterra, en 1944, Davies mostró desde niño un gran interés por la música, especialmente por el piano y el rhythm and blues. En 1969, gracias al apoyo financiero de un mecenas, fundó Supertramp junto a Roger Hodgson, dando forma a una de las bandas más influyentes de la historia del rock progresivo y el pop sinfónico.

Su primer gran éxito llegó con Crime of the Century (1974), un disco que consolidó su estilo único, con letras introspectivas y elaborados arreglos musicales. Pero fue Breakfast in America (1979) el que les catapultó al estrellato mundial, con canciones convertidas en himnos como “The Logical Song”, “Take the Long Way Home” y “Goodbye Stranger”.

El estilo inconfundible de Rick Davies

Mientras Hodgson aportaba melodías más etéreas y espirituales, Davies equilibraba el sonido de la banda con un toque más terrenal y bluesero. Su voz de barítono y su dominio de los teclados marcaron la identidad de Supertramp durante décadas. Entre sus composiciones más recordadas destacan “Goodbye Stranger”, “Cannonball”, “Bloody Well Right” y “From Now On”.

Tras la salida de Roger Hodgson en 1983, Rick Davies se convirtió en el alma y líder indiscutible de Supertramp, manteniendo la esencia del grupo en álbumes posteriores como Brother Where You Bound (1985), Free as a Bird (1987), Some Things Never Change (1997) y Slow Motion (2002).

Una carrera marcada por la longevidad

A diferencia de otras formaciones de su generación, Supertramp logró mantenerse en activo durante más de cinco décadas, adaptándose a los cambios de la industria musical sin perder su sello personal. Davies, que siempre defendió la autenticidad del directo y el cuidado de los arreglos instrumentales, fue el único miembro original que permaneció en la banda de forma continua hasta el final de su vida.

El legado de Supertramp y la huella de Davies

Supertramp no solo dejó una huella imborrable en la música de los años setenta y ochenta, sino que también influyó en generaciones posteriores de artistas. Su capacidad para mezclar rock progresivo con melodías accesibles lo convirtió en un grupo único dentro de la escena internacional.

Canciones como “Dreamer”, “School”, “Give a Little Bit” o “It’s Raining Again” forman parte del imaginario colectivo de millones de seguidores en todo el mundo. Con más de 60 millones de discos vendidos, Supertramp es considerada una de las bandas más exitosas y emblemáticas del pop-rock.

Un adiós que marca el fin de una era

El fallecimiento de Rick Davies no solo supone la pérdida de un músico extraordinario, sino también el cierre de un capítulo fundamental en la historia de la música contemporánea. Su figura, asociada para siempre al sonido inconfundible de Supertramp, seguirá viva en cada acorde de piano y en cada una de las letras que escribió.

Los seguidores del grupo y la crítica coinciden en que su aportación fue decisiva para crear un estilo propio que aún hoy sigue emocionando a nuevas generaciones. Con su muerte, se despide una de las últimas leyendas vivas del rock británico, un artista que dedicó toda su vida a la música y que convirtió a Supertramp en un referente mundial.

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