Baldosas de terracota, el suelo ideal para exteriores
Las baldosas de terracota son un tipo de pavimento cerámico que se elabora con arcilla cocida a baja temperatura, lo que le da un color rojizo o teja característico. La terracota es un material muy antiguo, que se ha utilizado desde la antigüedad para revestir suelos y paredes, tanto en interiores como en exteriores. Su aspecto rústico, cálido y natural le confiere un encanto especial, que se adapta a diferentes estilos decorativos y ambientes.
En este artículo, vamos a ver las ventajas, los inconvenientes y los consejos para elegir e instalar las baldosas de terracota en el suelo exterior de tu casa, terraza, balcón o jardín. Verás que se trata de una opción muy versátil, duradera y estética, que aportará personalidad y autenticidad a tu hogar.
Ventajas de las baldosas de terracota para exteriores
Las baldosas de terracota tienen muchas ventajas que las hacen ideales para el suelo exterior de tu casa. Algunas de ellas son:
- Resistencia: las baldosas de terracota gran resistencia al desgaste, al tránsito, a los golpes, a las heladas y a los cambios de temperatura. Además, tienen un acabado antideslizante, que las hace aptas para zonas con piscina o humedad.
- Durabilidad: las baldosas de terracota son muy duraderas, ya que no se deforman, no se agrietan, no se decoloran y no pierden su brillo con el paso del tiempo. Si se les da un buen mantenimiento, pueden durar muchos años en perfecto estado.
- Estética: las baldosas de terracota cuentan con un aspecto muy estético, que combina la naturalidad de la piedra con la practicidad del gres. Su color téreo, su textura irregular y su diseño geométrico o hidráulico le dan un toque rústico, pero también moderno y elegante. Además, hay una gran variedad de tonos, formatos y grosores, que permiten crear diferentes combinaciones y efectos visuales.
- Calidez: las baldosas de terracota tienen una capacidad térmica muy alta, lo que significa que conservan el calor en invierno y lo liberan en verano. Esto hace que el suelo exterior sea más confortable y agradable al tacto, y que se ahorre energía en climatización.
- Higiene: las baldosas de terracota son muy higiénicas, ya que no acumulan polvo, ácaros, bacterias ni hongos. Además, son fáciles de limpiar, con agua y jabón neutro, o con productos específicos para su cuidado.
Inconvenientes de las baldosas de terracota para exteriores
Las baldosas de terracota también tienen algunos inconvenientes que hay que tener en cuenta a la hora de elegirlas para el suelo exterior de tu casa. Algunos de ellos son:
- Precio: las baldosas de terracota suelen tener un precio más elevado que otros tipos de pavimentos cerámicos, ya que su proceso de fabricación es más artesanal y requiere más materia prima. El precio puede variar según la calidad, el tamaño y el acabado de las baldosas, pero suele rondar entre los 10 y los 30 euros el metro cuadrado.
- Porosidad: las baldosas de terracota tienen una elevada presencia de poros y capilares, que las hacen más vulnerables a las manchas, a la suciedad y a la absorción de agua. Por eso, es necesario aplicarles un tratamiento superficial con ceras, tapa-poros o productos impermeabilizantes, que las protejan y las realcen. Este tratamiento hay que renovarlo periódicamente, para mantener el suelo en buen estado.
- Colocación: las baldosas de terracota tienen un borde no rectificado, lo que significa que no tienen un corte perfecto y que pueden presentar variaciones de tamaño y forma. Por eso, se recomienda su colocación a junta ancha, de unos 5 mm, para compensar las irregularidades y evitar que se rompan. La colocación de las baldosas de terracota requiere de un profesional cualificado, que sepa nivelar, alinear y rejuntar correctamente el suelo.
Consejos para elegir e instalar las baldosas de terracota para exteriores
Si te has decidido por las baldosas de terracota para el suelo exterior de tu casa, aquí te damos algunos consejos para elegir e instalar las más adecuadas para tu espacio y tu gusto:
- Elige el tono que más te guste: las baldosas de terracota pueden tener diferentes tonalidades, según la arcilla utilizada y el proceso de cocción. Puedes encontrar baldosas rojizas, asalmonadas, paja-flameadas, grises, multicolores, etc. Elige el tono que más te guste y que mejor combine con el resto de la decoración y el ambiente de tu casa.
- Elige el formato que más se adapte a tu espacio: las baldosas de terracota pueden tener diferentes formatos, desde los más pequeños, como los de 10 x 10 cm, hasta los más grandes, como los de 50 x 50 cm. También pueden tener formas cuadradas, rectangulares, hexagonales, octogonales, etc. Elige el formato que más se adapte al tamaño y la forma de tu espacio, y que te permita crear el efecto visual que buscas.
- Elige el grosor que más te convenga: las baldosas de terracota pueden tener diferentes grosores, desde los más finos, como los de 1 cm, hasta los más gruesos, como los de 3 cm. El grosor influye en la resistencia, la durabilidad y el peso de las baldosas, así como en el nivel del suelo. Elige el grosor que más te convenga según el uso que le vayas a dar al suelo y la altura que quieras que tenga.
- Elige el acabado que más te atraiga: las baldosas de terracota pueden tener diferentes acabados, desde los más naturales, como los de barro cocido, hasta los más elaborados, como los de efecto hidráulico o geométrico. El acabado influye en la estética, el brillo y la textura de las baldosas, así como en su mantenimiento. Elige el acabado que más te atraiga y que mejor se adapte al estilo que quieras darle a tu suelo.
- Contrata a un profesional para la instalación: la instalación de las baldosas de terracota es un trabajo que requiere de experiencia, habilidad y precisión, por lo que es recomendable contratar a un profesional que se encargue de hacerlo. Un profesional sabrá cómo preparar el soporte, cómo colocar las baldosas, cómo nivelarlas, cómo alinearlas, cómo rejuntarlas y cómo limpiarlas. Así, te asegurarás de que el resultado sea óptimo y duradero.
- Aplica un tratamiento de protección y mantenimiento: una vez instaladas las baldosas de terracota, es importante aplicarles un tratamiento de protección y mantenimiento, que las impermeabilice, las resalte y las conserve. Para ello, puedes usar ceras, tapa-poros o productos específicos para la terracota, siguiendo las instrucciones del fabricante o del profesional. Este tratamiento hay que renovarlo cada cierto tiempo, según el uso y el desgaste del suelo.
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