Salud y Bienestar
Los increíbles beneficios de la manzana
Publicado
hace 1 mesen
Los beneficios de la manzana son infinitos. Según datos de la Fundación Española de la Salud Digestiva (FEAD), una de cada tres personas sufre ocasionalmente molestias digestivas.
Las más comunes son el estreñimiento y diarrea, los gases o la sensación de pesadez. Aunque el sobrepeso, las migrañas, los granos o las varices también pueden ser señales de una mala salud digestiva.
ESTRÉS Y MALOS HÁBITOS ALIMENTICIOS EN EL ORIGEN DE GRAN PARTE DE LAS DOLENCIAS DIGESTIVAS
El sistema digestivo es un trabajador silencioso e incansable, activo entre 10 y 20 horas diarias. De la eficacia de su funcionamiento depende en gran medida la salud general del organismo, ya que se encarga de absorber y transformar los nutrientes de los alimentos y bebidas para que pasen al torrente sanguíneo.
El estrés y los malos hábitos alimenticios suelen estar detrás de sus trastornos. Es por ello que la FEAD incide en la importancia de mantener una alimentación equilibrada, con especial importancia de frutas y verduras.
Y es que, dependiendo de lo que comemos, haremos trabajar más o menos a nuestro aparato digestivo.
Hay que tener en cuenta que el tiempo de vaciamiento gástrico (cuando, totalmente digeridos los alimentos en el estómago, pasan al intestino) varía desde menos de 2 horas para los líquidos e hidratos de carbono a las 2-4 horas para las proteínas y más de 4 para las grasas.
No obstante, los españoles le hacen trabajar bastante ya que, según datos de MAGRAMA (Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medioambiente), no alcanzan a consumir los 600 gramos diarios de frutas y verduras que recomienda la Organización Mundial de la Salud.
Una cantidad que los expertos aseguran que permitiría reducir un 19% los casos de cáncer gastrointestinal, entre múltiples beneficios para el organismo.
ALIMENTOS PREBIÓTICOS, COMO LA MANZANA, CONTRIBUYEN NATURALMENTE A LA SALUD DIGESTIVA ESTIMULANDO LA PROLIFERACIÓN DE LA FLORA Y ESTABILIZANDO LA MUCUSA INTESTINAL
Ya en el siglo IV a. C., Hipócrates recomendaba “que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento”.
En los últimos tiempos han proliferado alimentos funcionales y preparados de probióticos, compuestos que contienen una serie de microorganismos presentes, por ejemplo, en la flora intestinal para regenerarla cuando se han sufrido trastornos digestivos.
Aunque, también puede optarse por alimentos prebióticos, como la manzana, cuyos componentes estimulan naturalmente la proliferación y equilibrio de la flora y mucosa presentes en el intestino.
Beneficios de la manzana
Cuando se toma una manzana sin pelar cobra protagonismo su contenido en fibras insolubles (que no se disuelven en agua) y se acelera el tránsito intestinal, contrarrestando el estreñimiento y produciéndose un efecto barrido que limpia las toxinas que hayan podido generarse en el proceso digestivo.
Un síntoma habitual de mala salud digestiva es la intoxicación intestinal producida precisamente por la acumulación de esas sustancias nocivas en las paredes del intestino.
Mientras que, cuando se toma la manzana pelada, adquiere protagonismo la pectina, una fibra soluble que está presente en su pulpa y que ayuda a la retención de líquidos, contribuyendo a la formación del bolo intestinal.
Además, la pectina absorbe las bacterias causantes de la colitis y permite que se recuperen los minerales perdidos por el exceso de deposiciones.
Esta fruta es una de las más ricas en taninos, unas sustancias que aparecen cuando la pulpa se oxida al contacto con el aire (son más presentes al comer la manzana pelada y, sobre todo, rallada).
Su labor es secar y desinflamar la mucosa intestinal, una capa que tapiza el interior del conducto digestivo, por lo que tiene propiedades astringentes y antiinflamatorias.
Esta mucosa se suele desequilibrar e inflamar cuando se padecen alergias, intolerancias o sensibilidades frente a ciertos alimentos o componentes (como la lactosa o el gluten, por ejemplo), por lo que la manzana puede ayudar a atenuar las molestias digestivas derivadas.
CLAVES PARA RECONOCER EL MEJOR MOMENTO NUTRICIONAL DE LAS MANZANAS
La manzana se presenta como una gran herramienta para mantener una correcta salud digestiva, que contribuya al bienestar general y aporte los nutrientes necesarios a todo el organismo. Existen unas 20.000 variedades de esta fruta, capaces de ajustarse a cualquier paladar, aunque las más conocidas son la Golden Delicious, Red Delicious, Gala, Granny Smith y Fuji.
Por una parte, es importante lavar bien la pieza antes de ingerirla, tanto si la vamos a consumir con piel o sin ella, puesto que nuestras manos y cuchillo estarán en contacto con la manzana durante el proceso de pelado.
Conviene escoger piezas en su punto óptimo de maduración para que sus nutrientes estén en su máximo apogeo, ya que la manzana es un ser vivo y continúa desarrollándose, incluso fuera del árbol.
Como manzana de alta gama, VI.P aplica estrictos controles en todos los tramos de su producción y descarta las piezas que no se ajustan a sus estrictos estándares de calidad.
Por ello conoce algunas de las claves que pueden ayudar al consumidor a desechar aquellas piezas que tendrán un peor desarrollo, una vida más corta y una calidad más baja.
No son aconsejables las manzanas que se han cosechado demasiado jóvenes, reconocibles porque presentan el cáliz (parte opuesta al rabillo) poco profundo y son poco aromáticas.
Tampoco las que están sobremaduradas, cuya textura es más blanda y su piel se separa fácilmente de la pulpa, generando arrugas si oprimimos la superficie. Además, al abrirlas, el corazón presenta cierta oxidación alrededor de las pepitas.
Otro aspecto importante es evitar las que han perdido el rabillo o tienen algún golpe porque madurarán más rápidamente e incluso pueden pudrirse, contagiando al resto.
En resumen, en su mejor momento nutricional la manzana presenta una textura compacta, que es más o menos crujiente dependiendo del tipo.
Su piel se mantiene pegada a la pulpa, firme, sin golpes ni manchas y con una coloración natural intensa y acorde a su variedad. Por último VI.P – Manzanas Val Venosta recuerda que las piezas han de conservar el rabillo, tener el cáliz profundo y las pepitas marrones, síntomas de que están en su punto óptimo de maduración.
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Los alimentos infalibles para prevenir resfriados
Publicado
hace 1 díaen
20 noviembre, 2024La tradición popular atribuye propiedades curativas a los alimentos con vitamina C, pero ¿sabemos cuáles son los alimentos para prevenir resfriados?
Algunos como el ajo, la sopa de pollo o la miel frente al resfriado, la tos, la congestión o la gripe. Sin embargo, en la actualidad no hay ninguna prueba científica que demuestre que su consumo sea beneficioso para este objetivo.
Según ha explicado la doctora Laura Arranz, profesora del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimenación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona, lo que realmente contribuye a prevenir estas enfermedades, e incluso a aliviar sus síntomas, es seguir hábitos de vida saludables y una alimentación equilibrada.
La doctora ha precisado que «más allá de la vitamina C hay muchos nutrientes imprescindibles para el sistema inmunitario. Todas las vitaminas, minerales como el zinc, antioxidantes como los polifenoles o los betacarotenos, grasas como los Omega-3 y las fibras (sobre todo de tipo soluble) son básicos en un cóctel de salud».
MINERALES Y VITAMINAS
Las vitaminas A, C y E, el magnesio, el cobre, el manganeso o el hierro son algunos de los elementos clave en los procesos celurares que ayudan a neutralizar los radicales libres y el estrés oxidativo.
La doctora Arranz ha aclarado que «el funcionamiento correcto del metabolismo y de las defensas antioxidantes requiere la presencia de estos nutrientes en cantidades suficientes». La pregunta que subyace es qué alimentos propocionan estos nutrientes.
Según la experta, «los alimentos de origen vegetal son ricos en antioxidantes, pero especialmente la fruta, las hortalizas, las verduras de hoja verde, las semillas y los frutos secos». Además, ha aconsejado «consumir una buena parte de estos vegetales en crudo o con tiempos de cocción adecuado para que la ingesta de antioxidantes se amayor».
EL ZINC COMO REGULADOR DEL SISTEMA INMUNE
La doctora Arranz ha explicado que «el zinc es un oligoelemento esencial que juega un papel clave en más de 300 enzimas y está involucrado en la comunicación celular, además de desempeñar un importante papel en la regulación del sistema inmune».
Ha añadido, además, que «el déficit de zinc, que afecta al 20% de la población mundial, se asocia a la disminución del sistema inmunitario». Entre los alimentos que contienen zinc se encuentran las carnes, el pescado, los moluscos, las espinacas o los frutos secos.
OMEGA-3: GUARDIÁN DE LAS DEFENSAS
Las grasas Omega-3 son importantes para el sistema inmunitario, para la salud cardiovascular y para la salud visual y cerebral pero además intervienen como precursores de las moléculas antiinflamatorias.
La experta ha detallado que «si queremos cuidar las defensas, debemos aumentar la ingesta de frutos secos, especialmente nueces y almendras, para conseguir un aporte diario de dos gramos de ácido alfa-linolénico y pescado azul para conseguir 200 gramos de ácido docosahexaenoico (ácido graso poliinsaturado omega-3)».
LA FIBRA, UNA COMPAÑERA ALIADA
La nutricionista ha revelado que «la fibra ayuda a la nutrición y el bienestar de las bacterías beneficiosas que residen en el intestino y que juegan a un rol principal en el sistema inmunitario, por lo es imprescindible en el día a día».
Además, la fibra dietética proviene de los alimenos de origen vegetal tales como las legumbres, las semillas, los frutas secos, las verduras o las frutas.
Sin embargo, la doctora ha advertido que las legumbres «puedencausar problemas de flatulencia debido a la gran cantidad de fibra que aportan». Por ello, para evitar este problema ha aconsejado «tomar raciones pequeñas tres veces pro semana en lugar del tradicional plato de legumbres solo un día a la semana».
Alimentos para prevenir resfriados
La lista de alimentos que ayudan a prevenir gripes, catarros y resfriados es larga… Educo nos la detalla.
1. Pescados, un gran aporte de Omega-3
Los pescados, entre los que destaca el pescado azul, aportan proteínas y Omega-3 al organismo. Estas sustancias ayudan al organismo a proteger los pulmones de las infecciones respiratorias al sintetizar anticuerpos. Ya ves: incluye pescado en el menú semanal. Dos porciones semanales de salmón ayudarán a levantar tus defensas.
2. Cítricos, el consejo de la abuela
¡Y cuánta razón tiene la abuela! Los cítricos son ricos en vitamina C, un nutrientes que puede ayudar a frenar el avance de un resfriado. ¿Lo mejor? Alternar los cítricos consumiendo naranja (muy rica en vitamina C), mandarina (rica en betacarotenes) y limón (gran valor antiséptico que lo convierte en un remedio natural contra el dolor de garganta y la tos).
3. Huevos: proteínas, vitaminas y minerales
Los huevos son un comodín en la cocina, no dudes en prepararlos un par de veces por semana. Un huevo contiene casi 7 gramos de proteína, pero además aporta al organismo vitaminas y minerales, entre los que destacan las vitaminas B6 y B12, el selenio y el zinc, ¡fundamentales para mantener fuerte el sistema inmunológico!
4. Yogur, el poder de los probióticos
Hoy en día se habla mucho de probióticos en la publicidad, pero ¿qué son? Los yogures tienen cultivos vivos que ayudan al sistema inmunológico a evitar que las bacterias malas progresen dentro del cuerpo. ¿Cómo? Muy fácil: si las bacterias buenas son más que las malas, ¡la guerra por la salud está ganada!
5. Verduras de hojas oscuras para reducir el tiempo de la enfermedad
La mayoría de nosotros piensa en un zumo de naranja para ingerir vitamina C. ¿Qué me dirías si te digo que las espinacas, las coles de Bruselas, la lechuga y el brócoli tienen más vitamina C que los cítricos? Incluye estas verduras en la dieta de los peques y si los niños se niegan a comer verduras, ¡disfrázalas! En el enlace te damos ideas al respecto.
6. Calabaza, la reina del beta-caroteno
El betacaroteno es esencial para el organismo ya que cuando éste lo absorbe, se transforma en vitamina A, un nutriente que mejora las defensas y ayuda a prevenir enfermedades. Dale a tus hijos calabaza asada, en crema, mezclada con arroz o en puré, ¡es rica y súper nutritiva! Si a tu hijo no le gusta la calabaza pero sí la zanahoria, ¡a por ella! Las zanahorias también tienen mucho beta-caroteno, motivo por el cual su acción es similar a la de la calabaza.
7. Kiwi, vitamina C al por mayor
Un kiwi aporta al cuerpo más vitamina C que una naranja. Es cierto que puede ser más difícil para los peques comer un kiwi que beber un zumo pero ¡con intentar no se pierde nada!
8. Cebolla y ajo, antibióticos naturales
Tanto la cebolla como el ajo ayudan a prevenir y curar la gripe y los resfriados. Ambos tienen propiedades mucolíticas que ayudan a expulsar secreciones. ¿Un consejo? A los peques suele molestarles más la textura que el sabor de estos alimentos, por eso te recomendamos trocearlos y cocinarlos hasta que no sean perceptibles en el paladar. No abuses de ellos y verás que los peques los comen sin casi darse cuenta.
9. Miel, efecto antitusivo ¡y preventivo!
Incluir la miel en el desayuno de los niños mayores (recuerda que los niños menores de 3 años no deben consumir miel por el riesgo de botulismo) puede ser una gran idea. La miel tiene un efecto preventivo al aumentar las defensas naturales y antitusivo, aliviando la molesta picazón de garganta. Sírvele a tu hijo una tostada con miel o coloca un poco de miel en la leche, ¡le encantará!
10. Frutos secos y legumbres para mantener el calor corporal
Parece una locura pero no lo es: en invierno, perdemos fácilmente el calor corporal, exponiéndonos a toda clase de enfermedades. Los alimentos híper calóricos como las legumbres y los frutos secos aportan la energía necesaria para mantener la temperatura corporal correcta, manteniendo a raya a las enfermedades. Además, tanto los unos como los otros aportan hierro y antioxidantes, fundamentales para mantener el sistema inmunológico fuerte.
11. Frutos rojos, vitamina C en pequeñas dosis
Los frutos rojos aportan vitamina C aunque para que sean realmente efectivos es necesario consumir gran cantidad. Los mencionamos porque ¡son fáciles de incluir en la dieta y a los peques les encantan! ¿Quién puede resistirse a las fresas, las moras y los arándanos? Incorpóralos al yogur o haz un rico batido de frutos rojos con leche.
12. Setas, propiedades antibacterianas
Las diversas setas, hongos y champiñones tienen propiedades antibacterianas que ayudan a combatir las enfermedades. Utilízalos en tostadas, cremas o como acompañamiento para carnes. Una buena alimentación es tan importante como un buen abrigo. Este invierno no lo dudes y prepara un menú equilibrado que incluya estos alimentos para prevenir gripes, catarros y resfriados.
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