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Cañizares: «Cada vez que intenté volver al pelo moreno me pasaron cosas raras»

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València, 1 ago (EFE).- El exfutbolista Santiago Cañizares Ruiz (Puertollano Ciudad Real, 1969) revela en una entrevista con la Agencia EFE que cada vez que ha intentado cambiar su característico ‘look’ rubio y volver al moreno natural le han sucedido «cosas extrañas» relacionadas con la salud.

Su cambio de imagen en un momento concreto de su vida, sus supersticiones, pesadillas o su relación con València, entre otros asuntos, son repasados por un Cañizares que confiesa que tras colgar los guantes se liberó de un estrés que condicionaba su vida.

PREGUNTA: De no haber sido futbolista, ¿qué le habría gustado ser?

RESPUESTA: No lo sé. Con 15 años tenía claro que quería ser futbolista y me salió bien. No quería trabajar en algo que me trasladara aburrimiento y sin pasión. No sé lo que hubiera sido sin el fútbol pero sí que habría tratado de ser lo mejor en esa profesión.

P: ¿Cuál es su superstición más friki?

R: Le cogí cariño a jugar con una toalla roja al lado de la portería porque empezamos a ganar partidos cuando la usaba. Además, si todo salía bien en un partido lo repetía todo: podía llevar unos guantes durante 7 u 8 partidos y otras veces solamente los usaba en uno porque no había estado bien. Supersticioso sobre todo con la ropa que llevaba.

P: ¿Sobreviviría sin redes sociales e internet alguien como usted, que es muy activo en ellas?

R: Totalmente, sería superfeliz. Estoy en redes porque no me queda más remedio. Por mi trabajo en los medios de comunicación considero que es una necesidad, pero si mañana se apagan las redes e internet, me adaptaré a algo con lo que no estoy de acuerdo al cien por cien.

P: En la cocina, ¿le gusta prepararla o degustarla?

R: No soy un gran cocinero pero me gusta mucho cocinar las cuatro cosas que sé hacer, pero también me gusta mucho disfrutar en una buena mesa. Sobre todo me gusta cocinar el cordero en Navidad en memoria de mi abuelo.

P: Su peor pesadilla: ¿una botella de colonia asesina o un penalti en contra en el minuto 90 y con el marcador empatado en una final?

R: (se ríe) Mis pesadillas tienen que ver con la salud y no con el fútbol, aunque es cierto que muchas veces he pensado: ¿por qué no ganamos aquella final? (Liga de Campeones 2001 ante el Bayern). Lo del bote de colonia (le seccionó un tendón del tobillo en vísperas del Mundial 2002) fue una anécdota. Cada vez que alguien me quiere insultar (en redes) me dice: ‘el colonias’, pero para mí fue más intrascendente de lo que se publica.

P: Usted protagonizó un sonado y radical cambio de ‘look’. ¿Por qué tintar su pelo de rubio y no raparse la cabeza?

R: Estaba lesionado y decaído anímicamente porque si no jugaba al fútbol me cambiaba el ánimo; fui a mi peluquero habitual en Madrid y me dijo que iba a hacer algo para cambiar mi estado de ánimo, y como en ese momento no estaba para discutir me tiñó el pelo de amarillo.

Cada vez que he intentado volver al pelo moreno, me han pasado cosas extrañas con la salud. Me lo cambié a rojo y me cayó el bote de colonia. Volví a mi color y me dio una parálisis facial temporal. Entonces decidí que me entierren con el pelo amarillo. Lo de raparme, no. No tengo el cráneo redondito y bonito y pelado me queda fatal (se ríe).

P: ¿Qué genera más estrés, dar de comer a unos trillizos o una tanda de penaltis en la final de Champions?

R: El fútbol me producía muchísimo más estrés que cualquier cosa. Mientras no sea una situación de salud, los niños son una maravilla en todos los escenarios. Desde que dejé el fútbol soy otra persona. Antes tenía estrés permanentemente por la competición y condicionaba mi estado de ánimo y hábitos. Ahora estoy más relajado.

P: ¿Le queda algún sueño por cumplir?

R: Claro que sí. Basta con estar tres días en València sin hacer nada para encontrar un nuevo reto. No quiero excesos de trabajo que me generen estrés, pero no me envíes a una isla a tomar el sol ni me dejes en València sin hacer nada.

P: ¿Por qué se instaló en València y no volvió a Madrid u otro lugar?

R: En València me han acogido muy bien y siento el cariño de la gente. Es una tierra en la que cualquiera se quiere quedar porque se vive muy bien, y también es cierto que la vida me ha ido relacionando con ella: han nacido hijos míos aquí, mi segunda mujer es valenciana…

P: ¿Con qué es feliz Santiago Cañizares?

R: Con poco, aunque para mí es mucho. Con la familia por supuesto, y ahora en mi finca en el interior de Valencia rodeado de naturaleza y paz permanente.

P: ¿Cómo le gustaría que le recordasen?

R: (hace una pausa y resopla) Como futbolista, me gustaría que me recordaran como un profesional que dio todo lo que tenía y que se fue a casa con la conciencia tranquila. Como persona, por no haber hecho daño a nadie y como alguien que fue inofensivo para el resto.

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El Valencia CF impulsa una recaudación de fondos para ayudar a Lubo Penev, hospitalizado por un cáncer de riñón

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Lubo Penev
Lubo Penev

El exdelantero búlgaro Lubo Penev atraviesa uno de los momentos más delicados de su vida. El antiguo jugador del Valencia CF, leyenda del CSKA Sofía y exdelantero de equipos como Atlético de Madrid, Celta de Vigo o Compostela, se encuentra hospitalizado en una clínica oncológica de Alemania tras un grave empeoramiento de su cáncer de riñón.

Los médicos han descartado la quimioterapia debido a su debilitado estado físico y han recomendado una compleja operación valorada en 300.000 euros, imprescindible para mantener sus opciones de recuperación.

El Valencia CF se moviliza para ayudar a Lubo Penev

El Valencia, junto a su Asociación de Futbolistas, ha lanzado una campaña solidaria para recaudar fondos. Las donaciones pueden realizarse a través de la cuenta bancaria:

📌 ES23 3159 0078 5727 8681 8225

La iniciativa también cuenta con el apoyo de otras asociaciones de jugadores, como las del Atlético de Madrid y el Celta, clubes en los que Penev dejó una huella imborrable.

Una lucha que no es nueva

No es la primera vez que Lubo Penev se enfrenta a una enfermedad grave. En 1994, durante su etapa en el Valencia CF, superó un cáncer testicular que lo apartó del Mundial de Estados Unidos, donde la selección búlgara alcanzó un histórico cuarto puesto.

Hoy, tres décadas después, el exfutbolista vuelve a luchar con la misma determinación, respaldado por antiguos compañeros, clubes y aficionados que desean contribuir a su recuperación.

Referente del Valencia CF: una carrera marcada por el gol y por la lucha contra el cáncer

Lubo Penev, uno de los delanteros más emblemáticos del Valencia CF en la década de los noventa y figura histórica del fútbol búlgaro, se encuentra ingresado en estado grave en un hospital de Alemania a consecuencia del cáncer de riñón que padece. Según publica el diario búlgaro Dsport, el exjugador del CSKA Sofía, Valencia CF y Atlético de Madrid habría perdido “mucho peso” y su estado de salud sería “crítico”. El mismo medio asegura que los médicos no pueden administrarle quimioterapia debido al grave agotamiento físico que presenta.

La situación del exdelantero preocupa profundamente en Bulgaria, donde incluso su esposa, Kristina, ha iniciado una campaña de ayuda económica para sufragar los altos gastos médicos derivados de su hospitalización en Alemania, creando una cuenta de donaciones para colaborar con el tratamiento.

Penev es recordado en Mestalla como uno de los grandes delanteros de su época. Llegó al Valencia CF en 1988, donde permaneció hasta 1995, y se convirtió rápidamente en un ídolo para la afición. En su primera temporada ya dejó muestras de su instinto goleador con 13 tantos, y en la campaña 1992/93 alcanzó su mayor registro: 20 goles en Liga, consolidándose como uno de los atacantes más cotizados del momento.

Su estilo, inconfundible: un delantero corpulento, de gran envergadura, poderoso en el juego de espaldas y demoledor en el área. Pero su carrera se vio interrumpida por un golpe devastador. En enero de 1994, un balonazo recibido en un entrenamiento reveló que las molestias no eran fruto de un impacto: los médicos le diagnosticaron cáncer testicular.

El tumor le hizo perderse parte de la Liga y el Mundial de Estados Unidos 1994, donde Bulgaria alcanzó un histórico cuarto puesto. Tras cinco meses de quimioterapia y una detección precoz, Penev regresó a los terrenos de juego menos de un año después y siguió marcando goles hasta despedirse del Valencia CF en la final de Copa perdida frente al Deportivo en el Bernabéu. En total, disputó 226 partidos como blanquinegro y anotó 101 goles, cifra que le mantiene entre los grandes de la historia del club.

Del Valencia al Atlético de Madrid: la etapa del doblete rojiblanco

En el verano de 1995, tras la llamada “final del agua”, Penev fichó por el Atlético de Madrid, donde formó una inolvidable dupla ofensiva con Kiko Narváez. En el club colchonero conquistó el famoso doblete (Liga y Copa) y siguió demostrando su capacidad goleadora.

Después jugaría en el Compostela, el Celta de Vigo y finalmente regresaría a Bulgaria para retirarse en el Lokomotiv Plovdiv. Su paso por el fútbol español dejó un balance de 153 goles en 10 temporadas, una cifra que habla de su trascendencia.

La pelea con Paco Roig: uno de los episodios más recordados fuera del campo

Lubo Penev también protagonizó uno de los episodios más controvertidos del fútbol valenciano. Tras su salida al Atlético, se reencontró con el expresidente del Valencia, Paco Roig, en el palco de Mestalla. Las palabras subieron de tono hasta desembocar en un altercado físico que dejó a Roig con signos de derrame en un ojo. Ambos acabarían denunciándose mutuamente.

Regreso a Mestalla como entrenador del Valencia Mestalla

En julio de 2017, Penev regresó al club que lo encumbró, esta vez como entrenador del Valencia Mestalla. Su etapa fue breve: apenas cuatro meses después, en noviembre, fue destituido después de anunciar que se presentaría como candidato a la presidencia de la Federación Búlgara de Fútbol.

Su paso dejó debate, pero también el reconocimiento de la afición, que siempre lo recibió con respeto por lo que significó como jugador.

Hoy, lucha por su vida

A sus 56 años, Lubo Penev enfrenta ahora una nueva batalla contra el cáncer, esta vez mucho más delicada. Su estado crítico ha movilizado a familiares, aficionados y seguidores del fútbol europeo, que permanecen pendientes de su evolución y envían mensajes de fuerza a uno de los delanteros más queridos que ha pasado por Mestalla.

 

 

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