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Valencia

«Casa Caridad» hace balance de la pandemia: más desigualdad y nuevos perfiles de gente necesitada

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(EFE).- Casa Caridad atendió a 2.504 personas durante 2020, un año «difícil y complicado» marcado por la pandemia del coronavirus en el que se agravaron las desigualdades, hubo más dificultades de acceder a los recursos sociales y surgieron nuevos perfiles como familias con algún miembro en ERTE o sin empleo, autónomos que han reducido sus ingresos y personas mayores.

Así se ha puesto de manifiesto este martes durante una rueda de prensa en la que la entidad ha presentado su Memoria Anual de Actividad, en la que el gasto medio diario fue de 2.843 euros, hubo que poner en marcha nuevos servicios, como ayudas directas, y se abrió el edificio Fénix con 8 viviendas supervisadas.

«Tras la crisis sanitaria vino la crisis económica», ha subrayado el presidente de Casa Caridad, Luis Miralles, quien ha señalado que frente a los 600 kits de comidas mensuales que se repartían durante 2020, en la actualidad esta cifra se han duplicado y llegan a los 1.300.

Según Miralles, 2020 ha sido un «año excepcional» en el que «ha aumentado la precariedad de las personas que ya estaban en riesgo de exclusión social, cronificando su estado» y otras que se encontraban en una situación estable «se sitúan ahora en la delgada línea de caer en un escenario de sin hogar».

Durante 2020, Casa Caridad ha puesto en marcha nuevos servicios para evitar que los usuarios perdieran los recursos que tenían y se destinaron 120.000 euros para que pudieran hacer frente a alquileres, facturas o servicios médicos, entre otros gastos.

La ONG atendió el año pasado a 2.504 personas, de las que 4 de cada 10 son mujeres y un 14 por ciento menores y, según Miralles, el año 2020 «tuvo claramente dos periodos, antes y después de la declaración del Estado de Alarma».

«Tuvimos que adaptar las instalaciones, el equipo de profesionales y las atenciones a la nueva situación», afirma, para añadir que fueron «momentos complicados pero que también sacaron lo mejor de nuestros usuarios y trabajadores».

Según la directora-gerente de Casa Caridad, Guadalupe Ferrer, se tuvieron que suprimir muchos servicios y poner otras actividades en marcha para seguir trabajando con los usuarios en habilidades y talleres que favorezcan su integración en la sociedad».

«Si Casa Caridad ha estado 115 años sin cerrar, una pandemia tampoco lo iba a hacer, lo que hicimos fue adaptarnos», ha indicado Ferrer.

Durante 2020 se repartieron 174.902 raciones de alimentos en los comedores sociales a los que hay que añadir la distribución de 5.912 kits de alimentos y productos de higiene a las 600 personas con algún recurso habitacional tras el cierre del comedor de Pechina o se realizaron 25.406 atenciones personalizadas.

«Nos hemos adaptado a la nueva situación para seguir prestando toda la ayuda a las personas más desfavorecidas», ha indicado Miralles, quien ha subrayado que el año acabó con mas de 4.000 socios y las donaciones aumentaron un 45 %».

Tras la declaración del Estado de Alarma, la ONG tuvo que cerrar el comedor social de Pechina, que permaneció solo activo para los albergados, y las personas que dormían en la calle recibieron un kit diario hasta que el Ayuntamiento de València habilitó recursos específicos. Con las personas con domicilio se comenzó con la distribución semanal de alimentos.

Cristina Sánchez, responsable de Trabajo Social, ha explicado que en diciembre se realizaron obras en el comedor para diferenciar a las personas alojadas y a aquellas en situación de calle, y se adaptaron los albergues para reservar el 5 % de plazas a casos covid.

José Diego, técnico de Trabajo Social de Benicalap, ha destacado que durante la pandemia se acrecentó la necesidad de mejorar los recursos sociales, ya que en los albergues hay personas con problemas de salud física o mental, o gente mayor.

Por último, Pablo Yániz ha señalado que los Centros de Educación Infantil de Pechina, Benicalap y Torrent, tuvieron que cerrar durante el confinamiento, seguir en contacto con las familias de los 162 niños de las escuelas y crear grupos burbuja cuando pudieron volver a los centros.

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Deportes

Delia Bullido, la voz y el corazón del Levante UD, fallece a los 49 años

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Delia Bullido
Delia Bullido

El levantinismo está de luto. Delia Bullido García, histórica integrante del equipo de comunicación del Levante UD y exjefa de prensa del club, ha fallecido a los 49 años víctima de un cáncer de mama contra el que llevaba años luchando con enorme valentía. La periodista murió en la noche del viernes en el Instituto Valenciano de Oncología (IVO) de València, centro en el que estaba recibiendo tratamiento.

Nacida el 4 de junio de 1976, Delia se encontraba de baja laboral desde el 1 de julio de 2024 a causa de la enfermedad. Deja a su marido, José, y a sus dos hijos, Oliver y Delia, de 6 y 4 años.

Capilla ardiente en Buñol

La capilla ardiente quedará instalada este sábado en el Tanatorio-Crematorio de Buñol (carretera Godelleta, 42), en horario de 15:00 a 21:00 horas, y el domingo de 9:00 a 11:00 horas, para que familiares, amigos y compañeros puedan despedirse de ella.

Un homenaje inolvidable en el Ciutat de València

El pasado 19 de octubre, coincidiendo con el Día Mundial del Cáncer de Mama, Delia regresó al estadio Ciutat de València para recibir el cariño del levantinismo durante el partido frente al Rayo Vallecano. Aquel día, los jugadores saltaron al césped con camisetas con el mensaje “Contigo”, un gesto que le dio fuerzas en un momento especialmente duro y que quedó grabado en la memoria del club y de la afición.

Una profesional muy querida dentro y fuera del club

Delia Bullido se incorporó al Levante UD en la etapa de Pedro Villarroel como máximo dirigente. Desde el primer momento, su profesionalidad, cercanía y buen hacer le valieron el respeto y el cariño tanto del personal del club como de los medios de comunicación con los que trataba a diario.

Entre futbolistas y cuerpos técnicos que fueron pasando por Orriols, Delia era una figura muy apreciada, siempre dispuesta a facilitar el trabajo y a aportar calma incluso en los momentos más complejos.

De jefa de prensa a tareas administrativas

Natural de Buñol, Delia ejerció durante años como jefa de prensa del Levante UD y, en una etapa posterior, pasó a desempeñar labores administrativas dentro de la entidad granota. Sus problemas de salud la obligaron a apartarse del día a día del club, una ausencia muy sentida por todos sus compañeros.

Antes de su llegada al Levante, inició su trayectoria periodística en el periódico comarcal La Red Pública, donde se encargó de la sección de Deportes, con especial atención al fútbol de Buñol.

Un ascenso para la historia

Entre los muchos recuerdos que deja su etapa en el club, uno de los más emblemáticos fue el ascenso a Primera División en Xerez, un momento histórico que vivió en primera línea como responsable de prensa azulgrana y que siempre recordaba con emoción.

El adiós de una figura imprescindible del levantinismo

La muerte de Delia Bullido supone una pérdida irreparable para el Levante UD y para el periodismo deportivo valenciano. Su figura queda asociada a años de trabajo silencioso, compromiso absoluto y una calidad humana que hoy destacan quienes tuvieron la suerte de compartir camino con ella.

El levantinismo despide a una de las suyas.

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