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Salud y Bienestar

7 razones para incluir el chocolate en la dieta de los niños

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chocolate en la dieta de los niños

Con el nuevo curso escolar, muchos padres se preocuparán sobre cuál es la mejor opción para el desayuno y la merienda de sus hijos. Existen muchas propuestas que les pueden gustar, aunque si hay algo común en la mayoría de los niños es su amor por el chocolate. Ahora bien, ¿es saludable incluirlo en su dieta? ¿Qué tipo de cacao es el que más les conviene? ¿Cada cuánto pueden consumirlo?

Chocolate en la dieta de los niños

El chocolate, en su justa medida, puede formar parte de la dieta de los niños, siempre que sea orgánico, con un alto porcentaje de cacao -mínimo del 60%- y poco azúcar. ‘El consumo moderado de chocolate negro, si es de calidad y está libre de fertilizantes sintéticos, herbicidas y pesticidas, no solo no es perjudicial para el organismo, sino que tiene multitud de beneficios’, explica Santiago Peralta, fundador de PACARI y considerado en 2013 como el ‘Mejor Chocolatero del Mundo’ por la Asociación de Industrias de Chocolate Fino. ‘Nuestras barras de chocolate son biodinámicas y orgánicas y contienen, como mínimo, un 60% de cacao. Además, todos los productos han sido producidos en base a los valores de la innovación, la responsabilidad social y ecológica y el comercio directo’, señala el empresario.

Estas son algunas de las propiedades de este alimento en los niños según Peralta:

  1. Es energético y nutritivo. El chocolate hace que los más pequeños de la casa estén más activos y despiertos a estímulos exteriores y, por tanto, los prepara para el aprendizaje. Un trozo de chocolate PACARI por la mañana o justo antes de empezar a hacer los deberes hará que afronten los retos académicos de la mejor manera.
  2. Es una fuente excelente de antioxidantes. Su ingesta protege a los niños de los radicales libres y ayuda a prevenir enfermedades de corazón o enfermedades celulares.
  3. Mejora el estado de ánimo. El chocolate está constituido por ciertos compuestos que estimulan la segregación de serotonina y que generan sensación de bienestar. Incluyendo un par onzas de chocolate PACARI en el desayuno o la merienda de los niños, estarán más felices y de buen humor.
  4. Calma los nervios. Gracias a su alto contenido en cacao, el chocolate está considerado un alimento antiestrés, ideal para corregir los desequilibrios del sistema nervioso de los niños.
  5. No produce caries. El chocolate con un alto contenido de cacao, orgánico y biodinámico no perjudica la salud dental, ya que contiene muy pocos azúcares. “El buen chocolate no se queda en la boca y, al no permanecer, no genera las condiciones necesarias para que se produzcan caries”, señala Peralta, fundador de PACARI.
  6. Fortalece la musculatura. El cacao es un producto rico en magnesio, por lo que su consumo ayuda a fortalecer la musculatura de los más pequeños.
  7. Es bueno para la piel. Al ser rico en antioxidantes, el cacao también ayuda a tener una piel más suave, menos seca y más resistente a los rayos del sol.

Por todos sus beneficios, con la vuelta al cole no se debe renunciar a él. Acostumbrar a los hijos desde pequeños al chocolate puro y de calidad hará que de mayores tengan preferencia por los postres menos dulces, y sepan apreciar mejor el chocolate saludable.

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Sueño irregular entre semana y descanso extra en fin de semana: ¿cómo afecta al cuerpo?

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Sueño irregular

Dormir mal o dormir poco entre semana es un hábito muy extendido. Muchas personas intentan compensarlo “recuperando” horas de sueño durante el fin de semana, confiando en que así el cuerpo volverá a equilibrarse.
Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Sleep demuestra que dormir más el fin de semana no revierte los daños metabólicos provocados por la falta de sueño de lunes a viernes.

La investigación, realizada por la Facultad de Medicina Yong Loo Lin de la Universidad Nacional de Singapur (NUS Medicine), advierte de un impacto silencioso y preocupante: un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, incluso en personas jóvenes y sanas.


El estudio: 48 adultos jóvenes y un análisis exhaustivo del sueño y la glucosa

El equipo liderado por June Chi-Yan Lo y Khoo Chin Meng siguió durante dos semanas a 48 adultos jóvenes sanos (21–35 años) en un laboratorio del sueño.
Todos comenzaron el estudio con dos noches de descanso adecuado para medir correctamente su glucosa e insulina en un estado basal sano.

Después fueron divididos en tres grupos:

1. Sueño corto estable

  • 6 horas de sueño entre semana

  • 8 horas durante el fin de semana

  • Simula una semana laboral típica

 2. Sueño corto variable

  • Entre 4 y 8 horas entre semana (horarios irregulares)

  • 8 horas el fin de semana

  • Mismo tiempo total de sueño que el grupo anterior, pero distribuido de manera desigual

 3. Grupo control

  • 8 horas de sueño todos los días

  • Patrón de descanso óptimo

Durante todo el estudio, se controlaron sus comidas y se realizaron repetidas pruebas de tolerancia oral a la glucosa (PTGO) para medir cómo respondían sus cuerpos.


Resultados clave: la falta de sueño daña la gestión de la glucosa, incluso con “sueño de recuperación”

Los resultados fueron contundentes:

 1. Dormir poco entre semana altera la glucosa aunque se duerma más el fin de semana

Los grupos con falta de sueño mostraron tolerancia a la glucosa deteriorada, un marcador temprano de riesgo metabólico.

2. Resistencia a la insulina en quienes dormían 6 horas de forma regular

Su cuerpo necesitaba más insulina para mantener los niveles estables, pero aun así la glucosa seguía alta.

 3. Peor aún en quienes dormían con horarios irregulares

El grupo de sueño variable presentó:

  • aumentos más fuertes de glucosa,

  • sin producir insulina compensatoria suficiente.

Esto sugiere un daño más temprano en las células del páncreas encargadas de producir insulina.

4. Solo el grupo que dormía 8 horas diarias mantuvo un metabolismo normal

No se observaron cambios en la regulación de la glucosa.


¿Por qué dormir poco aumenta el riesgo de diabetes tipo 2?

Según los investigadores, el sueño insuficiente altera procesos esenciales para el metabolismo:

  • Desregula la sensibilidad a la insulina

  • Aumenta el estrés oxidativo

  • Cambia la actividad del sistema nervioso

  • Afecta hormonas clave como la leptina y la grelina

  • Reduce la capacidad del páncreas para equilibrar la glucosa

Cuando este patrón se repite cada semana, el cuerpo entra en un ciclo de estrés metabólico que dispara el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.


Dormir más el fin de semana NO basta: la regularidad importa

El hallazgo más importante del estudio es claro:

No se puede “resetear” el cuerpo durmiendo más el fin de semana.

La recuperación parcial del sueño no impide que los niveles de glucosa aumenten cuando vuelve el patrón de pocas horas entre semana.
Y, además, los horarios irregulares son incluso peores que dormir poco pero de manera estable.


Implicaciones para la salud y consejos prácticos

Este estudio destaca la importancia de incluir el sueño dentro de los factores de prevención de enfermedades metabólicas. Para proteger la salud, los expertos recomiendan:

Dormir entre 7–9 horas cada noche Mantener horarios estables, también los fines de semana

Evitar variaciones bruscas en las horas de acostarse y levantarse

Priorizar el sueño tal como se prioriza la alimentación y el ejercicio

Consultar con un especialista si hay insomnio o dificultades crónicas

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