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Claves para que las vacaciones no acaben con la relación de pareja

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Claves para que las vacaciones no acaben con la relación de pareja

Las vacaciones en pareja pueden ser una experiencia maravillosa o convertirse en el escenario de conflictos que pongan en jaque la relación. Aunque viajar juntos es un plan deseado por muchos, la convivencia intensiva y las altas expectativas pueden generar roces. Aquí te damos las claves para que tu escapada sea todo un éxito y no el principio del fin.

Planificad juntos para evitar conflictos

Uno de los errores más comunes es dejar toda la organización en manos de una sola persona. Elegid entre los dos el destino, el tipo de alojamiento, las actividades diarias y el presupuesto disponible. Esto no solo evita malentendidos, también refuerza la complicidad desde el principio.

No todo el tiempo debe ser en pareja

Aunque viajáis juntos, eso no significa que tengáis que estar las 24 horas uno al lado del otro. Dejar espacio para actividades individuales como leer, correr o simplemente pasear solo es saludable. Daros libertad evita la sensación de saturación y mejora la calidad del tiempo compartido.

Aceptad que pueden surgir imprevistos

Que un plan se cancele, que el tiempo no acompañe o que haya retrasos son cosas normales. La diferencia está en cómo lo afrontáis. La flexibilidad y el sentido del humor pueden transformar un contratiempo en una anécdota graciosa que recordaréis con cariño.

Reparto justo de tareas durante el viaje

Aunque estéis de vacaciones, hay tareas que hacer: buscar restaurantes, preparar la mochila o revisar horarios. Que todo recaiga siempre sobre uno de los dos puede generar resentimiento. Lo mejor es acordar un reparto de responsabilidades que sea justo para ambos.

Cuidad la comunicación desde el respeto

Una buena comunicación es la base de cualquier relación sana. Si algo te molesta, exprésalo con calma y sin herir. Evitar las críticas destructivas y sustituirlas por peticiones claras marca una gran diferencia. Recordad: no se trata de ganar, sino de entenderse.

Bajad las expectativas y disfrutad del momento

Idealizar las vacaciones puede conducir a la frustración. No pasa nada si no todo sale como esperábais. A veces, los mejores recuerdos surgen de planes improvisados o incluso de errores. Lo importante es estar juntos y disfrutar del presente.

Reforzad la intimidad emocional y sexual

Viajar es una oportunidad para reconectar emocional y físicamente. Daros tiempo para miraros, acariciaros sin prisa, hablar de vuestros sueños o simplemente compartir silencios. No descuidéis el afecto ni el deseo: el amor también se alimenta de pequeños gestos.

Reflexionad si hay más discusiones que momentos buenos

Si durante las vacaciones todo son discusiones, tensiones y silencios incómodos, puede ser un indicador de que algo no va bien. En ese caso, quizá sea el momento de plantearse una conversación seria o incluso recurrir a una terapia de pareja tras el viaje.

Viajad para crecer y fortalecer el vínculo

Una escapada en pareja no es solo una oportunidad para descansar, sino también para crecer juntos. Afrontar nuevos retos, resolver imprevistos y compartir experiencias fortalece el vínculo emocional y crea recuerdos imborrables.

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Psicología

El peligro de los trastornos de la conducta alimentaria: cómo curarlos

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trastornos de la conducta alimentaria
FREEPIK

Los trastornos de la conducta alimentaria se han convertido en un grave problema para muchas personas. Para ello hablamos con Ana Gómez Peña, psicóloga General Sanitaria, especializada en TCA y población infantojuvenil, perteneciente al equipo de Instituto Psicológico Cláritas.

¿En qué consiste un trastorno de la conducta alimentaria?

Los trastornos de la conducta alimentaria son alteraciones desadaptativas de la conducta alimentaria y con el propio cuerpo de forma persistente. Pero los TCA van mucho más allá, estos síntomas son solo la punta del iceberg. Los trastornos de la conducta alimentaria vienen acompañados de otras alteraciones psicológicas como autoexigencia excesiva o perfeccionismo, dificultades en las habilidades sociales, traumas sin procesar o incluso incapacidades para gestionar conflictos o problemas.

¿Cuáles son los TCA más comunes?

Los trastornos de la conducta alimentaria más comunes son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón. Aunque, en la última década creo que también es relevante comentar la ortorexia y la vigorexia ya que ha crecido exponencialmente los casos. Aunque existan distintos nombres que ayudan a estandarizar este tipo de trastornos, la realidad es que luego nadie tiene una anorexia pura, sino que es más frecuente que a lo largo de la vida del paciente los síntomas varíen y pase por ejemplo de una bulimia a una anorexia. Es por ello que siempre hablo de trastornos de la conducta alimentaria especificando en que polo se encuentra, en un polo más restrictivo, purgativo o de atracón.

¿A qué edad empiezan a manifestarse? ¿es una enfermedad relacionada con la adolescencia?

Los trastornos de la conducta alimentaria, por lo general, empiezan junto a la pubertad y por lo tanto al inicio de la adolescencia, aunque ahora mismo cada vez nos encontramos gente más joven. Antes la mayoría de los inicios los encontrábamos en la secundaria y ahora los encontramos en la primaria.  Pese a ello, es necesario recordar que cada caso es único y también se pueden dar en la primera adultez en torno a los veinte años. El principal problema de los TCA, es que son trastornos que se enquistan y si no se trabajan pueden mantenerse durante periodos de tiempo muy largos. No es extraño encontrarse pacientes que llevan 30 años padeciendo este trastorno y que de alguna forma el trastorno es parte de la personalidad de estas personas.

¿Existe alguna causa para desarrollar TCA?

Existen varios factores de riesgo que predisponen a desarrollar un TCA al igual que hay factores que ayudan a que se precipiten y que se mantengan. Hemos de entender que el desarrollo de los TCA es la combinación de distintos factores.

  • Factores predisponentes: Encontramos factores de uno mismo como una personalidad perfeccionista, baja autoestima, baja tolerancia a la frustración e impulsividad. Por otra parte, la familia juega un papel muy importante, existe más relación en los TCA en familias muy protectoras con grandes expectativas en sus hijos, o en las que se le da especial relevancia al cuerpo y al deporte. Pero también se puede dar en familiares con adicciones o negligentes con sus hijos.
  • Factores precipitantes: Criticas respecto al cuerpo, enfermedad que adelgace o haga que suba rápido de peso, separaciones o pérdidas, cambios corporales adolescentes e inicio de dietas.
  • Factores de mantenimiento: El aislamiento social, las conductas purgativas, hacer comparaciones en mi propio cuerpo, la obsesión por la báscula y las dietas y muchas otras conductas desadaptativas son factores que van a mantener el trastorno por la conducta alimentaria.

¿Cómo sabemos que estamos ante un inicio de un TCA?

Por un lado, si está en el polo más restrictivo encontraremos señales relacionadas con la autodisciplina, cambios bruscos a la hora de comer, organizan su tiempo en torno al estudio, ejercicio y la comida. Empiezan a controlar que se come en casa o incluso empieza a encargarse de la alimentación de hermanos o de los propios padres, argumentando conocimientos en nutrición. Cuando más claro va a ser es cuando se dé una pérdida de peso notable.

Por otro lado, en el polo del atracón o de la purga, es un poco más difícil detectarlo ya que el peso tiende a mantenerse o a subirse. Es frecuente ver que desaparecen justo después de comer, o incluso que se saltan comidas y luego hay picoteos entre horas. Largos periodos en el baño después de comer a la par que pueden descubrirse laxantes. Comentarios negativos sobre su cuerpo y el deseo de cambiarlo, a través de dietas y por lo general apuntándose al gimnasio. En casa se puede notar que se acaban rápido ciertos tipos de alimentos, o encontramos varios envoltorios de comida en su cuarto.

Hay algunas veces que pueden pasar por comportamientos normales de la edad, pero siempre que se observe algún cambio brusco puede ser un buen momento para preguntar que esta sucediendo y si necesita ayuda con algo.

¿Existe relación (comorbilidad) con otros trastornos mentales?

La comorbilidad entre el TCA y otros trastornos suele ser bastante frecuente. Puede ir desde trastornos de la personalidad, a trastornos asociados con la ansiedad, depresión o abuso y dependencia de sustancia. También es frecuente encontrarnos conductas autolíticas (aunque en sí las purgas ya son conductas autolíticas) e intentos de suicidio. Por último, puede existir cierta relación con trastornos orgánicos como la diabetes mellitus o el SIBO.

Justo la vuelta de verano es una época en las que los casos repuntan ¿Por qué se da esta situación?

Empezar el verano puede ser un momento de mucho estrés para estos pacientes en primer lugar por la exposición al cuerpo que encontramos. Esto provoca que las personas estén observando todo el tiempo su cuerpo y comparándolo con el de los demás. Por otra parte, el hecho de que llegue el verano está directamente asociado a la terrible “operación bikini”. Este momento precipita muchos TCA y para aquellos pacientes que se están recuperando pueden tener la tendencia en recaer en viejas costumbres. Por último, los horarios y el tipo de comida que se consume en verano y en concreto en las vacaciones varía mucho más, por lo que muchos pacientes pueden tener sensación de pérdida de control.

¿Cómo se debe tratar esta enfermedad?

Los TCA al ser multifactoriales, se deben trata desde distintos aspectos, por un lado, el tratamiento psicológico acompañado por un nutricionista para trabajar tantas distorsiones cognitivas junto con mitos en torno a la comida. Por otro lado, el seguimiento médico es indispensable pues pueden existir carencias orgánicas. Por último, en estos trastornos puede ser muy importante pertenecer a grupos de intervención y en el caso de los padres a grupos de apoyo.

¿Consejos para la familia?

En primer lugar, siempre pedirles que intenten mantener la calma y escuchar a la persona que esta sufriendo, sin enfadarse, puesto que si eso pasa es posible que deje de contar las cosas y es lo peor que puede pasar.

Ofrecerle desde el primer minuto ayuda en lo que necesite y aunque no compartamos u entendamos por lo que esta pasando simplemente escucharle y ofrecer todo lo que este en nuestra mano. Sobre todo, al inicio se exige mucho de las familias para que ayuden a la persona a alimentarse y a parar las obsesiones por lo que es importante que tengan paciencia y aprendan a gestionar bien sus emociones.

Buscar ayuda psicológica ayudara a aprender a gestionar cada una de las etapas por las que vamos a pasar.

Instituto Psicológico Cláritas

El Instituto Psicológico Cláritas ofrece un servicio integral de tratamientos psicológicos, a través de un equipo de profesionales cualificados, supervisados y en continua formación. Para adultos, niños, jóvenes, parejas y familias. En clínica, on-line y a domicilio.

 

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