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Psicología

Cómo pasar la Navidad solo

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Cómo pasar la Navidad solo
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La Navidad es una época del año que suele asociarse con reuniones familiares, celebraciones en grupo y momentos compartidos con seres queridos. Sin embargo, para muchas personas, la idea de pasar la Navidad solo puede ser una realidad, ya sea por decisión propia, circunstancias personales o situaciones inesperadas. Si este es tu caso, no te preocupes: pasar la Navidad solo puede ser una experiencia enriquecedora y significativa. Aquí te damos consejos prácticos para disfrutarla al máximo.

Cambia el enfoque: la soledad como oportunidad

Pasar la Navidad solo no tiene que ser algo negativo. En lugar de verlo como un momento de aislamiento, intenta enfocarte en ello como una oportunidad para reflexionar, descansar y reconectar contigo mismo. Esta puede ser la ocasión ideal para redescubrir lo que realmente valoras en esta época del año.

Crea tus propias tradiciones navideñas

Cuando pasas la Navidad solo, tienes la libertad de diseñar tus propias tradiciones. Algunas ideas que pueden inspirarte:

  • Cocina tu plato favorito: No importa si no es una comida típica navideña; lo importante es que disfrutes del momento.
  • Decora tu espacio: Poner luces, un árbol pequeño o incluso velas puede crear un ambiente acogedor y festivo.
  • Dedica tiempo a tus hobbies: Desde leer un buen libro hasta pintar, haz algo que te apasione y te haga sentir pleno.

Conéctate virtualmente con tus seres queridos

La tecnología puede ser tu mejor aliada si estás lejos de familiares y amigos. Organiza una videollamada, comparte un brindis virtual o simplemente envía mensajes para estar en contacto. Aunque no estés físicamente cerca, las palabras y gestos amables pueden fortalecer los lazos afectivos.

Dedica tiempo al autocuidado

La Navidad es un buen momento para priorizar tu bienestar. Algunas actividades que puedes incluir en tu día:

  • Practica meditación o yoga para encontrar calma y serenidad.
  • Toma un baño relajante o date un capricho con productos de spa en casa.
  • Reflexiona y escribe en un diario sobre tus logros y metas para el próximo año.

Haz algo por los demás

Una de las mejores maneras de encontrar propósito durante la Navidad es ayudando a los demás. Considera:

  • Voluntariado: Muchas organizaciones buscan apoyo en estas fechas.
  • Donaciones: Dona ropa, comida o juguetes a quienes lo necesitan.
  • Pequeños actos de bondad: Haz algo amable por tus vecinos o alguien en tu comunidad.

Celebra a tu manera

Recuerda que no hay una sola forma de celebrar la Navidad. Si lo que deseas es simplemente desconectar, puedes aprovechar el día para:

  • Ver películas navideñas o maratones de series.
  • Preparar una lista de música festiva para animarte.
  • Salir a caminar por la ciudad y disfrutar de las luces y el ambiente.

Viaja si es posible

Si tu presupuesto lo permite, considera hacer un viaje durante la Navidad. Puedes optar por un destino donde puedas disfrutar de la naturaleza, conocer nuevas culturas o simplemente cambiar de escenario. Un cambio de ambiente puede ser revitalizante.

Reflexiona sobre lo que significa la Navidad para ti

La Navidad tiene un significado diferente para cada persona. Reflexiona sobre lo que representa para ti y cómo puedes adaptarla a tu situación actual. Para algunos, puede ser un momento espiritual; para otros, un día para descansar y recargar energías.

Beneficios de pasar la Navidad solo

Aunque no lo parezca, pasar la Navidad solo tiene ventajas:

  • Autonomía total: Puedes hacer lo que quieras, sin preocuparte por complacer a nadie más.
  • Tiempo para ti mismo: Una oportunidad de introspección y crecimiento personal.
  • Ahorro: Sin compromisos sociales, puedes gestionar tus gastos de manera más eficiente.

Pasar la Navidad solo no tiene que ser motivo de tristeza. Con estos consejos, puedes transformar este momento en una oportunidad para conocerte mejor, reconectar contigo mismo y celebrar de una manera única y personal. ¡Haz de esta Navidad una experiencia inolvidable!

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La silla vacía en Navidad: ¿cómo afrontarla?

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La silla vacía en Navidad: ¿cómo afrontarla?
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La Navidad ya está aquí y, con ella, las vacaciones en el caso de los más afortunados, los regalos, las luces y la decoración propias de estas fechas, las reuniones familiares o con los amigos… Y también quizá nos acordamos de quienes ya no están con nosotros.

La silla vacía es un fenómeno que ocurre metafóricamente cuando nos sentamos en una mesa llena, rodeados de nuestros seres queridos, y curiosamente lo que vemos es el vacío en el sitio que solía ocupar aquella persona que significaba tanto para nosotros y esto nos provoca sentimientos como la tristeza y el desasosiego.

Las tradiciones familiares, los recuerdos de la infancia, sentirse acompañado… Todo ello le da un sentido muy marcado a estas fiestas, las cuales no son otra cosa que pasar un tiempo rodeados de los nuestros. En España, al margen de las creencias religiosas de cada familia, tenemos la costumbre de celebrar la Navidad volviendo a casa con los nuestros y sentándonos alrededor de la mesa, y el cambio que conlleva una pérdida amenaza ese sentimiento de pertenencia y arraigo familiar.

Para muchas personas, esa silla vacía es un recordatorio constante y agudo de la ausencia de alguien que significaba mucho para nosotros, y es que a veces no sabemos cómo hacerlo de otra manera.

La silla vacía en Navidad: ¿cómo afrontarla?

Cuando las personas que nos mantenían unidos ya no están, los recuerdos de aquellas cosas que hacíamos juntos vuelven a nuestra mente con cariño y, al mismo tiempo, tristeza durante estas fechas. Por ello, la Navidad también es tiempo para cuidarse emocionalmente, con la intención de no ahogarse en esa marea de tradiciones, costumbres y recuerdos que estos días tenemos por delante.

Hay a quien le resulta útil hablar sobre la ausencia de esa persona o llorar, otros prefieren hacer como que nada ha cambiado, o bien irse de vacaciones o buscar celebraciones alternativas. En cualquier caso, cuidarse implica comprenderse a uno mismo, permitirse sentir, escucharse, desahogarse… Y lo más importante es que cada uno siga su ritmo y se tome el tiempo que considere necesario para asumir qué significado tenía esa persona, así como adaptarse al cambio que ha supuesto su pérdida.

La Dra. García Guerra es una reputada especialista en Psicología y ella explica que la persona que ha sufrido una pérdida no estará en buenas condiciones para afrontar los acontecimientos de la vida, que se transformarán en un sobreesfuerzo. Aún estará ocupada en realizar la despedida, poco a poco. Si la elaboración de la pérdida se va llevando a cabo, se irá deslingando de la persona que ya no está y se encontrará en condiciones de establecer nuevos vínculos de afecto.

¿Cuáles son las etapas de un duelo?

En el duelo se distinguen 5 etapas:

  • Negación: no se puede aceptar lo que ha ocurrido, es demasiado duro y doloroso.
  • Rabia: una vez reconocida la realidad, aparece la rabia. Es una fase en la que se intenta atribuir la culpa de dicha pérdida a algún factor.
  • Negociación: etapa en la que la culpa se dirige hacia uno mismo entorno a lo que podría haber hecho y no hice, algo a lo que se le puede dar vueltas de una forma torturadora. Hasta que se llega a la conclusión de que la realidad es que esa persona se ha ido y no va a volver.
  • Depresión: se empieza a asumir de forma definitiva la realidad, lo que genera tristeza y desesperanza.
  • Aceptación: dirige a un estado de calma y se acepta la muerte como algo que forma parte de la realidad de la vida.

La llegada de la Navidad y el recuerdo de los que ya no están

En Navidad, la decoración de las calles, el ambiente de alegría y las canciones pueden generar un aumento de los sentimientos que tengamos en ese momento.

Es un periodo en el que el recuerdo de los que ya no están se hace más palpable. Es un tiempo en que parece que retrocedas todo lo que has ido avanzando en tu proceso de duelo.

No podemos imponernos cómo nos hemos de sentir, ya que es necesario darnos permiso para conocer los sentimientos que surgen en nuestro interior. Necesitaremos hablar de la persona fallecida, como forma de ayuda para aclarar las emociones que nos vayan surgiendo.

Es esencial conectar con las emociones, sean las que sean para poder tolerarlas. Hacerse cargo de que lo que aparece en ese momento es eso, y no otra cosa. Hay que evitar juzgarse. Cuanto mayor sea la tolerancia hacia nuestros sentimientos y emociones, mayor será la actitud comprensiva con uno mismo y mayor acompañamiento interno.

Celebraciones navideñas

Encontrar diferentes maneras de reunirse y diferentes formas de actuar puede ser de ayuda cuando una persona está en proceso de duelo por la pérdida de un ser querido. La actitud flexible puede ayudar a cambiar la forma de celebrar las fiestas.

En muchas ocasiones, es frecuente tratar de evitar las celebraciones. La persona puede tener una tendencia a querer aislarse, pero el hecho de sentirse acompañado por personas a las que uno quiere y por las que se siente querido es lo que más reconforta y ayuda a pasar el trance.

Hacer ver que no ha pasado nada y celebrar como siempre es una forma artificial de hacer, que no otorga espacio a los sentimientos generados por la ausencia. El hecho de recordar a la persona que se ha perdido permitirá compartir el sufrimiento, lo que puede ayudar al apoyo mutuo.

¿Qué actitud ayuda?

Es fundamental expresar las emociones, solo o acompañado de alguien de confianza. Las lágrimas son una buena descarga de la congoja.

Por otro lado, también es muy importante cuidarse, alimentarse bien, respetar las horas de descanso y hacer ejercicio.

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