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Psicología

¿Cómo aprender a estar solo?

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¿Cómo aprender a estar solo?
PEXELS
Normalmente tememos la soledad porque la asociamos con abandono o desprotección. Esa sensación de desamparo suele producir tristeza, ansiedad, miedo, etc…

 Aprender a estar solo como reposicionamiento en el mundo. ¿Solo? No, conmigo.

¿Por qué nos asusta la soledad?

Una cosa es estar solo y otra sentirse solo. Podemos estar rodeados de gente y sentirnos terriblemente solos (aislados, incomunicados) o podemos estar solos físicamente y estar en completo equilibrio emocional. No todas las personas nos sentimos igual ante la soledad. La forma como desarrollamos nuestro apego es fundamental.

Somos seres sociales, necesitamos de los demás para crecer y desarrollarnos, por lo que la soledad puede resultar algo realmente temible para muchos. No existe una educación en soledad, ni en la gestión emocional que requiere. Es un aprendizaje que debemos ir haciendo en gran medida sobre la marcha y debido a situaciones impuestas. Sin embargo, la soledad forma parte de la vida. Atenderla y trabajarla tiene que ver con madurar y evolucionar como persona.

Aprender a estar solo está relacionado directamente con nuestro nivel de satisfacción vital.

Estar solos nos ayuda a potenciar:

  • La creatividad,
  • Promueve el autoconocimiento
  • Nos ayuda a bajar revoluciones y descansar.

La soledad debería enfocarse como una oportunidad para entrenar nuevas aptitudes y destrezas, como una manera de redescubrirnos a nosotros mismos.

Como especie, los seres humanos estamos programados para la autoprotección, así que tendemos a buscar amparo en el otro como forma de cubrir nuestras necesidades. Esta operación es saludable ya que es positivo buscar el acercamiento con los demás y cultivar las relaciones, pero se convierte en un problema cuando es la única manera de autorregularnos, es decir, cuando el otro se convierte en una necesidad para nuestro equilibrio personal, ya que no podemos regularlo por nosotros mismos.

¿Qué peligros puede causar no saber estar solos?

  • Dependencia emocional. Puedes mantenerte en relaciones poco constructivas o incluso tóxicas.
  • Tomar decisiones equivocadas.
  • Pérdida de hábitos propios.
  • Desconexión de uno mismo.
  • Complacencia. Volcarse excesivamente en satisfacer a los demás y desvincularse de las propias necesidades.

¿Cómo aprender a estar solo?

Aprender a disfrutar de la soledad es un proceso que debe ir afianzándose con el tiempo.

Algunas ideas que pueden ayudar a conseguir aprender a estar solo son:

  • Entiende qué significa concretamente para ti estar solo. Cada persona tiene un bagaje personal debido a las vivencias que ha ido acumulando. Según qué nos haya pasado en nuestra vida y cómo lo hayamos comprendido hace que asociemos unas u otras cosas a la soledad. Por ejemplo, no la sentirá de la misma manera una persona criada en una familia numerosa que una persona adoptada en su infancia. ¿Qué asocias a la soledad?
  • Tú puedes ser tu mejor compañía, pero para ello debes reconocerte. De la misma manera que disfrutas de la compañía de alguien porque te gustan ciertas características o formas de ser, también tú puedes producir mejoras en ti para gustarte más a ti mismo y disfrutar de tu propia compañía. ¿Qué te gustaría cultivar de ti mismo? ¿Qué te gustaría cambiar? ¿Qué nuevos aprendizajes o hábitos te gustaría promover?
  • Explora hacia el exterior, prueba cosas nuevas y potencia tu espíritu aventurero. Por muy oculto que esté, está.
  • Conócete interiormente, te ayudará a mejorar tu autoestima ¿Qué es realmente importante para ti? ¿Qué da sentido a tu vida? ¿En qué resaltas y qué queda por mejorar?
  • Atiende a tu diálogo interno. Todos nos decimos cosas a nosotros mismos cuando reflexionamos. En ocasiones son críticas feroces o en ocasiones son mensajes validadores. Aprende a tratarte más amablemente, reduce la autocrítica constante y potencia los mensajes más constructivos. Trátate como te gustaría que te trataran.¡
  • Date permiso para sentir cualquier emoción que puedas tener en cada momento. No censures ciertas emociones negativas, déjalas que aparezcan y analiza qué función tienen en tu vida en este momento.
  • Sé constante en tus nuevas maneras de funcionar. Recuerda que los hábitos se consolidan a través de la repetición.
  • Consulta con un psicoterapeuta si las implicaciones de la soledad te parecen inabordables o generan un grado de insatisfacción que no puedes manejar. Aprender a estar solo es posible con las herramientas necesarias.

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Psicología

¿Por qué se disparan las rupturas de pareja en verano?

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¿Por qué se disparan las rupturas de pareja en verano?
Álvaro Morata y Alice Campello-INSTAGRAM

El verano, con sus días largos y soleados, sus vacaciones y la promesa de desconexión, parece ser la estación ideal para relajarse y disfrutar en pareja. Sin embargo, curiosamente, es también la época del año en la que se registra un notable incremento en las rupturas de relaciones sentimentales. Este fenómeno no es un mito; psicólogos y estudios sociales han documentado una tendencia al alza en las separaciones durante los meses de verano. ¿Por qué ocurre esto? A continuación, exploramos las razones detrás de este aumento de las rupturas estivales.

1. Mayor Tiempo Juntos, Mayor Fricción

Durante el resto del año, las parejas suelen llevar un ritmo de vida que las mantiene ocupadas: trabajo, estudios, compromisos sociales, etc. El verano, con sus vacaciones y días libres, permite pasar más tiempo juntos, lo que, en teoría, debería fortalecer la relación. Sin embargo, pasar demasiado tiempo juntos puede llevar a tensiones, especialmente si la pareja ya tenía problemas subyacentes. Las pequeñas discusiones que durante el año pueden pasar desapercibidas, en verano pueden convertirse en grandes conflictos debido a la convivencia constante.

2. Expectativas Elevadas

El verano se idealiza como un tiempo de felicidad y romance, con muchas parejas esperando que sus vacaciones sean perfectas. Este idealismo puede llevar a expectativas poco realistas. Si las vacaciones no salen como se habían imaginado, o si no se siente la “chispa” que se esperaba, puede generar frustración y decepción. Estas emociones negativas pueden desembocar en conflictos que, sumados a otros problemas, llevan a la ruptura.

3. Cambios en la Rutina y la Comunicación

Las vacaciones de verano suelen alterar la rutina diaria. Este cambio puede afectar la comunicación en la pareja. Cuando la rutina cambia, los hábitos de comunicación también pueden verse alterados, y si la pareja no está acostumbrada a pasar tanto tiempo juntos o no tiene una buena base de comunicación, pueden surgir malentendidos y conflictos que antes no existían.

4. Reevaluación de la Relación

El verano, al ser un periodo de descanso y reflexión, puede llevar a algunas personas a reevaluar su vida y sus relaciones. El tiempo libre permite pensar con mayor claridad sobre lo que se quiere en la vida y en una relación. Este proceso de autoevaluación puede llevar a la conclusión de que la relación actual no está cumpliendo con las expectativas, lo que puede provocar una separación.

5. Aumento de la Interacción Social

El verano también trae consigo más oportunidades para socializar, conocer gente nueva y participar en actividades sociales. Esto puede llevar a comparaciones, y a la tentación de explorar nuevas relaciones. La infidelidad o simplemente el deseo de experimentar algo nuevo puede ser un detonante para las rupturas en esta temporada.

6. Crisis Post-Vacacional

Curiosamente, no todas las rupturas ocurren durante el verano en sí, sino justo después, cuando se regresa a la rutina habitual. La llamada «crisis post-vacacional» afecta a muchas personas, y en las relaciones, puede manifestarse en forma de insatisfacción y conflictos acumulados que estallan al volver a la vida cotidiana. La vuelta al trabajo, el estrés y la monotonía pueden hacer que una relación que ya estaba en problemas termine por romperse.

7. El Impacto del Calor

Aunque puede parecer trivial, el calor puede afectar el estado de ánimo de las personas. Las altas temperaturas pueden generar irritabilidad, cansancio y malestar general, lo que puede amplificar las tensiones en la pareja. Esta situación, combinada con los factores mencionados anteriormente, puede aumentar la probabilidad de conflictos y rupturas.

Consejos para Evitar una Ruptura en Verano

Si bien es cierto que el verano puede ser una época complicada para las relaciones, existen estrategias que pueden ayudar a prevenir una ruptura:

  1. Mantener Expectativas Realistas: No esperes que las vacaciones sean perfectas. Aceptar que puede haber contratiempos y que no todo saldrá según lo planeado puede aliviar la presión sobre la relación.
  2. Comunicación Abierta: Hablar abiertamente sobre lo que cada uno espera del verano, cómo se sienten y resolver los conflictos de manera constructiva es clave para mantener una relación saludable.
  3. Espacio Personal: Aunque se pase más tiempo juntos, es importante respetar el espacio personal y permitir que cada uno tenga tiempo para sí mismo.
  4. Planificar Actividades Diversas: Alternar entre actividades en pareja y tiempo con amigos o en solitario puede ayudar a evitar la sobrecarga en la relación.
  5. Reflexionar Juntos: Aprovecha el tiempo libre para reflexionar sobre la relación y discutir cómo mejorarla, en lugar de enfocarse solo en los problemas.

El verano, con todo su encanto, puede poner a prueba las relaciones sentimentales. Las rupturas de pareja durante esta época no son un fenómeno aislado, y responden a una combinación de factores que van desde el tiempo extra juntos hasta la reevaluación de la relación. Sin embargo, con una comunicación adecuada, expectativas realistas y un enfoque en el bienestar mutuo, es posible superar los desafíos que el verano trae consigo y fortalecer la relación para el futuro.

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