Síguenos

Valencia

Denuncian falta de personal y colapso en el hospital La Fe: «La plantilla agoniza»

Publicado

en

Nueva Fe Valencia equipos donados Amancio Ortega
Un periodista toma imágenes del exterior del hospital La Fe de València. EFE/Kai Försterling/Archivo

La sección sindical de CCOO en el Hospital La Fe de Valencia denuncia la alarmante falta de personal de todas las categorías profesionales y en todos los servicios y que desde hace unas semanas, el hospital está viviendo un colapso debido a la falta de camas. Entre 30 y 50 pacientes esperan a diario una habitación disponible para poder ingresar en planta.

 

Este sindicato cree que los refuerzos de personal no son suficientes y en estos momentos, no hay categoría ni servicio que no acuse estas carencias en sus equipos. Así, más de 2.000 profesionales se han contagiado de covid en este Departamento de Salud y en muchas ocasiones, las bajas no se cubren de manera inmediata, por lo que hasta que se produce la sustitución, días después, los servicios se quedan en cuadro.

 

La mayoría de categorías del hospital cuenta con un número de efectivos incluso menor que antes de la pandemia. Es algo que ocurre todos los días y se evidencia de manera sangrante en unidades como Urgencias, UCI, REA, Hospitalización, Radiología, etc…

 

En este sentido, la falta de toma de decisiones es evidente. En reiteradas ocasiones, CCOO ha transmitido a la Dirección la situación tan lamentable que se vive en el centro y que está haciendo que el personal soporte cargas de trabajo excesivas que están afectando a su salud tanto física como mental.

 

El recorte que sufrieron las plantillas, con el despido masivo de los contratos de refuerzo por el covid en mayo de 2021, está afectando desde entonces al buen funcionamiento del hospital. No es suficiente con los contratos actuales y la presión asistencial, a día de hoy, es mayor que la capacidad de la plantilla para hacerle frente.

 

CCOO insta a la Dirección del centro a que se tomen medidas urgentes de contratación de personal y que las bajas se cubran en el momento en el que se producen. Como ha repetido este sindicato en numerosas ocasiones “cuidemos a quien nos cuida”. Están bien los aplausos y las buenas intenciones pero la plantilla agoniza.

 

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Salud y Bienestar

La muerte de la niña de Alzira reabre el debate sobre los riesgos de la anestesia: ¿cuáles son los peligros reales?

Publicado

en

riesgos anestesia
PEXELS

La Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR) ha trasladado sus condolencias a la familia de la niña de 6 años fallecida tras haber sido atendida previamente esa misma mañana en una clínica dental privada en Alzira. Además, ha insistido en la importancia de que las sedaciones sean “realizadas exclusivamente por médicos especialistas en Anestesiología y Reanimación”. Estos son los riesgos reales de la anestesia.

Llamamiento a la prudencia y advertencia sobre la falta de información clínica

La SEDAR, en un comunicado, ha hecho un llamamiento a la “prudencia, respeto y responsabilidad institucional”, subrayando que actualmente “se desconocen los datos clínicos y las circunstancias exactas” del suceso. Por ello, remarcan que no pueden valorar causas ni responsabilidades hasta que avance la investigación.

La sedación con fármacos anestésicos generales: un procedimiento de alto riesgo

El organismo científico ha insistido en que las sedaciones que emplean fármacos anestésicos generales son “procedimientos con riesgos potencialmente graves, incluso vitales”. Por ello, recalcan que deben realizarse únicamente por especialistas en Anestesiología y Reanimación, los únicos con formación avanzada en farmacología, fisiología, manejo de la vía aérea, ventilación mecánica y reanimación avanzada.

La SEDAR recuerda que, en los últimos años, ha advertido reiteradamente de un “problema muy serio”: la autorización de sedaciones profundas para ser administradas por profesionales que no son anestesistas. Esto incluye médicos de otras especialidades como neumología, cardiología, digestivo o urgencias, e incluso enfermería, mediante cursos que no equivalen a una especialidad médica completa.

Normativas que permiten sedaciones sin anestesistas: un riesgo para el paciente

Según la SEDAR, estas normativas autonómicas generan un riesgo añadido porque los anestésicos generales pueden provocar “apnea, depresión respiratoria y colapso cardiovascular en cuestión de segundos”. Para la entidad, la administración de estos fármacos “exige la formación avanzada específica” de los anestesiólogos.

“El anestesista es el único profesional con la capacitación completa para realizar sedaciones de forma segura y responder de manera inmediata ante cualquier complicación”, remarcan.

Recomendaciones a los pacientes y mensaje del presidente de SEDAR

La SEDAR recomienda a la ciudadanía que, antes de someterse a una sedación, “pregunten siempre quién la va a realizar y verifiquen que se trata de un médico especialista en Anestesiología y Reanimación”.

El presidente de la sociedad, el doctor Javier García Fernández, ha destacado que “la seguridad del paciente es el compromiso central e irrenunciable de la SEDAR”. Ha subrayado también que “la sedación profunda no es un procedimiento menor” y que toda la comunidad sanitaria debe reflexionar tras un suceso tan grave.

La anestesia siempre conlleva riesgo, incluso en manos expertas

SEDAR recuerda que la anestesiología es una disciplina compleja que requiere vigilancia constante y experiencia. “Incluso realizada por profesionales plenamente cualificados, nunca está completamente exenta de riesgo”, advierten.

Por ello, insisten en que estos procedimientos deben realizarse “bajo los estándares máximos de seguridad” y con equipamiento adecuado.

Compromiso de la SEDAR con la seguridad y la evidencia científica

La entidad afirma que seguirá defendiendo que la seguridad del paciente esté “por encima de cualquier otro factor” y trabajará con evidencia científica para evitar que normativas o decisiones organizativas permitan prácticas que puedan comprometer la salud de los ciudadanos.

 

 

Continuar leyendo