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Sucesos

A prisión el exconvicto detenido por el asesinato del hotelero de Bocairent, cuyo cuerpo sigue sin aparecer

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Desaparecido empresario Bocairent

Antonio C. B. niega los hechos, pero las pruebas apuntan a él como autor del crimen de Enrique G. P., de 77 años, cuyo cuerpo sigue sin aparecer

El Juzgado de Instrucción nº 4 de Ontinyent, en funciones de guardia, ha ordenado este domingo el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de Antonio C. B., exconvicto por homicidio, tras su detención como presunto autor del asesinato del empresario hotelero Enrique G. P., desaparecido desde finales de mayo en Bocairent (Valencia).


Pruebas clave y antecedentes del sospechoso

Antonio C. B., de 42 años y natural de Ontinyent, fue arrestado el viernes en una caseta propiedad de sus padres, donde residía desde hacía años. El arresto se produjo tras la llegada de resultados forenses que confirmaban la presencia de ADN y restos de sangre compatibles con la víctima, tanto en el hotel rural San Isidro —propiedad del desaparecido— como en uno de sus vehículos.

El detenido tiene un historial criminal relevante: fue condenado en 2008 a 10 años de prisión por el asesinato de un joven empresario en Muro (el Comtat), crimen cometido mientras ambos consumían alcohol y veían pornografía. Cumplió íntegramente la condena.


Un crimen en el hotel rural San Isidro

La desaparición del empresario Enrique G. P., de 77 años, fue denunciada por su hija el 31 de mayo. Desde entonces, la Guardia Civil ha centrado sus investigaciones en el hotel rural San Isidro, cerrado desde hace dos años, donde Enrique pasaba tiempo para evitar su ocupación ilegal.

El 4 de mayo, Enrique sorprendió a un okupa en el hotel. Su coche, un Opel Astra, fue robado esa misma jornada y continúa desaparecido. Las primeras sospechas recayeron sobre Antonio C. B., quien había trabajado anteriormente como camarero y encargado de mantenimiento en el establecimiento.


Sangre, ADN y desaparición: pruebas del crimen

Durante el registro del hotel, los agentes hallaron restos de sangre en una pared y en un sofá del salón, así como las gafas personales y el teléfono móvil del hotelero, que estaba apagado, impidiendo su geolocalización.

Días después, apareció un Volkswagen Golf azul oscuro, segundo coche de la víctima, cerrado y aparcado en Bocairent. En su maletero se hallaron salpicaduras de sangre que están siendo analizadas. Todo apunta a que en ese vehículo pudo ser transportado el cuerpo de Enrique tras el crimen.


Detención y negativa a colaborar

Antonio C. B. fue interrogado por el Grupo de Homicidios de la Guardia Civil pero se negó a declarar ante los agentes, y este domingo solo respondió a las preguntas de su abogado, negando cualquier implicación y afirmando desconocer el paradero de Enrique, pese a los indicios abrumadores en su contra.

Durante su traslado a la prisión de Picassent, mostró una actitud violenta: intentó agredir, insultó y amenazó a un reportero gráfico. Su comportamiento ha sido descrito por fuentes cercanas como «chulesco y desafiante», sin mostrar señales de arrepentimiento ni intención de cooperar.


Un rompecabezas sin resolver: ¿dónde está el cuerpo?

La localización del cadáver de Enrique G. P. es ahora la máxima prioridad para la Guardia Civil. El silencio del detenido mantiene en vilo a la familia, que esperaba una confesión. Su viuda e hijos siguen sin respuestas, a la espera de poder recuperar el cuerpo para despedirse.

Todo apunta a que Enrique fue asesinado el 28 de mayo a primera hora, y su cadáver trasladado en el maletero del Golf. El coche fue visto circulando de forma temeraria en Banyeres, pero la Policía Local no logró interceptarlo.

 

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Sucesos

15 años muerto en su casa sin que nadie lo notara: el caso de Antonio Famoso que ha conmocionado a Valencia

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Encuentran cadáver hombre 15 años muerto casa València
Calle Luis Fenollet de Valencia

El caso de Antonio Famoso: el hombre hallado momificado en Valencia tras 15 años muerto que había roto todo lazo familiar

Una soledad elegida: la historia detrás del hallazgo

El hallazgo del cadáver momificado de Antonio Famoso, un hombre de 86 años que llevaba 15 años muerto en su vivienda de Valencia, ha causado una profunda conmoción en la sociedad. Según informó Informativos Telecinco, su cuerpo fue encontrado entre basura, palomas muertas y excrementos tras unas filtraciones provocadas por las lluvias que alertaron a los vecinos y bomberos del edificio.

El caso ha despertado tanto tristeza como desconcierto: ¿cómo es posible que nadie lo echara en falta durante década y media? La respuesta parece residir en su historia personal marcada por el aislamiento y las rupturas familiares.


Antonio Famoso: un hombre que se alejó de todos

Antonio se separó de su mujer en 1990, y desde entonces, según detalla Informativos Telecinco, decidió romper por completo el contacto con sus dos hijos menores, de 13 y 14 años en aquel momento. Renunció a su custodia, dejándolos en la calle junto a su madre, mientras él permanecía solo en el piso de la calle Luis Fenollet, en el barrio de Patraix.

Con el paso del tiempo, la distancia se convirtió en un abismo. Cuando sus hijos cumplieron la mayoría de edad, fueron desheredados formalmente. Según recoge el diario Las Provincias, Antonio no volvió a interesarse por ellos: nunca hizo una llamada, ni envió una carta, ni dio señales de querer retomar la relación.

Ese aislamiento, que comenzó como una decisión personal, acabaría convirtiéndose en una soledad definitiva, tanto en vida como en la muerte.


15 años de silencio absoluto

Durante los años previos a su fallecimiento, los vecinos recuerdan a Antonio como un hombre huraño y reservado, que apenas hablaba con nadie pero que acudía puntualmente a las juntas de la comunidad. Algunos lo recuerdan bajando la basura o limpiando el rellano, pero de un día para otro dejó de aparecer.

Con el paso del tiempo, los pocos que aún lo recordaban pensaron que se habría trasladado a una residencia de mayores. Otros ni siquiera se dieron cuenta de su ausencia.

Según Informativos Telecinco, las cuentas bancarias y facturas de suministros seguían al día, lo que explica por qué nadie sospechó nada. El pago automático de los recibos permitió que el piso siguiera en aparente normalidad durante más de una década.


El hallazgo del cadáver

El descubrimiento se produjo tras las intensas lluvias torrenciales que afectaron a Valencia a principios de octubre de 2025. Los vecinos alertaron de filtraciones y malos olores, lo que llevó a los bomberos a entrar en el domicilio.

Allí encontraron el cuerpo de Antonio Famoso en el suelo, entre la cama y el armario, con la puerta cerrada desde dentro con pestillo. El cadáver, en avanzado estado de momificación, se hallaba rodeado de kilos de basura, restos de comida y palomas muertas.

Las autoridades creen que Antonio murió por causas naturales en torno al año 2010, y que la falta de ventilación, el clima seco y el cierre hermético del piso favorecieron el proceso de momificación natural del cuerpo.


Un caso que pone el foco en la soledad crónica

El caso de Antonio Famoso ha reabierto el debate sobre la soledad no deseada y el aislamiento social, un problema creciente en España. Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE), más de 2,7 millones de personas mayores de 65 años viven solas, y de ellas, un 43% no tiene contacto diario con familiares o amigos.

Expertos en sociología y salud mental coinciden en que el aislamiento prolongado puede tener efectos devastadores, tanto físicos como psicológicos. No obstante, también existe una minoría de personas —como Antonio— que eligen vivir solas por decisión propia, sin desear contacto alguno.


Los vecinos: entre el desconcierto y la tristeza

Los residentes del edificio de la calle Luis Fenollet siguen conmocionados. “Nadie imaginaba algo así. Era una persona callada, pero siempre estaba al corriente de los pagos. Pensábamos que se había ido al pueblo o a un geriátrico”, contaba una vecina al ser entrevistada por medios locales.

Otro vecino recuerda que Antonio “nunca aceptaba ayuda” y que, aunque parecía autosuficiente, “vivía completamente encerrado en su mundo”.

Las autoridades locales, tras el levantamiento del cadáver, informaron que no existían denuncias de desaparición ni alertas familiares activas sobre él.


La paradoja de una vida invisible

El caso de Antonio Famoso simboliza la cara más extrema de la soledad urbana: un hombre que muere en su casa, sin que nadie lo eche en falta, y cuyos restos son descubiertos solo por accidente, quince años después.

Como señalan desde Informativos Telecinco, la investigación policial confirma que no hubo indicios de violencia ni robo, y que el piso permaneció cerrado todo este tiempo. Las llaves estaban puestas por dentro, y ningún familiar reclamó su paradero.

Para los expertos, casos como este evidencian la necesidad de reforzar las redes comunitarias y de detección social, especialmente entre personas mayores o con pocos vínculos familiares.


Soledad elegida o abandono social

Aunque Antonio parecía haber elegido la soledad, su historia también revela la ausencia de mecanismos de acompañamiento y seguimiento social. Desde servicios sociales de Valencia reconocen que “existen protocolos para detectar casos de aislamiento, pero muchos no llegan a activarse porque el entorno ignora la situación”.

Los vecinos han pedido que el Ayuntamiento estudie el caso como ejemplo de prevención de la exclusión social silenciosa, un fenómeno que crece en las grandes ciudades y que afecta especialmente a personas mayores de 70 años.


Un final triste para una vida marcada por el aislamiento

El cuerpo de Antonio Famoso fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Valencia, donde se le practicó la autopsia. Según los informes iniciales, no hay signos de violencia, y la muerte se produjo de manera natural hace más de una década.

Sus hijos, desheredados y sin contacto con él desde hace más de 30 años, no han reclamado aún los restos. El Ayuntamiento estudia la posibilidad de enterrarlo en una fosa municipal, mientras el vecindario intenta asimilar lo ocurrido.


El caso de Antonio Famoso, que ha impactado a toda España, no solo muestra la historia de un hombre que eligió desaparecer, sino también la de una sociedad que —a veces— no ve la soledad hasta que se convierte en tragedia.

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