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Sucesos

Desmantelan un grupo que encerró a tres personas en un zulo para saldar sus deudas

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ALICANTE, 27 Abr. (EUROPA PRESS) – La Guardia Civil ha detenido en Crevillent (Alicante) a cuatro hombres como supuestos miembros de una organización criminal que construyó un zulo de 10 m2 como lugar de venta de drogas en el que encerraron hasta a tres personas para que trabajaran forzados para saldar la deuda que tenían.

Los agentes atribuyen a los detenidos los delitos de homicidio en grado de tentativa, tres delitos de detención ilegal, tres delitos de amenazas, cuatro delitos de lesiones, un robo con violencia, un delito de tenencia ilícita de armas, un delito de tráfico de drogas y un delito de pertenencia a grupo criminal.

Los detenidos son cuatro españoles de entre 23 y 51 años. La organización, según ha explicado la Comandancia en un comunicado, se dedicaba a la venta de sustancias estupefacientes y obligaba a otras personas a trabajar para ellos como vendedores de droga manteniéndolos encerrados en un zulo durante días.

La investigación arrancó a principios de marzo cuando la Guardia Civil detectó que varias personas habían formado un grupo organizado dedicado a la venta de cocaína y heroína en ese municipio.

Sin embargo, los componentes de la supuesta banda intentaban no ser relacionados directamente con la venta de esta sustancia, y empleaban un lugar alejado de sus domicilios y a otras personas ajenas al grupo para hacerlo.

Su centro de operaciones lo montaron en una casa baja de Crevillent, cuya entrada permanecería siempre abierta. En su interior, construyeron un zulo, de tan sólo 10m2, asegurado con bloques de hormigón y una reja metálica de acero de gran densidad, que sería utilizada como ventanilla de venta de droga.

Para captar a los vendedores, eligieron a consumidores que habían adquirido una deuda de dinero o de droga con ellos, y a los que, tras una brutal agresión, les introdujeron a la fuerza en el zulo y obligaron a vender droga hasta que saldaran su deuda.

De esta forma, llegaron a introducir a tres hombres (uno cada vez), españoles de entre 19 y 38 años, a los que tuvieron viviendo, entre 3 días y hasta 3 semanas, bajo unas condiciones infrahumanas e insalubres, sin agua corriente, sin poder asearse e incluso teniendo que realizar sus necesidades en una garrafa de plástico.

Según la Guardia Civil, salir de este zulo era prácticamente imposible, pues los miembros de la organización ejercían un control exhaustivo sobre ellos: Les dotaban de un terminal móvil para recibir llamadas de los compradores que debían atender durante las 24 horas del día, les suministraban la droga para su venta, y recogían las ganancias. Durante esas visitas, les agredían y amenazaban con causarles daño a sus familiares, si informaban a alguien de su situación.

Averiguar la verdadera identidad y localizar a los integrantes del grupo fue una tarea ardua para los agentes, pues cambiaban de domicilio frecuentemente para no ser localizados. Los cuatro componentes estaban buscados por la Guardia Civil por haber cometido un presunto homicidio en grado de tentativa en el mes de marzo, cuando se introdujeron en un vehículo conducido por un joven marroquí de 32 años, le golpearon, le intentaron atropellar al huir del coche, y dispararon hasta en dos ocasiones con un arma de fuego, aunque sin llegar a recibir ningún impacto.

Una vez recabados los datos suficientes, se practicó la entrada y registro en dos domicilios de Crevillent, y en la vivienda donde estaba el zulo, dentro de la misma localidad.

Allí se intervinieron 170 gramos de cocaína, 8 gramos de heroína, 300 gramos de marihuana, elementos de corte de la sustancia, pesaje, 7.000 euros en efectivo, así como un sistema de grabación de cámaras listo para ser instalado en el zulo para poder controlarlo a través de webcam.

La Guardia Civil de Crevillent procedió a la detención de estos cuatro hombres a los que se les imputa los presuntos delitos de amenazas, lesiones, detención ilegal, tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas y tráfico de drogas.

Tras ser puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Elche, quien llevaba la causa, ha decretado el ingreso en prisión preventiva sin fianza de todos ellos.

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15 años muerto en su casa sin que nadie lo notara: el caso de Antonio Famoso que ha conmocionado a Valencia

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Encuentran cadáver hombre 15 años muerto casa València
Calle Luis Fenollet de Valencia

El caso de Antonio Famoso: el hombre hallado momificado en Valencia tras 15 años muerto que había roto todo lazo familiar

Una soledad elegida: la historia detrás del hallazgo

El hallazgo del cadáver momificado de Antonio Famoso, un hombre de 86 años que llevaba 15 años muerto en su vivienda de Valencia, ha causado una profunda conmoción en la sociedad. Según informó Informativos Telecinco, su cuerpo fue encontrado entre basura, palomas muertas y excrementos tras unas filtraciones provocadas por las lluvias que alertaron a los vecinos y bomberos del edificio.

El caso ha despertado tanto tristeza como desconcierto: ¿cómo es posible que nadie lo echara en falta durante década y media? La respuesta parece residir en su historia personal marcada por el aislamiento y las rupturas familiares.


Antonio Famoso: un hombre que se alejó de todos

Antonio se separó de su mujer en 1990, y desde entonces, según detalla Informativos Telecinco, decidió romper por completo el contacto con sus dos hijos menores, de 13 y 14 años en aquel momento. Renunció a su custodia, dejándolos en la calle junto a su madre, mientras él permanecía solo en el piso de la calle Luis Fenollet, en el barrio de Patraix.

Con el paso del tiempo, la distancia se convirtió en un abismo. Cuando sus hijos cumplieron la mayoría de edad, fueron desheredados formalmente. Según recoge el diario Las Provincias, Antonio no volvió a interesarse por ellos: nunca hizo una llamada, ni envió una carta, ni dio señales de querer retomar la relación.

Ese aislamiento, que comenzó como una decisión personal, acabaría convirtiéndose en una soledad definitiva, tanto en vida como en la muerte.


15 años de silencio absoluto

Durante los años previos a su fallecimiento, los vecinos recuerdan a Antonio como un hombre huraño y reservado, que apenas hablaba con nadie pero que acudía puntualmente a las juntas de la comunidad. Algunos lo recuerdan bajando la basura o limpiando el rellano, pero de un día para otro dejó de aparecer.

Con el paso del tiempo, los pocos que aún lo recordaban pensaron que se habría trasladado a una residencia de mayores. Otros ni siquiera se dieron cuenta de su ausencia.

Según Informativos Telecinco, las cuentas bancarias y facturas de suministros seguían al día, lo que explica por qué nadie sospechó nada. El pago automático de los recibos permitió que el piso siguiera en aparente normalidad durante más de una década.


El hallazgo del cadáver

El descubrimiento se produjo tras las intensas lluvias torrenciales que afectaron a Valencia a principios de octubre de 2025. Los vecinos alertaron de filtraciones y malos olores, lo que llevó a los bomberos a entrar en el domicilio.

Allí encontraron el cuerpo de Antonio Famoso en el suelo, entre la cama y el armario, con la puerta cerrada desde dentro con pestillo. El cadáver, en avanzado estado de momificación, se hallaba rodeado de kilos de basura, restos de comida y palomas muertas.

Las autoridades creen que Antonio murió por causas naturales en torno al año 2010, y que la falta de ventilación, el clima seco y el cierre hermético del piso favorecieron el proceso de momificación natural del cuerpo.


Un caso que pone el foco en la soledad crónica

El caso de Antonio Famoso ha reabierto el debate sobre la soledad no deseada y el aislamiento social, un problema creciente en España. Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE), más de 2,7 millones de personas mayores de 65 años viven solas, y de ellas, un 43% no tiene contacto diario con familiares o amigos.

Expertos en sociología y salud mental coinciden en que el aislamiento prolongado puede tener efectos devastadores, tanto físicos como psicológicos. No obstante, también existe una minoría de personas —como Antonio— que eligen vivir solas por decisión propia, sin desear contacto alguno.


Los vecinos: entre el desconcierto y la tristeza

Los residentes del edificio de la calle Luis Fenollet siguen conmocionados. “Nadie imaginaba algo así. Era una persona callada, pero siempre estaba al corriente de los pagos. Pensábamos que se había ido al pueblo o a un geriátrico”, contaba una vecina al ser entrevistada por medios locales.

Otro vecino recuerda que Antonio “nunca aceptaba ayuda” y que, aunque parecía autosuficiente, “vivía completamente encerrado en su mundo”.

Las autoridades locales, tras el levantamiento del cadáver, informaron que no existían denuncias de desaparición ni alertas familiares activas sobre él.


La paradoja de una vida invisible

El caso de Antonio Famoso simboliza la cara más extrema de la soledad urbana: un hombre que muere en su casa, sin que nadie lo eche en falta, y cuyos restos son descubiertos solo por accidente, quince años después.

Como señalan desde Informativos Telecinco, la investigación policial confirma que no hubo indicios de violencia ni robo, y que el piso permaneció cerrado todo este tiempo. Las llaves estaban puestas por dentro, y ningún familiar reclamó su paradero.

Para los expertos, casos como este evidencian la necesidad de reforzar las redes comunitarias y de detección social, especialmente entre personas mayores o con pocos vínculos familiares.


Soledad elegida o abandono social

Aunque Antonio parecía haber elegido la soledad, su historia también revela la ausencia de mecanismos de acompañamiento y seguimiento social. Desde servicios sociales de Valencia reconocen que “existen protocolos para detectar casos de aislamiento, pero muchos no llegan a activarse porque el entorno ignora la situación”.

Los vecinos han pedido que el Ayuntamiento estudie el caso como ejemplo de prevención de la exclusión social silenciosa, un fenómeno que crece en las grandes ciudades y que afecta especialmente a personas mayores de 70 años.


Un final triste para una vida marcada por el aislamiento

El cuerpo de Antonio Famoso fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Valencia, donde se le practicó la autopsia. Según los informes iniciales, no hay signos de violencia, y la muerte se produjo de manera natural hace más de una década.

Sus hijos, desheredados y sin contacto con él desde hace más de 30 años, no han reclamado aún los restos. El Ayuntamiento estudia la posibilidad de enterrarlo en una fosa municipal, mientras el vecindario intenta asimilar lo ocurrido.


El caso de Antonio Famoso, que ha impactado a toda España, no solo muestra la historia de un hombre que eligió desaparecer, sino también la de una sociedad que —a veces— no ve la soledad hasta que se convierte en tragedia.

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