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Salud y Bienestar

Dismenorrea: esto es lo que supone realmente una regla dolorosa para las mujeres

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La dismenorrea es la causa más frecuente de dolor pélvico en la mujer. / Adobe Stock

El término médico para las menstruaciones dolorosas se conoce como dismenorrea, y suele aparecer en la adolescencia y final de vida reproductiva. No se trata solamente de un dolor puntual y localizado en la zona abdominal, puede provocar también sangrado abundantenauseas o vómitos, mareos, dolor de cabeza y diarrea, que en cualquier otro escenario provocaría una baja médica.

Sin embargo, hasta ahora la única solución para las mujeres que sufren estos síntomas ha sido acudir al médico y solicitar, cada mes, una incapacidad temporal. O intentar mantener una vida normal con medicación para el dolor. La nueva ley del aborto incluye un amplio capítulo sobre el derecho a la salud menstrual que pretende acabar con este tipo de situaciones.

Hasta ahora, la única solución para las mujeres que sufren estos síntomas ha sido acudir al médico y solicitar una incapacidad temporal. O intentar mantener una vida normal con medicación para el dolor. La nueva ley del aborto pretende acabar con este tipo de situaciones.

Por supuesto, la medida –que supondría una baja laboral de tres días– no está libre de polémica y ha abierto un debate político y social. Pero ¿qué se entiende por una regla dolorosa? María Teulón González, jefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Fuenlabrada, lo explica: “Es aquella que influye en la calidad de vida de una mujer y no se soluciona con un tratamiento médico sencillo”.

Dismenorrea: la regla dolorosa

“La dismenorrea es la causa más frecuente de dolor pélvico en la mujer”, comenta Josep Estadella Tarriol, del servicio de ginecología del Hospital Sant Pau y profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona. “La prevalencia exacta puede variar en función de cómo se evalúa, aunque se estima que, como mínimo, podría afectar a un 20 % de las mujeres en edad fértil”.

Eso sí, hay estudios que llegan a reportar porcentajes muy superiores, con valores que podría llegar al 80 % de las mujeres que menstrúan. “Es un problema de salud infradiagnosticado e infratratado en un porcentaje importante de ellas”, añade Teulón, que también es profesora de la Universidad Rey Juan Carlos.

Causas detrás de este trastorno

Para definir qué es lo que genera esta menstruación dolorosa, podemos clasificarla en dismenorrea primaria o secundaria. “Mientras la secundaria suele ser producida por patologías reconocibles como endometriosismiomas uterinos o enfermedad inflamatoria pélvica, en la dismenorrea primaria no encontramos ningún trastorno subyacente”, afirma Estadella.

“Suele ser el resultado de una alteración en la producción de unas sustancias inflamatorias, llamadas prostanoides. De hecho, en cada ovulación y menstruación se producen incrementos en estos productos. Y en aquellos casos en los que esta producción sea mayor, provocará una mayor inflamación pélvica que finalmente se traducirá en dolor menstrual”, continúa.

Se calcula que hasta un 15 % de pacientes que tienen dolor menstrual pueden llegar a tener síntomas tan intensos que les obliguen a ausentarse de su centro educativo o laboral o acudir a ambos en unas condiciones donde no pueden tener el mismo rendimiento

Josep Estadella, UAB

Sobre qué restricciones puede llegar a provocar este problema, Teulón sostiene que es un trastorno de aparición frecuente y causa de importante absentismo escolar y laboral, si bien puntualiza que solo una parte mantiene una limitación importante de su calidad de vida que le impide realizar una actividad normal.

“Se calcula que hasta un 15 % de pacientes que tienen dolor menstrual o dismenorrea pueden llegar a tener síntomas tan intensos que les obliguen a ausentarse de su centro educativo o laboral o acudir a ambos en unas condiciones donde no pueden tener el mismo rendimiento”, subraya Estadella.

Qué hacer para aliviar este dolor

Para aplacar el malestar, existen diferentes opciones, desde un tratamiento analgésico para disminuir el nivel de dolor, terapias dirigidas a disminuir la producción de estos prostanoides que se secretan en exceso, a métodos hormonales para bloquear la ovulación (y, por tanto, parar el incremento de dichas sustancias que se producen a consecuencia de la regla).

“El tratamiento habitual de la dismenorrea se basa en el empleo de antiinflamatorios no esteroideos (como ibuprofeno), paracetamol y anticonceptivos orales”, indica Teulón.

“El calor local y ejercicio físico ligero podrían contribuir también a la mejoría temprana del dolor. No obstante, por el momento el papel de terapias alternativas (acupuntura) o introducción de cambios en la dieta no ha conseguido demostrar mejora”, apunta.

Según Estadella, “lo importante en todos los casos sería plantear las opciones posibles de tratamiento para cada paciente y llegar a decisiones consensuadas sobre cuál es la mejor opción y la que se adapta mejor a su situación personal”.

Cuándo acudir a un especialista

El abordaje de la dismenorrea habitual puede realizarse en el ámbito del médico de cabecera, que puede recetar cualquiera de los tratamientos habituales. “Se debe acudir al especialista cuando el procedimiento habitual no resuelve el problema o la afectación de la calidad de vida de las pacientes es importante”, expone Teulón.

Valoro positivamente la introducción de esta nueva consideración a un problema de salud importante para algunas mujeres. Pero solo debería implementarse en pacientes adecuadamente estudiadas y tratadas para evitar perder competitividad en el mercado laboral

María Teulón, Hosp. de Fuenlabrada

Igual considera el profesor de la Autónoma de Barcelona: “No debemos normalizar el dolor. Sobre todo, cuando afecta a las actividades diarias de la mujer y les obliga a modificarlas o a dejar de realizarlas”.

Baja laboral con informes médicos

Los expertos opinan que el tema de la baja es igual que para cualquier otra enfermedad. “Se debe ofrecer la posibilidad de un tiempo de reposo en casos de un malestar intenso que no permita hacer las actividades diarias. Y, lo más importante, no minimizarlo solo porque sea una condición menstrual. Debemos brindar una óptima atención, con un buen diagnóstico y tratamiento, como en cualquier otra patología”, expone Estadella.

Los expertos insisten en no normalizar este dolor. Sobre todo, cuando afecta a las actividades diarias de las mujeres y les obliga a modificarlas o a dejar de realizarlas

Por su parte, Teulón valora positivamente la introducción de esta nueva consideración a un problema de salud importante para algunas mujeres. “Pero solo debería implementarse en pacientes adecuadamente estudiadas y tratadas. Si no se maneja bien, puede ser un arma que aumente la brecha de género existente porque perderemos competitividad en el mercado laboral”, concluye.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons

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Dieta blanda: ¿Qué alimentos comer?

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Dieta blanda, ¿Qué alimentos comer?
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Cuando nos mandan hacer dieta blanda, nos preguntamos ¿qué alimentos comer?

Es una dieta de fácil digestión, adecuada para recuperarse tras algún proceso en el que el sistema digestivo requiere realizar el mínimo esfuerzo para volver a la normalidad.

La dieta blanda evita un exceso de fibra y grasas. Se trata de una alimentación basada en cocciones fáciles de digerir que incluye cereales refinados, vegetales no excesivamente fibrosos, carnes magras y pescados blancos, etc.

Dieta blanda, ¿Qué alimentos comer?

Verduras y hortalizas

Vamos a poder tomar las verduras cocidas que no estén excluidas expresamente por ser más fibrosas o que conlleven mayor trabajo digestivo. También podemos tomar purés de verduras o caldos vegetales. Forman parte de la dieta blanda las judías verdes al vapor bien cocidas, la crema de calabaza, el caldo vegetal, el calabacín cocido, la zanahoria… Y podemos acompañarlos de patata también hervida o al vapor.

Frutas

Las frutas cocidas, y las frutas muy maduras que no sean ácidas, como el plátano o la pera, se pueden tolerar bien en situaciones en que debemos dar el mínimo trabajo al sistema digestivo.

Cereales

Podemos tomar todo tipo de cereales blancos o refinados, arroz, pasta, pan blanco fresco o tostado, sémola, cereales refinados dextrinados si fuera necesario… Lo que vamos a evitar en la preparación de cualquiera de estos alimentos es la elaboración con alguna salsa fuerte, como salsas de tomate frito, cremas de leche, etc.

Legumbres

Tienen gran cantidad de fibra por lo que no van a ser el alimento de elección de entrada, pero se puede probar la tolerancia de una crema de lenteja roja o un humus de garbanzos, crema de guisantes… Las  legumbres trituradas y pasadas por un colador chino siempre van a resultar más fácilmente digeribles y, si las pelamos previamente, aún es más probable su tolerancia. Se aconseja iniciar la ingesta con pequeñas cantidades.

Carnes

Se pueden tolerar bien las carnes blancas como el pollo, el pavo y el conejo, especialmente en cocciones suaves. Se puede empezar por preparaciones en que quede meloso, como el vapor o un guiso suave con verduras y posteriormente se puede probar su tolerancia hechas al horno o a la plancha.

Pescados

El pescado blanco como la merluza, el bacalao fresco, el rape, etc., son elaborados al vapor, hervidos, o en guisos suaves de verduras se van a tolerar bien, y también si se preparan a la plancha o al horno sin añadir apenas aceites. Posteriormente podemos probar la tolerancia de pescados semi grasos como la lubina o la dorada.

Huevos

La clara se tolera mejor que la yema, por lo que probaremos primero la tolerancia de la clara y posteriormente de la yema. Si la tolerancia es buena se pueden tomar cocidos o en tortilla a la francesa, sin mucho aceite añadido. Pero no va a ser uno de los alimentos que de entrada se ofrezca en este tipo de alimentación, primero empezaremos con alimentos más suaves como los pescados blancos.

Lácteos

Empezaremos a valorar la tolerancia con el yogur natural blanco, podemos incorporar quesos frescos, requesón, leche y posteriormente quesos tiernos en poca cantidad.

Grasas

Podemos utilizar pequeñas cantidades de aceite de oliva, mantequilla o aguacate.

Bebidas

La bebida habitual, como siempre, será el agua, y también podemos incluir infusiones y caldos en este tipo de dieta. Si se escogen bebidas vegetales deben ser sin azúcar y escogiendo preferiblemente de arroz, avena, almendra o soja.

Otros productos

Puede tolerarse bien el tofu y posiblemente también el seitán.

Alimentos que excluimos de la dieta blanda

Verduras y hortalizas

Evitaremos las verduras crudas, en forma de ensalada, el tomate crudo, etc. Y verduras fibrosas o flatulentas como el puerro, la alcachofa, la berenjena, la cebolla… la familia de las coles: coles de Bruselas, coliflor, brócoli, repollo…

Frutas

Evitaremos las frutas ácidas y, en general, todas las frutas crudas que no estén muy maduras.

Cereales

En la dieta blanda quedan excluidos todo tipo de cereales integrales y sus derivados y todos los productos de bollería y repostería.

Legumbres

Evitaremos las legumbres enteras por su gran cantidad de fibra.

Carnes

Quedan excluidas de una dieta de fácil digestión todos los embutidos y fiambres, las carnes rojas o las piezas fibrosas de carne. Y cualquier preparación grasa a base de carne.

Pescados

Los pescados azules y los mariscos quedan excluidos de la dieta blanda.

Huevos

Evitaremos los huevos fritos y los revueltos con buena cantidad de aceite añadido.

Lácteos

Evitaremos los postres lácteos como natillas, flanes, etc. Suelen ser grasos y azucarados. También evitaremos de entrada los quesos curados, pudiendo incorporarlos en muy pequeña cantidad una vez se toleren los tiernos y los semicurados.

Grasas

Evitaremos el tocino, la manteca, la nata, la crema de leche y otros productos muy grasos, frituras, rebozados, salsas grasas, etc. También el chocolate.

Bebidas

Aquella que pueden ser irritantes para la mucosa gástrica quedan excluidas de la dieta, es decir, todos los zumos ácidos, el café, el té, las bebidas gaseosas y por descontado las bebidas alcohólicas.

Otros productos

Evitaremos otros productos de difícil digestión o irritantes, como los productos ahumados, alimentos muy especiados, encurtidos, productos con vinagre, chucherías, etc. El tabaco también se considera un producto irritante.

¿Tienes dudas? Regístrate en Savia, la plataforma de servicios de salud digital de MAPFRE que te permite hablar gratis por chat con un nutricionista para que te oriente sobre tu alimentación.

Lo que debes saber:

  • Lo que se llama dieta blanda a nivel sanitario no es una dieta indicada para personas con problemas dentales sino una dieta que minimice el trabajo del sistema digestivo para digerirla.
  • La dieta blanda contiene vegetales cocidos no flatulentos, cereales refinados, carnes blancas y pescados blancos, etc. Todo ello con cocciones suaves.
  • Debemos excluir de este tipo de dieta alimentos grasos, ácidos, muy condimentados, etc. Por ejemplo, embutidos, repostería, encurtidos, frutas ácidas, etc.

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