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Cultura

El líder de La Habitación Roja: De los escenarios a cuidar enfermos de alzheimer

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El líder de La Habitación Roja: De los escenarios a cuidar enfermos de alzheimer
En la imagen, el vocalista de la Habitación Roja, Jorge Martí, durante un concierto celebrado en Valencia. EFE/Biel Aliño/Archivo
Barcelona, 26 feb (OFFICIAL PRESS- EFE).- Jorge Martí es conocido en España como líder de La Habitación Roja, banda indie de referencia de la escena nacional, pero en Noruega, país donde vive cuando no está de gira, es un hombre anónimo que trabaja en un centro para personas con demencia y cuida de su mujer, que sufre una enfermedad crónica.

Esta doble vida es la que desvela en «Canción de amor definitiva» (Plaza & Janés), un libro que tiene por subtítulo «La vida, como un disco, tiene dos caras».

De los escenarios a cuidar a enfermos de alzheimer

En una entrevista con Efe, Martí reconoce que su vida es «un poco bipolar» porque «un día estoy cantando sobre el escenario en un festival abarrotado de gente y al siguiente ejerciendo de enfermero en una residencia para pacientes con demencia y alzheimer«.
«Obviamente, mi vida tiene un cara B -añade-, pero en general todos tenemos una cara B y creo que es bueno contarlo porque si sólo explicamos la parte brillante estamos alimentando la trampa de nuestra sociedad».

En su opinión, «vivimos en un mundo de mucha fachada en el que la vida parece una cuenta de Instagram y la gente sólo habla del éxito, y eso crea mucha frustración entre los jóvenes».

«En el mundo de la música se vende éxito todo el tiempo porque, si no, no te contratan y nadie cuenta los momentos malos«, subraya.

Una vida dedicada a cuidar a su mujer, enferma crónica

El libro es una autobiografía que empieza con la infancia de Jorge en L’Eliana (Valencia), narra sus inicios en el mundo de la música y dedica muchas páginas a su mujer, Ingrid, a la que conoció durante una beca Erasmus en Noruega, en la que fue «la noche más mágica» de su vida.

Años después, tal como relata en el libro, a Ingrid le diagnosticaron síndrome de fatiga crónica y la vida de toda la familia (Jorge, Ingrid y sus dos hijas) cambió totalmente.

«No es una enfermedad totalmente desconocida pero sí muy incomprendida», explica Martí, que narra en el libro las dificultades para conseguir un buen diagnóstico y la infinidad de pruebas fallidas previas, «especialmente psicológicas, porque los médicos tienden a pensar que el enfermo tiene una depresión y lo dicen como si fuera una dolencia con poco caché».

La enfermedad obligó a Ingrid a dejar de trabajar y comenzó a recibir tratamiento, y Jorge aceptó un empleo de enfermero nocturno en Noruega.

«Nosotros somos clase media en la música -señala-. Nos ganamos bien la vida, pero hay cosas que no nos podemos permitir, especialmente si vives en un país tan caro como Noruega».

Martí tiene formación de enfermero y durante los primeros años de La Habitación Roja combinaba la música con trabajos esporádicos en un centro sanitario de Valencia.

«Como enfermero que soy -comenta- entendí desde muy joven que la enfermedad forma parte de la vida y creo que es interesante explicar cómo es la vida de una mujer que sufre síndrome de fatiga crónica y como es la de su cuidador».

«Dicen que el tiempo lo cura todo -agrega Jorge Martí-, pero lo cierto es que el tiempo lo enferma y lo deteriora todo«.

El cantante reconoce que la vida le ha dado unos cuantos golpes en los últimos años, «pero la vida es así, una serie de incógnitas que se van despejando, y a veces sale cruz y otras veces cara».

«Es ley de vida recibir algunos golpes -apunta-; son correctivos para que no te flipes y aprecies lo que de verdad cuenta: en mi caso el amor por mi mujer, por mi familia y por la música».

Rosa Díaz

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Cultura

Muere Robe Iniesta a los 63 años, alma eterna de Extremoduro

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Robe Iniesta Extremoduro
Robe Iniesta de Extremoduro

El mundo de la música ha perdido a Robe Iniesta, que ha muerto a los 63 años, según han confirmado fuentes cercanas al entorno del artista. Su fallecimiento supone un golpe emocional para la cultura española, ya que el compositor y vocalista cacereño, fundador de Extremoduro, era una de las figuras más influyentes y reconocidas del rock en español. Millones de oyentes lo consideran una voz imprescindible para entender la libertad creativa de los años 90 y 2000.

El legado de un genio que transformó el rock en español

Robe, natural de Plasencia, revolucionó la música desde principios de los años 90 con un estilo visceral, poético y transgresor que convirtió a Extremoduro en un fenómeno generacional. La banda consiguió conectar con jóvenes y adultos de toda España gracias a unas letras descarnadas, cargadas de realidad, amor, rebeldía y un profundo sentido vital.

Álbumes como Somos unos animales, Deltoya, Agila o La ley innata marcaron a varias generaciones y consolidaron a la banda como una referencia imprescindible en la historia cultural del país. Estas obras no solo fueron éxitos musicales, sino que redefinieron la manera de escribir canciones en castellano, fusionando rock urbano, poesía, marginalidad y emociones a flor de piel.

Una carrera en solitario sin perder su esencia

Durante los últimos años, el músico había desarrollado una exitosa carrera en solitario, explorando nuevos sonidos y una escritura más introspectiva, sin perder la autenticidad que siempre lo caracterizó. Robe Iniesta se mantuvo fiel a su espíritu creativo, rechazando modas, preservando el misticismo de su figura y demostrando que su obra no dependía únicamente de la nostalgia. Su música seguía siendo libre, intensa y profundamente humana.

Un impacto emocional que se extiende por toda España

La noticia de su fallecimiento ha generado un profundo impacto en el panorama musical y en miles de seguidores que crecieron con sus canciones y su forma única de entender el arte. Redes sociales, compañeros de profesión, periodistas culturales, artistas emergentes y fans de toda España han comenzado a despedirlo con mensajes de admiración y gratitud por una obra que ya forma parte de la memoria colectiva.

El público recuerda conciertos inolvidables, recitales de poesía improvisada, entrevistas enigmáticas, silencios prolongados y una personalidad que rehuía la fama, pero abrazaba la libertad. Cada canción sigue siendo un territorio emocional donde generaciones enteras han encontrado acompañamiento en sus momentos de euforia, rebeldía, dolor o búsqueda personal.

Un artista irrepetible con una obra eterna

Robe se marcha, pero deja una huella imborrable: versos que desbordaban vida, libertad y crudeza; una manera de hacer música que rompió moldes; y una voz que seguirá acompañando a quienes encontraron en sus canciones un refugio, una herida o un camino. Extremoduro no solo fue un grupo: fue un lenguaje, una actitud, un espejo de la realidad de miles de jóvenes que encontraron en sus letras una forma de entender el mundo.

Muchos expertos musicales coinciden en señalar que Robe Iniesta es uno de los últimos grandes poetas del rock español, comparable con referentes literarios en cuanto a su capacidad de generar una comunidad emocional alrededor de sus palabras. Su influencia continúa viva en nuevas generaciones de músicos y escritores que recogieron su audacia artística y su forma de convertir la vida cotidiana en poesía eléctrica.

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