Fallera Escarlata| Recuperamos una de nuestras entrevistas a dos mujeres excepcionales, Raquel Alario y Alicia Moreno, Falleras Mayores de Valencia, para recordar sus sabios consejos para afrontar el proceso de selección de la que será la Fallera Mayor de València 2024 y su Corte de Honor y repasar con ellas cómo fue su proceso de selección.
La elección de Raquel Alario y Alicia Moreno
La Fallera Mayor de València 2017, Raquel Alario, recuerda su preselección con mucho cariño y pocas anécdotas, entre agradables y desagradables… Su familia no guarda “experiencias muy positivas” de esa gran y difícil noche años atrás y ella asistía “con cierto temor”.
La preselección de Raquel Alario
La circunstancia que marcó aquella preselección de julio de 2016 fue la alerta naranja por el intenso calor. Una noche en que “no corría ni una pizca de aire”, lo que provocó “desmayos en varias de las compañeras”. No fue el caso de Raquel que, aunque trató de disimular sus nervios y creía hacerlo bien de cara a su gente, jurado y público, no lo consiguió: “me dijeron que me notaban muy nerviosa y tensa”.
Fue así durante las entrevistas y en el momento del nombramiento de las preseleccionadas pero, tomó conciencia del momento único y decidió tranquilizarse y “disfrutar del acto, no pensar en nada más que el cariño de la gente porque desfilar siempre es bonito” y ese día jamás volvería a repetirse.
El consejo de Raquel a las candidatas
En su caso, el jurado fue de presidentes. La suerte estaba echada, fruto de la convivencia de todo un ejercicio con el resto de Falleras Mayores y presidentes del sector.
No obstante y como la máxima representante de las Fallas como ha sido, con todas las pruebas posteriores y el año de representatividad a las espaldas, tiene un mensaje claro para las nuevas candidatas: “Procurad estar tranquilas, no permitáis que los nervios se apoderen de vosotras y no dejen que seáis vosotras mismas. Los nervios pueden hacerte decir algo que no piensas o no sientes y, después, hacer que te arrepientas de no haber sido plenamente tú”.
Una clave que puede aplicarse también a las entrevistas posteriores, una vez pasado el corte, donde cada mirada, gesto y puesta en común marcan el camino hacia un paso más allá.
Raquel recuerda también de su preselección que a lo lejos vio cómo su presidente se dirigía momentos antes del nombramiento de las elegidas hacia la barra. “Fue confuso, no sabía que pensar”, afirma. Se debatía entre “se ha ido a celebrar, esto pinta bien” y “no hay nada que hacer y el presidente lo daba todo por perdido”, comenta. En ese momento pensó que “hasta ahí había llegado y fuera como fuera, el año había sido maravilloso”.
Todos y todas vimos como la conclusión de aquella noche fue positiva y su camino hacia lo más alto no hizo más que crecer hasta ser nuestra Fallera Mayor de València. Supo dominar sus nervios y utilizarlos a su favor, transformándolos en respeto y la oportunidad de fortalecerse como persona y fallera. Hemos seguido sus pasos y ahora, cuando revive en la distancia el gran día para otras muchas chicas con ilusiones compartidas, habla con cariño, satisfacción y convicción.
La preselección de Alicia
Alicia Moreno, Fallera Mayor de València 2016, recuerda su preselección entre risas. La vivió en los Jardines del Palau, donde los nervios se apoderaron de ella, ante su propia sorpresa porque pasó los días y horas previas con total tranquilidad en casa. Algo tiene ese lugar y algo tiene ese acto que se apodera de la paciencia de una fallera.
En el caso de Alicia, el jurado tuvo la oportunidad de pasar con las candidatas la noche anterior de aquella preselección de 2015, con entrevistas y dinámicas. Un proceso que, tal y como argumenta, “dar los imputs necesarios y de más calidad de los que otras falleras tienen oportunidad demostrar con 10 minutos de encuentro con el jurado antes del acto de preselección”.
Cómo controlar los nervios
“Deja a un lado los nervios porque aunque tengas ganas de oír tu nombre, tienes que ser natural, disfrutar del momento y poder quedarte con él. Salgas o no sabes que ese es el mejor recuerdo que puedes tener para siempre. Es el momento de dar lo mejor de ti”, afirma Alicia.
Su anécdota destacada de aquel día y “la más graciosa” para ella radica en su sonrisa. Cuando oyó su número entre las seleccionadas, comenzó a desfilar y empezó a sentir cómo empezaron a temblarle los labios entrando en un bucle de nerviosismo: “cuanto más lo notaba, más nerviosa me ponía y más me temblaban. No podía controlarlo”.
Un año después, tuvo la oportunidad de ir a “prácticamente todas las preselecciones y hablar con las candidatas, antes de la preselección y con las elegidas tras el acto”. Algunas le comentaron precisamente la misma sensación que ella experimentó en su día y tiene una aclaración para todas y su tranquilidad: “Desde bajo del escenario y con la iluminación, no, no se nota nada”. Así que, tras tres años, la conclusión de la que fue máxima representante de las Fallas un último consejo: “Respirad hondo, relajaos y no os preocupéis por nada más que disfrutar”.
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