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Valencia

Epidemiólogo: «El problema será este mes y la primera quincena de agosto, pero a septiembre llegaremos bien»

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València, 6 jul (EFE).- La «extrema movilidad» de los menores de 30 años ha provocado el aumento de casos de covid en las últimas semanas, un «incremento brutal» que ha «roto» la desescalada pero que no tiene nada ver con anteriores oleadas gracias a la vacunación que permitirá que «lleguemos bien» a septiembre.

Así lo ha asegurado en declaraciones a la Agencia EFE Salvador Peiró, investigador de la Fundación Sanitaria y Biomédica de la Comunidad Valenciana (Fisabio), quien advierte que la capital valenciana y su área metropolitana son las zonas más afectadas por este aumento de casos.

Según señala, no son solo casos debidos a los viajes a Mallorca, sino quedadas o fiestas de despedida en chalets que están teniendo un «resultado demoledor» y, a partir de ahí, «la transmisión es mucho mayor de lo que vemos porque la mayoría ni se entera».

Según el epidemiólogo, el coronavirus no es un virus estacional y cuando hay contactos se transmite, aunque subraya que la actual situación «no tiene nada que ver con las anteriores olas».

«La vacunación ha hecho su papel, hemos llegado al 85 % por ciento de los mayores de 40 años con al menos una dosis y se está vacunando aceleradamente a los que nos quedaban de Astrazeneca», destaca para añadir que los hospitales «están bastante tranquilos» y la mortalidad «se ha frenado un poco».

Además, indica, la mayoría de los jóvenes contagiados son asintomáticos o leves y aunque los vacunados también pueden contagiarse, «un vacunado de 80 años acaba teniendo los riesgos de uno de 30 sin vacunar».

No obstante, advierte de que se están produciendo problemas en Atención Primaria. «Están reventados, haciendo PCR todo el día y seguimientos de casos, mientras que en Salud Pública están intentando trazar lo intrazable porque ya son montones de casos».

Insiste en que la transmisión «ya no quiere decir lo mismo que antes, ya no se traduce como esas oleadas de hospitalizaciones y de funerarias llenas. Esto ha cambiado totalmente, aunque no podemos minimizar su impacto».

Considera que hay «un doble mensaje constante: de que la transmisión es alta y de que no pasa nada«, pero indica que aunque no se van a llenar las UCI, «si tenemos miles de caso como estamos teniendo, algunos acabaran» en ellas.

Además, añade, este incremento de casos tiene su «importancia económica» y han «hecho polvo la desescalada y la imagen de la España Turística a principio de temporada» con brotes como los ocurridos en Baleares o Sitges.

Considera que no se debe confinar a la población «más allá de intentar controlar los lugares donde se junta mucha gente» y aunque recuerda que usar mascarillas en el exterior «no hace mucho papel» indica que ante el incremento de casos algunas autonomías volverán a hacer que se pongan.

No obstante, le parece más efectivo el cierre del ocio nocturno pero «hecho con cierta cabeza» y recuerda que el verano pasado se cerraba en algunos municipios pero sus habitantes se trasladaban a otros donde seguía abierto.

«Lo que importa ahora es vacunar y controlar los espacios interiores, sean los que sean, y también los eventos exteriores masivos y, sobre todo, si van asociados al consumo de alcohol. Aislar todo lo que podamos los casos y sus contactos».

Señala que los jóvenes, ahora insensibles a los mensajes de prudencia, se han portado muy bien durante todo el año porque estaban protegiendo a sus familiares, «pero aunque muchos de ellos estén vacunados podrían volver a contagiarse».

«La desescalada está rota, en algunos sitios está frenada y en otros se ha dado marcha atrás», indica Peiró, quien se muestra sorprendido por la rapidez del contagio.

Señala que aunque la variante Delta puede haber tenido poco que ver al principio de los brotes, esta expansión de los contagios hará que dentro de nada sea preponderante.

«Esto va a ser difícil de controlar pero el impacto no va a ser tan grande», insiste el epidemiólogo, que señala que el problema será este mes y la primera quincena de agosto, pero a septiembre «llegaremos bien porque iremos administrando la vacunación a estos grupos de edad y así, cortando la transmisión».

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Valencia

Denuncian “el colapso insostenible” de Urgencias del General de València con hasta cuatro días de espera para ingreso

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colapso hospital general denuncia
Fotografía de un paciente. Archivo/EFE/ Alberto Valdes[-

El Sindicato de Enfermería, SATSE, denuncia, un año más, la situación “crítica” que vive el servicio de Urgencias del Hospital General de València, convertido en un espacio “permanentemente desbordado” y con 42 pacientes ingresados sin habitación asignada, uno de ellos hasta cuatro días, según señala el sindicato en un comunicado.

Desde la organización sindical alertan de que este escenario no es puntual, sino que se repite de forma estructural, agravándose especialmente durante los meses de invierno, cuando aumentan las patologías respiratorias y la presión asistencial sobre el sistema sanitario público valenciano.

Pacientes hacinados en zonas no adecuadas de Urgencias

En concreto, SATSE señala que estos pacientes “se encuentran repartidos en diferentes áreas que conforman las Urgencias, en condiciones claramente inadecuadas, hacinados y viendo vulnerada su intimidad”.

La distribución actual de los pacientes ingresados sin habitación asignada es la siguiente:

  • 12 pacientes en la zona de Tratamientos

  • 9 pacientes en Observación A

  • 16 pacientes en Observación B

  • 5 pacientes en el barracón denominado Pernocta, situado en el patio central junto a las Urgencias y destinado a enfermos psiquiátricos que entran por Urgencias

El sindicato subraya que estos espacios no están diseñados para estancias prolongadas, lo que repercute directamente en la dignidad, el bienestar y la seguridad de los pacientes.

Más pacientes esperando cama en la Unidad de Hospitalización Transitoria

Además de los pacientes ubicados en Urgencias, SATSE advierte de que en la Unidad de Hospitalización Transitoria (UHT) hay 21 pacientes más ingresados también a la espera de una habitación en planta.

Esta unidad se ha ubicado recientemente en lo que anteriormente era el Hospital de Día, una medida que el sindicato considera un parche más ante un problema estructural que no se ha resuelto con el paso del tiempo.

Infecciones respiratorias y falta de recursos humanos

Al respecto, SATSE señala que el aumento de las infecciones respiratorias en la población, unido a unas infraestructuras “claramente insuficientes” y a la falta de contratación de una plantilla dimensionada a las necesidades reales, está teniendo un impacto directo y muy negativo en la calidad asistencial.

El Hospital General de València atiende a una población de más de 350.000 cartillas asignadas, una cifra que, según el sindicato, no se corresponde con los recursos humanos y materiales disponibles en el servicio de Urgencias.

Sobrecarga asistencial extrema para los profesionales

Por ello, los pacientes que deberían estar ingresados en planta “continúan ubicados físicamente en Urgencias por la falta de habitaciones disponibles”, siendo atendidos por el mismo personal del servicio.

SATSE denuncia que los profesionales “apenas pueden hacer frente a la sobrecarga asistencial extrema e inasumible”, una situación que se prolonga en el tiempo y que afecta tanto a la atención prestada como a la salud laboral del personal sanitario.

“Esta presión constante compromete gravemente la seguridad de los pacientes y sitúa a los profesionales en unos niveles de estrés gravísimos”, advierte el sindicato.

Denuncia ante la Inspección Sanitaria

SATSE recuerda que ha interpuesto una denuncia ante la Inspección Sanitaria de la Conselleria de Sanidad por “el estrés prolongado al que está sometido el personal del Servicio de Urgencias”.

El sindicato insiste en que “no se puede seguir poniendo en riesgo ni la salud de los profesionales ni el derecho de los pacientes a una atención segura, digna y de calidad”, y reclama una respuesta inmediata por parte de la administración sanitaria.

Una crisis estructural que se repite cada año

El Sindicato de Enfermería recalca que lleva años alertando a la Gerencia del hospital y a la Conselleria de Sanidad de esta crisis estructural que se repite año tras año sin solución.

Aunque el colapso se produce durante los doce meses del año, SATSE señala que la situación se agrava especialmente en invierno, coincidiendo con el aumento de casos de gripe, covid y otras patologías respiratorias.

SATSE exige medidas inmediatas y efectivas

Ante esta situación “límite”, el Sindicato de Enfermería exige medidas inmediatas y efectivas, comenzando por:

  • El refuerzo urgente de las plantillas

  • La adecuación de los espacios asistenciales

  • Una planificación realista para afrontar los meses de mayor presión asistencial

“La sanidad pública no puede seguir funcionando a base de parches mientras el colapso se cronifica”, concluye SATSE, que reclama soluciones estructurales para garantizar una atención sanitaria segura y de calidad en el Hospital General de València.

 

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