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Nacer: el premio mayor de la vida más difícil que la Lotería de Navidad

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Cuando se habla de suerte y azar, pocos eventos son tan emblemáticos como la Lotería de Navidad. Pero, según el investigador Francisco Pedroche, del Instituto de Matemática Multidisciplinar de la Universitat Politècnica de València (UPV), hay algo aún más improbable: existir.

Vivir, asegura el experto, es más difícil que ganar el ‘Gordo’ de Navidad.


Matemáticas de la vida y del azar

Pedroche explica que la probabilidad de que un espermatozoide llegue a convertirse en un ser humano es una entre 100 millones. En comparación, ganar el ‘Gordo’ jugando un solo número tiene una probabilidad de una entre 100.000.

“Cada uno de nosotros es el resultado de un espermatozoide que tuvo que competir con otros 100 millones para conseguir el gran premio de la vida”, señala Pedroche.


Ganar el ‘Gordo’, como encontrar un grano de arroz en 30 paellas

Para ponerlo en perspectiva, el investigador hace una analogía culinaria:

  • Ganar el ‘Gordo’ es como encontrar un grano concreto de arroz entre 30 platos de paella.

  • Considerando que 1.000 granos pesan 25 gramos y que una ración típica de paella es de 80 gramos, los 100.000 granos que representan los números del sorteo llenarían unas 31 raciones de paella.

En otras palabras, ganar el ‘Gordo’ es extraordinariamente difícil, pero existir ya lo es aún más.


Comparaciones curiosas del azar

Pedroche ofrece comparaciones sorprendentes para entender la magnitud de la probabilidad:

  • Es 7,5 veces más fácil ganar el ‘Gordo’ que ser alcanzado por un rayo.

  • Es 200 veces más fácil ganar a que te mate un rayo.

  • Incluso, ni Amancio Ortega podría ganar de manera rentable si comprase todos los números disponibles.


Estrategias matemáticas para la Lotería

Aunque nadie puede predecir los números premiados, Pedroche recomienda jugar con terminaciones diferentes.

“Si compro 100 décimos con todas las terminaciones, acertaré al menos la terminación de los dos últimos números del ‘Gordo’, del segundo y del tercer premio, recuperando parte de la inversión”, explica.

Sobre la inteligencia artificial, aclara:

“La IA puede ayudar a analizar patrones y estrategias, pero no puede predecir los números ganadores”.


Moraleja: celebrar la vida

Más allá del azar, Pedroche invita a reflexionar sobre lo que significa vivir:

“Deberíamos estar contentos por vivir, porque es mucho más difícil que ganar el ‘Gordo’”.

Este enfoque optimista convierte la Lotería de Navidad en un recordatorio de que, más que números, la vida misma es un premio extraordinario.

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El día más corto del año: cuándo es el solsticio de invierno en 2025 y por qué es tan importante

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solsticio invierno
FREEPIK ARCHIVO

Cada mes de diciembre, el calendario señala una fecha clave que va mucho más allá de una simple curiosidad astronómica. El solsticio de invierno marca el día con menos horas de luz del año y simboliza un punto de inflexión natural: a partir de ese instante, las jornadas comienzan a alargarse de forma progresiva, aunque casi imperceptible al principio.

Este fenómeno, seguido desde hace miles de años por civilizaciones de todo el mundo, continúa despertando interés tanto por su significado científico como por su carga simbólica. En 2025, el solsticio volverá a producirse puntualmente en diciembre, dando inicio al invierno astronómico en el hemisferio norte.

¿Cuándo se produce el solsticio de invierno en 2025?

En 2025, el solsticio de invierno tendrá lugar el 21 de diciembre a las 15:03 horas (hora peninsular española). Es importante matizar que el solsticio no dura un día entero, sino que es un instante exacto, el momento en el que el Sol alcanza su menor altura aparente sobre el horizonte en el hemisferio norte.

Desde ese preciso segundo, la duración del día empieza a aumentar poco a poco. Aunque durante los días posteriores el amanecer aún puede retrasarse ligeramente, el número total de minutos de luz diurna comienza a crecer, marcando el inicio del llamado “retorno de la luz”.

Qué ocurre exactamente durante el solsticio de invierno

La palabra solsticio procede del latín sol (Sol) y sistere (detenerse), y hace referencia a la sensación de que el Sol “se detiene” en su recorrido antes de invertir su trayectoria aparente.

La explicación científica

El fenómeno se explica por la inclinación del eje terrestre, que se mantiene en unos 23,5 grados respecto al plano de su órbita alrededor del Sol. Esta inclinación es la responsable de que las estaciones existan y de que la cantidad de luz solar que recibe cada hemisferio varíe a lo largo del año.

Durante el solsticio de invierno en el hemisferio norte:

  • El Sol se sitúa perpendicularmente sobre el Trópico de Capricornio, en el hemisferio sur.

  • En el sur se vive el día más largo del año.

  • En el norte se registra la noche más larga y el día más corto.

Por qué la fecha del solsticio cambia cada año

Aunque suele producirse entre el 20 y el 22 de diciembre, el solsticio de invierno no cae siempre el mismo día ni a la misma hora. La razón está en que el calendario gregoriano no encaja de forma perfecta con el año solar real.

La Tierra tarda aproximadamente 365 días y casi seis horas en completar una órbita alrededor del Sol. Ese desfase se corrige con los años bisiestos, que añaden un día extra cada cuatro años. Además, influyen otros factores como:

  • Pequeñas variaciones en la órbita terrestre.

  • La precesión del eje terrestre, un lento movimiento similar al de una peonza.

Todo ello provoca ligeros cambios en la fecha y hora exactas de los solsticios a lo largo del tiempo.

El día más corto del año según la latitud

El impacto del solsticio no se percibe de la misma forma en todos los lugares del planeta. La duración del día depende directamente de la latitud:

  • En España, el 21 de diciembre de 2025:

    • En Madrid, el día durará algo más de nueve horas.

    • En el norte peninsular, la luz será todavía más escasa.

  • En latitudes próximas al Círculo Polar Ártico, el Sol no llega a salir, dando lugar a la conocida noche polar, visible en zonas de Noruega, Finlandia o Islandia.

Cuanto más al norte, menos horas de luz; cuanto más al sur, mayor duración del día durante el solsticio invernal del hemisferio norte.

¿El solsticio marca realmente el inicio del invierno?

Esta es una de las dudas más habituales. Existen dos formas oficiales de definir las estaciones, y ambas conviven:

Invierno meteorológico

  • Se basa en criterios climáticos y estadísticos.

  • Tiene fechas fijas.

  • Comienza el 1 de diciembre y termina el 28 o 29 de febrero.

Invierno astronómico

  • Depende de la posición de la Tierra respecto al Sol.

  • Comienza con el solsticio de invierno.

  • Finaliza con el equinoccio de primavera.

Por eso, aunque muchas previsiones meteorológicas hablan de invierno desde principios de diciembre, el invierno astronómico no arranca hasta que se produce el solsticio.

El solsticio a lo largo de la historia y su simbolismo

El solsticio de invierno ha sido observado, medido y celebrado desde la antigüedad. Numerosas culturas lo consideraban un momento sagrado ligado a la renovación y al ciclo de la vida.

Monumentos como:

  • Stonehenge, en Reino Unido.

  • El Templo del Sol de Machu Picchu, en Perú.

están alineados con la posición del Sol durante el solsticio, lo que demuestra la importancia que este evento tenía para los calendarios agrícolas, los rituales religiosos y la organización social.

Un punto de inflexión en el año

Hoy, aunque la ciencia ha explicado con precisión qué ocurre durante el solsticio de invierno, su significado sigue intacto. Representa el final del descenso de la luz y el inicio de un nuevo ciclo, un recordatorio natural de que incluso tras el día más oscuro del año, la claridad siempre regresa poco a poco.

El 21 de diciembre de 2025 volverá a marcar ese instante exacto en el que el Sol “se detiene” para empezar, lentamente, a ganar altura en el cielo.

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