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Cultura

Muere a los 55 años Esther Uria, actriz de ‘Hospital Central’ y ‘Cuéntame cómo pasó’ 

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Esther Uria
Esther Uria, en una imagen del sindicato vasco de actores. (Euskal Aktoreen Batasuna)

El mundo de la interpretación y la cultura vasca llora la pérdida de Esther Uria, actriz y pedagoga donostiarra conocida por sus papeles en series de televisión tan emblemáticas como Hospital Central, Cuéntame cómo pasó, Doctor Mateo o El comisario.
La intérprete falleció el pasado jueves 23 de octubre a los 55 años, en el Hospital Donostia, tras sufrir una breve enfermedad que sorprendió a familiares, compañeros de profesión y antiguos alumnos.

Su muerte ha provocado un hondo pesar en el sector audiovisual y educativo, donde era muy querida por su doble faceta como actriz y docente.


Una artista con alma de educadora

Nacida en San Sebastián, Esther Uria se formó en Arte Dramático y dedicó buena parte de su vida a unir dos de sus grandes pasiones: el teatro y la educación.
En el escenario, destacó por su talento natural, su versatilidad y su compromiso con los textos clásicos y contemporáneos. Participó en obras como La cacatúa verde y La importancia de llamarse Ernesto, donde demostró una sólida técnica interpretativa.

Su rostro también se hizo familiar en la pequeña pantalla, con participaciones en algunas de las series más populares de la televisión española.
Entre ellas, Cuéntame cómo pasó, El comisario, Doctor Mateo y Hospital Central, donde interpretó a personajes secundarios cargados de humanidad y cercanía.


Una nueva etapa dedicada a la investigación y la enseñanza

En 2008, en el punto álgido de su carrera artística, decidió dar un giro radical y retomar sus estudios universitarios. Su inquietud intelectual la llevó a obtener el Premio Extraordinario en Educación Especial y la Licenciatura en Psicopedagogía con Premio Fin de Carrera.
Posteriormente, cursó un Máster de Formación del Profesorado en Secundaria (2012) y una beca internacional en la Universidad de Victoria (Canadá) para desarrollar una tesis sobre el teatro como herramienta pedagógica para fomentar la convivencia en las aulas.

Esa investigación culminó en 2018 con su doctorado en la Universidad del País Vasco (EHU/UPV), bajo el título:
Diseño, desarrollo y evaluación de un programa basado en las técnicas del sistema teatral para el fomento de la convivencia positiva en el alumnado de secundaria del País Vasco.

Con este trabajo, Esther Uria consolidó una línea de investigación pionera sobre el poder del teatro como motor educativo y emocional.


Teatro, pedagogía y vida: su legado

Pese a su dedicación a la docencia, Esther Uria nunca abandonó del todo los escenarios. En 2013, junto a su pareja y colaborador artístico Edu Errondosoro, estrenó la obra Cada día es solo una vez al día, un montaje íntimo y reflexivo sobre la importancia de la risa, el amor y el presente.

En una entrevista concedida a El Diario Vasco, Uria resumía su filosofía vital con una frase que hoy resuena con fuerza:

“No nos lamentamos del pasado, tenemos el presente y una forma muy positiva de vivirlo es empezar a hacerlo con humor reflexivo. Vivamos el presente con humor y amor.”

Esta obra representaba fielmente su manera de entender la existencia: optimismo, resiliencia y humanidad. A través de su trabajo, defendía que el teatro no solo debía emocionar, sino también educar y sanar.


Una figura querida en Donostia y en el ámbito cultural vasco

En el País Vasco, su figura trascendía el ámbito artístico. Esther Uria fue reconocida por su compromiso con la cultura local, la enseñanza inclusiva y la promoción del arte como herramienta de convivencia.
Sus compañeros de la Universidad del País Vasco la definen como “una mujer brillante, entusiasta y profundamente humana”.

También numerosos intérpretes que coincidieron con ella en platós y escenarios han expresado su tristeza en redes sociales, recordando su sonrisa constante, su humildad y su forma de hacer del teatro un espacio de encuentro.


El adiós a una vida dedicada al arte y la educación

La muerte de Esther Uria deja un vacío en el panorama cultural español, pero también un legado de inspiración para nuevas generaciones de actores, docentes y creadores.
Su vida fue una lección sobre cómo reinventarse sin perder la esencia, y cómo el arte puede convertirse en una herramienta de transformación personal y social.

El funeral se celebrará en Donostia-San Sebastián en la más estricta intimidad familiar, aunque sus allegados no descartan organizar más adelante un acto público de homenaje para celebrar su vida y su obra.

A los 55 años, Esther Uria se despide dejando tras de sí una huella imborrable: la de una mujer que hizo del teatro una forma de entender el mundo y del humor una forma de resistirlo.

Las tragedias de los protagonistas de la serie Hospital Central

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Cultura

El origen del ‘truco o trato’ y por qué se piden caramelos en Halloween

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Como cada 31 de octubre llega una de las festividades más esperadas de todo el año, la fiesta de Halloween. Disfraces e historias de terror forman parte de la fiesta que celebran los más pequeños, acompañadas de la famosa frase «Truco o trato».

Ya es tradición visitar las casas ajenas, del barrio o de la ciudad, con el objetivo de obtener caramelos, regalos, o cualquier otro pequeño objeto a modo de trato. Pero… ¿Cuál es su origen?

El origen de la tradición del «truco o trato» en Halloween se remonta a prácticas y creencias antiguas que evolucionaron con el tiempo. Aunque la tradición moderna es principalmente una actividad lúdica para niños, tiene raíces en costumbres mucho más antiguas.

El origen del truco o trato en Halloween:

  1. Festival celta de Samhain: Halloween se origina en el festival celta de Samhain, que marcaba el final del verano y el comienzo del invierno en las islas británicas y partes de Europa. Se creía que durante la noche de Samhain, el velo entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos se volvía más delgado, permitiendo que los espíritus y las almas de los difuntos regresaran a la Tierra. La gente encendía hogueras y usaba disfraces para ahuyentar a los espíritus malévolos.
  2. La influencia cristiana: En el siglo VII, la Iglesia Católica intentó cristianizar Samhain al establecer el Día de Todos los Santos el 1 de noviembre y el Día de los Fieles Difuntos el 2 de noviembre. La noche anterior a estos días, que luego se convirtió en la víspera de Todos los Santos (All Hallows’ Eve), eventualmente se acortó a «Halloween». Las prácticas paganas se mezclaron con elementos cristianos.
  3. La influencia de la migración irlandesa: En el siglo XIX, la migración irlandesa a América llevó la tradición de Halloween a Estados Unidos. Allí, la festividad se mezcló aún más con diversas culturas y tradiciones, dando lugar a la versión moderna de Halloween.
  4. El «truco o trato» en Estados Unidos: El «truco o trato» se popularizó en Estados Unidos a principios del siglo XX. Originalmente, la frase «truco o dulce» se usaba de manera literal. Los niños amenazaban con hacer travesuras (trucos) a menos que se les diera un dulce. Esto se hacía en parte como una forma de extorsionar golosinas de los vecinos, pero también como una broma inofensiva.

Con el tiempo, la tradición del «truco o trato» se convirtió en una actividad más organizada y amigable, donde los niños se disfrazan y visitan las casas de sus vecinos en busca de dulces. La idea de realizar travesuras como parte de la tradición se desvaneció en gran medida.

Hoy en día, el «truco o trato» es una parte icónica de la celebración de Halloween en América del Norte y en muchas otras partes del mundo, y se ha convertido en una forma de que los niños se diviertan y recolecten dulces en esta festividad.

¿Qué es el truco o trato?

Normalmente se suelen visitar casas durante la noche de Halloween a cuyos dueños se les expone dicha frase.

Con estas palabras se trata de obtener diversos caramelos, golosinas, comida, juguetes o cualquier otro tipo de obsequios o regalos.

Pero este origen viene de una traducción defectuosa de la expresión inglesa «Trick or treat» en la que trick significa susto o broma, (y no truco), y treat representa el dulce o la golosina.

Origen histórico

En cuanto al origen histórico, nos tenemos que remontar a la Edad Media, cuanto los más pobres iban por las casas pidiendo limosna a cambios de rezos y oraciones.

Más tarde, a finales del siglo XIX apareció la tradición de realizar estas visitas con un disfraz. En lugar de recompensar las limosnas con diferentes rezos, se pasó a utilizar cantos o bromas.

Pero no fue hasta el año 1927 cuando la expresión de «Trick or treat» apareció por primera vez en Canadá.

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