Salmonella: Efectos, Síntomas y Prevención
Este viernes se ha ordenado, de forma inmediata, que se retire del mercado la comercialización de un famoso fuet, tras la notificación de un caso de salmonella. Ha sido el sistema RASFF (Rapid Alert System Feed and Food) el que ha dado la voz de alerta, con fecha de confirmación del 14 de agosto. De manera que no ha superado los controles del mercado.
Las notificaciones del Rasff son muy escuetas y no aportan información sobre las marcas, los productores u otros datos que permitan identificar el producto afectado. Y aunque desde el Rasff se ha calificado el riesgo como “serio”, el producto ya ha sido retirado del mercado por lo que no se ha comercializado en ningún supermercado.
La salmonella es una de las bacterias patógenas más conocidas y preocupantes en el ámbito de la seguridad alimentaria. Esta bacteria es responsable de una enfermedad infecciosa que puede variar desde una molestia menor hasta una condición grave que requiera atención médica. En este artículo, exploraremos qué es la salmonella, cómo afecta al organismo, los síntomas que produce y las medidas para prevenir su propagación.
¿Qué es la Salmonella?
La salmonella es un género de bacterias que incluye varias especies, de las cuales *Salmonella enterica* y *Salmonella bongori* son las más relevantes para la salud humana. Esta bacteria puede encontrarse en una variedad de fuentes, especialmente en alimentos y agua contaminados. Los brotes de salmonella son comunes y a menudo se relacionan con la ingesta de alimentos crudos o mal cocidos, especialmente carne de ave, carne de res, huevos y productos lácteos.
Efectos de la Salmonella en el Organismo
Una vez que la salmonella ingresa al sistema digestivo, puede adherirse a las células del intestino delgado y comenzar a multiplicarse. Los efectos de la infección pueden variar según la cepa de salmonella y el estado general de salud del individuo infectado.
1. Intoxicación Alimentaria: La forma más común de infección por salmonella es la intoxicación alimentaria, que ocurre cuando se consumen alimentos contaminados. Las bacterias liberan toxinas que afectan el revestimiento del tracto intestinal, causando inflamación y malestar.
2. Fiebre Tifoidea: En algunos casos, las cepas de salmonella pueden causar fiebre tifoidea, una enfermedad más grave que se manifiesta con síntomas sistémicos y puede ser potencialmente mortal si no se trata adecuadamente.
3. Infección Sistémica: En personas con sistemas inmunitarios debilitados, la salmonella puede diseminarse más allá del tracto intestinal y afectar otras partes del cuerpo, como los huesos, el sistema nervioso o el sistema cardiovascular.
Síntomas de la Infección por Salmonella
Los síntomas de una infección por salmonella generalmente aparecen entre 6 y 72 horas después de la exposición a la bacteria y pueden durar entre 4 y 7 días. Los signos y síntomas incluyen:
– Diarrea: El síntoma más común, que puede ser leve a severo y, en algunos casos, con presencia de sangre.
– Dolor Abdominal: A menudo descrito como cólicos o calambres.
– Náuseas y Vómitos: Acompañados de pérdida de apetito y malestar general.
– Fiebre: Puede ser moderada a alta, y suele acompañar a otros síntomas.
– Dolores Musculares: Sensación general de malestar o debilidad en el cuerpo.
En casos graves, la deshidratación puede ser una preocupación significativa debido a la pérdida de líquidos por diarrea y vómitos. Las personas afectadas deben mantenerse hidratadas y buscar atención médica si los síntomas son severos o persisten más allá de una semana.
Prevención de la Infección por Salmonella
La prevención de la infección por salmonella se basa principalmente en prácticas de seguridad alimentaria y medidas de higiene. Aquí algunos consejos clave:
1. Cocción Adecuada: Cocinar los alimentos a temperaturas adecuadas puede destruir la salmonella. La carne de ave debe alcanzarse al menos 74°C (165°F) y la carne de res a 63°C (145°F).
2. Higiene de Manos: Lavar las manos con agua y jabón antes y después de manipular alimentos, especialmente carne cruda, puede ayudar a evitar la propagación de la bacteria.
3. Limpieza de Utensilios y Superficies: Los utensilios, superficies y equipos de cocina que han estado en contacto con alimentos crudos deben limpiarse y desinfectarse correctamente para prevenir la contaminación cruzada.
4. **Evitar Productos Crudos. Reducir el consumo de huevos crudos, leche sin pasteurizar y carne cruda o mal cocida. Optar por productos pasteurizados siempre que sea posible.
5. Refrigeración Adecuada: Mantener los alimentos refrigerados a temperaturas seguras (por debajo de 4°C o 40°F) para evitar el crecimiento de bacterias.
6. Cuidado con la Caducidad: Evitar el consumo de alimentos caducados y mantener una adecuada rotación de los productos en el frigorífico..
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