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GÜRTEL | ‘El Bigotes’ asegura que Camps ordenaba cobrar los actos de campaña del PPCV a empresarios
Publicado
hace 8 añosen
(EUROPA PRESS)-El responsable de Orange Market, Álvaro Pérez ‘El Bigotes’, ha afirmado que el expresidente de la Comunitat Valenciana Francisco Camps era la persona que dio la orden al exsecretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, de que la trama Gürtel facturase los actos de campaña de 2007 y 2008 del PP valenciano a otros empresarios.
Según ha explicado durante su declaración en el juicio por la presunta financiación del PPCV, en la reunión que se mantuvo con Costa para concretar cómo cobrar los servicios prestados por Orange Market a los ‘populares’ valencianos, Pérez ha dicho que existe una «importante» cuestión.
«Cuando yo le digo a Ricardo Costa que es una barbaridad hacer esto, ante la presión que ejerzo Ricardo llamó a la persona que consultaba siempre todo y le dijo que había problemas importantes y esa persona que le dice eso es Francisco Camps».
Tanto el líder de la trama Gürtel, Francisco Correa, como el ‘número dos’, Pablo Crespo han afirmado que fue Costa el que les indicó que si «querían cobrar» tenía que facturar los eventos a «determinados empresarios» sin concretar quién había tomado esta decisión
AMIGUITO DEL ALMA
Su abogado, José Javier Vasallo, ha pedido que precise quién fue la persona que instauró ese sistema de facturación en el PP valenciano, ante lo que Pérez ha dado el nombre del expresidente valenciano. «Es el único que podía hacerlo, era el que me pedía el trabajo siempre porque yo le lloraba, era mi amigo en esa época, recuerde la famosa llamada en la que me llamaba mi amiguito del alma», ha añadido.
Pérez –para el que Fiscalía pide 27 años de cárcel– ha dicho que había veces que no podía hablar con el expresidente valenciano y entonces lo hacía con su jefa de gabinete en la Generalitat Ana Michavila –calificada como una persona «bastante desagradable»– . También lo hacía con otras personas de «su guardia pretoriana» enumerando igualmente al exvicepresidente de la Comunitat Valenciana Vicente Rambla o al propio Ricardo Costa.
«Yo hablaba con el que pillaba y me desahogaba y pataleaba para que me pagaran», ha respondido. «Yo iba como fuese a conseguir que la empresa cobrara», ha dicho Pérez, que ha insistido en que él nunca ha «visto facturas». «Yo era el correveidile, me decían que saliera corriendo y procurara los hechos y yo iba a conseguir que me pagaran y sacar la empresa a flote pero no veía facturas. Cualquiera que me conozca sabe que no las he tocado», ha apostillado.
«A MI ME DABAN CACA DE VACA»
En referencia a Rambla –acusado por delitos electorales y falsedad de documento mercantil– ha asegurado que le suplicó que le dieran trabajo porque solo le daban «las migajas» en siete años. «No me daban ni cacahuetes, a mi me daban heces, caca de vaca», ha ironizado al respecto.
Todo esto para decir que Rambla no era el que mandaba en Valencia porque «no se mojaba por nada ni por nadie» y que solo seguía las órdenes de Francisco Camps y Ana Michavila. Incluso ha mencionado como alto responsable que mandaba en la región al expresidente de las Cortes Valencianas Juan Cotino y ha apuntado que «el resto eran todos unos mandados».
«Se ha pintado con que Alvarito se lo comía todo y no se comía ni las mondas», ha dicho visiblemente molesto. «Rambla llamaba por teléfono y decía ‘que Alvarito está aquí pidiendo trabajo’ y le decían que me diesen otro acto, otro cacahuete al mono», ha añadido.
TENÍA UNA TARJETA COMO «CUALQUIER EMPLEADO DEL PP»
Pérez ha relatado cómo empezó a trabajar con el PP valenciano, y lo ha enmarcado tras el hartazgo de trabajar para el PP nacional, a cuya sede acudía con normalidad. «Tenía una tarjeta como cualquier empleado del PP, sin pasar los controles de seguridad, y la tengo por si alguien la necesita», ha indicado.
Según ha dicho, tras una «bronca» que tuvo con Belén Bajo, la responsable de prensa del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, llamó a Correa «llorando» para comunicarle que «no aguantaba más». Esto coincidió con un encuentro con Francisco Camps –al que había conocido a través del yerno del exjefe del Ejecutivo José María Aznar, Alejandro Agag– que le ofreció trabajo en Valencia para realizar la campaña que le llevó a la Presidencia de la Comunitat Valenciana.
Asimismo, ha puntualizado que cuando llegó a Valencia ya conocía «a mucha gente» porque llevaba mucho tiempo trabajando para Correa y «todo el mundo del PP de España quería trabajar con nosotros».
«El primer contacto con Valencia es Víctor Campos», en relación al exconsejero valenciano, sobre el que ha dicho que se corresponde con las iniciales ‘V.C.’ que aparecen en un documento Excel que obra en el sumario de la causa relacionado con la deuda de la formación política. «Las iniciales seguramente corresponden con él», descartando a Costa, tal y como ha apuntado Crespo.
«He trabajado muchísimo con Adela Pedrosa que, aunque ella se escurría mucho, era la secretaria general y Ricardo Costa recibía órdenes de Pedrosa» y ha asegurado que tenía que «estar al corriente» de las formas de pago. Pedrosa, que no se encuentra en este procedimiento judicial, es actualmente secretaria segunda de la Mesa del Senado y su nombre ya ha aparecido en la declaración del ‘número dos’ de la Gürtel como una de las personas con las que se había reunido el responsable de Orange Maket.
COSTA LE LLAMABA «PAJARÍN»
La buena relación entre Costa y ‘El Bigotes’ también se ha visto durante la sesión de este viernes cuando se ha reproducido una conversación telefónica entre ambos donde se escuchaba al político llamar «pajarín» a su interlocutor. Al contrario, Pérez ha dicho que el exdirigente ‘popular’ era «muy escrupuloso» y que estaba «en desacuerdo con la forma de obrar».
Pérez, al igual que han hecho anteriormente Correa y Crespo, ha reconocido que el PP de la Comunitat Valenciana pagó los actos de campañas y eventos que realizó Orange Market con dinero en negro. «¿De manera repetida?», ha preguntado el fiscal Anticorrupción Carlos Alba, a lo que ha contestado con un «sí» rotundo.
«Se realizaron de tres maneras: en efectivo, mediante facturas con conceptos que no eran los que respondían y mediante facturas correctas», ha concretado, al mismo tiempo que ha recalcado que todos los trabajos que facturaron se realizaron. El problema, según ‘El Bigotes’ «que no se facturaba a quién se tenía que facturar».
Posteriormente ha precisado que eran los empresarios quiénes pagaban «siempre» en metálico y que había una «persona de confianza de los empresarios» que llamaba al contable de Orange Market, Cándido Herrero –también acusado– para concretar las aportaciones.
EL «EMPRESARIO DE LAS MAGDALENAS»
Ha dicho que en una ocasión lo hizo personalmente el empresario Enrique Ortíz, uno de los empresarios que han confesado, al cuál se ha referido como el «empresario de las magdalenas», ya que su apellido coincide con una marca que comercializa este dulce. En este sentido, ‘El Bigotes’, ha enfatizado que en este juicio no están todos los industriales que han participado en la financiación del PP valenciano y que tampoco se pregunta cómo se agradecía a estos cuando «soltaban la mandanga».
A preguntas del abogado del Estado, Edmundo Bal, ha relatado que fueron, Vicente Rambla, David Serra, Victor Campos y alguien de la consejería de Medio Ambiente, Urbanismo y Vivienda que dirigía el fallecido José Ramón García Antón los que le decían que les iban a pagar en ‘b’.
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El ocaso de Íñigo Errejón: un año después, alejado de Sumar y pendiente de la Justicia
Publicado
hace 7 horasen
26 octubre, 2025
El exdiputado y cofundador de Podemos cumple un año apartado de la vida pública mientras continúa la investigación por la denuncia de presunta agresión sexual de la actriz Elisa Mouliaá.
Madrid, 26 de octubre de 2025.
Hace justo un año, Íñigo Errejón sorprendía al mundo político al anunciar su retirada de la política activa, dejando todos sus cargos en el Congreso y en el partido Sumar. Lo hacía alegando motivos de salud mental y aludiendo a una “subjetividad tóxica” en la primera línea política. Hoy, doce meses después, el exdiputado permanece alejado de los focos y pendiente de la causa judicial abierta en su contra tras la denuncia de la actriz Elisa Mouliaá, que lo acusa de una presunta agresión sexual ocurrida en 2021.
De portavoz de Sumar a la dimisión más inesperada
El 24 de octubre de 2024, Errejón —uno de los principales referentes del espacio político progresista surgido del 15M— difundía un comunicado en el que renunciaba de forma inmediata a su escaño y cargos. En el texto, hablaba de “llegar al límite de la contradicción entre el personaje y la persona” y denunciaba la presión mediática de la política actual.
La dimisión coincidió con la filtración en redes sociales de acusaciones anónimas de comportamiento inadecuado hacia mujeres, publicadas por la periodista Cristina Fallarás. Dos días después, Sumar abrió una investigación interna y le pidió que abandonara sus responsabilidades antes de iniciar cualquier expediente.
La propia vicepresidenta Yolanda Díaz declaró que Errejón “no debió ser ni diputado ni portavoz de Sumar”, en una de las declaraciones más contundentes de la formación.
La “bomba nuclear” que sacudió a Sumar
El caso se convirtió en la mayor crisis interna de Sumar desde su fundación. El secretario general del grupo parlamentario, Txema Guijarro, llegó a calificar el escándalo como una “bomba nuclear” para el movimiento, que se había presentado como un espacio feminista y ético.
Desde entonces, la formación ha reconocido fallos en sus protocolos internos y ha puesto en marcha un canal de denuncias y un sistema antiacoso en su web oficial. En paralelo, Verónica Barbero asumió la portavocía en el Congreso y se impulsó una segunda asamblea estatal para recomponer la dirección del partido.
Errejón, en silencio y a la espera de la resolución judicial
Lejos de la política, Íñigo Errejón apenas ha aparecido públicamente. Su única intervención ante los medios fue el pasado enero, cuando acudió a declarar como investigado ante el Juzgado de Instrucción nº47 de Madrid, en Plaza de Castilla, donde negó los hechos y proclamó su inocencia.
“Actué con consentimiento. Dimito no por los hechos, sino porque perdí la confianza de mis dirigentes. En política, cuando uno pierde la confianza de sus jefes, tiene que irse”, afirmó entonces.
La causa, instruida por el juez Adolfo Carretero, sigue abierta y se prevé que no concluya hasta 2026. Este viernes, el magistrado tomó declaración a dos psiquiatras que atendieron a Mouliaá, quienes confirmaron que la actriz fue tratada con antidepresivos en 2023, sin mencionar el episodio con Errejón en las consultas.
Patrimonio y salida del Congreso
Con su renuncia al escaño, Errejón tuvo derecho a una indemnización de 25.000 euros por sus ocho años como diputado. En su última declaración de bienes, presentó 363.966 euros en cuentas bancarias y depósitos, 300.000 más que al inicio de su carrera parlamentaria.
Fuentes próximas aseguran que el exlíder de Más País se mantiene alejado de la vida pública y mediática, centrado en su entorno personal y sin previsión de volver a la política, al menos, hasta que finalice el proceso judicial.
De Podemos a Sumar: la caída de un fundador del nuevo progresismo
Íñigo Errejón fue uno de los fundadores de Podemos en 2014 junto a Pablo Iglesias, con quien protagonizó años más tarde una sonada ruptura que dio lugar a la creación de Más Madrid y posteriormente Más País. Su perfil intelectual y su apuesta por una “izquierda amable y transversal” lo convirtieron en una de las figuras más influyentes del espacio progresista.
Sin embargo, la crisis derivada de las acusaciones en su contra truncó su carrera política y supuso el final de su trayectoria parlamentaria. Desde entonces, Sumar intenta recomponer su imagen y recuperar la confianza de sus bases tras un golpe que muchos describen como “el más duro desde su nacimiento”.
Nuevo giro en el caso Errejón: los propietarios del piso denuncian presiones de Elisa Mouliaá para respaldar su versión
El caso Errejón da un nuevo vuelco tras la declaración de los propietarios del piso donde supuestamente ocurrieron los hechos. Ambos testigos han afirmado ante el juez que Elisa Mouliaá les presionó para que apoyaran su versión de la supuesta agresión sexual atribuida a Íñigo Errejón. Incluso, uno de ellos llegó a contactar directamente con el político para expresarle que la situación que vivía era «injusta» y solicitarle información sobre el avance del juicio.
Estas revelaciones se han producido durante la comparecencia, por videoconferencia desde Australia, ante el Juzgado de Instrucción nº 47 de Madrid, en el marco de la causa por presunto abuso sexual presentada por la actriz contra el exportavoz de Sumar, por hechos ocurridos en 2021.
Los testigos denuncian presiones y contradicen a Mouliaá
Según fuentes judiciales, los propietarios del inmueble coincidieron en señalar que Mouliaá intentó influir en su testimonio tras hacerse pública la denuncia. La insistencia fue tal que uno de ellos terminó bloqueándola y, posteriormente, decidió escribir a Errejón para comunicarle que tenía una versión distinta a la de la actriz.
Ambos testigos admitieron mantener conversaciones con el exdiputado, en las que uno de ellos preguntó directamente: «¿Cuál es el plan con el juicio?», en referencia al desarrollo del proceso judicial. Esta comunicación ha despertado fuertes reacciones en la acusación particular y popular.
La defensa de Mouliaá apunta a una estrategia de coacción
El abogado de Elisa Mouliaá, Alfredo Arrién, considera que este nuevo testimonio representa un giro inesperado en la investigación y acusa al testigo de sentir animadversión hacia la actriz, ya que era amigo de su exmarido. Según Arrién, el testigo preguntó a Errejón poco antes de declarar: «¿Qué es lo que tengo que decir?», lo que, a su juicio, apunta a una posible estrategia de defensa coordinada.
Por su parte, la Fiscalía ha solicitado que se cotejen las conversaciones entre el testigo y Errejón para determinar el grado de posible interferencia en el proceso.
La acusación popular pedirá intervenir el teléfono de Errejón
El abogado de la acusación popular, Jorge Piedrafita, en representación de la asociación Adive, ha expresado su preocupación por el hecho de que un testigo clave mantuviera contacto directo con el denunciado y mostrara clara oposición a Mouliaá. Piedrafita considera «muy grave» que se hablara del “plan de las declaraciones” y ha anunciado que pedirá de nuevo la intervención telefónica de Íñigo Errejón por un posible delito contra la Administración de Justicia.
Testimonios contradictorios y percepciones de la fiesta
Los testigos han confirmado que Errejón y Mouliaá llegaron juntos a la fiesta, «contentos», y que ella comentó que se habían besado. No observaron ninguna situación anómala durante la velada. Posteriormente, Mouliaá expresó que el político la había decepcionado y le impuso “tres reglas”, lo que calificó como «comportamiento baboso». También dijo que quería que la relación avanzara más despacio.
En cambio, la propietaria del piso indicó que Mouliaá «a veces fabulaba o adornaba las cosas», cuestionando así su credibilidad.
El contexto del caso y la próxima fase judicial
El caso Errejón y Elisa Mouliaá continúa generando controversia y tensión mediática. Este nuevo testimonio complica la situación de la acusación, a la vez que puede beneficiar a la defensa del exdirigente político, quien no se ha presentado aún en sede judicial ni ha entregado su móvil al juez, a diferencia de Mouliaá, que ya lo ha hecho voluntariamente.
Este nuevo escenario judicial reaviva el debate sobre la presión a testigos, la coherencia de los relatos y la transparencia en los procesos por delitos sexuales en figuras públicas.
La versión de Errejón sobre los hechos
Iñigo Errejón, exdiputado de Sumar, negó rotundamente ante el juez las acusaciones de agresión sexual presentadas por la actriz Elisa Mouliaá. Según el relato de la denunciante, Errejón la habría «agarrado fuertemente del brazo», llevado a una habitación y agredido sexualmente. Sin embargo, el exlíder político ofreció una versión completamente diferente durante su declaración:
«Fuimos a la habitación como dos personas que están ligando en una fiesta y se escabullen para darse unos besos», explicó Errejón, quien subrayó que todo ocurrió con mutuo consentimiento.

Iñigo Errejón en su declaración ante el juez
Detalles de la declaración ante el juez
En el vídeo de la declaración, al que ha accedido este medio, el juez Adolfo Carretero expuso a Errejón las afirmaciones de la actriz:
- Según Mouliaá, Errejón la llevó a la fuerza desde una fiesta a una habitación tras un «ataque de celos».
- La denunciante afirmó que el político cerró el pestillo y se desnudó.
Errejón negó estas acusaciones y argumentó que ambos pasaron juntos desde la cocina hasta la habitación cruzando por la fiesta, lo que, según él, hace inviable el relato de Mouliaá. También desmintió haber cerrado la puerta o haberse desnudado.
«Nos besamos por deseo mutuo, pero no íbamos a tener una relación sexual en una casa desconocida», afirmó el investigado, añadiendo que ambos salieron de la habitación minutos después.
«Un linchamiento mediático»
Errejón sugirió que la denuncia podría formar parte de un intento de la actriz por aprovechar la repercusión mediática. Según el exdiputado, Mouliaá habría obtenido un impacto sin precedentes que podría haberle beneficiado profesionalmente.
«Se ha subido a la ola de un linchamiento mediático», afirmó Errejón, quien reiteró que las acusaciones son infundadas.
Dimisión y contexto político
El político desvinculó su dimisión de la denuncia de Mouliaá, presentada el 25 de octubre del último año. Errejón explicó que dejó su cargo por la pérdida de confianza de sus dirigentes y la incompatibilidad de su situación con los valores de su partido, que defiende la credibilidad de los testimonios en casos de violencia de género.
«No puedo ser portavoz de un partido que defiende estos principios mientras intento demostrar mi inocencia», concluyó.
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