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Investigadora del CSIC: Combinar dos vacunas no es descabellado y podría ser favorable

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Madrid, 4 feb (EFE).- Los ensayos clínicos que se van a poner en marcha en Gran Bretaña para dilucidar la conveniencia o no de combinar dos vacunas distintas contra la covid-19 no es «ni descabellado ni imprudente» y podría, incluso, ser favorable para obtener una mejor respuesta inmune, dice la científica Isabel Sola.

A su juicio, la propuesta es razonable y los estudios podrían dar respuestas más certeras a todas esas preguntas que, ante la limitación del número de dosis de vacunas, se están planteando: ¿Es suficiente una dosis para prevenir la covid-19? ¿Se podrían administrar dos en un espacio de tiempo mayor? ¿Con cuánto tiempo?

Y es que, en este estudio denominado Com-Cov van a participar más de 800 voluntarios mayores de 50 años que recibirán un preparado de la vacuna de Oxford/AstraZeneca y otro de la de Pfizer/BionTech, en diferente orden y en distintos intervalos de tiempo -28 días o 12 semanas-; están previstas un mínimo de ocho combinaciones distintas.

«Me parece razonable que se estudie» esta posibilidad, para, entre otros, contar con mayor «flexibilidad» en los planes de inmunización, señala a Efe Isabel Sola, viróloga del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) inmersa en uno de los proyectos de vacuna españoles.

Para esta investigadora, «cualquier información disponible, ahora que hay limitaciones en el número de dosis, es positiva para dar respuesta de forma organizada a todas esas preguntas que en los primeros ensayos clínicos de las vacunas no se pudieron contestar».

«Me parece bien que esto se haga en un ensayo, con sus controles y de una forma que pueda haber conclusiones más certeras».

La opción de combinar vacunas o cambiar aspectos de ellas no es nueva. Sobre todo, esto se ha usado -explica- en experimentos en animales con aquellas vacunas de vectores virales, como la de Astrazeneca/Oxford, que contienen una versión modificada de otro virus (el vector) que sirve para dar instrucciones a las células.

Normalmente, detalla Sola, los experimentos se hacen combinando varios vectores y esto se hace así porque, aunque los vectores son simplemente «vehículos» para transportar lo que nosotros queremos, en este caso la proteína S del coronavirus SARS-CoV-2, estos «taxis» también son reconocidos por el sistema inmune como algo extraño.

Por lo que también generan una respuesta inmune, y no solo contra el «pasajero de interés»; de ahí que los vectores se cambien (la vacuna Sputnik V utiliza un vector distinto para cada dosis).

Pero no solo, agrega Sola. También en experimentos en animales es habitual combinar vacunas de distintas tecnologías, como ahora se quiere hacer en estos nuevos ensayos: la de Pfizer/BioNTech está compuesta a partir de ácidos ribonucleicos mensajeros (ARNm) y la británica usa una versión atenuada de un adenovirus de chimpancé.

«Desde el punto de vista experimental en inmunología no es algo tan extraño y podría ser incluso favorable», concluye Sola.

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Hoy se decide si Ábalos y Koldo entran en prisión antes del juicio por la trama de mascarillas

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Koldo García, que fuera asesor del exministro José Luis Ábalos, comparece ante la comisión del Senado. EFE/ J.J. Guillén

El exministro de Transportes José Luis Ábalos ha acudido este miércoles al Tribunal Supremo para participar en la vista en la que el magistrado Leopoldo Puente evaluará si debe decretar su ingreso en prisión provisional, tal y como reclaman las acusaciones populares personadas en la causa, lideradas por el Partido Popular. Se trata de un momento determinante en la investigación de las presuntas irregularidades en la adjudicación de contratos de mascarillas durante la pandemia.

Una llegada discreta ante una fuerte expectación mediática

Ábalos ha accedido al alto tribunal a primera hora de la mañana, sin hacer declaraciones, en medio de una gran presencia de medios desplazados ante la relevancia de la cita. Su comparecencia coincide con el avance de la causa hacia la fase final previa al juicio.

La vista ha sido convocada después de que tanto Fiscalía Anticorrupción como varias acusaciones solicitaran una revisión de las medidas cautelares que mantienen actualmente Ábalos y su exasesor Koldo García, quienes permanecen en libertad con obligación de comparecer periódicamente ante la Justicia, prohibición de salida del país y retirada del pasaporte.

Las acusaciones piden prisión provisional para evitar riesgo de fuga

Las acusaciones populares sostienen que la gravedad de los hechos atribuidos —y las altas penas solicitadas— justifican el ingreso inmediato en prisión de ambos investigados. Argumentan que existen “indicios sólidos de criminalidad” y un riesgo de fuga ante la cercanía del juicio por la llamada trama de mascarillas.

La Fiscalía, por su parte, solicita para Ábalos 24 años de prisión, y para Koldo 19 años y medio, por delitos como organización criminal, cohecho, tráfico de influencias, malversación y uso de información privilegiada. Además, reclama multas millonarias derivadas del presunto perjuicio causado a la Administración.

Las acusaciones populares elevan las penas a 30 años, añadiendo también prevaricación y falsedad documental.

El Supremo decidirá si endurece las medidas cautelares

El magistrado Puente deberá valorar si las circunstancias actuales justifican un cambio en la situación personal de los acusados. La Ley de Enjuiciamiento Criminal permite modificar las medidas cautelares cuando lo piden las partes y tras oír a todas ellas en audiencia pública, como ocurre en esta vista.

El juez solo puede adoptar nuevas medidas —incluida la prisión provisional— si así lo solicita alguna acusación, nunca de oficio. La decisión, que podría conocerse en las próximas horas, marcará el rumbo inmediato del caso.

Una vista decisiva en un caso con fuerte impacto político

La trama de mascarillas ha tenido un enorme eco institucional al implicar a un exministro y a altos cargos cercanos. El avance hacia un posible juicio oral y la elevada petición de penas han intensificado la presión sobre Ábalos, cuya situación judicial y política se encuentra en uno de sus momentos más delicados.

 

24 años de prisión y multa de casi 4 millones para José Luis Ábalos

El Ministerio Público pide una condena de 24 años de prisión para José Luis Ábalos, exministro de Transportes y exsecretario de Organización del PSOE.
La Fiscalía le atribuye cinco presuntos delitos:

  • Organización criminal

  • Cohecho

  • Tráfico de influencias

  • Malversación

  • Uso de información privilegiada

Además, reclama para él una multa de 3,9 millones de euros y responsabilidades económicas conjuntas por los perjuicios ocasionados a dos empresas públicas.

19 años y medio de cárcel para Koldo García

Para Koldo García, exasesor ministerial de Ábalos, Anticorrupción solicita 19 años y medio de prisión, así como una multa también de 3,9 millones de euros, por los mismos delitos atribuidos al exministro.

La Fiscalía pide que tanto Ábalos como Koldo indemnicen de forma conjunta y solidaria a:

  • Ineco: 34.477,86 euros

  • Tragsatec: 9.500,54 euros

Asimismo, reclama el decomiso de al menos 430.298,4 euros, cantidad que correspondería a ganancias obtenidas mediante cohecho.

Atenuante de confesión para Víctor de Aldama

En el caso del empresario Víctor de Aldama, considerado presunto intermediario de la trama, la Fiscalía aplica la atenuante de confesión y solicita una pena de 7 años de prisión por:

  • Organización criminal

  • Cohecho

  • Uso de información privilegiada

También reclama para él una multa de 3,8 millones de euros.

El origen de la causa

El escrito de acusación llega después de que el magistrado instructor del Supremo, Leopoldo Puente, propusiera el pasado 3 de noviembre juzgar a los tres implicados. Según el juez, se habrían concertado poco después de la llegada de Ábalos al Ministerio, buscando obtener beneficios económicos mediante su influencia en contratos públicos.

Puente dividió la causa en dos piezas:

  • La principal, centrada en los contratos de mascarillas.

  • Una pieza separada dedicada a la supuesta trama de cobro de comisiones por obra pública.

 

 

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