Síguenos

Salud y Bienestar

La Fe hace historia con tres transplantes bipulmonares de forma simultánea

Publicado

en

La Fe primera vez transplantes
Quirófano durante un trasplante, en una imagen difundida por la Generalitat.

Valencia, 13 oct (OFFICIAL PRESS – EFE). El Hospital La Fe de Valencia ha llevado a cabo por primera vez en España de forma simultánea tres trasplantes bipulmonares (de los dos órganos) en una misma jornada. Unas intervenciones que movilizaron a 42 profesionales que estuvieron trabajando durante más de doce horas en turnos.

La Fe realiza por primera vez en España tres trasplantes bipulmonares en una jornada de forma simultánea

Los pacientes del Hospital La Fe presentan una evolución favorable tras estos transplantes que suponen «un hecho histórico». En palabras del jefe del servicio de Cirugía Torácica y de la Unidad de Trasplantes Pulmonares  de La Fe, Gabriel Sales, «ha sido posible gracias, en primer lugar, a la generosidad de las personas donantes y sus familias».

El doctor Sales ha destacado el trabajo del equipo de Coordinación de Trasplantes del hospital, en comunicación directa y constante con la Organización Nacional de Trasplantes, ya que al tratarse de tres donantes en tres ciudades diferentes de España, la complejidad ha sido mayor.

El jefe del servicio de Cirugía Torácica y de la unidad de Trasplante Pulmonar de La Fe resalta también la entrega incondicional de los profesionales de anestesia, neumología, cirugía, enfermería, técnicos en cuidados auxiliares de enfermería y celadores, que participaron directamente en los trasplantes pulmonares, así como al personal de los medios de transporte de los equipos.

En total, las tres intervenciones movilizaron a 42 profesionales que estuvieron trabajando, en turnos, durante más de doce horas. Desde las cinco de la tarde hasta las seis de la mañana. Además, se coordinaron con quienes debían darles el relevo al día siguiente, para garantizar que hubiera personal suficiente para asumir la actividad quirúrgica programada.

El Hospital La Fe realizó el primer trasplante pulmonar a una persona adulta, la única opción terapéutica posible en casos de fallo pulmonar irreversible, en febrero de 1992.  cinco años más tarde se hizo el primer trasplante a un paciente menor de edad.

Más de 1000 transplantes pulmonares

Desde entonces, el programa se ha consolidado y suma ya 1.032 trasplantes pulmonares. En este tiempo, la tasa anual de pacientes trasplantados pulmonares se ha ido incrementando. En paralelo también el índice de supervivencia, según fuentes de la Conselleria de Sanidad.

El gerente del departamento de salud Valencia La Fe, Jose Luis Poveda, ha resaltado que detrás de estas cifras «hay historias de vida que son posibles gracias a la dedicación de los equipos de profesionales de nuestro hospital. Su entrega nos sitúa a la vanguardia en actividad trasplantadora».

«Tenemos una media de 6 trasplantes al mes en población adulta. En lo referente a trasplantes pediátricos, se suelen realizar de 2 a 4 al año. Además, somos uno de los dos hospitales de España que acomete trasplantes pediátricos a menores de 5 años», ha detallado.

El trasplante pulmonar es un procedimiento de gran complejidad, que es posible gracias a los equipos implicados en la propia intervención quirúrgica. Además de gracia a  una estructura estable en la que participan, antes y después de la operación, profesionales de diferentes servicios. Entre los que se encuentran los de Enfermedades Infecciosas, Anatomía Patológica, Inmunología, Radiodiagnóstico, Cardiología y Cirugía Cardiaca, Unidad de Cuidados Intensivos, Pediatría, Rehabilitación y Farmacia Hospitalaria.

 

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Salud y Bienestar

¿Sabes por qué no hay que chupar las cabezas de las gambas?

Publicado

en

chupar cabezas de gambas
PEXELS

Las gambas son uno de los mariscos más populares en la gastronomía, especialmente en celebraciones y cenas festivas. Su carne tierna y sabrosa es un manjar que muchos disfrutan en una gran variedad de platos, pero una parte de la gamba que causa controversia es su cabeza. Hay quienes disfrutan chupar las cabezas de las gambas para aprovechar todo su sabor, mientras que otros se abstienen de hacerlo por diversas razones. Entonces, ¿es seguro chupar las cabezas de las gambas? Aquí te contamos por qué es recomendable evitar esta práctica.

Las cabezas de las gambas: ¿una fuente de sabor o de riesgo?

Las cabezas de las gambas contienen una gran cantidad de jugos y una sustancia gelatinosa que, para muchos, tiene un sabor muy intenso y delicioso. Sin embargo, esta «delicadeza» puede ser más problemática de lo que parece.

1. Posibles contaminantes y toxinas

Una de las razones principales para evitar chupar las cabezas de las gambas es que estas partes del marisco pueden concentrar una gran cantidad de contaminantes. Las gambas, como otros mariscos, filtran el agua mientras se alimentan, lo que significa que las toxinas, los metales pesados, los pesticidas y los productos químicos presentes en el agua pueden acumularse en sus sistemas digestivos, especialmente en las cabezas.

Cadmio: el peligro oculto

Uno de los metales pesados más peligrosos que se acumula en las cabezas de los crustáceos es el cadmio, un metal tóxico que puede tener efectos nocivos a largo plazo. El cadmio se encuentra principalmente en la cabeza de las gambas, cigalas, langostinos, cangrejos y otros crustáceos, ya que es una zona donde se concentra una mayor cantidad de residuos provenientes de su sistema digestivo.

Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), es conveniente «limitar en la medida de lo posible» el consumo de la carne localizada en la cabeza de estos crustáceos para evitar la acumulación de cadmio en nuestro organismo. Este metal pesado es altamente perjudicial para la salud humana, ya que se acumula lentamente en los órganos, principalmente en el hígado y los riñones.

El cadmio tiene un potencial cancerígeno y su eliminación del organismo es extremadamente lenta, lo que significa que puede permanecer en el cuerpo durante años, incluso décadas. El cadmio tarda entre 10 y 30 años en eliminarse, lo que incrementa su peligrosidad con el paso del tiempo.

2. Bacterias y parásitos

El consumo de mariscos crudos o mal cocidos, incluida la práctica de chupar las cabezas, puede aumentar el riesgo de contraer infecciones bacterianas o parasitarias. Las gambas pueden albergar bacterias como Vibrio o Salmonella, que son responsables de enfermedades transmitidas por alimentos. Aunque el proceso de cocción suele eliminar estas bacterias, algunas veces los jugos concentrados en las cabezas pueden no estar completamente libres de bacterias, especialmente si las gambas no se han cocinado de manera adecuada.

3. El sistema digestivo de las gambas

En el sistema digestivo de las gambas, particularmente en las cabezas, se encuentran restos de su alimentación, como pequeños organismos o residuos que no siempre son visibles a simple vista. Al chupar la cabeza, podrías estar ingiriendo estos residuos, que, aunque no sean peligrosos en su mayoría, pueden resultar poco agradables o incluso causar malestar digestivo en algunas personas, sobre todo si el marisco no ha sido completamente fresco.

4. El impacto en la salud de los consumidores vulnerables

Para ciertos grupos de personas, como las mujeres embarazadas, los niños pequeños, las personas con sistemas inmunológicos comprometidos o las personas mayores, el riesgo asociado a consumir mariscos en mal estado o mal cocidos es aún mayor. Las toxinas, bacterias y parásitos presentes en las gambas pueden ser peligrosos para su salud, por lo que se recomienda tener precauciones adicionales en el consumo de mariscos, especialmente de las partes más propensas a concentrar estos riesgos, como las cabezas.

Beneficios de evitar chupar las cabezas de las gambas

  • Reducción del riesgo de enfermedades: Al evitar chupar las cabezas, reduces la posibilidad de ingerir contaminantes y bacterias presentes en los jugos o residuos del sistema digestivo de la gamba.
  • Sabor más controlado: Si bien las cabezas de las gambas pueden tener un sabor fuerte, se pueden aprovechar de forma más segura en caldos o sopas, donde el sabor se extrae y se distribuye en toda la preparación. De esta forma, puedes disfrutar del sabor sin los riesgos asociados.
  • Mejor digestión: Al no consumir las partes menos apetitosas de la gamba, como los residuos de su sistema digestivo, tu sistema digestivo podrá trabajar de forma más eficiente.

¿Es necesario evitarlo por completo?

Si bien no es necesario evitar por completo chupar las cabezas de las gambas, es importante ser consciente de los riesgos potenciales. Para quienes no quieran prescindir de esta costumbre, es fundamental asegurarse de que las gambas estén bien cocidas y sean de buena calidad, procedentes de fuentes fiables y limpias.

Si eres una persona que disfruta de este ritual, ten en cuenta que la seguridad alimentaria siempre debe ser la prioridad. Si tienes dudas sobre la frescura o la procedencia de las gambas, lo mejor es optar por disfrutarlas de manera más segura, como en platos cocidos donde los contaminantes puedan ser eliminados mediante un buen proceso de cocción.

Conclusión

Si bien las cabezas de las gambas pueden parecer deliciosas y ofrecer un sabor profundo, existen riesgos asociados con chuparlas, especialmente en cuanto a toxinas, bacterias y otros contaminantes que pueden concentrarse en esa parte del marisco. El cadmio, un metal pesado presente en las cabezas de los crustáceos, es uno de los principales peligros, ya que puede acumularse en el organismo y tener efectos tóxicos a largo plazo. La mejor opción es disfrutar de las gambas de manera segura, cocinándolas adecuadamente y considerando aprovechar sus cabezas en caldos o sopas para extraer su sabor de manera más controlada y saludable.

Continuar leyendo