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Salud y Bienestar

La importancia de preservar la fertilidad en pacientes con cáncer

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El cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo; un lastre que azota la sociedad y que, a día de hoy, a pesar de los avances constantes en investigación, todavía afecta a un gran número de personas. Entre ellos, el cáncer de mama es el tumor más frecuente entre la población femenina, estimándose el riesgo de padecerlo en 1 de cada 8 mujeres. No obstante, y a pesar de ser la primera causa por muerte por cáncer en mujeres, la supervivencia de las pacientes aumenta cada año gracias a las terapias y avances sobre esta enfermedad.

“Las probabilidades de supervivencia de las pacientes diagnosticadas de cáncer de mama hoy en día son mucho más altas que hace 20 años. Diagnosticado tempranamente, el cáncer de mama tiene buen pronóstico en un alto porcentaje de casos, por lo que aquellas mujeres en edad fértil que deban centrarse en afrontar esta batalla merecen la oportunidad de guardar una esperanza futura de ser madres. A ellas, nuestro Programa gratuito de Preservación Ser madre después del cáncer, les abre una ventana a la vida. Los 37 bebés nacidos y los 11 que están en camino después de que sus madres superaran su cáncer son un ejemplo de esperanza y valentía en esta lucha”, comenta el doctor Javier Domingo, director de IVI Las Palmas y Tenerife, y Coordinador del Programa gratuito de Preservación para pacientes oncológicos.

Desde que IVI pusiera en marcha esta iniciativa en 2007, dentro de su firme compromiso social, cerca de 1.400 pacientes han preservado sus ovocitos antes de someterse a un tratamiento de quimio o radioterapia que pudiera dañar su fertilidad.

Susana lo consiguió. Diagnosticada de cáncer de mama en 2012, se acogió al programa gratuito de Preservación por cáncer de IVI, venció su enfermedad y hoy es mamá de Manuel.

En ese momento, cuando me dieron la noticia y pronunciaron esas tres fatídicas palabras ‘cáncer de mama’ pensé: ‘Me muero’. Mi mundo se paró en seco. Lo lloré, lo digerí y me bajé del tren con un único objetivo: sobrevivir”, explica Susana.

Esta toledana de 43 años tenía algo claro: quería ser madre en un futuro. A sus 36 años en el momento del diagnóstico, y sin hijos, tuvo que replantearse el rumbo de su vida.

“Nos centramos en atajar mi enfermedad cuanto antes, pero la opción de ser madre en un futuro no se barajó en ningún momento. Y casi por casualidad, de repente, se me encendieron todas las alertas: ¿Y qué pasa si quiero ser madre? Para mí era importante ser madre… Cuando descubrí las opciones que ofrecía IVI para mujeres como yo, con una dura batalla por afrontar y una ilusión a la que me negaba a renunciar, una parte de mí respiró aliviada”, añade Susana.

Es importante conocer las opciones para ser padre o madre después de un cáncer. La divulgación y concienciación al respecto, no solo en la unidad de ginecología, sino en todas las áreas involucradas en el diagnóstico y tratamiento del cáncer, ayudan a que los pacientes sean conscientes de que esto es una realidad, y no una posibilidad remota. Es posible ser madre después del cáncer.

“Cuando se abre la veda y tu oncólogo te da vía libre es algo emocionante. Y el miedo está ahí, pero cuando ves la eco, ves cómo crece y cómo evoluciona, el miedo desaparece. La maternidad es una energía que trasciende, un poder que puede con y contra todo. Y cuando se materializa, se despierta por la mañana y te sonríe, y te mira como si estuviera viendo a Dios, te emocionas y todo tiene sentido. Algo por lo que has luchado tanto tiempo y que tienes justo entre tus brazos. El mayor regalo”, concluye.

“Como esta, son muchas las historias de sueños cumplidos tras superar el duro trance del cáncer de mama. Ellos, nuestros 37 bebés de este programa gratuito para pacientes oncológicos, han llegado al mundo para llenar de ilusión la vida de sus familias. Desde IVI ponemos todo nuestro conocimiento y experiencia para que os centréis en lo que realmente importa, vuestra batalla por la vida. El futuro está más cerca de lo que parece”, apunta el Dr. Domingo.

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Salud y Bienestar

¿Sueles tener los pies fríos? Estas son las enfermedades que pueden estar detrás

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pies fríos causas
Análisis de pies - ULE - Archivo

VALÈNCIA, 11 Dic. (EUROPA PRESS) – El Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) ha resaltado que problemas circulatorios, neuropatía periférica, enfermedad de Raynaud, hipotiroidismo o anemia son algunas enfermedades que pueden generar sensación de pies fríos, así como el tabaquismo. Estas son las causas.

La causa más común: problemas circulatorios

En primer lugar, la patología más común es tener problemas circulatorios. “Esta patología suele progresar de forma silenciosa con la edad y la insuficiencia venosa dificulta el retorno de la sangre al corazón. Las venas pierden elasticidad y tienen dificultades para hacer subir la sangre contra la gravedad. Este estancamiento venoso enfría progresivamente los pies y provoca sensación de pies fríos”, ha explicado el podólogo y miembro de la junta directiva del ICOPCV, Jorge Escoto.

La arteriosclerosis, el endurecimiento de las arterias, también reduce su capacidad para transportar sangre caliente a las extremidades. Para ayudar a evitar los pies fríos por problemas circulatorios, los podólogos recomiendan estimular la circulación con ejercicios sencillos como flexionar los dedos de los pies o rotar los tobillos.
Estos movimientos activan la bomba muscular y favorecen el retorno venoso, evitando el círculo vicioso de que cuanto más frío se siente, menos se mueve la persona, ralentizando aún más la circulación.
Junto a ello, es “importante” eliminar hábitos tóxicos como el tabaquismo, ya que fumar endurece, inflama y obstruye las arterias.

Enfermedad de Raynaud: ataques isquémicos transitorios

En segundo lugar, la enfermedad de Raynaud es otra patología que podría estar detrás de esta sintomatología. Se trata de un ataque isquémico transitorio, es decir, un periodo breve en el que se detiene el flujo de sangre hacia los pies por obstrucción de las arterias, generando sensación de frío en los miembros inferiores.

En quienes la padecen, la llegada del frío acentúa la enfermedad: los vasos sanguíneos se contraen, los pies pueden verse blanquecinos o azulados, y aparece entumecimiento. Para aliviar los síntomas, el ICOPCV aconseja realizar ejercicios, usar medias que favorezcan la circulación y reducir la nicotina en personas fumadoras.

También se recomienda evitar braseros y fuentes de calor directo, ya que los cambios bruscos de temperatura agravan la clínica. Es esencial apostar por calzado con buena capacidad de aislamiento térmico y calcetines de lana de merino durante el invierno.

Neuropatía periférica: pies fríos que no están fríos al tacto

Otra enfermedad que genera sensación de pies fríos es la neuropatía periférica, originada por daño en los nervios que detectan la temperatura.
“Es importante destacar que, en estos casos, los pies se sienten fríos, pero al tocarlos en realidad no lo están. Esto es muy común en personas diabéticas y, por ello, se deben extremar las precauciones”, ha explicado Escoto.

La neuropatía reduce la capacidad para percibir calor o frío reales, lo que incrementa el riesgo de quemaduras o congelaciones sin que la persona lo perciba. Por este motivo, se recomienda:

  • Revisar los pies regularmente.

  • Evitar braseros y fuentes de calor directo.

  • Optar por baños con agua tibia.

  • Realizar revisiones podológicas periódicas para controlar el estado de las uñas, el calzado y las ortesis plantares.

  • No caminar descalzo y examinar los pies a diario en busca de cortes, ampollas o enrojecimiento, usando un espejo o ayuda familiar de ser necesario.

Además, es fundamental secar correctamente los espacios interdigitales, hidratar la piel y realizar un masaje suave tras el lavado diario.

Hipotiroidismo y anemia: patologías sistémicas que también enfrían los pies

Por último, tener los pies fríos de forma constante puede ser consecuencia de hipotiroidismo o anemia.

En el hipotiroidismo, la glándula tiroides no produce suficientes hormonas T3 y T4, esenciales para controlar el metabolismo y la producción de calor en las células. Esto provoca frialdad y sequedad en los pies.

En la anemia, la deficiencia de hierro limita la oxigenación y la capacidad del cuerpo para generar calor, produciendo una circulación sanguínea deficiente.

Escoto subraya la importancia de que los podólogos formen parte de unidades multidisciplinares, ya que una consulta podológica puede detectar patologías sistémicas o, a la inversa, muchas enfermedades generales tienen manifestaciones en los pies que requieren atención especializada.

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