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Valencia

La OCU exige sancionar a quien no recoja los excrementos caninos en las playas

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La OCU exige sancionar a quien no recoja los excrementos caninos en las playas
Dos perros disfrutan del agua en la playa canina de Pinedo, pedanía al sur de València. Archivo/EFE/Manuel Bruque

València, 8 ago (EFE).- La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha solicitado al Ayuntamiento de València que vigile y aplique sanciones más férreas a las personas que tengan perros y no recojan sus excrementos de la vía pública y, durante los meses de verano, de las playas del municipio.

Según el estudio sobre limpieza urbana realizado en 2019 por la OCU, los excrementos abandonados en la vía pública fue el primer elemento de suciedad en las ciudades.

La OCU ha llevado a cabo un listado de propuestas para el municipio, entre ellas impulsar campañas para aumentar la sensibilidad de los dueños ante esta problemática, habilitar espacios específicos en las playas donde los perros puedan hacer sus necesidades, poner a disposición de los dueños de los perros bolsas para recoger los excrementos y contenedores especiales.

Además han destacado que se debería aplicar una mayor vigilancia e imposición de sanciones por esta infracción, aumentar la cuantía de las sanciones para que cumplan con su finalidad disuasoria, así como la efectividad de los mecanismos para su imposición y adoptar buenas prácticas efectivas de otros consistorios.

La Organización de Consumidores y Usuarios también ha hecho hincapié en que los dueños asuman su responsabilidad y un comportamiento cívico con gestos como llevar sus propias bolsas para recoger las heces de sus mascotas y acudir a lugares habilitados para ellos en las playas.

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Valencia

Por qué el tráfico se colapsa todos los días en València: causas y posibles soluciones

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El tráfico de València dispara los niveles de ruido entre la población a máximos

Cada mañana, miles de conductores se enfrentan al mismo panorama: kilómetros de atascos en las entradas y salidas de València. La congestión del tráfico se ha convertido en una rutina diaria que afecta tanto a quienes se desplazan por trabajo como a los residentes de los municipios del área metropolitana. Pero, ¿por qué se producen estos colapsos de forma tan constante?

🔴 Un área metropolitana altamente dependiente del coche

La Gran València concentra a más de un millón y medio de habitantes repartidos en más de 40 municipios, la mayoría conectados por autovías radiales como la A-7, la V-31, la V-21 o la CV-35.
A pesar de contar con red de metro y autobuses interurbanos, el transporte público no cubre con eficacia todos los desplazamientos diarios. Esto hace que el coche particular siga siendo el medio más utilizado, especialmente en los trayectos de acceso al centro y los polígonos industriales.

🚧 Cuellos de botella en los accesos principales

Las entradas a València desde el norte, sur y oeste concentran la mayor parte de los atascos.
Tramos como la A-7 a la altura de Cruz de Gracia, la V-31 entre Silla y Catarroja, la V-21 desde Alboraia o la CV-35 desde Burjassot registran cada día varios kilómetros de retenciones, especialmente entre las 7:30 y las 9:00 de la mañana y entre las 17:30 y las 19:30 horas.
La falta de carriles suficientes y los numerosos puntos de confluencia entre vías provocan un efecto embudo difícil de resolver.

🏗️ Obras, transporte público limitado y crecimiento urbano

A estos factores se suman las obras de mejora viaria, la alta densidad de polígonos industriales en el entorno metropolitano y un crecimiento urbano disperso, que obliga a desplazamientos más largos y frecuentes.
Además, el transporte público metropolitano sigue fragmentado entre diferentes operadores, lo que complica la intermodalidad y hace menos atractiva la alternativa al coche.

🌿 La falta de carriles BUS-VAO y zonas de aparcamiento disuasorio

A diferencia de otras grandes ciudades, València aún no dispone de carriles BUS-VAO ni de una red amplia de aparcamientos disuasorios conectados con metro o tranvía.
Esta ausencia de infraestructuras fomenta que la mayoría de los trabajadores accedan al centro urbano directamente en coche, saturando tanto los accesos como el anillo interior (V-30 y bulevares).

💡 Posibles soluciones a medio y largo plazo

Las administraciones trabajan en planes de movilidad sostenible que buscan aliviar esta situación, con proyectos como:

  • La ampliación del metro y tranvía hacia municipios periféricos.

  • La creación de nuevas zonas de aparcamiento disuasorio en las entradas principales.

  • La implantación de carriles BUS-VAO para fomentar el uso compartido del vehículo.

  • Campañas para promover la movilidad activa (bicicleta y patinete) y el teletrabajo.

Aun así, los expertos advierten que sin una reducción real del uso del vehículo privado, los atascos seguirán siendo una constante. La solución pasa por una visión metropolitana del transporte y por apostar decididamente por un modelo de movilidad sostenible y eficiente.


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