València, 27 ago (EFE).- Las atípicas Fallas que se celebrarán en València en los próximos días no han logrado estimular un crecimiento turístico significativo, aunque servirán de escaparate a otro tipo de visitantes, diferentes a los que acuden en marzo, que descubrirán, posiblemente sin esperarlo, la singularidad de la fiesta valenciana.
Tal y como explica a EFE el presidente de la Confederación de Empresarios Turísticos de la Comunitat Valenciana, Luis Martí, no se espera un crecimiento significativo de la ocupación turística durante los días de Fallas (oficialmente del 1 al 5 de septiembre), como mucho un 10 % más que cualquier otro fin de semana.
Esta previsión contrasta con la imagen de las últimas ediciones de las Fallas prepandemia, con las calles del centro de la ciudad atestadas de visitantes, mascletaes multitudinarias y colas frente a los principales monumentos falleros.
«En València, el fin de semana del 4 y 5 de septiembre se espera una ocupación de un 85 %. Aún no sabemos cuánto de esa ocupación la provocan las Fallas, pero si tenemos en cuenta la ocupación de los fines de semana anteriores, en agosto ha sido superior al 80 %«, es decir, que las Fallas en sí no han supuesto un estímulo significativo al crecimiento de la ocupación, tal y como detalla Martí.
En este sentido, apunta que, desde el punto de vista empresarial, estos niveles de ocupación junto con la celebración extraordinaria de las Fallas «pueden contribuir a dejar mucho más satisfechos a los turistas que recibamos. Las Fallas son un producto turístico extraordinario siempre».
Por lo que respecta al resto de la Comunitat, la Confederación de Empresarios Turísticos prevé cerrar agosto con un 75 % de ocupación media, «lo cual es un dato bueno, dadas las circunstancias».
«En septiembre se prevé un mantenimiento de esta tendencia, al menos durante las dos primeras semanas, que serán buenas. Luego ya irá bajando la ocupación», detalla Martí.
«El turista que ha salvado el verano es el nacional. El internacional sigue sin recuperarse», añade.
Para el sector turístico mantener una buena tendencia en la ocupación hasta final de año es «imprescindible», habida cuenta de que «apenas ha habido ingresos en los cinco primeros meses del año».
«Actualmente aspiramos solo a no perder dinero; la recuperación de la rentabilidad no la esperamos hasta 2022″, lamenta Martí.
Desde el Ayuntamiento de València se ofrecen unos datos más conservadores para los días previos al fin de semana, de modo que se espera una ocupación media de los hoteles abiertos en la ciudad que rondará el 47 %.
Los hoteles de la playa o el puerto rondarán el 66 %, los del centro el 48 %, los de la Ciudad de las Artes y las Ciencias el 41 % y los del Palacio de Congresos, el 51 %.
La ocupación diaria crecerá progresivamente desde el 41 % que se espera el 1 de septiembre al 53 % del sábado 4, el segundo día de la Ofrenda y el previo a la Cremà de las fallas.
Los actos centrales de la programación fallera de este año empezarán el miércoles 1 de septiembre con la primera autorización de ‘despertaes’ y la ‘plantà’ oficial de las fallas infantiles; el jueves se plantará el resto de monumentos y el viernes y el sábado tendrá lugar la tradicional ofrenda floral a la Virgen de los Desamparados.
En la madrugada del sábado al domingo tendrá lugar la Nit del Foc y el domingo, entre las 20 y las 23 horas -por las restricciones covid y el toque de queda, de 1 a 6 de la madrugada-, arderán todas las fallas de la ciudad.
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