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Salud y Bienestar

Los padres de Javier, el primer bebé libre de citrulinemia en España: «Es un triunfo después de tanta lucha»

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matronas Valencia

VALENCIA, 22 Jul. (EUROPA PRESS TELEVISIÓN) –

Javier tiene tres meses y es el primer bebé nacido en España libre de citrulinemia de padres portadores, una enfermedad considerada rara que afecta a uno de cada 60.000 recién nacidos y cuyo nacimiento ha sido así posible gracias a la técnica del PGT (Preimplantation Genetic Testing, por sus siglas en inglés) –antes conocido como Diagnóstico Genético Preimplantacional–. Los padres acudieron al IVI-Valencia tras perder a sus hijos mellizos a consecuencia de esta enfermedad.

Los padres del bebé, Héctor Sanz y Loli López, han relatado a Europa Press TV que el nacimiento de Javier, «es un triunfo… después de años de lucha, de mucho sufrimiento y mucho desgaste emocional», explica el padre, Héctor Sanz. La madre, Loli López, añade «si no descubrían la mutación, no habría sido posible tener un hijo sano», para finalizar señalando que «el día que se descubrió la mutación casi hacemos una fiesta».

El doctor y ginecólogo de IVI- Valencia Juan Giles ha explicado: «Aquí había un doble trabajo» conseguir que la mujer se quedará embarazada y «conseguir que naciera un niño sano, libre de la enfermedad que sus padres eran portadores, la citrulinemia». La pareja acudió al centro después de haber perdido a sus dos hijos mellizos a consecuencia de una enfermedad que afectaba a ambos bebés ya nacidos: citrulinemia. «Se trata de una enfermedad inusual», pues actualmente «afecta a uno de cada 60.000 nacidos vivos», y es de carácter autosómico recesivo, es decir, que es necesario que ambos progenitores la porten para que se produzca en la descendencia.

Tras dos fracasos en ciclos previos de reproducción asistida en otro centro, acudieron a IVI, donde lograron el embarazo en el primer ciclo de fecundación in vitro. Héctor Sanz ha relatado que Javier «es un niño muy buscado. Antes de Javier tuvimos dos hijos, Angel y Daniel, que por desgracia nacieron con la enfermedad metabólica… y a los pocos días fallecieron».

La pareja se sometió a un ciclo con diagnóstico genético de los embriones para diagnosticar los afectos de Citrulinemia (FIV con PGT-M: Preimplantation Genetic Testing for Monogenic Diseases, por sus siglas en inglés -hasta ahora conocido como PGD-) por lo que, tras detectar los embriones libres de esta alteración cromosómica, uno de ellos fue transferido al útero de la madre para lograr gestación. La citrulinemia se genera por una deficiencia en una de las enzimas necesarias para la incorporación del amoníaco en la urea, la cual se suele excretar en la orina, y supone un nivel «elevado y tóxico» de amoníaco en sangre. Las consecuencias de esta enfermedad en los fetos van desde el edema cerebral y coma en los primeros días de vida, hasta el daño cerebral e incluso la muerte, en caso de aparición precoz.

Desde IVI- Valencia, el ginecólogo Juan Giles, ha querido destacar que ha sido un «proceso laborioso» y el trabajo en equipo. Giles además ha querido enviar un mensaje positivo «a aquellas parejas que presentan un problema genético» porque «las técnicas de reproducción asistida a día de hoy pueden ayudarles a tener un hijo libre de la enfermedad».

La madre, Loli López ha dicho que ha sido «un camino muy duro, a parte de lo que llevamos a la espalda», pero se ha mostrado agradecida por el trabajo de los especialistas que han participado en su tratamiento, porque «de repente se cumple el sueño» con nombre propio Javier.

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¿Sabes por qué no hay que chupar las cabezas de las gambas?

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chupar cabezas de gambas
PEXELS

Las gambas son uno de los mariscos más populares en la gastronomía, especialmente en celebraciones y cenas festivas. Su carne tierna y sabrosa es un manjar que muchos disfrutan en una gran variedad de platos, pero una parte de la gamba que causa controversia es su cabeza. Hay quienes disfrutan chupar las cabezas de las gambas para aprovechar todo su sabor, mientras que otros se abstienen de hacerlo por diversas razones. Entonces, ¿es seguro chupar las cabezas de las gambas? Aquí te contamos por qué es recomendable evitar esta práctica.

Las cabezas de las gambas: ¿una fuente de sabor o de riesgo?

Las cabezas de las gambas contienen una gran cantidad de jugos y una sustancia gelatinosa que, para muchos, tiene un sabor muy intenso y delicioso. Sin embargo, esta «delicadeza» puede ser más problemática de lo que parece.

1. Posibles contaminantes y toxinas

Una de las razones principales para evitar chupar las cabezas de las gambas es que estas partes del marisco pueden concentrar una gran cantidad de contaminantes. Las gambas, como otros mariscos, filtran el agua mientras se alimentan, lo que significa que las toxinas, los metales pesados, los pesticidas y los productos químicos presentes en el agua pueden acumularse en sus sistemas digestivos, especialmente en las cabezas.

Cadmio: el peligro oculto

Uno de los metales pesados más peligrosos que se acumula en las cabezas de los crustáceos es el cadmio, un metal tóxico que puede tener efectos nocivos a largo plazo. El cadmio se encuentra principalmente en la cabeza de las gambas, cigalas, langostinos, cangrejos y otros crustáceos, ya que es una zona donde se concentra una mayor cantidad de residuos provenientes de su sistema digestivo.

Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), es conveniente «limitar en la medida de lo posible» el consumo de la carne localizada en la cabeza de estos crustáceos para evitar la acumulación de cadmio en nuestro organismo. Este metal pesado es altamente perjudicial para la salud humana, ya que se acumula lentamente en los órganos, principalmente en el hígado y los riñones.

El cadmio tiene un potencial cancerígeno y su eliminación del organismo es extremadamente lenta, lo que significa que puede permanecer en el cuerpo durante años, incluso décadas. El cadmio tarda entre 10 y 30 años en eliminarse, lo que incrementa su peligrosidad con el paso del tiempo.

2. Bacterias y parásitos

El consumo de mariscos crudos o mal cocidos, incluida la práctica de chupar las cabezas, puede aumentar el riesgo de contraer infecciones bacterianas o parasitarias. Las gambas pueden albergar bacterias como Vibrio o Salmonella, que son responsables de enfermedades transmitidas por alimentos. Aunque el proceso de cocción suele eliminar estas bacterias, algunas veces los jugos concentrados en las cabezas pueden no estar completamente libres de bacterias, especialmente si las gambas no se han cocinado de manera adecuada.

3. El sistema digestivo de las gambas

En el sistema digestivo de las gambas, particularmente en las cabezas, se encuentran restos de su alimentación, como pequeños organismos o residuos que no siempre son visibles a simple vista. Al chupar la cabeza, podrías estar ingiriendo estos residuos, que, aunque no sean peligrosos en su mayoría, pueden resultar poco agradables o incluso causar malestar digestivo en algunas personas, sobre todo si el marisco no ha sido completamente fresco.

4. El impacto en la salud de los consumidores vulnerables

Para ciertos grupos de personas, como las mujeres embarazadas, los niños pequeños, las personas con sistemas inmunológicos comprometidos o las personas mayores, el riesgo asociado a consumir mariscos en mal estado o mal cocidos es aún mayor. Las toxinas, bacterias y parásitos presentes en las gambas pueden ser peligrosos para su salud, por lo que se recomienda tener precauciones adicionales en el consumo de mariscos, especialmente de las partes más propensas a concentrar estos riesgos, como las cabezas.

Beneficios de evitar chupar las cabezas de las gambas

  • Reducción del riesgo de enfermedades: Al evitar chupar las cabezas, reduces la posibilidad de ingerir contaminantes y bacterias presentes en los jugos o residuos del sistema digestivo de la gamba.
  • Sabor más controlado: Si bien las cabezas de las gambas pueden tener un sabor fuerte, se pueden aprovechar de forma más segura en caldos o sopas, donde el sabor se extrae y se distribuye en toda la preparación. De esta forma, puedes disfrutar del sabor sin los riesgos asociados.
  • Mejor digestión: Al no consumir las partes menos apetitosas de la gamba, como los residuos de su sistema digestivo, tu sistema digestivo podrá trabajar de forma más eficiente.

¿Es necesario evitarlo por completo?

Si bien no es necesario evitar por completo chupar las cabezas de las gambas, es importante ser consciente de los riesgos potenciales. Para quienes no quieran prescindir de esta costumbre, es fundamental asegurarse de que las gambas estén bien cocidas y sean de buena calidad, procedentes de fuentes fiables y limpias.

Si eres una persona que disfruta de este ritual, ten en cuenta que la seguridad alimentaria siempre debe ser la prioridad. Si tienes dudas sobre la frescura o la procedencia de las gambas, lo mejor es optar por disfrutarlas de manera más segura, como en platos cocidos donde los contaminantes puedan ser eliminados mediante un buen proceso de cocción.

Conclusión

Si bien las cabezas de las gambas pueden parecer deliciosas y ofrecer un sabor profundo, existen riesgos asociados con chuparlas, especialmente en cuanto a toxinas, bacterias y otros contaminantes que pueden concentrarse en esa parte del marisco. El cadmio, un metal pesado presente en las cabezas de los crustáceos, es uno de los principales peligros, ya que puede acumularse en el organismo y tener efectos tóxicos a largo plazo. La mejor opción es disfrutar de las gambas de manera segura, cocinándolas adecuadamente y considerando aprovechar sus cabezas en caldos o sopas para extraer su sabor de manera más controlada y saludable.

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