València, 17 nov (OFFICIAL PRESS/EFE).- La aprobación como festivos locales en València del 17 y 24 de abril de 2023 permitirá aplicar una prueba piloto de la semana laboral de 4 días o 32 horas, una experiencia que servirá para investigar y avanzar en la reducción de jornada.
Cuatro semanas consecutivas
Con el lunes 17 de abril (San Vicente Ferrer) y el lunes 24 de ese mes (por el 22 de enero, san Vicente Mártir, que cae domingo) como festivos se acumularán cuatro semanas consecutivas con festivo en lunes y abril tendrá cuatro semanas completas de cuatro días laborables contando con el lunes 10 (Lunes de Pascua) y el 1 de mayo (Día del Trabajo).
El mayor cambio en esta agrupación de festivos será mover la festividad del 22 de enero al 24 de abril, pero solo en el ámbito laboral ya que la celebración religiosa se mantendrá el día de San Vicente Mártir, según confirman a EFE fuentes del Ayuntamiento de València.
El alcalde, Joan Ribó, propuso realizar esta prueba piloto a Cámara Valencia y la patronal CEV Valencia para conocer la respuesta que tiene esta experiencia, así como a los sindicatos, y ver «qué pasará a la ciudad» con la jornada de cuatro días, sin entrar en ningún tipo de negociación colectiva entre trabajadores y empresarios, una cuestión que no es competencia municipal.
Aunque queda fuera de la prueba, se da la coincidencia de que la primera semana completa de abril también tendrá cuatro días laborables al celebrarse el día 7 la festividad de Viernes Santo.
APOYO DE LA GENERALITAT
En la Comunitat Valenciana la Generalitat ha comenzado este año a conceder ayudas a empresas por cada trabajador que sumen a la jornada de 32 horas semanales, siempre que exista un acuerdo previo con la representación legal del empleado y un plan de mejora de la productividad.
El programa piloto de la Conselleria de Economía para incentivar la reducción del tiempo de trabajo en las empresas valencianas tiene como objetivos testar la mejora de la productividad, de la conciliación y del bienestar laboral y patrones de movilidad y usos energéticos más responsables y sostenibles.
En mayo València acogió la Cumbre Internacional de la Semana de 4 Días, en la que líderes políticos y sindicales analizaron los pros y contras de esta medida y las experiencias en otros países en cuestiones como la reorganización de los cuidados para que no recaigan en la mujer, la reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), frenar el consumo de energía y la reducción de los desplazamientos.
ANALIZAR QUÉ PASA ANTES, DURANTE Y DESPUÉS
El concejal de Comercio de València, Carlos Galiana, explica a EFE que se aprovecharán una serie de festivos para testear un programa piloto y analizar qué pasará en la ciudad antes, durante y después a todos los niveles (movilidad, contaminación atmosférica, hostelería, comercio, ocio, cultura, ocupación del espacio público, etc).
El centro de innovación Las Naves será el encargado de recopilar los datos de los diferentes agentes y de la Oficina de Estadística del Ayuntamiento para analizarlos.
El Ayuntamiento ha consultado con los sindicatos UGT, CCOO, con la patronal CEV y con Cámara Valencia, y próximamente lo hará con la organización empresarial de distribución alimentaria Asucova.
LA OPINIÓN DE LOS AFECTADOS
Desde la patronal CEV Valencia, su presidenta, Eva Blasco, ha señalado que la acumulación de festivos en el periodo de un mes «complica» la organización de personal y servicios como las entregas, con la circunstancia de que cuatro lunes seguidos serán festivos.
El sector más afectado será el de servicios (comercio, hostelería, transporte), que no ve la consecución de lunes festivos como «lo más conveniente», y no tanto la industria al ubicarse fuera de la ciudad de València, en sus alrededores (polígonos de Paterna, Quart de Poblet y Riba-roja).
Blasco recuerda que el planteamiento de la patronal es trasladar a lunes los festivos que coincidan en domingo, en coincidencia con otros países, y el presidente de la patronal del pequeño comercio Confecomerç, Rafael Torres, ha insistido en esta idea y en que pidieron expresamente que el festivo del 22 de enero se trasladara al día siguiente.
Para el pequeño comercio, «es impensable» esta medida, ni siquiera como experimento, ya que se trata de un modelo planteado para un formato de empresa más grande y no para el comercio de proximidad, dado el tamaño de las plantillas y la presencialidad necesaria.
No se pueden reorganizar plantillas medias inferiores a cuatro empleados, argumenta Torres, quien cree que los cuatro festivos perjudicarán la actividad económica en una época, Semana Santa, en la que ya hay pocos días hábiles.
El comercio con una superficie menor a 300 m2 tiene permitida la apertura en festivos pero la mayor parte del pequeño comercio no abrirá el 24 de abril porque no le compensan los gastos y por la conciliación familiar.
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