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Sucesos

Maje y Salva, culpables por unanimidad

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Maje, "la viuda negra de Patraix", condenada a 22 años

El jurado en el juicio contra María Jesús M., Maje, conocida como ‘la viuda negra’ y Salvador R., su amante, por el asesinato de Antonio Navarro, el marido de ella, ha dictaminado por unanimidad que ambos son culpables de la muerte intencionada de la víctima en un garaje de Patraix (Valencia).

El veredicto, leído este viernes en la Ciudad de la Justicia de València después de que el jurado haya deliberado desde esta mañana, declara probado que ambos planificaron el crimen de la víctima. Considera acreditado que la acusada facilitó las llaves del garaje donde ocurrieron los hechos e información precisa al otro acusado, con quien mantenía una relación sentimental, para que acabara con la vida de su esposo a cuchilladas, lo cual ocurrió la mañana del 16 de agosto de 2017.

El jurado mantiene las penas que pedía el fiscal para ambos (22 años de cárcel para Maje y 16 para Salva), tras lo cual desde la defensa de Salvador se pide rebajar la condena a siete años y medio de cárcel al estimarse varias circunstancias atenuantes, y la defensa de Maje, que pedía su absolución, ha anunciado su intención de recurrir el fallo del jurado, que queda visto para sentencia.

El abogado Miguel Ferrer, que ha ejercido la acusación particular y representaba a la familia de la víctima, ha señalado que con este veredicto «se ha hecho justicia» y ha añadido la «alegría» de la familia de Antonio Navarro, que tiene «muchas ganas de descansar» y de «olvidar» después de tres años «muy largos».

El Tribunal del Jurado enjuiciaba desde el pasado día 14 a María Jesús M.C., conocida como Maje o como «la viuda negra de Patraix», y a su amante Salvador como supuestos responsables del asesinato del marido de ella, que fue apuñalado en su garaje de la calle Calamocha de València.

Los acusados llevan en la cárcel desde enero de 2018, cuando los investigadores determinaron su posible responsabilidad en un suceso que inicialmente fue abordado como un robo.

El ya famoso crimen de Patraix se ha juzgado más de tres años después del asesinato de Antonio Navarro, marido de Maje, cuando se disponía a subir al coche para acudir a trabajar. La acusada se casó con la víctima en septiembre de 2016 y, «en los meses anteriores a su matrimonio y durante el mismo, sin conocimiento ni consentimiento de su esposo, mantuvo relaciones afectivas y sexuales con el también acusado Salvador R.L. y con otras personas».

Ambos acusados eran compañeros en el hospital donde trabajaban, según detalla el fiscal en su escrito de acusación.

La relación creó en Salva «una situación de intenso enamoramiento y dependencia emocional hacia la acusada», quien, a lo largo de los encuentros, «hizo partícipe al acusado de los problemas que decía tener con su esposo, incluyendo episodios de violencia».

En julio de 2017 Maje decidió matar a su esposo y para ello convenció a Salvador de que su situación era insostenible, lo que llevó a ambos a planificar un crimen que se ejecutaría el 16 de agosto de 2017, en el garaje de la vivienda del matrimonio, donde entraría el acusado con las llaves que ella le facilitaría, siempre según el relato de la Fiscalía.

«En los días previos a la fecha acordada, el acusado se ausentó de Valencia con su familia» (estaba casado y tiene una hija), mientras que, la noche anterior, ella envió un whatsapp a su marido explicando que estaría de guardia en el hospital en el que trabajaba como enfermera y, por tanto, dejaría libre la plaza de aparcamiento en el garaje.

De ese modo se aseguró de que él aparcara en el lugar en donde, a la mañana siguiente, le estaría esperando su cómplice. En lugar de estar en el hospital de guardia, la acusada durmió esa noche con otro de sus amantes.

Según el relato del fiscal, Antonio aparcó su coche de empresa en la noche del 15 de agosto. A la mañana siguiente, «siguiendo el plan convenido con la acusada», Salvador entró en el garaje muy temprano con una mochila donde llevaba un cuchillo, unos guantes y una toalla.

Cuando Antonio acudió a la plaza para recoger su coche se vio sorprendido por el ataque del acusado, quien «salió de su escondite, le abordó rápida y sorpresivamente esgrimiendo el cuchillo y, estando frente a él, se lo clavó repetidamente en seis ocasiones». Las heridas eran mortales de necesidad y Antonio falleció casi inmediatamente.

El pasado martes, Salva ratificó ante el jurado que ella fue la instigadora del crimen contra su marido y que, aunque en un principio la exculpó por amor, finalmente se ha arrepentido, porque su hija le «pidió que dijera la verdad» .

En la misma sesión del juicio, Maje cambió su declaración y explicó ante el jurado que nunca supo que el primero fuera a darle un susto a su esposo en la mañana en que se produjo el crimen, como dijo en un principio.

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Detenido un exconvicto por el presunto homicidio de un empresario desaparecido de Bocairent

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Desaparecido empresario Bocairent

La Guardia Civil arresta a Antonio C. B., condenado previamente por asesinato, tras hallar pruebas biológicas en el vehículo y en la casa rural de la víctima

4 de julio de 2025 — La Guardia Civil ha detenido a Antonio C. B., un expresidiario con antecedentes por homicidio, como presunto autor de la muerte de un empresario desaparecido el pasado 29 de mayo en circunstancias sospechosas. Aunque el cuerpo aún no ha sido localizado, los investigadores han reunido pruebas concluyentes que apuntan a una muerte violenta.

La detención se ha llevado a cabo tras días de vigilancia discreta por parte del Grupo de Homicidios, que esperaba el resultado de pruebas de ADN para proceder al arresto con todas las garantías judiciales. La investigación apunta a que el empresario, Enrique G., de 77 años, pudo ser asesinado el mismo día de su desaparición.

Pruebas biológicas y una escena del crimen clara

La clave para esclarecer el caso ha sido el trabajo del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, que analizó tanto el vehículo de la víctima como su casa rural, donde se localizaron salpicaduras de sangre por proyección. El estudio detallado de esas manchas permitió deducir la trayectoria del arma blanca empleada, la dirección del ataque y la violencia del mismo.

Además, se hallaron vestigios biológicos del detenido en el coche, un Volkswagen Golf, presuntamente utilizado para transportar el cadáver. El análisis de estas pruebas, junto con el cotejo de ADN, fue decisivo para vincular al sospechoso con el crimen.

Una fuga sospechosa y antecedentes por asesinato

Según fuentes de la investigación, el día de la desaparición, una patrulla local observó maniobras extrañas en el vehículo de Enrique G. al entrar en una localidad próxima. El conductor, que no fue identificado en ese momento, huyó a gran velocidad, lo que generó sospechas. Todo apunta a que Antonio C. B. trasladaba el cuerpo sin vida del empresario en ese momento.

El arrestado ya fue condenado en 2006 por otro homicidio, cuando mató a cuchilladas al propietario de un establecimiento nocturno tras una discusión. Aquel crimen fue reconocido por el propio Antonio durante el juicio, tras pagar una indemnización a la familia de la víctima.

Hipótesis principal: venganza o robo

Los agentes investigan el móvil del crimen, ya que ambos hombres mantenían desavenencias tras una denuncia por intento de robo interpuesta por Enrique G. La víctima solía dormir en su casa rural en venta, donde realizaba labores de mantenimiento y mostraba la propiedad a posibles compradores.

Todo apunta a que Antonio C. B. entró en la vivienda con intención de robar o ajustar cuentas, y que, tras cometer el homicidio, trató de ocultar el cadáver sin éxito.

La investigación sigue abierta y la prioridad ahora es localizar el cuerpo del empresario para esclarecer completamente lo ocurrido.

 

 

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