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Manu Tenorio reaparece tras su fatídico accidente: «El dolor es inhumano»

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MADRID, 8 Nov. (CHANCE) – Manu Tenorio va recuperando poco a poco su vida normal después del fatífico accidente doméstico que vivió este verano. El cantante no ha querido faltar a la cena solidaria organizada por la Fundación Querer.

Allí, el marido de Silvia Casas nos ha hablado de su proceso de recuperación y de como afrontó el primer concierto que dio tras el accidente.

CHANCE: Nos alegramos de tenerte de vuelta.

Manu Tenorio: Muchas gracias.

CH: ¿Cómo estás?

Manu Tenorio: Bien, me estoy recuperando todavía, no he salido del tema de las quemaduras pero sigo con mi trabajo y con mis compromisos profesionales. Me estoy recuperando pero no estoy al 100%, he aprendido a tomármelo con calma `porque todo esto lleva un tiempo y hay que aguantarlo.

CH: Te vemos que tienes secuelas en las manos.

Manu Tenorio: Esto es lo de menos, el problema es que en el brazo todavía tengo una herida que todavía tiene que cicatrizar y estamos viendo si pasar otra vez por quirófano. Pero bueno, estoy bien.

CH: ¿Algún injerto o algo?

Manu Tenorio: Sí, efectivamente, sí. Quizás habrá que ponerme un pequeño injerto extraído de la pierna porque si no la curación me llevará meses y esto influye mucho en la vida diaria.

SILVIA CASAS: «ES UN BUEN ENFERMO»
CH: ¿Cómo es Manu como enfermo Silvia?

Silvia Casas: Es buen enfermo. Yo sería mucho peor.

CH: Enseguida le vimos cantando.

Silvia Casas: A los 15 días se fue a cantar a Marrakech, grapado… fue alucinante. Pidió permiso a los médicos de La Paz.

Manu Tenorio: Iba dopado hasta las orejas porque el dolor es inhumano pero tenía un concierto y la verdad es que fuimos para allí y me recibieron de una manera extraordinaria, fueron súper cariñosos pero cumplí con mi profesión. Son muchos años de trabajo y yo fallar a un concierto, se me tiene que caer un piano a lo alto de la cabeza.

CH: ¿Todavía tienes dolores?

Manu Tenorio: No, los dolores ya se han mitigado, ya no existen pero sí que es cierto que tengo una placa que todavía no ha cerrado y requiere una serie de curas y un tratamiento.

CH: Supongo que has tenido que disimular mucho por el niño también en esos momentos de desesperación.

Manu Tenorio: Sí, la verdad es que sí, cuando llegué a casa con los brazos vendados empecé a inventarme una historia de que era como una especie de disfraz de un súper héroe. Él vino corriendo hacia mí pero cuando me vio con los brazos vendados no quería acercarse. Pero bueno, hablándole a los niños con tranquilidad y explicándole las cosas la verdad es que lo asumió.

CH: Estabas pensando investigar la situación.

Manu Tenorio: Si estuviésemos en Estados Unidos sería millonario porque hay abogados que van a saco pero yo realmente prefiero invertir mi energía y mi vida en cosas más positivas. Esto puede ser un litigio que me llevaría años y prefiero invertir el tiempo en nuevas canciones, conciertos y en mi familia.

CH: Hay que ser positivos.

Manu Tenorio: Claro, quiero curarme del todo, recupera mi vida completa y al máximo lo antes posible y dejar esto atrás.

CH: A la cocina ahora no te acercas.

Manu Tenorio: La verdad es que estoy un poco tarado. No me da miedo. Aquello fue un accidente. Un accidente es algo fortuito que sucede de manera puntual pero eso no quiere decir que yo coja miedo. Lo más gracioso es que después de eso arreglamos el tema y continuó rompiéndose electrodomésticos en casa.

CH: ¿Ampliar la familia?

Silvia Casas: Bueno, si viene la cigüeña que venga y si no pues estmaos bien cómo estamos.

CH: ¿Pero os gustaría?

Silvia Casas: Nos gustaría pero somos conscientes de que tenemos una edad, que ya tenemos un niño… Si viene, bienvenido será.

CH: ¿Has podido felicitar a David?

Manu Tenorio: La verdad es que el hombre se preocupó por mí en cuento tuve el accidente. Como me pilló en esta historia, en este problema que tuve aproveché para felicitarlo y desearle lo mejor. Que venga una nueva vida a tu familia es lo mejor que te puede pasar. Más siendo un hijo deseado.

CH: ¿Desde cuándo colaboráis con la fundación Querer?

Manu Tenorio: Nosotros ya hemos colaborado desde hace tiempo, cuando sacaron una camiseta yo fui el padrino. Yo siempre procuro colaborar con asociaciones benéficas y que ayuden a los demás. Parte de nuestras entradas del concierto de Málaga las he cedido a una Fundación de mujeres maltratadas. Siempre procuro estar involucrado, quiero que mi hijo crezca en una sociedad solidaria, no podemos er egoístas y mirar solo nuestro ombligo.

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Iñaki Urdangarin rompe su silencio en su entrevista más dura: “Perdí prácticamente todo y uno de los amores de mi vida, que es Cristina”

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Iñaki Urdangarin
IÑAKI URDANGARIN/ EUROPAPRESS

Iñaki Urdangarin ha concedido la que ya es su entrevista más impactante desde que fue condenado por el caso Nóos. Durante 55 minutos de conversación en el programa Pla seqüència, de La 2 Cat, el exduque de Palma se ha abierto como nunca y ha repasado, sin filtros, los episodios más dolorosos de su vida reciente: la cárcel, la soledad, la caída personal y profesional y, sobre todo, el final de su matrimonio con la infanta Cristina.

En una charla íntima, en catalán y con un periodista al que le une una amistad de más de 30 años, Urdangarin ha mostrado una faceta desconocida para el gran público, marcada por la autocrítica, la emoción y el reconocimiento de las pérdidas que arrastra desde hace más de una década.

“Lo peor de mi condena fue perder a mi mujer”

La pregunta fue directa y la respuesta, demoledora. Al ser interrogado por el momento más duro de su etapa en prisión, Iñaki Urdangarin no dudó:
“Lo que perdí en prisión fue mucho tiempo. Materialmente perdí prácticamente todo. Y después hay una pérdida muy grande, uno de los amores de mi vida, que es Cristina”.

El exmarido de la infanta Cristina reconoció que el proceso judicial y la posterior condena no solo le arrebataron su libertad, sino también su estabilidad emocional y familiar. “Fue un periodo muy duro. Lo pasamos muy mal durante toda esa época y hubo consecuencias. Me da pena porque es una mujer a la que quiero mucho”, confesó, visiblemente emocionado.

Cataluña, el lugar desde el que decide hablar

Urdangarin explicó que eligió este formato y este idioma por una razón muy personal. Cataluña es el territorio donde creció, donde fue feliz y donde nacieron sus cuatro hijos. “La vinculación con esta tierra es muy importante. Mis hijos son catalanes y ahora estoy a medio caballo entre Vitoria y Barcelona”, señaló al inicio de la entrevista.

Esa cercanía emocional marcó el tono de toda la conversación, en la que se mostró tranquilo, aunque con nervios inevitables al enfrentarse por primera vez a una entrevista televisada tras años de silencio.

El día que supo que entraría en prisión

Uno de los momentos más reveladores llegó al recordar el instante exacto en el que supo que su ingreso en prisión era inevitable. “Estaba comiendo con mi mujer, Cristina, en Ginebra. Yo había trabajado 16 años para darle la vuelta a las acusaciones. Hasta el último momento pensamos que podíamos lograrlo”, relató.

Tras conocer la sentencia, reunió a sus hijos en Suiza para explicarles la situación y decidir juntos cómo afrontar lo que estaba por venir. Un episodio que, según él, marcó un antes y un después en su vida familiar.

“El primer día en la cárcel fue el peor”

Iñaki Urdangarin describió su llegada a prisión como un golpe devastador. “Cuando entras te das cuenta de que se ha acabado una etapa y empieza otra larga y dura. Todo cae. No tienes teléfono, no tienes nada. Los tres primeros meses lo pasé muy mal”, aseguró.

Por motivos de seguridad, eligió cumplir su condena en la prisión de mujeres de Brieva, donde vivió prácticamente aislado. “Era estar en un módulo vacío. Fueron mil noches dentro, con sus mil días”, recordó, reconociendo que no gestionó bien emocionalmente aquel periodo.

“Lloré muchísimo y entré en un bucle negativo”

El exdeportista olímpico no escondió su vulnerabilidad al hablar de su estado psicológico. “No estoy orgulloso de cómo gestioné emocionalmente mi situación. Lloré muchísimo y preocupé a la gente que estaba fuera”, confesó.

Con el paso del tiempo, encontró en la escritura una vía de escape. Durante meses llenó cuadernos con pensamientos, miedos y reflexiones que le ayudaron a recomponerse. No descarta que algún día esos escritos puedan convertirse en unas memorias, siguiendo la estela de otros miembros de la familia real.

El apoyo clave: su madre y sus hijos

Si hubo una figura esencial durante su caída, esa fue su madre, Claire Liebaert. “Ha sido mi primer apoyo siempre. Ella me conoce, igual que mis hijos”, afirmó. Urdangarin insistió en que su entorno más cercano nunca dudó de él: “Mi madre y mis hijos saben que es imposible que yo tuviera voluntad de delinquir”.

Una afirmación con la que vuelve a defender su versión de los hechos y su papel en el caso Nóos, aunque asegura que hoy vive sin rencor.

“El rencor no te ayuda, solo te resta energía”

El cierre de la entrevista estuvo marcado por un mensaje de aprendizaje personal. Urdangarin explicó que el rencor fue uno de los sentimientos que más trabajó en prisión. “Tienes que repasar honestamente lo que has hecho bien y lo que has hecho mal, aceptar dónde estás y darte cuenta de que el rencor no te ayuda. Eso se quedó allí, cuando se cerró la puerta de la prisión”, concluyó.

Con esta entrevista, Iñaki Urdangarin rompe definitivamente su silencio y ofrece su testimonio más crudo hasta la fecha, poniendo palabras al coste personal, familiar y emocional de uno de los mayores escándalos de la historia reciente de la familia real española.

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