La crisis sanitaria provocada por la COVID-19 que estamos viviendo ha provocado importantes cambios sociales en toda la población. Desde el inicio de la pandemia uno de los segmentos de la sociedad que más ha preocupado ha sido el de los menores. Muchos padres se han mostrado intranquilos ante la posibilidad de que los más pequeños pudieran contagiarse de COVID-19 sobre todo por la incertidumbre de los efectos que este virus puede producir en ellos.
Lo que sí es cierto es que los niños y niñas están dando un ejemplo a toda la sociedad. Su mundo ha cambiado de la noche a la mañana, tienen que llevar en clase y en la calle la mascarilla, no pueden ir al parque a jugar, no pueden practicar sus deportes favoritos junto a sus amigos, no pueden abrazar, besar, ni quedar con muchos amigos y familiares como solían hacer. Todo esto sin contar los meses que pasaron confinados en casa sin poder salir ni acudir a los centros educativos. Pero, aun así, los más pequeños de la casa están dando una lección al resto de la población con su actitud ejemplar obedeciendo las normas sanitarias de distanciamiento social sin protestar.
Ahora la empresa Bioinicia, junto con el CSIC, ha creado las mascarillas PROVEIL® KIDS para niños, con las que se pretende proteger al máximo a los menores y hacerles la vida un poco más fácil en estos tiempos de pandemia y cuya venta se realiza a través de su tienda electrónica proveil.es.
“Nos hemos dado cuenta de que los niños son un colectivo muy vulnerable puesto que tienen que acudir al colegio, ya desde hace unos meses, donde tienen un contacto con otros compañeros y por tanto la posibilidad de infecciones cruzadas se incrementan de una manera importante”, señala José María Lagarón Científico del CSIC y fundador de la empresa Bioinicia.
“La protección de ellos ha sido algo en lo que nos hemos querido centrar desde hace bastante tiempo y queríamos hacer una mascarilla que fuese mejor que las que ellos habitualmente utilizan, que pueden ser a lo mejor tejidas, que no tienen la protección, que igual son más bonitas, etcétera, pero con las que no van protegidos en general porque las mascarillas higiénicas no tienen que cumplir una norma”.
El objetivo principal de esta mascarilla es proteger con la máxima seguridad. “Nosotros lo que hicimos fue diseñar una mascarilla que tuviese las mismas propiedades de protección que la quirúrgica más restrictiva del tipo IIR, que es la protección que tenemos aquí, y adicionalmente lo que hemos querido es que cumpla también la norma. Al final para que los niños vayan protegidos debemos seguir las recomendaciones de los organismos notificados que certifican los productos. Entonces lo que hemos visto en algunos casos es que en algunas mascarillas las gomas son excesivamente largas y por tanto no cumplen, independientemente de que sean textiles o no sean textiles, o que a veces las textiles se les caen de la cara”.
Para Lagarón lo primero “es cumplir la norma; segundo, hacer un producto que tuviera las propiedades protectoras lo más exigente posibles. La mascarilla PROVEIL® para niños se fabrica en una sala blanca, igual que las quirúrgicas, lo que pasa es que como las quirúrgicas no existen para niños, pues sale como una higiénica con una certificación UNE 0064-2”.
“Cumplimos con todo y además las hemos hecho cosidas, lo que ralentiza el proceso de fabricación, pero pensamos que de esta manera redunda en una mejora en la resistencia mecánica de la mascarilla y en la imposibilidad de que la puedan romper de una manera fácil. A veces jugando los niños se enganchan con otros y la acaban rompiendo y si se rompe en clase, el resto de la jornada laboral pues están sin protección. Por eso esta es una mascarilla muy pensada”, afirma el científico.
Diferencias entre las mascarillas higiénicas del mercado y las mascarillas higiénicas Proveil® para niños
Para José María Lagarón la diferencia principal entre las mascarillas que han desarrollado y las mascarillas que se pueden encontrar en el mercado es que “utilizamos un filtro que se llama de nanofibras, que es un proceso de filtración mecánico y lo que hace es que mantiene esas propiedades de filtración durante más tiempo. Adicionalmente tiene otra serie de ventajas: evacua mejor el calor, la humedad, la respiración, el CO2 y por tanto genera un mayor confort”.
Este modelo de mascarilla es un avance importante con el que los niños salen ganando en comodidad y también las familias con respecto a la duración y no tener que llevar varias mascarillas al colegio.
“Una de las ventajas de las nanofibras y de esa filtración mecánica es que la filtración es permanente. En principio lo que podemos observar es que los niveles de protección se mantienen durante más tiempo, de manera que no haga falta cambiarla cada cuatro horas como ocurre con las mascarillas convencionales, sino que puedan tener un tiempo de vida mayor. Adicionalmente también se pueden desinfectar con disoluciones alcohólicas que la tecnología convencional tampoco permite”.
Además, para su desinfección y poder volver a utilizarlas “las mascarillas con filtros de nanofibra se pueden desinfectar de dos formas: una de ellas es rociándola con spray de alcohol de al menos un 70%. Se rocía por el interior y/o por el exterior y después se deja secar al aire durante una hora para que se evapore el alcohol. La segunda forma es mediante inmersión en una disolución alcohólica, siempre al 70%, y después se deja secar al menos durante cinco o seis horas al aire.
Lagarón señala que las mascarillas PROVEIL para niños se pueden volver a utilizar. “Hemos medido que en general por lo menos hasta dos jornadas de trabajo, laborales o escolares se pueden utilizar y si no hay dificultades para la respirabilidad, quizás se puedan utilizar incluso durante más días. Siempre para evitar que la contaminación de bacterias, etcétera pueda generar un problema en la salud del niño por simplemente aspirar estas bacterias, es conveniente desinfectarlas entre día y día de uso”.
Sobre PROVEIL®
La mayoría de las mascarillas faciales que se utilizan hoy en día se basan en fibras de polipropileno soplado desde el fundido, intercaladas entre capas no tejidas hiladas. Su eficacia para filtrar partículas pequeñas en el aire se basa en cargas superficiales electrostáticas, que atraen y capturan estas partículas del aire cuando pasa a través del filtro. Este efecto de filtrado electrostático solo funciona cuando la mascarilla está seca y desaparece rápidamente durante el uso, ya que la humedad del aliento elimina la carga electrostática. Es por esta razón que los filtros spunbond / meltblown / spunbond, (SMS), presentes de manera masiva en el mercado, no son adecuados para un uso continuo y deben desecharse y reemplazarse con frecuencia.
PROVEIL® es diferente. Una capa extremadamente delgada de nanofibras, con diámetros diez veces más pequeños que las fibras sopladas en fusión convencionales, proporciona una filtración mecánica altamente efectiva para partículas pequeñas en el aire con muy poca reducción en la eficiencia con el tiempo. Un tamaño de poro más pequeño y homogéneo dentro del filtro PROVEIL® maximizan la probabilidad de que las fibras detengan las partículas sin depender de la atracción electrostática. Esto significa que el rendimiento del filtro PROVEIL® se mantiene a lo largo del tiempo.
Sobre BIOINICIA
Cuando estalló la pandemia, los trabajadores de la salud sufrieron por la falta de suministro de equipo de protección crítico. Para responder a esta demanda, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y Bioinicia dedicaron sus recursos al desarrollo de un filtro de mascarilla respiratoria que protegería a los trabajadores clave del virus, y Bioinicia pivotó su planta de fabricación farmacéutica para producir y suministrar PROVEIL® a fabricantes españoles y europeos de mascarillas.
Bioinicia es una empresa de fabricación y desarrollo de proyectos con un sólido departamento de ingeniería y un fuerte enfoque en los procesos de electrohilado y electropulverización.
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