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Salud y Bienestar

Alerta por la avispa asiática: cómo actuar en caso de picadura

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avispa asiática
Imagen de una avispa asiática /MRM

En los últimos años, la presencia de la avispa asiática (Vespa velutina), también conocida como «avispa velutina», ha generado preocupación creciente en diversas regiones del mundo, incluyendo Europa. Originaria de Asia, esta especie invasora se ha expandido rápidamente y representa una amenaza para la biodiversidad local y la salud pública debido a su comportamiento agresivo y a su picadura venenosa.

Riesgos y Peligros de la avispa asiática

La avispa asiática es reconocida por su tamaño considerable y su aguijón potente. Estas avispas son depredadoras de abejas, lo que afecta negativamente a las poblaciones de abejas melíferas, cruciales para la polinización de cultivos y el equilibrio ecológico. Además, su presencia cerca de zonas urbanas y rurales aumenta el riesgo de encuentros con humanos, lo que puede resultar en picaduras dolorosas y potencialmente peligrosas.

Características de la Picadura

Cuando una persona es picada por una avispa asiática, experimenta un dolor agudo y una reacción localizada en la zona afectada. El veneno de estas avispas contiene toxinas que pueden desencadenar respuestas alérgicas severas en algunas personas, especialmente si han sido picadas múltiples veces o son sensibles a las picaduras de himenópteros.

Los síntomas comunes de una picadura de avispa asiática incluyen:

  • Dolor intenso y ardor en el lugar de la picadura.
  • Enrojecimiento e hinchazón alrededor de la zona afectada.
  • Puede aparecer una roncha elevada.
  • En casos más graves o en personas alérgicas, pueden ocurrir síntomas como dificultad para respirar, hinchazón facial o mareos.

¿Cómo Actuar en Caso de Picadura?

Ante una picadura de avispa asiática, es crucial actuar rápidamente siguiendo estos pasos:

  1. Retirar el Aguijón (si está presente): Usando una tarjeta de crédito u otro objeto plano, raspe suavemente la piel para extraer el aguijón sin apretar, para evitar la liberación adicional de veneno.
  2. Lavar la Zona: Limpie el área afectada con agua y jabón para reducir el riesgo de infección.
  3. Aplicar Frío: Coloque compresas frías o hielo envuelto en un paño sobre la picadura para aliviar el dolor y reducir la hinchazón.
  4. Controlar los Síntomas: Esté atento a cualquier signo de reacción alérgica grave. Si la persona afectada presenta dificultad para respirar, hinchazón significativa o mareos, busque atención médica de inmediato.
  5. Analgesia y Antialérgicos: Si es necesario, administre analgésicos de venta libre como paracetamol y antihistamínicos para aliviar el dolor y reducir la reacción alérgica.

En conclusión, la presencia de la avispa asiática representa un desafío significativo para las autoridades y la población en general. Mantener la vigilancia y estar preparados para actuar adecuadamente en caso de una picadura son pasos importantes para minimizar los riesgos asociados con esta especie invasora.

15 fotos que te ayudarán a saber qué insecto te ha picado

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Sueño irregular entre semana y descanso extra en fin de semana: ¿cómo afecta al cuerpo?

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Sueño irregular

Dormir mal o dormir poco entre semana es un hábito muy extendido. Muchas personas intentan compensarlo “recuperando” horas de sueño durante el fin de semana, confiando en que así el cuerpo volverá a equilibrarse.
Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Sleep demuestra que dormir más el fin de semana no revierte los daños metabólicos provocados por la falta de sueño de lunes a viernes.

La investigación, realizada por la Facultad de Medicina Yong Loo Lin de la Universidad Nacional de Singapur (NUS Medicine), advierte de un impacto silencioso y preocupante: un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, incluso en personas jóvenes y sanas.


El estudio: 48 adultos jóvenes y un análisis exhaustivo del sueño y la glucosa

El equipo liderado por June Chi-Yan Lo y Khoo Chin Meng siguió durante dos semanas a 48 adultos jóvenes sanos (21–35 años) en un laboratorio del sueño.
Todos comenzaron el estudio con dos noches de descanso adecuado para medir correctamente su glucosa e insulina en un estado basal sano.

Después fueron divididos en tres grupos:

1. Sueño corto estable

  • 6 horas de sueño entre semana

  • 8 horas durante el fin de semana

  • Simula una semana laboral típica

 2. Sueño corto variable

  • Entre 4 y 8 horas entre semana (horarios irregulares)

  • 8 horas el fin de semana

  • Mismo tiempo total de sueño que el grupo anterior, pero distribuido de manera desigual

 3. Grupo control

  • 8 horas de sueño todos los días

  • Patrón de descanso óptimo

Durante todo el estudio, se controlaron sus comidas y se realizaron repetidas pruebas de tolerancia oral a la glucosa (PTGO) para medir cómo respondían sus cuerpos.


Resultados clave: la falta de sueño daña la gestión de la glucosa, incluso con “sueño de recuperación”

Los resultados fueron contundentes:

 1. Dormir poco entre semana altera la glucosa aunque se duerma más el fin de semana

Los grupos con falta de sueño mostraron tolerancia a la glucosa deteriorada, un marcador temprano de riesgo metabólico.

2. Resistencia a la insulina en quienes dormían 6 horas de forma regular

Su cuerpo necesitaba más insulina para mantener los niveles estables, pero aun así la glucosa seguía alta.

 3. Peor aún en quienes dormían con horarios irregulares

El grupo de sueño variable presentó:

  • aumentos más fuertes de glucosa,

  • sin producir insulina compensatoria suficiente.

Esto sugiere un daño más temprano en las células del páncreas encargadas de producir insulina.

4. Solo el grupo que dormía 8 horas diarias mantuvo un metabolismo normal

No se observaron cambios en la regulación de la glucosa.


¿Por qué dormir poco aumenta el riesgo de diabetes tipo 2?

Según los investigadores, el sueño insuficiente altera procesos esenciales para el metabolismo:

  • Desregula la sensibilidad a la insulina

  • Aumenta el estrés oxidativo

  • Cambia la actividad del sistema nervioso

  • Afecta hormonas clave como la leptina y la grelina

  • Reduce la capacidad del páncreas para equilibrar la glucosa

Cuando este patrón se repite cada semana, el cuerpo entra en un ciclo de estrés metabólico que dispara el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.


Dormir más el fin de semana NO basta: la regularidad importa

El hallazgo más importante del estudio es claro:

No se puede “resetear” el cuerpo durmiendo más el fin de semana.

La recuperación parcial del sueño no impide que los niveles de glucosa aumenten cuando vuelve el patrón de pocas horas entre semana.
Y, además, los horarios irregulares son incluso peores que dormir poco pero de manera estable.


Implicaciones para la salud y consejos prácticos

Este estudio destaca la importancia de incluir el sueño dentro de los factores de prevención de enfermedades metabólicas. Para proteger la salud, los expertos recomiendan:

Dormir entre 7–9 horas cada noche Mantener horarios estables, también los fines de semana

Evitar variaciones bruscas en las horas de acostarse y levantarse

Priorizar el sueño tal como se prioriza la alimentación y el ejercicio

Consultar con un especialista si hay insomnio o dificultades crónicas

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