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Muere Vicente Luna, uno de los grandes maestros de la etapa dorada de las Fallas

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Muere Vicente Luna, uno de los grandes maestros de la etapa dorada de las Fallas

València, 9 oct (EFE).- Vicente Luna, uno de los grandes maestros de la etapa dorada de las Fallas, ganador en tres ocasiones del primer premio de la sección especial de València y autor de fallas emblemáticas en la actual plaza del Ayuntamiento, ha fallecido este sábado a los 96 años de edad, según fuentes familiares y del Gremio de Artistas Falleros.

Casado y padre de dos hijas, Pilar y María José, que son también artistas falleras, Vicente Luna fue uno de los integrantes de la denominada «generación de los escultores de oro», que integró a los cuatro mejores artistas de las décadas de los sesenta y setenta del siglo XX, junto a Salvador Debón, Juan Huerta y Julián Puche.

Además de recibir numerosos premios y reconocimiento del mundo fallero, su prestigio y brillante trayectoria le hizo acreedor de la Distinción de la Generalitat al Mérito Cultural en 2005.

Nacido en la calle de San Bult, en el barrio de la Xerea del ‘cap i casal’, Vicente Luna estudió Artes y Oficios Artísticos y en la década de los cuarenta empezó como aprendiz en los talleres de Carlos Tarazona y Vicente Hurtado, hasta que en 1951 inició su carrera en solitario como artista con la falla «Industria y comercio», en la demarcación de Juan Llorens-Calixto III.

Tras ganar el premio de sección tercera en 1954 con «De Pepe Hillo als pillos» (Nave-Bonaire, 1954), debutó en sección Especial en 1955 con una trilogía en la plaza del doctor Collado: «Bajonazo y tente tieso» (1955), «Paso a la región valenciana» (1956) y «La campaña del silencio» (1957).

Un nuevo primer premio, esta vez en 1959 en sección Primera con «Todo sea por la mujer» (Espartero-Gran Vía Ramón y Cajal), le permitió volver de nuevo a la máxima categoría de las fallas con tres primeros premios consecutivos: dos de ellos en la demarcación de Convento Jerusalén-Matemático Marzal con «Los torneos» (1961) y «La campanada» (1962), y el tercero en la plaza del Mercado Central con «Y va bola -la publicidad-» (1963).

En este último emplazamiento, además de otras fallas míticas como «Parotets i marotetes» (1969), «La marcha de la ciudad» (1970) y «España es diferente» (1972), Vicente Luna conquistó cuatro ‘ninots indultats’ (salvados del fuego por votación popular): «Pastor con borreguitos» (1963), «Una friega de barriga» (1964), «Con mala fortuna» (1965) y «Niña con cerdito» (1965).

Autor de unas 75 fallas a lo largo de 40 años de trayectoria artística, Vicente Luna escribió una de las páginas más brillantes de la historia de las fallas de València con doce monumentos emblemáticos en la actual plaza del Ayuntamiento, en aquella época denominadas sucesivamente plaza del Caudillo y plaza del País Valenciano.

Entre ellas figuraron «La Libertad» (1973), una reproducción de la estatua de la libertad neoyorquina en los años finales del franquismo; «La serpiente de mar» (1975), un impresionante reptil enroscado en varias vueltas y de cerca de cien metros de longitud; «Vanidades» (1976), con el henchido pavo de la fanfarronería; «La nueva torre de Babel» (1977), con la reproducción de la fachada de los leones del Congreso de los Diputados de Madrid como símbolo de las disputas políticas.

También creó «La polución» (1979), una de las primeras fallas dedicadas a los problemas medioambientales; «El juicio final» (1980), con una columna salomónica de cerca de 30 metros de altura, y «Concord… concordia» (1981), el avión supersónico que reivindicaba una convivencia pacífica entre los españoles tras la aprobación de la Constitución de 1978.

Fue además el autor de una falla plantada en junio de 1982 con motivo del Mundial de fútbol celebrado en España, una competición en la que València fue una de las sedes, con la selección española disputando sus partidos en el estadio Luis Casanova (hoy Mestalla). La falla tenía por lema «Atlante moderno», con un gigante dios griego sosteniendo sobre su cuello un enorme balón de reglamento en vez de la cúpula celeste.

Gran aficionado a los toros, Vicente Luna fue también el autor de los trofeos que, en la década de los ochenta, la Diputación de Valencia concedía en las ferias de Fallas y Julio. Además, en 1992 creó el premio al «trasteo más dominador» de la Feria de fallas.

Joan Castelló

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Valencia

Meteored alerta de un “tren siberiano” que podría dejar nieve en Valencia

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La posibilidad de nieve en Valencia genera siempre expectación, especialmente cuando las previsiones meteorológicas sitúan la cota de nieve en torno a los 600 metros. Aunque la capital valenciana, situada a nivel del mar, rara vez ve nevar, el interior de la provincia sí puede registrar episodios de nieve en cotas relativamente bajas cuando se dan las condiciones adecuadas.

¿Es posible que nieve en Valencia a 600 metros?

Sí. Cuando se producen entradas de aire frío, combinadas con precipitaciones y temperaturas bajas, la cota de nieve puede descender hasta los 600 metros en zonas del interior de la Comunitat Valenciana. Este escenario no es habitual, pero tampoco excepcional durante episodios invernales intensos.

Las áreas más propensas a recibir nieve a esa altitud son las zonas montañosas del interior, donde la altitud, la orientación y el frío acumulado favorecen la aparición de nieve frente a la lluvia.

Zonas donde podría nevar con cota de 600 metros en Valencia

Con una cota de nieve situada en torno a los 600 metros, los puntos con mayor probabilidad de ver copos o acumulaciones ligeras son:

  • El Rincón de Ademuz, una de las zonas más frías de la provincia

  • Municipios del interior norte y oeste de Valencia, como las comarcas de Los Serranos o el Alto Turia

  • Sierras interiores con altitudes cercanas o superiores a los 600–700 metros

En estos lugares, la nieve puede cuajar especialmente durante la madrugada o primeras horas del día, cuando las temperaturas son más bajas.

Por qué baja la cota de nieve hasta los 600 metros

La cota de nieve desciende cuando coinciden varios factores meteorológicos:

  • Aire frío en capas bajas

  • Temperaturas cercanas o inferiores a 0 ºC en altura

  • Precipitaciones persistentes

  • Viento que favorece la entrada de masas de aire más frías

Cuando estos elementos se combinan, la lluvia puede transformarse en nieve a altitudes más bajas de lo habitual en la Comunitat Valenciana.

¿Puede nevar en la ciudad de Valencia?

Es muy poco probable que nieve en la ciudad de Valencia, incluso con una cota de 600 metros, debido a su cercanía al mar y a las temperaturas más suaves. Sin embargo, no se descartan episodios de aguanieve en situaciones muy concretas, aunque serían excepcionales y sin acumulación.

Precaución en carreteras del interior

Cuando la cota de nieve baja a 600 metros, las carreteras del interior valenciano pueden verse afectadas por nieve o hielo, especialmente en puertos de montaña y tramos elevados. Se recomienda extremar la precaución, consultar el estado de las vías y evitar desplazamientos innecesarios en zonas altas.

Un fenómeno poco frecuente, pero posible

La nieve en Valencia a 600 metros no es habitual, pero forma parte de los episodios invernales más destacados. Cada vez que se produce, suele dejar imágenes poco comunes en pueblos del interior y un notable descenso térmico en toda la provincia.

 

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