Salud y Bienestar
¿Por qué aumentan las dioptrías? Factores que influyen en su aumento
Publicado
hace 10 mesesen
El aumento de las dioptrías, que se refiere a la medida utilizada para cuantificar la graduación de los errores refractivos en el ojo, como la miopía, hipermetropía y astigmatismo, es un fenómeno que preocupa a muchas personas. Entender las causas de este incremento puede ayudarte a cuidar mejor tu salud visual y prevenir un avance acelerado de los problemas de refracción. En este artículo, exploraremos las razones por las que aumentan las dioptrías y los factores que pueden influir en su progresión.
¿Qué son las dioptrías y por qué son importantes?
Las dioptrías son una unidad de medida que refleja la capacidad de los ojos para enfocar la luz correctamente sobre la retina. Cuando existen errores de refracción, como la miopía (dificultad para ver de lejos) o la hipermetropía (dificultad para ver de cerca), los ojos necesitan una corrección óptica, ya sea con gafas, lentes de contacto o cirugía refractiva. Cuanto mayor sea el número de dioptrías, más severo es el problema visual.
¿Por qué aumentan las dioptrías?
El incremento de las dioptrías puede deberse a diversos factores, que incluyen genética, hábitos de vida y condiciones médicas. A continuación, analizamos las principales causas:
1. Crecimiento del ojo en la infancia y adolescencia
- Durante la etapa de crecimiento, especialmente en la infancia y la adolescencia, el ojo puede crecer más de lo necesario, lo que genera un alargamiento del globo ocular. Este fenómeno es común en personas con miopía progresiva, lo que lleva a un aumento de las dioptrías.
- El desarrollo del ojo suele estabilizarse hacia los 20-25 años, pero en algunos casos, la miopía puede continuar aumentando en la adultez.
2. Factores genéticos
- La herencia genética juega un papel fundamental. Si uno o ambos padres tienen miopía, existe un mayor riesgo de que los hijos desarrollen problemas refractivos.
- Estudios han demostrado que la predisposición genética es una de las principales razones del aumento de las dioptrías.
3. Exposición excesiva a pantallas
- El uso prolongado de dispositivos electrónicos como móviles, ordenadores y tabletas genera fatiga visual digital, lo que puede contribuir al avance de la miopía.
- La falta de descanso visual y la exposición a distancias cortas de enfoque durante períodos prolongados fuerzan los músculos oculares, acelerando el deterioro.
4. Falta de exposición a la luz natural
- Pasar menos tiempo al aire libre y exponerse a poca luz natural está relacionado con un mayor riesgo de aumento de dioptrías.
- La luz natural estimula la producción de dopamina retinal, un neurotransmisor que ayuda a frenar el alargamiento excesivo del globo ocular.
5. Estrés visual
- Leer en condiciones de poca luz, realizar tareas con distancias de enfoque muy cercanas o pasar muchas horas estudiando sin pausas puede empeorar los problemas refractivos.
- Este estrés visual es particularmente relevante en estudiantes y trabajadores que pasan largas jornadas delante de libros o pantallas.
6. Condiciones médicas subyacentes
- Algunas enfermedades como la diabetes pueden provocar fluctuaciones en la visión y un aumento de las dioptrías.
- Problemas como el queratocono (deformación de la córnea) o cataratas también pueden alterar la refracción ocular, incrementando la necesidad de corrección óptica.
7. Envejecimiento
- Con la edad, es común que se presenten cambios en la visión. La presbicia o vista cansada aparece en la mayoría de las personas mayores de 40 años, lo que puede combinarse con un aumento de otras dioptrías previamente existentes.
Factores que pueden acelerar el aumento de dioptrías
- No usar la corrección adecuada:
- No llevar gafas o lentes de contacto con la graduación correcta puede empeorar la vista, ya que el ojo se esfuerza más de lo necesario.
- Hábitos de lectura inadecuados:
- Leer muy cerca del rostro o en posturas incómodas puede contribuir al deterioro visual.
- Falta de revisiones oftalmológicas:
- Detectar y tratar problemas visuales a tiempo es clave para evitar un aumento innecesario de las dioptrías.
- Estilo de vida sedentario:
- La falta de actividad física y el exceso de tiempo en interiores pueden influir negativamente en la salud ocular.
¿Cómo prevenir el aumento de las dioptrías?
Aunque en muchos casos el aumento de dioptrías es inevitable, hay medidas que pueden ayudarte a ralentizar su progresión:
1. Pasar tiempo al aire libre
- Dedicar al menos 2 horas al día en exteriores puede reducir el riesgo de miopía progresiva, especialmente en niños.
2. Descansar la vista
- Sigue la regla del 20-20-20: cada 20 minutos, mira a un objeto a 20 pies de distancia (6 metros) durante 20 segundos. Esto reduce la fatiga ocular.
3. Usar lentes correctivas adecuadas
- Es crucial llevar la graduación correcta en gafas o lentes de contacto. Realiza revisiones periódicas para actualizarla según sea necesario.
4. Evitar el uso excesivo de pantallas
- Reduce el tiempo frente a dispositivos electrónicos y utiliza filtros de luz azul para proteger los ojos.
5. Seguir una dieta saludable
- Alimentos ricos en vitamina A, omega-3 y antioxidantes favorecen la salud ocular. Algunas opciones incluyen zanahorias, espinacas, pescado y frutas cítricas.
6. Tratamientos especializados
- En casos de miopía progresiva, se pueden utilizar terapias como lentes orto-k (lentes de ortoqueratología) o colirios de atropina de baja dosis bajo supervisión médica.
Consulta al oftalmólogo regularmente
Es fundamental realizar revisiones oftalmológicas de forma periódica para detectar cualquier cambio en la visión a tiempo. Un diagnóstico temprano puede prevenir complicaciones mayores y garantizar un tratamiento adecuado para mantener la salud visual.
Conclusión
El aumento de las dioptrías es un problema multifactorial que puede ser influenciado por la genética, los hábitos de vida y las condiciones médicas. Aunque no siempre se puede evitar, adoptar medidas preventivas y mantener un estilo de vida saludable puede ayudarte a cuidar tus ojos y ralentizar el progreso de los problemas refractivos. No olvides consultar regularmente a tu oftalmólogo para mantener tu visión en las mejores condiciones posibles.
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Los alimentos infalibles para prevenir resfriados
Publicado
hace 7 horasen
13 noviembre, 2025
La tradición popular atribuye propiedades curativas a los alimentos con vitamina C, pero ¿sabemos cuáles son los alimentos para prevenir resfriados?
Algunos como el ajo, la sopa de pollo o la miel frente al resfriado, la tos, la congestión o la gripe. Sin embargo, en la actualidad no hay ninguna prueba científica que demuestre que su consumo sea beneficioso para este objetivo.
Según ha explicado la doctora Laura Arranz, profesora del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimenación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona, lo que realmente contribuye a prevenir estas enfermedades, e incluso a aliviar sus síntomas, es seguir hábitos de vida saludables y una alimentación equilibrada.
La doctora ha precisado que «más allá de la vitamina C hay muchos nutrientes imprescindibles para el sistema inmunitario. Todas las vitaminas, minerales como el zinc, antioxidantes como los polifenoles o los betacarotenos, grasas como los Omega-3 y las fibras (sobre todo de tipo soluble) son básicos en un cóctel de salud».
MINERALES Y VITAMINAS
Las vitaminas A, C y E, el magnesio, el cobre, el manganeso o el hierro son algunos de los elementos clave en los procesos celurares que ayudan a neutralizar los radicales libres y el estrés oxidativo.
La doctora Arranz ha aclarado que «el funcionamiento correcto del metabolismo y de las defensas antioxidantes requiere la presencia de estos nutrientes en cantidades suficientes». La pregunta que subyace es qué alimentos propocionan estos nutrientes.
Según la experta, «los alimentos de origen vegetal son ricos en antioxidantes, pero especialmente la fruta, las hortalizas, las verduras de hoja verde, las semillas y los frutos secos». Además, ha aconsejado «consumir una buena parte de estos vegetales en crudo o con tiempos de cocción adecuado para que la ingesta de antioxidantes se amayor».
EL ZINC COMO REGULADOR DEL SISTEMA INMUNE
La doctora Arranz ha explicado que «el zinc es un oligoelemento esencial que juega un papel clave en más de 300 enzimas y está involucrado en la comunicación celular, además de desempeñar un importante papel en la regulación del sistema inmune».
Ha añadido, además, que «el déficit de zinc, que afecta al 20% de la población mundial, se asocia a la disminución del sistema inmunitario». Entre los alimentos que contienen zinc se encuentran las carnes, el pescado, los moluscos, las espinacas o los frutos secos.
OMEGA-3: GUARDIÁN DE LAS DEFENSAS
Las grasas Omega-3 son importantes para el sistema inmunitario, para la salud cardiovascular y para la salud visual y cerebral pero además intervienen como precursores de las moléculas antiinflamatorias.
La experta ha detallado que «si queremos cuidar las defensas, debemos aumentar la ingesta de frutos secos, especialmente nueces y almendras, para conseguir un aporte diario de dos gramos de ácido alfa-linolénico y pescado azul para conseguir 200 gramos de ácido docosahexaenoico (ácido graso poliinsaturado omega-3)».
LA FIBRA, UNA COMPAÑERA ALIADA
La nutricionista ha revelado que «la fibra ayuda a la nutrición y el bienestar de las bacterías beneficiosas que residen en el intestino y que juegan a un rol principal en el sistema inmunitario, por lo es imprescindible en el día a día».
Además, la fibra dietética proviene de los alimenos de origen vegetal tales como las legumbres, las semillas, los frutas secos, las verduras o las frutas.
Sin embargo, la doctora ha advertido que las legumbres «puedencausar problemas de flatulencia debido a la gran cantidad de fibra que aportan». Por ello, para evitar este problema ha aconsejado «tomar raciones pequeñas tres veces pro semana en lugar del tradicional plato de legumbres solo un día a la semana».
Alimentos para prevenir resfriados
La lista de alimentos que ayudan a prevenir gripes, catarros y resfriados es larga… Educo nos la detalla.
1. Pescados, un gran aporte de Omega-3
Los pescados, entre los que destaca el pescado azul, aportan proteínas y Omega-3 al organismo. Estas sustancias ayudan al organismo a proteger los pulmones de las infecciones respiratorias al sintetizar anticuerpos. Ya ves: incluye pescado en el menú semanal. Dos porciones semanales de salmón ayudarán a levantar tus defensas.
2. Cítricos, el consejo de la abuela
¡Y cuánta razón tiene la abuela! Los cítricos son ricos en vitamina C, un nutrientes que puede ayudar a frenar el avance de un resfriado. ¿Lo mejor? Alternar los cítricos consumiendo naranja (muy rica en vitamina C), mandarina (rica en betacarotenes) y limón (gran valor antiséptico que lo convierte en un remedio natural contra el dolor de garganta y la tos).
3. Huevos: proteínas, vitaminas y minerales
Los huevos son un comodín en la cocina, no dudes en prepararlos un par de veces por semana. Un huevo contiene casi 7 gramos de proteína, pero además aporta al organismo vitaminas y minerales, entre los que destacan las vitaminas B6 y B12, el selenio y el zinc, ¡fundamentales para mantener fuerte el sistema inmunológico!
4. Yogur, el poder de los probióticos
Hoy en día se habla mucho de probióticos en la publicidad, pero ¿qué son? Los yogures tienen cultivos vivos que ayudan al sistema inmunológico a evitar que las bacterias malas progresen dentro del cuerpo. ¿Cómo? Muy fácil: si las bacterias buenas son más que las malas, ¡la guerra por la salud está ganada!
5. Verduras de hojas oscuras para reducir el tiempo de la enfermedad
La mayoría de nosotros piensa en un zumo de naranja para ingerir vitamina C. ¿Qué me dirías si te digo que las espinacas, las coles de Bruselas, la lechuga y el brócoli tienen más vitamina C que los cítricos? Incluye estas verduras en la dieta de los peques y si los niños se niegan a comer verduras, ¡disfrázalas! En el enlace te damos ideas al respecto.
6. Calabaza, la reina del beta-caroteno
El betacaroteno es esencial para el organismo ya que cuando éste lo absorbe, se transforma en vitamina A, un nutriente que mejora las defensas y ayuda a prevenir enfermedades. Dale a tus hijos calabaza asada, en crema, mezclada con arroz o en puré, ¡es rica y súper nutritiva! Si a tu hijo no le gusta la calabaza pero sí la zanahoria, ¡a por ella! Las zanahorias también tienen mucho beta-caroteno, motivo por el cual su acción es similar a la de la calabaza.
7. Kiwi, vitamina C al por mayor
Un kiwi aporta al cuerpo más vitamina C que una naranja. Es cierto que puede ser más difícil para los peques comer un kiwi que beber un zumo pero ¡con intentar no se pierde nada!
8. Cebolla y ajo, antibióticos naturales
Tanto la cebolla como el ajo ayudan a prevenir y curar la gripe y los resfriados. Ambos tienen propiedades mucolíticas que ayudan a expulsar secreciones. ¿Un consejo? A los peques suele molestarles más la textura que el sabor de estos alimentos, por eso te recomendamos trocearlos y cocinarlos hasta que no sean perceptibles en el paladar. No abuses de ellos y verás que los peques los comen sin casi darse cuenta.
9. Miel, efecto antitusivo ¡y preventivo!
Incluir la miel en el desayuno de los niños mayores (recuerda que los niños menores de 3 años no deben consumir miel por el riesgo de botulismo) puede ser una gran idea. La miel tiene un efecto preventivo al aumentar las defensas naturales y antitusivo, aliviando la molesta picazón de garganta. Sírvele a tu hijo una tostada con miel o coloca un poco de miel en la leche, ¡le encantará!
10. Frutos secos y legumbres para mantener el calor corporal
Parece una locura pero no lo es: en invierno, perdemos fácilmente el calor corporal, exponiéndonos a toda clase de enfermedades. Los alimentos híper calóricos como las legumbres y los frutos secos aportan la energía necesaria para mantener la temperatura corporal correcta, manteniendo a raya a las enfermedades. Además, tanto los unos como los otros aportan hierro y antioxidantes, fundamentales para mantener el sistema inmunológico fuerte.
11. Frutos rojos, vitamina C en pequeñas dosis
Los frutos rojos aportan vitamina C aunque para que sean realmente efectivos es necesario consumir gran cantidad. Los mencionamos porque ¡son fáciles de incluir en la dieta y a los peques les encantan! ¿Quién puede resistirse a las fresas, las moras y los arándanos? Incorpóralos al yogur o haz un rico batido de frutos rojos con leche.
12. Setas, propiedades antibacterianas
Las diversas setas, hongos y champiñones tienen propiedades antibacterianas que ayudan a combatir las enfermedades. Utilízalos en tostadas, cremas o como acompañamiento para carnes. Una buena alimentación es tan importante como un buen abrigo. Este invierno no lo dudes y prepara un menú equilibrado que incluya estos alimentos para prevenir gripes, catarros y resfriados.
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