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¿Por qué es tan caro ir al dentista?

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¿Por qué es tan caro ir al dentista?
¿Por qué es tan caro ir al dentista?

El coste de la mayoría de los tratamientos dentales resulta bastante elevado, tanto en España como en otros muchos países. Hay multitud de razones por lo que eso sucede. La mayor parte de su alto importe se debe a las exigencias tanto de los pacientes como de las autoridades sanitarias respecto a que el tratamiento dental sea seguro y cumpla las normas de salud, seguridad y medio ambiente. Por supuesto, también de que sea realizado únicamente por personal cualificado con una alta capacitación técnica y en una clínica bien acondicionada.

Para cumplir estas exigencias, el dentista tiene que invertir en equipos cada vez más avanzados, bien sea mediante su compra o recurriendo al renting de equipos dentales. Esto cuesta mucho dinero, naturalmente. Para cumplir con las exigencias de documentación, también tienen que invertir en costosos sistemas informáticos que deben ser capaces de almacenar grandes cantidades de datos como revisiones, radiografías, fotos, etc., de forma segura. El mantenimiento técnico de todos los equipos requiere visitas periódicas de técnicos de servicio, y esto también cuesta dinero.

Elegir al profesional equivocado puede costar caro. Es importante darse cuenta de que, por regla general y en cualquier ámbito, lo que recibimos está directamente relacionado con lo que pagamos.

Costes de formación

Con el reciente desarrollo tecnológico dentro de la odontología, también aumenta la demanda de mantenerse técnicamente actualizado. Prácticamente la totalidad de los profesionales de la odontología tienen que asistir a cursos, a menudo en otras ciudades, durante varios días. Mientras realizan las formaciones y reciclajes, se ausentan de la clínica. Todo esto también cuesta dinero.

A todo ello hay que sumar el coste que ha tenido para el odontólogo realizar los estudios oficiales para poder ejercer su profesión. Años de inversión en tiempo y dinero para poder lograrlo.

Otros costes directos e indirectos de una clínica dental

También hay que mencionar que todos los materiales que se consumen en las intervenciones que hacen los dentistas son caros porque se espera que sean de la mejor calidad. ¿O tal vez preferirías que te colocaran en la boca un material de empaste o una ortodoncia de baja calidad?

Sí, ya vemos que los costes son bastante elevados, y nos hacemos a la idea de por qué es así. Y todo sin haber siquiera llegado a mencionar nada sobre los gastos de alquiler, electricidad y servicios de limpieza, contabilidad, impuestos, etc., así como a la fuente de gastos potencialmente más importante: los salarios de los empleados que hacen posible que las clínicas ofrezcan su servicio.

Los costes que implica el funcionamiento de una clínica dental moderna son muy elevados. Por tanto, aunque ir al dentista puede parecer caro, la realidad es que los beneficios que obtenemos compensan ese gasto.

¿Quieres ahorrar en el dentista?

Por suerte, tienes varias opciones para reducir los costes que conlleva el tratamiento dental. Cepillarse los dientes correctamente, tomar menos alimentos y bebidas azucaradas y llevar una vida saludable son medidas que te ayudarán a no tener que gastar tanto dinero en el dentista, aunque esto, normalmente, se suele terminar descubriéndolo demasiado tarde.

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¿Podría España dar la sorpresa en Eurovisión 2025?

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El próximo 17 de mayo se celebra la edición de 2025 del Festival de Eurovisión en Basilea. Un certamen que, en España, ha tenido un seguimiento desigual durante su trayectoria, pero que ahora vuelve a congregar una gran cantidad de espectadores. Concretamente, hasta 5 millones en la anterior cita, de un global de 163 millones a nivel mundial. Una vez más, toda la atención estará centrada en nuestra representación y sus opciones al triunfo, que no son especialmente optimistas, a tenor de lo que publican las webs especializadas.   

 Países favoritos para la victoria según las casas de apuestas 

Las cuotas ya elaboradas sobre Eurovisión por las casas de apuestas españolas muestran que Suecia (1,29), Estonia (7,00) y Holanda (10,00) son los claros favoritos para ganar la edición suiza. Por detrás se sitúan países como Italia e Inglaterra, habitualmente muy por delante en la clasificación de las casas de apuestas. Muy por detrás, en cambio, se encuentra España, considerada incluso fuera del Top 20 de favoritos. Pero cuidado con las sorpresas, puesto que no es la primera vez que un tema parte con pocas posibilidades sobre el papel y acaba imponiéndose. Para muestra, lo de Lordi en 2006. 

En esta ocasión, ¿sorprende lo de Suecia? No, ni ahora ni nunca. Suecia es la gran potencia del concurso eurovisivo. Es más, las malas lenguas afirman que no gana siempre porque no quiere tener que organizar el certamen cada año. Es fácil recordar a ABBA con su “Waterloo”, pero es que han sido hasta 6 veces más. La última, hace dos años, con el doblete de Loreen, que ya se había impuesto en 2012 con su temazo “Euphoria”. Para esta edición, representados por KAJ y su “Bara Dada Bastu”, se presenta con una propuesta desenfadada, bastante folclórica y extremadamente pegadiza. 

¿Qué posibilidades reales tiene España de ganar? 

Pues, a tenor de lo que escriben los portales especializados, más bien pocas. Melody consiguió el privilegio (y la pesada responsabilidad) de representar a nuestro país al ganar el Benidorm Fest hace un par de meses. La canción elegida fue “Esa diva», que muestra varias de las líneas generales que un tema para Eurovisión debe incluir, para tener opciones de éxito. Sin embargo, para algunos seguidores carece del componente refrescante que acaba por imponerse. Además, la nueva versión es más bailable, pero no necesariamente conecta mejor con el público. 

¿Cuántos Eurovisión ha ganado España hasta ahora? 

A excepción de la honrosa participación de Chanel Terrero con su SloMo (que quedó en un meritorio tercer puesto), la historia reciente de nuestro país, aún siendo un miembro perteneciente al “Big Five”, ha sido cuanto menos discreta y muy alejada del éxito de otros tiempos. Hay que remontarse 30 años para encontrar una segunda posición, la que consiguió Anabel Conde y “Vuelve conmigo”. Ni siquiera el “efecto OT” llegó a pasar de la séptima posición en 2002.        

¿Y las victorias? Bien, para eso hay que ir mucho más atrás. Concretamente, a finales de los años 60. El “Do de pecho” lo dio Massiel con su ya mítico “La, La, La”; una composición del Dúo Dinámico, que originalmente iba a cantar Serrat, pero que acabó interpretando la artista madrileña. Y, para mayor gloria, España repetiría su hazaña justo un año después, en 1969, cuando Salomé compartía la victoria con otros tres países, gracias a su “Vivo cantando”.   

Fue, sin duda, una época dorada para las participaciones españolas en el certamen, con un cuarto puesto para Julio Iglesias, un segundo para Karina y otra medalla de plata para Mocedades. Nada que ver con ocasiones más recientes, en las que parece una costumbre tener que bajar de la vigésima posición para encontrar a nuestro país. Eso sí, con la excepción ya mencionada de Chanel. 

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