Síguenos

TIPS Y BELLEZA

¿Por qué nos operamos?, las confesiones de la cirujana Maritina Martínez

Publicado

en

¿Por qué nos operamos?
Maritina Martínez Lara

La cirujana plástica Maritina Martínez Lara desmitifica, desestigmatiza y expone en el libro ¿Por qué nos operamos? argumentos, causas y consecuencias que giran en torno a la cirugía plástica. Las luces y las sombras de esta disciplina tienen que ver, no solo con querer modificar una parte de nuestro cuerpo, sino con la relación entre imagen y autoestima, los cánones que ansiamos cumplir, y las exigencias de la sociedad. ¿Es necesaria una imagen normativa?

La presión de las redes sociales y las exigencias del tiempo en el que vivimos han hecho que se recurra a la cirugía plástica a edades muy tempranas: rinoplastias, implantes mamarios, liposucciones. ¿Será una moda pasajera? ¿Hemos normalizado la cirugía?

¿Es una obligación? ¿La imagen es lo que más importa? ¿No se nos permite envejecer?

La autora opta por una relación más saludable con nuestro cuerpo, aceptando su diversidad y sus individualidades, y un acercamiento a la cirugía siempre consciente y respetando los diferentes tipos de cuerpos y de belleza. En este libro da voz a los pacientes, explicando sus motivaciones, pidiendo respeto para ellos, y, especialmente, pidiendo que se deje de juzgar a las personas por sus cuerpos, o por las decisiones que tomen sobre sus cuerpos, se operen o no.

La autoestima y la cirugía

Una reflexión sobre la autoestima, la creación de la identidad y el poder de la imagen; sobre el hecho de que hoy la belleza parezca serlo todo; sobre la influencia de las redes sociales y los medios de comunicación, la saturación de imágenes que hace que la belleza sea lo más importante (o casi lo único que pretendemos mostrar) y los problemas que esto supone para nuestros niños y adolescentes.

Una reflexión sobre la comercialización y la banalización de la cirugía, la aparente obligatoriedad de la belleza, la cosificación y, peor aún, la autocosificación, la perpetuación de clichés de diferencias de género o el cambio en los paradigmas de belleza (e incluso de belleza no normativa, que puede llegar a ser igual de exitosa)…

¿Por qué nos operamos?

«En un principio, cuando me plantearon la posibilidad de escribir un libro sobre cirugía plástica, la idea inicial fue hablar de la cirugía en su vertiente estética, a través de mi mirada y de mis pensamientos, avalados por más de veinte años de dedicación completa a esta profesión. Podría haberme centrado en las técnicas quirúrgicas, en sus indicaciones, la evolución en el tiempo o en los cambios en la cirugía, temas que me apasionan y a los que dedico mis días.

Pero hay otros aspectos en torno a la cirugía aún más apasionantes y sobre los que reflexiono constantemente, muy en especial el de la belleza. Qué pasa con ella y cómo llevan las personas su relación con ella; qué les hace moverse y consultar a un cirujano, buscándola, para conferir un poco de belleza a su rostro o a su cuerpo o para recuperarla o para mantenerla. Por qué necesitamos la belleza para construir nuestra autoestima.

No hablaré entonces de la cirugía plástica en su aspecto técnico, sino, mucho más interesante para mí en estos momentos, de su papel en la aceptación, reparación o elevación de la autoestima, cómo viven mis pacientes este proceso de creación de su imagen corporal, su distorsión o aceptación, por qué se quieren operar y qué supone para ellos la decisión de la cirugía.

Y, al mismo tiempo, también quiero desestigmatizar la cirugía dándoles voz a mis pacientes, que se operan porque necesitan los cambios que esta les otorga, con la esperanza de iluminar ante tanta desinformación y prejuicios en torno a ella».

ALGUNOS DATOS A TENER EN CUENTA

Al final, la implantación y difusión de este canon tan inalcanzable es lo que parece determinar qué es lo normal en nuestra sociedad. Pero ¿qué ocurre si no tienes esa imagen normativa?

Las imperfecciones físicas, que son lo habitual (porque quién tiene un cuerpo perfecto), resultan ser «no normativas». Y ahí andamos, sobre todo en periodos vulnerables de nuestra vida, sintiendo que nuestra autoestima flaquea porque nuestro aspecto no es el «normal». Sencillamente no es perfecto, es imposible que lo sea (en algún momento, siempre, en ciertas épocas), es un anhelo del todo irreal, mas la belleza no precisa de la perfección, la belleza va mucho más allá.

Estamos tan centrados en la imagen, que hacemos de nuestro aspecto y del de los demás una evaluación continua. Desde niños ya se nos inculca y se mantiene hasta las últimas etapas de nuestra vida.

¿La presión social nos lleva a operarnos?

«Hay dos aspectos que me preocupan bastante: tanto la presión social que se ejerce sobre las mujeres para tener un fantástico aspecto femenino a lo largo de nuestra vida (por más que participamos activamente en nuestra sociedad a la par que los hombres) como que la actividad de la cirugía plástica (y la publicidad que usamos para divulgar nuestro trabajo) pueda colaborar en perpetuar esos clichés y obligaciones. Entonces, ¿cómo hacerlo de forma ética para ayudar de verdad y no ahondar en esa supuesta necesidad de adaptarse a una imagen concreta como pilar clave para elaborar o mantener una adecuada autoestima?».

En este libro, la autora, además de reflexionar sobre todos estos conceptos e ideas satélites de la cirugía estética, reclama un doble respeto: para los pacientes y su proceso de decisión, casi siempre nada fácil, y apoyado en razones con las que debemos empatizar; y para los cirujanos que se dedican a dar respuesta a sus necesidades, incitando al abandono del habitual estereotipo de poco menos que peseteros y comerciantes, capaces de operar lo que sea y de generar necesidades falsas, sin olvidar el ninguneo frecuente de la rama estética de la cirugía, como si no fuese ‘cirugía de verdad’ y no precisase del mismo esfuerzo para lograr unos buenos resultados en el paciente que determinará su bienestar y su vida.

Aclarando conceptos: Cirugía plástica vs. Medicina estética

«Cirugía Plástica, Reparadora y Estética es el nombre completo de esta especialidad, que engloba todos los aspectos: el de reparar a la normalidad, el de reconstruir y el de mejorar algo no patológico. Para mí es imposible separar estos conceptos, soy cirujana plástica siempre, es decir, cuando reconstruyo busco función y aspecto, pues solo la perfecta resolución confiere la «normalidad» a esa estructura, la vuelta a como era antes o como debería haberlo sido si se corrige una malformación. Y cuando opero un pecho malformado, o que al menos la paciente no lo sienta como normal (razón por la que se opera), la búsqueda del aspecto «normal» es la misma que la del aspecto estético».

¿Y qué es la Medicina Estética?

Rotundamente, no es lo mismo que la Cirugía Plástica, es más, los tratamientos de Medicina Estética no son quirúrgicos, sino que consisten en una serie de técnicas y procedimientos que recurren a infiltraciones, a la aplicación de tecnologías tipo láser, radiofrecuencia, tratamientos antiaging, de nutrición…, y en general a técnicas que quizá pueden necesitar la ayuda de algún tipo de anestesia local, pero, lo dicho, nunca son cirugías.

De hecho, no es necesario ser cirujano ni tener formación como tal. Para formarse en Medicina Estética se precisa el título de Medicina, que debe ser completado con estudios tipo máster, y con formación continuada. Es decir, practicar medicina estética no significa ser cirujano plástico.

Puedes ejercerla siendo médico general, cirujano de otra especialidad, dermatólogo, etcétera, lo cual no significa que seas cirujano plástico ni que puedas publicitar tu actividad como tal. En cambio, sí puedes ser cirujano plástico y realizar estos tratamientos.

Al final, son prácticas absolutamente diferentes, si bien generan mucha confusión en los medios, pues tienden a pensar que es lo mismo.

¿Por qué la gente recurre a la cirugía plástica? Motivos frecuentes categorizados por la autora

(…) Una persona adulta debe poder decidir sobre su cuerpo y mi papel como cirujana es informarles bien, ser sincera con las posibilidades, valorar las expectativas, exponerles los riesgos, aconsejarles opciones o planteamientos, no obstante, la decisión es solo de ellos.

  • Normalizar rasgos anómalos o difíciles de asimilar por su rareza o desproporción. Esto es, buscar esa «normalidad» con la que no Un planteamiento que se da especialmente en pacientes muy jóvenes.
  • Embellecer o mejorar un aspecto «normal», como los aumentos mamarios en mamas no malformadas, rinoplastias estéticas, liposucción en casos de no lipodistrofias, es decir, mejorar. El acercamiento a la cirugía en la segunda y la tercera década suele ser, aunque no siempre, para normalizar o para embellecer el aspecto heredado (si este es «normal»), buscando una mejor relación con la propia identidad y, por tanto, con una cara y un cuerpo que sea bien aceptado por el propio paciente, pero también procurando o solicitando reparar los rasgos malformados buscando una Pues hay muchos pacientes que no sienten que ese rasgo que les disgusta sea normal, sino que lo ven desproporcionado, anómalo y constituye un objeto de rechazo, propio y ajeno. A veces es muy difícil construir la identidad sobre un aspecto que nos desagrada y nos extraña, por lo que se llegan a desarrollar situaciones de franco rechazo y enajenación.
  • Recuperar o volver al aspecto normal tras el daño por embarazos o importantes cambios de peso. Vivimos y nuestro cuerpo acusa cambios que pueden ser difíciles de aceptar, en especial a lo largo de la tercera, cuarta y quinta décadas. Se busca volver a la normalidad, a como estábamos antes (mediante mastopexias, abdominoplastias…).
  • Antiaging, mantenimiento o cirugía del envejecimiento. Se acepta o no se acepta el paso de los años, aunque sea con pequeños cambios, por mantenernos aún más tiempo. El objetivo es mantenerse y evitar el deterioro de la edad, y en este contexto tienen su lugar las blefaroplastias, los liftings, o las cirugías de mama o abdomen.

Boom de la cirugía entre los jóvenes: ¿Qué buscan?

Una mejor relación con la propia identidad y, por tanto, con una cara y un cuerpo bien aceptados por el paciente, quieren reparar los rasgos malformados  para  llegar  a  esa

«normalidad». Y es que hay muchas personas que no sienten que ese rasgo que tanto les disgusta sea normal, sino que lo ven desproporcionado, anómalo y objeto de rechazo, propio y ajeno. Puede ser bien difícil construir la identidad sobre un aspecto que nos desagrada y nos resulta extraño, incluso  llegando  a  extremos  de

franco rechazo y enajenación. Ahí la cirugía es una ayuda inestimable. En un país tan puntero y con tanto nivel quirúrgico como es España, no es nada disparatado realizar cirugías que faciliten la autoaceptación. Sí, se trata de cirugías electivas, nuestro paciente no va a morir ni va a padecer una enfermedad física si no se opera, pero su calidad de vida va a ser mucho peor.

Aunque igual tengamos la percepción de que los jóvenes pretendan o se hagan (si pueden permitírselo) muchas cirugías, en realidad esto es algo excepcional; más bien se trata de colectivos que viven de su imagen, tipo modelos, actores o influencers.

SOBRE LA AUTORA: MARITINA MARTÍNEZ LARA

Maritina Martínez Lara es especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, formación que realizó, vía MIR, en Granada, ciudad donde también cursó los estudios de Medicina. Ha completado su formación en diferentes clínicas de Río de Janeiro, París y Brasil, y actualmente tiene su propio equipo en su clínica en Granada, dedicándose, desde hace más de veinte años, a la práctica privada de la especialidad, abarcando casi todo el abanico de cirugías plásticas estéticas.

Siempre ha abogado por la sensatez, la honestidad, la sensibilidad, unidas al máximo perfeccionismo en las cirugías, y por mantener un contacto estrecho y de confianza con sus pacientes. Ser médico por encima de todo.

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Empresas

Quemagrasas naturales: ¿funcionan realmente o es solo marketing?

Publicado

en

Quemagrasas naturales: ¿funcionan realmente o es solo marketing?
Quemagrasas naturales: ¿funcionan realmente o es solo marketing?-FREEPIK

Cada vez son más las personas que buscan perder grasa corporal sin recurrir a fórmulas agresivas o dietas extremas. Para este fin, los quemagrasas naturales se han convertido en una opción popular, pero que también es una fuente de dudas. ¿Funcionan de verdad? ¿Son seguros? ¿Qué ingredientes tienen? ¿Cómo elegir el adecuado?

En este artículo vamos a desmontar mitos, explicar cómo actúan estos suplementos y analizar los ingredientes y principios activos más eficaces, con una mirada crítica y realista. Porque perder grasa no es algo que se consiga por arte de magia, pero sí puede ser más fácil si sabes cómo hacerlo.

¿Qué son los quemagrasas naturales?

Los quemagrasas naturales son suplementos elaborados a partir de ingredientes vegetales como plantas, ciertos minerales o compuestos bioactivos que ayudan al cuerpo a acelerar el metabolismo, movilizar las reservas de grasa o reducir el apetito. Se diferencian de los fármacos para la pérdida de peso en que estos últimos suelen requerir receta médica y pueden tener efectos secundarios importantes.

Entre los tratamientos farmacológicos más conocidos está la semaglutida, un principio activo utilizado originalmente para la diabetes tipo 2, que ha demostrado eficacia en la pérdida de peso. Sin embargo, su uso está asociado a efectos adversos como náuseas, vómitos, estreñimiento, pérdida de masa muscular y riesgo de rebote tras la suspensión. Además, su coste y acceso limitado lo convierten en una opción poco viable para muchas personas.

Por eso, cada vez más usuarios optan por alternativas naturales, que si bien no tienen el mismo impacto clínico, ofrecen un perfil más seguro y accesible para complementar hábitos saludables.

¿Cómo funcionan los quemagrasas naturales en el cuerpo?

Los mecanismos de acción de los quemagrasas naturales son variados. Algunos ingredientes estimulan la termogénesis, es decir, el aumento de la temperatura corporal que favorece el gasto energético. Otros promueven la lipólisis, que es la descomposición de las grasas almacenadas en los adipocitos (células encargadas de acumular grasa). También hay compuestos que aumentan la saciedad, reducen la absorción de grasas o mejoran la sensibilidad a la insulina.

En general, su eficacia depende de varios factores:

  • El tipo de ingrediente y su concentración.
  • El estado metabólico de la persona.
  • La dieta y el nivel de actividad física.
  • La constancia en el uso.

No todos los quemagrasas actúan igual, ni todos son adecuados para cualquier perfil. Por eso es importante conocer bien sus propiedades antes de elegir uno.

Principales ingredientes quemagrasas de origen natural

Té verde

El té verde es uno de los ingredientes más estudiados. Contiene catequinas como el EGCG, que favorecen la oxidación de las grasas y aumentan el gasto energético. También tiene cafeína natural, aunque en mucha menor concentración que el café, lo que lo hace más tolerable para personas sensibles. Es ideal para quienes buscan un refuerzo suave pero eficaz.

Café verde

El café verde es el grano sin tostar, rico en ácido clorogénico. Este compuesto ayuda a reducir la absorción de glucosa y mejora el metabolismo de las grasas. Además, tiene menos cafeína que el café convencional, lo que lo hace más suave en su efecto estimulante.

Guaraná

El guaraná es una planta amazónica con alto contenido en cafeína natural. Estimula el sistema nervioso, mejora el rendimiento físico y favorece la quema de calorías. Se suele combinar con otros ingredientes como el té verde o la L-carnitina.

L-carnitina

La L-carnitina es un aminoácido que transporta los ácidos grasos hacia las mitocondrias, donde se convierten en energía. Es especialmente útil en personas que hacen ejercicio, ya que mejora el rendimiento y la recuperación.

Garcinia cambogia

Este fruto tropical contiene ácido hidroxicítrico (HCA), que inhibe la enzima responsable de convertir los carbohidratos en grasa. También ayuda a controlar el apetito y los niveles de colesterol.

Cayena o capsicina

La cayena contiene capsicina, un compuesto que estimula la termogénesis y la circulación. Su efecto es rápido y potente, aunque puede causar molestias digestivas en personas sensibles.

Vinagre de manzana

El vinagre de manzana es un clásico en las dietas depurativas. Ayuda a regular la glucosa, mejora la digestión y tiene un efecto saciante. Puedes leer más sobre sus propiedades en este artículo de Vinagre de manzana.

Coleus forskholii

El Coleus forskholii es una planta originaria de la India, rica en forskolina. Este compuesto activa la enzima adenilato ciclasa, que aumenta los niveles de AMPc, favoreciendo la quema de grasa y la pérdida de peso. Su acción es más profunda que la de otros ingredientes, y se ha estudiado en contextos clínicos con resultados prometedores.

H2Slim® (Agaricus bisporus)

H2Slim® es una patente desarrollada a partir del champiñón blanco (Agaricus bisporus). Su acción se basa en la modulación de la adipogénesis y la mejora del metabolismo lipídico. Es un ingrediente innovador que combina eficacia con buena tolerancia, y se está incorporando en fórmulas avanzadas de quemagrasas naturales.

¿Son realmente efectivos los quemagrasas naturales?

La eficacia de los quemagrasas naturales depende del contexto. No son productos milagrosos, pero pueden marcar la diferencia si se usan como parte de un enfoque integral. Los estudios muestran que algunos ingredientes como el té verde, la garcinia o la L-carnitina pueden ayudar a perder entre 1 y 3 kg más que con dieta y ejercicio solos, en periodos de 8 a 12 semanas.

Eso sí, los resultados no son inmediatos ni espectaculares. Requieren constancia, buena alimentación y actividad física. También es importante elegir productos con ingredientes bien dosificados y evitar fórmulas con rellenos o estimulantes excesivos.

¿Quién puede tomar quemagrasas naturales?

Los quemagrasas naturales están indicados para:

  • Personas con sobrepeso leve o moderado.
  • Deportistas que buscan mejorar su composición corporal.
  • Personas con metabolismo lento o resistencia a la insulina.
  • Quienes desean controlar el apetito o reducir la ansiedad por la comida.

No se recomiendan en embarazadas, menores de edad, personas con hipertensión o patologías hepáticas sin supervisión médica. También hay que tener precaución en caso de tomar medicación.

Muchos productos son aptos para veganos, pero conviene revisar los excipientes y cápsulas.

¿Qué tipos de quemagrasas naturales existen?

En el mercado encontrarás varios formatos:

  • Cápsulas y comprimidos: cómodos, dosificados y fáciles de combinar.
  • Extractos líquidos: de absorción rápida, ideales para tratamientos intensivos.
  • Infusiones y tés: más suaves, pero útiles como apoyo diario.
  • Alimentos funcionales: barritas, batidos o snacks con ingredientes activos.

Si estás buscando opciones disponibles en España, puedes consultar esta selección de productos naturales quemagrasas, encontrarás una gran variedad de formulaciones bien explicadas para todos los casos y en todo tipo de presentaciones.

¿Cuáles son los mejores quemagrasas naturales del mercado?

La elección del mejor quemagrasas depende del objetivo y del perfil del usuario. Algunos productos combinan varios ingredientes para potenciar el efecto, como:

  • Té verde + guaraná + L-carnitina.
  • Garcinia + vinagre de manzana + cayena.
  • Coleus forskholii + H2Slim® + picolinato de cromo.

Es recomendable optar por fórmulas con perfil limpio, sin azúcares añadidos ni estimulantes agresivos, aptas para uso prolongado y compatibles con dietas específicas.

Opinión profesional: ¿merecen la pena?

Los quemagrasas naturales pueden ser una ayuda real si se utilizan con criterio. No sustituyen una dieta equilibrada ni el ejercicio, pero sí pueden acelerar resultados, mejorar la motivación y facilitar el control del apetito.

La clave está en elegir ingredientes contrastados, con respaldo científico y buena tolerancia. Patentes como H2Slim® o extractos como el Coleus forskholii aportan innovación y eficacia sin comprometer la seguridad.

Conclusión: ¿son los quemagrasas naturales una ayuda real?

Sí, siempre que se usen como parte de un enfoque integral. Los quemagrasas naturales no hacen milagros, pero pueden ayudarte a perder grasa de forma más eficiente, segura y sostenible. La clave está en elegir bien, ser constante y acompañarlos de buenos hábitos.

Si estás pensando en incorporar uno a tu rutina, lo más importante es hacerlo con información y sentido común. Los quemagrasas naturales pueden ser un apoyo útil, pero no sustituyen el esfuerzo ni la constancia. Elegir ingredientes con respaldo científico, evitar fórmulas agresivas y mantener una alimentación equilibrada son claves para que funcionen.

La pérdida de grasa es un proceso multifactorial, y los suplementos deben entenderse como una herramienta más, no como una solución única. Con el enfoque adecuado, pueden ayudarte a mejorar tu composición corporal, sentirte más ligero y cuidar tu salud de forma sostenible.

Continuar leyendo