PORTADA OFFICIAL PRESS
Muere la Reina Isabel II
Publicado
hace 3 añosen
La Reina Isabel II ha fallecido este jueves a los 96 años, en su residencia de Balmoral y rodeada por toda su familia, según ha anunciado el palacio de Buckingham.
“La Reina ha muerto en paz en Balmoral esta tarde. El Rey [Carlos de Inglaterra] y la Reina Consorte [Camilla Parker-Bowles] permanecerán en Balmoral esta tarde y regresarán mañana a Londres. Jueves. 8 de septiembre de 2022″, ha señalado un sobrio comunicado sobre fondo negro en la página oficial del palacio.
“La muerte de mi querida madre, Su Majestad la Reina, es un momento de enorme tristeza para mí y para todos los miembros de mi familia. Lamentamos profundamente la muerte de una Soberana querida y una madre muy amada”, ha dicho el nuevo rey, Carlos III, en su primer comunicado oficial como monarca.
Reina Isabel II
Isabel fue la primera hija del príncipe Alberto, duque de York (más tarde rey Jorge VI) y su esposa Isabel, duquesa de York (más tarde reina Isabel). Su padre era el segundo hijo del rey Jorge V y de la reina María, y su madre era la hija menor del aristócrata escocés Claude Bowes-Lyon, XIV conde de Strathmore y Kinghorne.
Isabel nació por cesárea a las 2:40 GMT el 21 de abril de 1926 en la casa londinense de su abuelo materno en el número 17 de Bruton Street, Mayfair. Luego, residió brevemente en una vivienda adquirida por sus padres poco después de su nacimiento en el número 145 de Piccadilly en Londres y en la residencia White Lodge en Parque Richmond.
El 29 de mayo de 1926, el arzobispo de York, Cosmo Lang, la bautizó bajo la religión anglicana en la capilla privada del Palacio de Buckingham (destruida durante los bombardeos de Londres en la Segunda Guerra Mundial).
Fue nombrada «Isabel» en honor a su madre, «Alexandra» por la madre de Jorge V (su bisabuela paterna), que había fallecido seis meses antes y «Mary» por su abuela paterna.
Lilibet
En la intimidad, era llamada «Lilibet». Jorge V apreció mucho a su nieta y durante su grave enfermedad en 1929, sus visitas periódicas le elevaron el ánimo y le favorecieron en su recuperación, según acreditaron la prensa pública y sus biógrafos posteriores.
Su única hermana fue la princesa Margarita, nacida en 1930. Ambas fueron educadas en su casa bajo supervisión de su madre y Marion Crawford, su institutriz, llamada informalmente «Crawfie». Las clases se concentraban principalmente en historia, lenguaje, literatura y música.
Para consternación de la familia real, Crawford más tarde publicó un libro biográfico sobre los primeros años de Isabel y Margarita titulado The Little Princesses. El libro describe el amor de Isabel por los caballos y los perros, su disciplina y su actitud de responsabilidad.
Otros hicieron eco de tales observaciones: Winston Churchill describió a Isabel cuando tenía dos años como «un personaje. Tiene un aire de autoridad y reflexión sorprendentes para un niño».
Su prima Margaret Rhodes la describió como «una niña alegre, pero, fundamentalmente, sensible y de buen comportamiento».
El matrimonio de Isabel y Felipe en 1950.
Conoció a su futuro esposo, el príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca, en 1934 y lo volvió a ver en 1937. Después de otra reunión en el Britannia Royal Naval College en julio de 1939, —con tan solo trece años— se enamoró de Felipe, hijo de los príncipes Andrés de Grecia y Alicia de Battenberg, y comenzaron a comunicarse por cartas.
Se casaron el 20 de noviembre de 1947 en la Abadía de Westminster. Ambos son sobrina y tío en tercer grado por parte del rey Christian IX de Dinamarca y primos terceros por parte de la reina Victoria.
Antes del matrimonio, Felipe renunció a sus títulos griegos y daneses, se convirtió de la ortodoxia griega al anglicanismo y adoptó la denominación de teniente Felipe Mountbatten, tomando el apellido de la familia británica de su madre. Justo antes de la boda, fue designado duque de Edimburgo y recibió el tratamiento de Su Alteza Real.
El matrimonio no estuvo exento de polémicas: Felipe no poseía capacidad financiera, provenía del extranjero (a través de un súbdito británico) y tenía hermanas que se habían casado con nobles alemanes relacionados con los nazis.
Marion Crawford escribió: «Algunos de los consejeros del rey no lo creían suficientemente bueno para ella. Era un príncipe sin hogar ni reino…».Si bien la madre de Isabel se opuso inicialmente a la relación, más tarde le dijo al biógrafo Tim Heald que Felipe era un «caballero inglés».
Isabel II y el duque de Edimburgo.
Recibieron 2500 regalos de boda provenientes de todo el mundo, aunque Gran Bretaña aún no se había recuperado de la devastación de la guerra. Isabel, incluso, necesitó de cupones de racionamiento para adquirir los materiales para su vestido de novia, diseñado por el modisto Norman Hartnell en satén de color marfil y decorado con hilo de plata, bordados de tul y 10 000 perlas blancas importadas directamente de América.
Su ramo de orquídeas blancas y de mirto, extraído del arbusto que había plantado la reina Victoria tras su boda, fue depositado en la tumba del soldado desconocido, acto que su madre había realizado también en 1923.Tras la ceremonia religiosa, se ofreció una comida a los invitados en el Palacio de Buckingham.
En la Gran Bretaña de posguerra, no era aceptable que las relaciones alemanas de la familia del duque de Edimburgo fueran invitadas a la boda, incluyéndose a sus tres hermanas.
Una de las notables ausencias fue Eduardo, el antiguo rey, que no fue invitado, mientras que su hermana, la princesa María, se ausentó por problemas de salud. Ronald Storrs afirmó que no concurrió en protesta por la exclusión de su hermano.
La ceremonia estuvo oficiada por el arzobispo de Canterbury y el de York. Se contó con la presencia de ocho damas de honor, entre ellas la prima de Isabel, Margaret Rhodes. La boda tuvo más de 2000 invitados y la radio BBC transmitió en vivo la celebración.
Su relación con Churchill
El primer ministro Winston Churchill definió el festejo como «un toque de color en el duro camino que debemos recorrer». Michael Parker, amigo y secretario privado de Felipe, declaró que «[Felipe] se aburría terriblemente con todas las obligaciones de la realeza, todos esos compromisos formales y apretones de manos… No era lo suyo».
Isabel dio a luz a su primer hijo, el príncipe Carlos, el 14 de noviembre de 1948, menos de un mes después de que Jorge VI emitiera una patente real, la cual permitía a sus hijos utilizar el tratamiento y título de príncipe o princesa. La pareja tuvo una hija en 1950, la princesa Ana.
Después de la boda, la pareja real residió en Windlesham Moor cerca del castillo de Windsor, hasta el 4 de julio de 1949, cuando se instalaron en Clarence House, en Londres. Durante repetidas ocasiones entre 1949 y 1951, el duque de Edimburgo fue destinado al protectorado británico de Malta como oficial de la Marina Real.
Tanto él como su esposa, vivieron de forma intercalada, durante varios meses, en la aldea maltesa de Gwardamangia, en Villa Gwardamangia y en la casa alquilada del tío de Felipe, lord Mountbatten. Sin embargo, sus hijos permanecieron en el Reino Unido
Puedes seguir toda la actualidad visitando Official Press o en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram y también puedes suscribirte a nuestro canal de WhatsApp.
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
Relacionado
Te podría gustar
PORTADA OFFICIAL PRESS
La Aemet alerta por la llegada de la borrasca Claudia: estas son las zonas más afectadas por lluvias, tormentas y fuertes vientos
Publicado
hace 7 horasen
11 noviembre, 2025
La borrasca Claudia pone en aviso a varias comunidades
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado nuevos avisos por la llegada de la borrasca Claudia, un frente atlántico de gran impacto que afectará a buena parte de España desde este lunes 10 de noviembre. Este nuevo episodio de inestabilidad traerá lluvias intensas, tormentas eléctricas y fuertes rachas de viento que se prolongarán durante toda la semana.
El temporal comenzará por el oeste peninsular y Canarias, extendiéndose progresivamente hacia el centro y el este del país. Según la Aemet, las precipitaciones podrán ser persistentes y localmente muy fuertes, especialmente en zonas de Galicia, Andalucía occidental, Extremadura y la vertiente cantábrica.
Las zonas donde lloverá con más intensidad
Los modelos meteorológicos apuntan a que Galicia será una de las regiones más afectadas por la borrasca Claudia. En áreas del oeste gallego, como A Coruña y Pontevedra, se podrían superar los 200 litros por metro cuadrado a lo largo de la semana. En el resto del Cantábrico también se esperan acumulaciones importantes, aunque más moderadas.
La Aemet prevé además temporal marítimo y vientos muy fuertes en el litoral atlántico y canario, con rachas que podrían alcanzar los 90 o incluso 100 kilómetros por hora. En las islas, el organismo advierte de lluvias persistentes y oleaje intenso, con especial incidencia en las vertientes norte y oeste.
Por su parte, Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Andalucía occidental podrían registrar chubascos intermitentes a partir del martes, intensificándose el miércoles y jueves con la llegada de nuevos frentes asociados a la borrasca.
El frente se moverá hacia el centro y este peninsular
Aunque el inicio de la semana estará marcado por las lluvias en el noroeste, la Aemet señala que a partir del viernes 14 de noviembre el sistema frontal podría avanzar hacia el centro y el este peninsular. Esto afectaría a Madrid, la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Murcia, donde podrían registrarse precipitaciones moderadas y tormentas localizadas.
En el área mediterránea, las lluvias serán en general más débiles, aunque no se descarta que algún frente deje chubascos aislados y tormentas de corta duración, especialmente en zonas interiores.
Temperaturas más altas de lo normal para noviembre
A pesar del temporal, la borrasca Claudia arrastrará consigo una masa de aire más cálido procedente del sur, lo que provocará un ascenso notable de las temperaturas. Los termómetros podrían alcanzar los 25 o 26 grados en zonas del Guadalquivir, el Mediterráneo e incluso el Cantábrico oriental.
Las mínimas, en cambio, se mantendrán frescas en el interior peninsular, con valores cercanos a los 5 grados en ciudades como Soria, Burgos o Teruel. En la meseta norte y las zonas de montaña seguirán produciéndose heladas débiles, aunque mucho más leves que en días anteriores.
Qué esperar del tiempo durante la semana
-
Lunes 10 de noviembre: Lluvias intensas en Galicia y Canarias, con temporal marítimo.
-
Martes 11: Chubascos persistentes en el noroeste y Extremadura.
-
Miércoles 12 y jueves 13: Lluvias en Galicia, Castilla y León y Andalucía occidental; vientos fuertes.
-
Viernes 14 y fin de semana: La inestabilidad se extenderá al centro y este peninsular, con lluvias más dispersas y temperaturas en ascenso.
Consejos ante la borrasca Claudia
La Aemet recomienda extremar la precaución ante los desplazamientos por carretera y evitar actividades al aire libre en zonas afectadas por viento o temporal marítimo. También aconseja retirar objetos susceptibles de ser arrastrados por el viento y mantenerse informado a través de los canales oficiales.
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)


Tienes que estar registrado para comentar Acceder