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Cultura

Sacristán: No quiero, de ninguna de las maneras, morir con las botas puestas

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EFE/Ana Escobar

Valencia, 14 sep (EFE).- El actor José Sacristán, que regresa al Teatro Olympia de València con «Señora de rojo sobre fondo gris», la versión teatral de la novela de Miguel Delibes, asegura que aunque no ha pensado en su retirada no quiere, «de ninguna de las maneras, eso de morir con las botas puestas».

«Lo iremos viendo, no depende de mí sino del interés del público y de la madre naturaleza y su generosidad o no para conmigo», ha señalado el actor en una rueda de prensa en la que ha afirmado que cuando en junio de 2022 finalice su compromiso con esta obra «lo probable es ir pensando en quedarse más tiempo en casa».

«Cumplo 84 años dentro de unos días y tengo serias dudas de encontrar un texto que me ocupe, pero mientras pueda seguir jugando y divirtiéndome, aquí seguiremos», afirma para añadir que prefiere el teatro porque los mecanismos de la televisión y el cine cada vez le molestan más.

El teatro, asegura, «tiene la capacidad de condenar el trabajo en una línea de continuidad» y reconoce que el actual panorama teatral «se mueve en una línea de flotación muy interesante».

EL MUNDO PERSONAL Y HUMANO DE DELIBES

José Sacristán regresa al Teatro Olympia con este «proyecto muy personal», una historia de amor que habla de la felicidad y de su pérdida y que refleja la vida, y el mundo personal y humano, de Miguel Delibes.

Del 14 al 26 de septiembre el actor madrileño dará vida, cómo único protagonista de la historia y a través de un monólogo, a un pintor con muchos años de oficio que desde la muerte de su mujer, que era todo para él, se encuentra sumido en una crisis creativa y no ha podido volver a pintar.

En este estado recuerda tanto los acontecimientos felices que le tuvieron enamorado de ella durante toda su vida como la aparición, poco a poco, de una enfermedad que le condujo a una muerte inesperada a los 48 años de edad.

En adaptación para teatro de la obra de Delibes, producida y dirigida por José Sámano, Sacristán vuelve a reencontrarse con el escritor vallisoletano tras estrenar en 1989 ‘La guerra de nuestros antepasados’

«Señora de rojo sobre fondo gris» está reconocida, por su propio autor, como un medio para contar la historia de su vida junto a su mujer Ángeles de Castro, retratar su personalidad y describir el proceso de la dolencia que le condujo a la muerte, y para ello Delibes se escondió tras la figura de un pintor -Nicolás-.

El libro, escrito como un monólogo, tiene una gran carga autobiográfica y es fundamental para conocer el mundo personal del escritor, que realiza una especie de homenaje a la que fue su mujer y madre de sus siete hijos.

Sacristán ha relatado que aunque Delibes se negó en vida a que esta obra fuera llevada al teatro o la televisión, tras su muerte los hijos del escritor vallisoletano le permitieron realizar la adaptación, que está dirigida por Jose Sámano.

«Es un lujo poder transitar por los estados de emoción que propone Delibes porque son hechos desde la más absoluta sencillez», ha confesado Sacristán, quien afirma que cuando «prevalece la memoria del amor, es capaz de vencer a la propia muerte»

PREMIO NACIONAL DE CINEMATOGRAFÍA 2021

Preguntado por el Premio Nacional de Cinematografía 2021 que recibirá el próximo lunes, 20 de septiembre, Sacristán ha querido dar las gracias por la «satisfacción inmensa, la suerte y el privilegio de llevar más de 60 años jugando y la gente juega conmigo».

«Como soy descendiente de campesinos, sé que hay un tiempo para labrar, otro para sembrar y otro para recoger los frutos», ha indicado Sacristán, quien ha confesado que aunque no es optimista por naturaleza «por encima de todo hay que tirar y vivir».

Según el actor, este premio significa un «agradecimiento, cariño y respeto enorme al crío que fui, que no lo tuvo nada fácil con un padre rojo en la cárcel y queriendo ser Tyrone Power. Pero aquí estamos».

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El tesoro oculto del caballo del Parterre

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El tesoro oculto del caballo del Parterre

Enero de 1891. El Parterre de la ciudad de València, construido décadas antes, colocaba la estatua ecuestre del Rey Jaume I. Ocupaba en el centro el lugar en el que en un principio debía ir también una gran fuente monumental y que finalmente no se llevó a cabo.

Un jardín que ha llegado a nuestros días después que fuera remodelado tras la riada que arrasó València en 1957.

La imponente obra parece dominar desde lo alto la ciudad del Turia gracias al trabajo de los hermanos escultores Agapito y Venancio Vallmitjana y que fue fundida gracias a 5 cañones y un obús enviados desde Peñíscola junto a 15 toneladas de bronce.

Pero cabe destacar como dato curioso que el caballo sobre el que descansa el rey existió en realidad. Muchos podrían pensar que salió de la imaginación de sus autores.

Pero nada más lejos de la realidad. Ese animal, el que sirvió de modelo y que quedaría inmortalizado para la posteridad pertenecía a un transportista vecino del barrio de Marxalenes llamado Rafael Martí, y que era un antiguo soldado.

Una preciada gorra de soldado miñón

Cuentan que estaba orgulloso de que su bello ejemplar llevara para siempre al monarca y por ese motivo solía acercarse a menudo al taller de los escultores para ver cómo avanzaba la obra.

Dicen que Martí era un hombre orgulloso de su pasado ya que había servido a la patria y conservaba como un tesoro todas sus condecoraciones, medallas, uniformes e incluso su preciada gorra de soldado miñón, una especie de milicia urbana que hacía frente a los delincuentes.

Nunca iba sin su gorra, prenda por la que era conocido por los vecinos.

Y tampoco la olvidó el día que fue a ver como por fin introducían el metal en el molde.

En ese momento presa de la emoción y la alegría lanzó la gorra hacia el cielo para celebrar la finalización de la obra.

Lo que había olvidado era que en el interior de esa gorra guardaba la paga correspondiente por un año de trabajo.

El tesoro oculto del caballo del Parterre

La gorra cayó en el vientre del caballo de bronce y quedó fundida junto al resto para dar forma a la figura ecuestre que hoy podemos contemplar en la Plaza de Alfonso el Magnánimo.

El tesoro del caballo del Parterre del que se habla desde hace siglos forma parte de su piel, una piel fundida con cañones, un obús, bronce y unas mil pesetas que pertenecieron a este soldado, toda una fortuna para aquella época.

El paso de los años hace que en ocasiones realidad y leyenda se mezclen formando historias y mitos como el de Martí y el tesoro del caballo del Rey Jaume I. Historias y mitos que forjan el alma de una ciudad.

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