Nadie dijo que iba a ser fácil. Esto es la Copa y los favoritismos se reducen. Durante muchas fases de los cuartos, el Alavés fue superior al Valencia, pero la clasificación para semifinales no está exenta de mérito, aunque ante un rival en teoría inferior se tuvo que llegar hasta la tanda de penaltis para conseguirlo. Jaume fue el héroe. Solo cuatro equipos están a dos partidos de disputar una final, y uno de ellos es el valencianista. Es la quinta semifinal copera del Valencia en el siglo XXI.
Los dos equipos afrontaron el tramo inicial jugando ordenados, con el ánimo de no descomponerse y, sobre todo, de no encajar un gol que, dado lo apretado del resultado de la ida, podría ser fatal para el que lo encajara. Poco a poco, el Alavés fue asumiendo la inciativa.
El Valencia se dedicó a defender en el primer tiempo, incluso dando cierta sensación de indolencia por momentos. Los locales ganaban todos los duelos, todos los balones divididos, todas las carreras… Parejo, Kondogbia y Maksimovic no aparecían; Guedes fallaba hasta en los controles; y Vietto y Zaza ni la olían. El agobio blanquiazul fue creciendo con el paso de los minutos, con Pedraza como jugador más destacado. Se iba de todos. Eso sí, no hubo ocasiones claras.
En el minuto 20, el drama de los centrales valencianistas vivió un nuevo capítulo. Paulista se lesionaba al rematar en el área contraria y pisar mal en la caída. Se tuvo que retirar entre gestos de dolor y su lugar lo ocupó Garay, que había sido reservado para recibir al Real Madrid en la Liga por ser el único central disponible para Marcelino en dicha competición.
El propio defensa argentino fue protagonista de manera inmediata, al tocar el balón con las manos cerca de su portería. En una extraña decisión, Álvarez Izquierdo no señaló penalti ni siquiera córner.
En los minutos finales de la primera parte, el Valencia se sacudió el dominio rival, e incluso Gayà, se atrevió a asomarse en ataque inquietando, aunque poco, a la defensa alavesista. Duarte en el 44 y desde lejos realizó el único disparo entre palos hasta ese momento. Jaume atrapó con seguridad.
Con otro remate lejano, esta vez de Ibai, arrancó la reanudación, con idéntica respuesta del guardameta valenciano. Y más protagonismo para Jaume, que sacó una mano impresionante para enviar a córner el chutazo de Pedraza, ya confirmado como el mejor del partido.
El Alavés se vino arriba ante un contrincante que daba signos de debilidad, más todavía. Fiarlo todo a mantener el cero en la portería propia para pasar de ronda era un riesgo enorme, pero los valencianistas no daban señales de vida ofensivamente y sufría cada vez más atrás.
Rodrigo entró por un inédito Vietto. Qué poquito aporta el argentino en encuentros con tanta exigencia física. El ritmo del conjunto de Abelardo disminuyó, era imposible mantener ese empuje. El Valencia lo aprovechó para acercarse a Sivera y ponerlo a prueba, con un remate duro y ajustado de Guedes que el portero acertó a rechazar. Era el minuto 69. En la jugada posterior, Kondogbia enviaba al travesaño.
Fueron los únicos avisos de peligro blanquinegro, justo antes del gol del Alavés. Centro al corazón del área y Munir de cabeza marca el 1-0. La locura en Mendizorroza. Error en cadena de la defensa visitante, y el Valencia eliminado con ese resultado. De nuevo la maldición de los ex.
Los jugadores de Marcelino quedaron noqueados. Se sabían eliminados, pero apareció Santi Mina. A los 20 segundos de su entrada, recibió un balón preciso en una contra fulgurante con el Alavés innecesariamente volcado. El delantero gallego se plantó ante Sivera y definió con efectividad y simpleza. 1-1.
Pero en otro fallo garrafal de la retaguardia del Valencia y de Jaume que no sale, balón muerto en el área pequeña que Rubén Sobrino aprovecha para fusilar. 2-1. Eliminatoria igualada, y a la prórroga, a la que los valencianistas llegaban con más frescura.
Guedes probó de nuevo los reflejos de Sivera. La inciativa, por fin, era visitante, pero de ideas, justitos. El cansancio pesaba cada vez más en las piernas de todos los futbolistas. Rodrigo la tuvo en el 107. Sivera y el larguero evitaron el tanto. Y también pudo empatar Mina con un remate de espuela, y Montoya con un chut desde la frontal, pero tampoco. ¡A los penaltis!
Jaume paró dos y los valencianistas estuvieron casi infalibles en sus lanzamientos. Sobrino tiró el decisivo por encima del larguero. Con mucho sufrimiento -escenificado por un Marcelino hundido en el banquillo y sin querar mirar durante la tanda-, el Valencia estará en el bombo de las semifinales porque supo competir en los momentos más complicados.
2. Deportivo Alavés: Sivera, Martín, Laguardia, Rodrigo Ely (Demirovic, 84), Rubén Duarte, Dani Torres, Tomás Pina, Ibai Gómez (Munir, m. 72), Pedraza, Sobrino y Guidetti (Hernán Pérez, m. 71).
1. Valencia CF: Jaume, Montoya, Ruben Vezo, Gabriel Paulista (Garay, m. 22), Gayá, Maksimovic (Santi Mina, m. 77), Parejo, Kondogbia, Guedes, Vietto (Rodrigo, m. 59) y Zaza.
Goles: 1-0. M. 73: Munir. 1-1. M. 77: Santi Mina. 2-1. M. 86: Rubén Soriano.
Penaltis: 1-0. Tomás Pina, gol. 1-1. Rodrigo, gol. 1-1. Pedraza, para Jaume. 1-2. Santi Mina, gol. 1-2. Hernán Pérez, para Jaume. 1-2. Kondogbia, para Sivera. 2-2. Munir, gol. 2-3. Gayà, gol. 2-3. Rubén Soriano, fallo. Clasificado el Valencia CF por 2-3.
Árbitro: Álvarez Izquierdo, del comité catalán. Amonestó a Dani Torres, Pedraza, Tomás Pina y Rubén Duarte del Deportivo Alavés, y a Maksimovic, Ruben Vezo, Kondogbia, Parejo, Guedes y Santi Mina del Valencia CF.
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