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Salud y Bienestar

10 señales que te indican una falta de vitaminas

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señales falta de vitaminas
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Las vitaminas son moléculas orgánicas imprescindibles para la vida. Aunque se necesiten en cantidades pequeñas, estos compuestos permiten la realización de múltiples procesos en nuestro cuerpo: crecimiento y desarrollo, formación de químicos del sistema nervioso, regulación del sistema metabólico, funcionamiento celular y muchísimo más. El ser humano necesita 13 vitaminas para estar sano. 4 de ellas (A, D, E y K) son liposolubles, y el resto, hidrosolubles.

La deficiencia aislada de vitaminas es cada vez menos común, pues al menos en los países de alto y medio ingreso se ofrecen alimentos variados por precios asequibles y muchas comidas se fortalecen con vitaminas para evitar este cuadro. De todas formas, la avitaminosis o déficit vitamínico se hace algo más habitual cuando forma parte de una desnutrición aguda grave (DAG) en regiones desfavorecidas. Según estudios, el déficit de ciertos micronutrientes, como la vitamina A o el zinc, afecta a más de 2000 millones de personas en todo el mundo.

Cuando la deficiencia de vitaminas está provocada por una dieta pobre se considera primara, y cuando se debe a un trastorno subyacente (como malabsorción intestinal) es secundaria. Sea como fuere, es muy importante detectar sus signos y síntomas para ponerle remedio, pues la avitaminosis puede derivar en efectos secundarios serios si no se trata. En las siguientes líneas, te mostramos 10 señales de una deficiencia de vitaminas.

1. Pérdida de pelo notable

Los seres humanos perdemos, de media, entre 50 y 100 pelos al día. Esto es natural y no hay de qué preocuparse, pues forma parte de la renovación capilar normal. De todas formas, si empiezas a notar masas de pelo en las almohadas tras descansar, si se te cae demasiado al ducharte o si al más mínimo tirón se desprenden mechones enteros, es hora de sospechar de una deficiencia de vitaminas u otro cuadro médico.

Tal y como indican investigaciones, las deficiencias de riboflavina, biotina, folato y vitamina B12 se han asociado con la caída del cabello. De todas formas, en muchos casos también se trata de un proceso de envejecimiento natural. Por ejemplo, se estima que hasta el 50 % de la población masculina padecerá alopecia androgénica a los 50 años de edad. La pérdida de pelo notable no siempre se debe a una avitaminosis, pero conviene acudir a un profesional médico al notarla para descartar.

2. Úlceras bucales

La aparición frecuente de úlceras bucales es uno de los síntomas más evidentes de la falta de vitamina B12. Cuando no se reciben suficientes cantidades de esta vitamina, el cuerpo puede producir glóbulos rojos anormalmente grandes que no funcionan de manera correcta. La deficiencia de vitamina B12 a menudo se asocia con anemia, lo cual cursa con signos clínicos que incluyen la aparición de úlceras bucales.

Además, este síntoma también se ha asociado a la deficiencia de otras vitaminas del complejo B, como la tiamina (B1), la riboflavina (B2) y la piridoxina (B6). De todas formas, la anemia ya nombrada puede deberse a otros muchos procesos patológicos (como sangrado interno), no necesariamente relacionados con una avitaminosis.

3. Sangrado de las encías

El sangrado de las encías representa una de las señales más conocidas de deficiencia de vitaminas. Tal y como indica la Universidad de Harvard, este síntoma se asocia al escorbuto, una enfermedad provocada por el déficit de vitamina C (ácido ascórbico),​ necesaria para la formación del colágeno en los seres humanos. Esta patología fue muy famosa en tiempos pasados y mató a más de 2 millones de marineros sin acceso a alimentos frescos solo entre los siglos XVI y XVIII.

El escorbuto se manifiesta de manera habitual con sangrado de las encías y aumento de la movilidad de los dientes, pues el colágeno que constituye el ligamento periodontal se debilita. Entre otros signos y síntomas de esta condición, destacan las hemorragias cutáneas, la dificultad para cicatrizar y la anemia.

4. Piel seca

La deficiencia de vitaminas, en general, puede causar piel seca y otros muchos signos de tipo cutáneo. Específicamente, este síntoma se vincula con déficit de vitamina A, B, C y D. Muchos productos de cosmética e higiene contienen estas vitaminas con el fin de solventar el cuadro, pero se recomienda buscar atención médica antes del consumo de cualquier suplemento o producto.

5. Piel pálida

El ácido fólico, conocido también como vitamina B9, es necesario para la formación y el crecimiento de los glóbulos rojos sanguíneos. No obtener suficiente vitamina B9 a partir de la dieta o por cualquier otro problema orgánico puede derivar en una anemia, lo que a su vez deriva en piel pálida. La deficiencia de otras vitaminas, como la B12, también se ha asociado a la palidez cutánea.

6. Fatiga

La fatiga continuada que no se arregla con el descanso puede deberse a la deficiencia de múltiples micronutrientes, como hierro, magnesio, potasio, vitamina B12 y vitamina B9. En muchos casos, esto deriva de la anemia ya citada por una avitaminosis, pero el agente causal de dicha anemia no siempre es el mismo.

La falta de vitaminas del complejo B que derivan en este signo clínico puede deberse a una alimentación inadecuada, una anemia perniciosa, una cirugía gástrica y diversos problemas intestinales (enfermedad de Crohn y celiaquía), entre otros. Si no se trata, este cuadro puede derivar en efectos secundarios como complicaciones en el embarazo, trastornos del sistema nervioso y cáncer de estómago.

7. Ceguera nocturna

La ceguera nocturna es otra de las señales de deficiencia de vitaminas más conocidas, específicamente de vitamina A, también conocida como retinol. El retinol juega un papel muy importante en la visión del ser humano, pues es esencial para regular la cantidad de luz recibida por los ojos y la acomodación de la vista. Además, se encarga de producir los pigmentos en la retina del ojo.

La pérdida de visión por falta de vitamina A se manifiesta inicialmente como una dificultad para adaptar la vista a la falta de luz. Si este cuadro no se trata, la conjuntiva se seca, lo que puede derivar en la aparición de úlceras en la córnea y un proceso de ceguera generalizado. Los niños residentes en países de bajo ingreso son unos de los grupos poblacionales en mayor riesgo de quedarse ciegos por este evento.

8. Dolor en los huesos

Cuando los niveles de vitamina D en el cuerpo están por debajo de lo normal, se impide la correcta absorción de calcio y fósforo. Esto puede incrementar las probabilidades de padecer dolor en los huesos y fracturas óseas, entre otros signos y síntomas musculoesqueléticos. Además, en las personas ancianas el déficit de vitamina D también aumenta el riesgo de sufrir caídas, con los efectos secundarios que ello conlleva.

9. Depresión y otros problemas de ánimo

Aunque parezca exagerado, estudios han demostrado que la falta de ciertas vitaminas, como la vitamina D, es más común en personas con depresión que en la población general. Si bien en algunos casos se recomiende la suplementación vitamínica para los pacientes con este trastorno por el motivo citado, no hay suficiente evidencia científica para respaldarlo. A la hora de tratar los cuadros depresivos o cualquier otro problema psiquiátrico, se requiere un régimen tanto farmacológico como psicológico recetado por un profesional.

10. Otras señales de deficiencia de vitaminas

La avitaminosis o deficiencia de vitaminas puede ser difícil de diagnosticar, pues su presentación clínica es muy diversas y depende tanto de la vitamina en cuestión como del estado de salud del paciente, entre otras muchas cosas. Por ello, queremos citar un espectro más amplio de signos clínicos para cubrir el máximo terreno posible:

Otros síntomas asociados a avitaminosis y sus efectos secundarios:

  • Falta de aire.
  • Mareos.
  • Cambios en la personalidad.
  • Debilidad muscular.
  • Movimientos inestables.
  • Confusión mental.
  • Latidos del corazón irregulares.
  • Pérdida de peso.
  • Mayor facilidad para contraer infecciones.

Como ves, las señales de la deficiencia de vitaminas son muy amplias y se pueden confundir con las manifestaciones sintomáticas de otros muchos cuadros clínicos. Ante cualquiera de los síntomas citados, te recomendamos acudir a un profesional médico para obtener la mejor guía posible. En cuestiones de salud, siempre es mejor prevenir que curar.

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Salud y Bienestar

Estos son los beneficios de tomar anacardos naturales

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Beneficios de los anacardos

Beneficios de tomar anacardos naturales y diferencias con los fritos con sal: ideas y recetas para aprovecharlos al máximo

Los anacardos, también conocidos como castañas de cajú, son un fruto seco delicioso y versátil que destaca por sus numerosos beneficios para la salud. Aunque muchas personas optan por consumirlos en su versión frita y con sal, es importante conocer las ventajas de elegir anacardos naturales y cómo estos pueden integrarse en nuestra dieta diaria.

A continuación, exploraremos las propiedades de los anacardos naturales, sus diferencias con los fritos con sal y algunas ideas de recetas saludables para disfrutarlos al máximo.


Beneficios de consumir anacardos naturales

Los anacardos naturales son un alimento cargado de nutrientes esenciales para nuestro organismo. Entre sus principales beneficios destacan:

1. Ricos en grasas saludables

Los anacardos son una excelente fuente de grasas insaturadas, especialmente ácido oleico, que favorece la salud cardiovascular al reducir los niveles de colesterol «malo» (LDL) y aumentar el colesterol «bueno» (HDL).

2. Fuente de proteínas vegetales

Con un contenido proteico significativo, los anacardos son ideales para dietas veganas y vegetarianas. Su consumo ayuda a mantener la masa muscular y proporciona energía sostenida.

3. Minerales esenciales

Los anacardos son ricos en minerales como el magnesio, que contribuye a la salud ósea y muscular, y el zinc, clave para fortalecer el sistema inmunológico. Además, contienen cobre, un mineral que favorece la producción de colágeno y ayuda a mantener la piel, el cabello y las uñas saludables.

4. Antioxidantes naturales

Gracias a su contenido de antioxidantes como la vitamina E y selenio, los anacardos naturales ayudan a combatir el estrés oxidativo, protegiendo las células del daño causado por los radicales libres.

5. Bajos en sodio y azúcares añadidos

Los anacardos naturales, al no estar procesados ni salados, son una opción mucho más saludable para evitar el exceso de sodio y azúcares presentes en muchos productos comerciales.


Diferencias entre los anacardos naturales y los fritos con sal

Aunque los anacardos fritos y salados son populares por su sabor intenso, existen importantes diferencias nutricionales que los convierten en una opción menos saludable:

1. Método de preparación

  • Naturales: No llevan aditivos ni tratamientos. Conservan su perfil nutricional original.
  • Fritos con sal: Suelen freírse en aceites refinados, lo que aumenta las grasas trans y reduce los beneficios de las grasas saludables.

2. Contenido de sodio

  • Naturales: Contienen sodio en cantidades mínimas.
  • Fritos con sal: Tienen un alto contenido de sal, lo que puede contribuir a la hipertensión arterial y la retención de líquidos.

3. Calorías extras

  • Naturales: Son menos calóricos, ya que no incluyen aceites ni aditivos.
  • Fritos con sal: El proceso de fritura aumenta significativamente las calorías por porción, haciendo que sean menos adecuados para dietas equilibradas.

Ideas de recetas saludables con anacardos naturales

Además de ser un snack perfecto por sí solos, los anacardos naturales son un ingrediente versátil que se puede incorporar en numerosas recetas. Aquí tienes algunas ideas para aprovechar sus propiedades:

1. Leche de anacardos casera

  • Ingredientes:
    • 1 taza de anacardos naturales.
    • 3-4 tazas de agua.
    • 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional).
    • Endulzante natural al gusto (como dátiles o sirope de agave).
  • Preparación:
    1. Remoja los anacardos en agua durante 4-6 horas.
    2. Escúrrelos y licúalos con el agua hasta obtener una textura cremosa.
    3. Filtra con un colador fino o una bolsa para leches vegetales.
    4. Sirve fría y consérvala en la nevera hasta por 3 días.

2. Salsa cremosa de anacardos para pastas o ensaladas

  • Ingredientes:
    • ½ taza de anacardos naturales remojados.
    • ½ taza de agua.
    • Zumo de ½ limón.
    • 1 diente de ajo.
    • Sal y pimienta al gusto.
  • Preparación:
    1. Mezcla todos los ingredientes en una licuadora hasta que la salsa quede suave.
    2. Úsala como base para ensaladas o como crema para acompañar pastas.

3. Pesto vegano de anacardos

  • Ingredientes:
    • 1 taza de anacardos naturales.
    • 2 tazas de hojas de albahaca fresca.
    • 1 diente de ajo.
    • ½ taza de aceite de oliva virgen extra.
    • Zumo de ½ limón.
    • Sal al gusto.
  • Preparación:
    1. Tritura todos los ingredientes en un procesador de alimentos.
    2. Sirve sobre pasta, untado en pan o como acompañamiento para verduras.

4. Postre: trufas de anacardos y cacao

  • Ingredientes:
    • 1 taza de anacardos naturales.
    • ½ taza de dátiles deshuesados.
    • 2 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar.
    • Coco rallado (opcional).
  • Preparación:
    1. Procesa los anacardos y los dátiles hasta obtener una masa pegajosa.
    2. Agrega el cacao y mezcla bien.
    3. Forma bolitas y pásalas por coco rallado.
    4. Refrigera durante 1 hora antes de servir.

Conclusión

Optar por anacardos naturales en lugar de los fritos con sal es una elección más saludable que permite aprovechar al máximo sus propiedades nutricionales. Con su versatilidad, puedes incorporarlos en numerosas recetas, desde salsas y bebidas vegetales hasta postres saludables.

Si buscas cuidar tu salud mientras disfrutas de su delicioso sabor, ¡los anacardos naturales son la mejor opción!

 

 

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