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Cultura

Siete pianos de cola llenan València de música en plena calle

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VALÈNCIA, 11 May. (EUROPA PRESS) –

La Fundación Jesús Serra y el Concurso Internacional de Música Maria Canals han llenado este viernes de música las calles de València con siete pianos de cola para que los valencianos y los visitantes disfruten de esta original iniciativa, que busca romper clichés y barreras culturales, mentales y sociales.

Los instrumentos están situados, hasta las ocho de la tarde, en espacios emblemáticos del casco histórico del ‘cap i casal’, como la plaza de la Virgen o la estación de València Nord, con dos pianos de gran cola. También han llegado a la calle del Mercado Central, la plaza del Ayuntamiento, la plaza del colegio El Patriarca, la Plaza Redonda y la dels Furs.

El director del Concurso Internacional de Música Maria Canals, Jordi Vivancos, ha señalado que la función de los pianos es «romper» las barreras culturales, mentales y sociales que hay en relación a la práctica musical, además de los «clichés» sobre las personas que tocan un instrumento.

«Seguramente, de todos los instrumentos, el piano de cola es el que simboliza cierto elitismo. El hecho de ponerlo a disposición de la ciudadanía tiene ese componente simbólico de que cualquier persona puede tocar un instrumento», ha defendido Vivancos.

También ha destacado la diversidad de estilos y de personas que lo tocan como algo enriquecedor: «Los pianistas salen de debajo de las piedras, de todos los niveles y edades, lo que contribuye a romper los perfiles o clichés que tenemos en relación a la gente que toca un instrumento».

De esta forma, los pianos están a disposición de músicos profesionales, estudiantes de conservatorio, aficionados y cualquier persona que los quiera tocar, independientemente de sus conocimientos musicales, que convertirán València en un gran escenario de música en directo.

UN ESTUDIANTE EN CADA PIANO PARA «ROMPER EL HIELO»
Los lugares en los que se sitúan los instrumentos cuentan con un «dinamizador», que es un estudiante de piano, que «rompe el hielo» e invita a las personas que se acercan a que toquen el piano, ya que la gente suele quedar «apabullada» al contemplar ese instrumento que impone «respeto».

«A veces parece que sea solo patrimonio de los profesionales, cuando en realidad cualquier persona puede disfrutar tocando un instrumento sin necesidad de ser un virtuoso», ha recalcado el responsable de la fundación.

De momento, ha celebrado que la respuesta del público es «muy buena» y que la acción funciona, algo que desde la organización ya intuían porque «València es una ciudad de músicos». «Estábamos seguros de que habría mucha gente, pero es curioso ver la cantidad de gente que toca el piano o que se atreve a tocarlo por primera vez», ha destacado.

La iniciativa, que comenzó en 2012 y ha llegado por primera vez a València, se celebra cada año en Barcelona, Madrid y Bilbao, y también visita otras ciudades «itinerantes» como Sevilla, Cádiz, Salamanca y Toledo. Tras la capital del Turia, la próxima parada será la ciudad de Málaga, el 25 de mayo

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Cultura

Muere Robe Iniesta a los 63 años, alma eterna de Extremoduro

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Robe Iniesta Extremoduro
Robe Iniesta de Extremoduro

El mundo de la música ha perdido a Robe Iniesta, que ha muerto a los 63 años, según han confirmado fuentes cercanas al entorno del artista. Su fallecimiento supone un golpe emocional para la cultura española, ya que el compositor y vocalista cacereño, fundador de Extremoduro, era una de las figuras más influyentes y reconocidas del rock en español. Millones de oyentes lo consideran una voz imprescindible para entender la libertad creativa de los años 90 y 2000.

El legado de un genio que transformó el rock en español

Robe, natural de Plasencia, revolucionó la música desde principios de los años 90 con un estilo visceral, poético y transgresor que convirtió a Extremoduro en un fenómeno generacional. La banda consiguió conectar con jóvenes y adultos de toda España gracias a unas letras descarnadas, cargadas de realidad, amor, rebeldía y un profundo sentido vital.

Álbumes como Somos unos animales, Deltoya, Agila o La ley innata marcaron a varias generaciones y consolidaron a la banda como una referencia imprescindible en la historia cultural del país. Estas obras no solo fueron éxitos musicales, sino que redefinieron la manera de escribir canciones en castellano, fusionando rock urbano, poesía, marginalidad y emociones a flor de piel.

Una carrera en solitario sin perder su esencia

Durante los últimos años, el músico había desarrollado una exitosa carrera en solitario, explorando nuevos sonidos y una escritura más introspectiva, sin perder la autenticidad que siempre lo caracterizó. Robe Iniesta se mantuvo fiel a su espíritu creativo, rechazando modas, preservando el misticismo de su figura y demostrando que su obra no dependía únicamente de la nostalgia. Su música seguía siendo libre, intensa y profundamente humana.

Un impacto emocional que se extiende por toda España

La noticia de su fallecimiento ha generado un profundo impacto en el panorama musical y en miles de seguidores que crecieron con sus canciones y su forma única de entender el arte. Redes sociales, compañeros de profesión, periodistas culturales, artistas emergentes y fans de toda España han comenzado a despedirlo con mensajes de admiración y gratitud por una obra que ya forma parte de la memoria colectiva.

El público recuerda conciertos inolvidables, recitales de poesía improvisada, entrevistas enigmáticas, silencios prolongados y una personalidad que rehuía la fama, pero abrazaba la libertad. Cada canción sigue siendo un territorio emocional donde generaciones enteras han encontrado acompañamiento en sus momentos de euforia, rebeldía, dolor o búsqueda personal.

Un artista irrepetible con una obra eterna

Robe se marcha, pero deja una huella imborrable: versos que desbordaban vida, libertad y crudeza; una manera de hacer música que rompió moldes; y una voz que seguirá acompañando a quienes encontraron en sus canciones un refugio, una herida o un camino. Extremoduro no solo fue un grupo: fue un lenguaje, una actitud, un espejo de la realidad de miles de jóvenes que encontraron en sus letras una forma de entender el mundo.

Muchos expertos musicales coinciden en señalar que Robe Iniesta es uno de los últimos grandes poetas del rock español, comparable con referentes literarios en cuanto a su capacidad de generar una comunidad emocional alrededor de sus palabras. Su influencia continúa viva en nuevas generaciones de músicos y escritores que recogieron su audacia artística y su forma de convertir la vida cotidiana en poesía eléctrica.

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