Tensión por una posible Tercera Guerra Mundial. El presidente Donald Trump ha confirmado en la madrugada del domingo que Estados Unidos ha bombardeado con éxito tres de las principales instalaciones nucleares de Irán: Fordo, Natanz e Isfahán. En una operación bautizada como ‘Midnight Hammer’ (Martillo de Medianoche), el Ejército estadounidense ha desplegado bombarderos, submarinos nucleares y misiles de precisión para ejecutar un ataque coordinado que podría marcar un punto de inflexión en el conflicto con Teherán.
Trump anuncia el éxito de la operación: “Las instalaciones clave de Irán han sido borradas”
A través de su red social Truth Social, Donald Trump anunció: “Hemos completado con gran éxito nuestro ataque contra las tres instalaciones nucleares de Irán. Todos los aviones se encuentran ahora fuera del espacio aéreo iraní”. El presidente estadounidense añadió que la base subterránea de Fordo “ha desaparecido”, tras recibir una carga completa de bombas anti-búnker GBU-57, usadas por primera vez en combate real.
Trump compareció después ante los medios junto a su vicepresidente JD Vance, el secretario de Defensa Pete Hegseth y el secretario de Estado Marco Rubio, advirtiendo a Irán de que debe elegir “entre la paz o una tragedia mayor”. También amenazó con nuevos ataques: “Si la paz no llega rápido, iremos tras otros objetivos con precisión, rapidez y habilidad”.
Cooperación total con Israel en una ofensiva sin precedentes
Trump también confirmó que Estados Unidos ha coordinado la operación con el Gobierno de Israel. “He trabajado codo con codo con Netanyahu como un equipo como quizá no se ha visto antes”, declaró. Agradeció además al Ejército israelí y a los pilotos estadounidenses por la ejecución de lo que describió como una «hazaña militar impecable».
Fuentes de la Casa Blanca indicaron que Tel Aviv fue informada antes del ataque, y que Trump mantuvo una conversación directa con Netanyahu para concretar los detalles.
Objetivo: destruir la capacidad nuclear de Irán
El presidente estadounidense subrayó que la operación tenía como objetivo desmantelar la capacidad de enriquecimiento nuclear de Irán y neutralizar su amenaza como “principal Estado patrocinador del terrorismo”. El Pentágono ha confirmado que los ataques provocaron “daños y destrucción extremadamente severos” en las tres instalaciones atacadas.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, aseguró que la operación no tuvo como objetivo a la población civil ni a las fuerzas armadas iraníes. “La misión era clara: impedir que Irán obtenga un arma nuclear”, sentenció.
Así fue la operación ‘Martillo de Medianoche’
El general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto, explicó que el ataque fue ejecutado con bombarderos B-2, misiles Tomahawk lanzados desde submarinos de la clase Ohio y un extenso despliegue de inteligencia aérea y naval. Estados Unidos también utilizó maniobras de distracción, enviando varios B-2 hacia el Pacífico mientras otros se dirigían al Golfo Pérsico.
El ataque a Fordo, el principal centro de enriquecimiento de uranio iraní, fue ejecutado con las potentes GBU-57, mientras que los complejos de Natanz e Isfahán fueron blanco de una lluvia de misiles Tomahawk. Según el Pentágono, todos los objetivos fueron impactados con precisión quirúrgica.
JD Vance: “No estamos en guerra con Irán, sino con su programa nuclear”
El vicepresidente JD Vance ofreció una entrevista en la NBC donde subrayó que la intención de la operación no es iniciar un conflicto prolongado. “No estamos en guerra con Irán, sino con su programa nuclear. No desplegaremos tropas sobre el terreno”, afirmó. Añadió que si Teherán responde con ataques, “se enfrentará a una fuerza abrumadora”.
También quiso desmarcar esta operación de la guerra de Irak de 2003: “Entonces teníamos un presidente estúpido. Ahora tenemos uno que sabe cómo lograr los objetivos de seguridad nacional de Estados Unidos”, dijo en alusión a la gestión de Trump frente a la de George W. Bush.
Una decisión planificada durante meses
Aunque la intervención fue anunciada con escaso margen, fuentes del Pentágono revelaron que la operación llevaba meses planificándose. Su ejecución se aceleró tras el fracaso de las últimas negociaciones entre Estados Unidos e Irán sobre el acuerdo nuclear.
El análisis completo de los daños aún está en curso, pero los primeros informes indican que las instalaciones han quedado fuera de servicio. “El análisis final de los daños tardará algún tiempo, pero las evaluaciones iniciales indican destrucción total en los tres sitios”, confirmó el general Caine.
Trump cambia el rumbo de su política exterior
Esta ofensiva marca un giro significativo en la política de ‘America First’ que Trump defendía. Aunque había prometido evitar conflictos en Oriente Medio, ahora justifica la acción como una respuesta necesaria a una amenaza inminente.
La decisión ha generado división dentro del Partido Republicano. El congresista Thomas Massie calificó el ataque como una “violación de la Constitución”, argumentando que declarar la guerra es competencia exclusiva del Congreso.
Próximos pasos: ¿respuesta de Irán o escalada bélica?
Mientras la comunidad internacional espera la respuesta de Teherán, el mensaje de Trump ha sido claro: “Irán debe elegir la paz. Si no lo hace, esta noche solo será el principio”. Estados Unidos ya ha dejado claro que no permitirá que Irán recupere su capacidad nuclear.
Puedes seguir toda la actualidad visitando Official Press o en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram y también puedes suscribirte a nuestro canal de WhatsApp.
Tienes que estar registrado para comentar Acceder