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Ocio y Gastronomía

Valencia es mucho más que fallas y paella

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Valencia es mucho más que fallas y paella
La Bulería en Valencia

De sobra es conocido que Valencia es una de las ciudades más hermosas y atractivas turísticamente de España y que la mayoría de los visitantes de la ciudad llegan atraídos por las Fallas y nuestra paella, elementos esenciales para entender la esencia de la ciudad.

Sin embargo, Valencia ofrece mucho más que estas dos maravillas. Es una ciudad que combina a la perfección la modernidad con la tradición, el ocio con la cultura, y el arte con la historia. Si planeas una visita a Valencia próximamente, apúntate nuestras recomendaciones para que disfrutes de tu visita al máximo.

El encanto del centro histórico

El casco antiguo de Valencia, conocido como Ciutat Vella, es un lugar donde cada rincón cuenta una historia. Caminar por sus calles empedradas es retroceder en el tiempo, rodeado de monumentos que reflejan siglos de historia. La Catedral de Valencia, también conocida como «La Seu», es uno de los puntos más destacados. Este majestuoso edificio gótico alberga, según la tradición, el Santo Grial, la copa que usó Jesucristo en la Última Cena. Su torre, el Miguelete, ofrece unas vistas panorámicas incomparables de la ciudad.

Otro lugar imperdible es la Lonja de la Seda, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este edificio, que data del siglo XV, es un impresionante ejemplo de la arquitectura gótica civil, con sus altísimos techos y columnas que se asemejan a las palmeras de un bosque encantado. Cerca de allí, se encuentra el Mercado Central, uno de los mayores mercados de Europa, donde el visitante puede disfrutar de una explosión de colores, aromas y sabores, además de admirar su impresionante estructura modernista.

La Ciudad de las Artes y las Ciencias: modernidad y vanguardia

Uno de los mayores emblemas de la Valencia moderna es, sin duda, la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Diseñada por el arquitecto Santiago Calatrava, este complejo futurista es un verdadero paraíso para los amantes de la arquitectura contemporánea. Se trata de un conjunto de edificios que incluye el Hemisfèric, un cine IMAX con forma de ojo; el Museu de les Ciències Príncipe Felipe, un museo interactivo dedicado a la ciencia y la tecnología; el Umbracle, un jardín al aire libre con especies vegetales autóctonas; y el Oceanogràfic, el mayor acuario de Europa.

El Oceanogràfic es, sin duda, uno de los lugares más visitados de Valencia. Con sus impresionantes tanques que albergan más de 45.000 ejemplares de 500 especies diferentes, ofrece un recorrido por los principales ecosistemas marinos del planeta. Desde tiburones hasta belugas, pasando por pingüinos y medusas, este acuario es una experiencia educativa y fascinante tanto para adultos como para niños.

Jardines del Turia: naturaleza en el corazón de la ciudad

Valencia no solo es rica en patrimonio histórico y cultural, sino que también cuenta con espacios naturales que invitan al descanso y al disfrute al aire libre. Uno de los más destacados es el Jardín del Turia, un parque urbano que recorre la ciudad a lo largo de nueve kilómetros, siguiendo el antiguo cauce del río Turia. Este espacio verde es perfecto para practicar deporte, hacer un picnic o simplemente dar un paseo mientras se disfruta de la vegetación y las esculturas que adornan el recorrido.

Dentro del jardín, uno de los puntos más atractivos es el Gulliver Park, un parque infantil inspirado en la historia de «Los viajes de Gulliver». La figura gigante de Gulliver, que yace tumbado en el suelo, es una estructura que los niños pueden escalar y explorar, convirtiéndose en liliputienses por un rato. Además, el parque cuenta con carriles bici, áreas deportivas y zonas de descanso, lo que lo convierte en un lugar ideal para pasar un día en familia.

Playas de Valencia: sol, arena y mar

No se puede hablar de Valencia sin mencionar sus hermosas playas, que se extienden a lo largo de kilómetros de costa bañada por el Mediterráneo. La Playa de la Malvarrosa es, sin duda, la más famosa. Su amplia extensión de arena dorada, combinada con un paseo marítimo lleno de bares, restaurantes y chiringuitos, la convierten en un lugar ideal para disfrutar del sol y la brisa marina.

Otra playa que merece una visita es la Playa de El Saler, ubicada en el Parque Natural de la Albufera. Esta playa es perfecta para quienes buscan un entorno más tranquilo y natural, lejos del bullicio de la ciudad. Su arena fina y sus dunas naturales ofrecen un paisaje de gran belleza, mientras que las aguas claras invitan a nadar y practicar deportes acuáticos.

Flamenco en Valencia: la magia de «La Bulería»

Aunque el flamenco es tradicionalmente asociado con Andalucía, Valencia cuenta con una interesante escena flamenca que no deja indiferente a nadie. Existe un tablao flamenco en Valencia que es un lugar emblemático para disfrutar de este arte en vivo. Hablamos de ”La Bulería”. Situado en el barrio de Gran Vía, este tablao es conocido por ofrecer espectáculos auténticos de flamenco en un ambiente íntimo y acogedor.

En La Bulería, los visitantes pueden deleitarse con la pasión y el talento de algunos de los mejores artistas de flamenco de España, mientras disfrutan de una cena que combina platos tradicionales españoles con un toque moderno. El espectáculo, que incluye canto, guitarra y baile, es una experiencia que captura la esencia del flamenco: un arte que transmite emociones profundas a través de la música y el movimiento. Para quienes buscan sumergirse en la cultura española, una visita a La Bulería es un plan imprescindible.

Gastronomía valenciana: mucho más que paella

La gastronomía de Valencia es conocida en todo el mundo, principalmente por la paella. Sin embargo, la oferta culinaria de la ciudad va mucho más allá de este famoso plato. Valencia es un verdadero paraíso gastronómico, donde se pueden degustar una amplia variedad de platos que reflejan la rica tradición culinaria de la región.

Uno de los platos más típicos es el all i pebre, un guiso de anguila con patatas y una salsa de ajo y pimentón. Este plato es originario de la Albufera, donde la anguila es un ingrediente tradicional. Otro plato imprescindible es la fideuà, similar a la paella pero preparada con fideos en lugar de arroz. Este plato, nacido en la costa valenciana, es una deliciosa alternativa para quienes buscan probar algo diferente.

Además de estos platos, no se puede dejar de mencionar los buñuelos de calabaza, un dulce típico que se suele consumir durante las fallas. Estos buñuelos, crujientes por fuera y tiernos por dentro, se suelen acompañar con una taza de chocolate caliente, convirtiéndose en el broche perfecto para cualquier comida.

Valencia: una ciudad para todos

En resumen, Valencia es una ciudad que ofrece algo para todos los gustos. Desde su rico patrimonio histórico y cultural hasta sus modernos edificios, pasando por sus espacios naturales y su vibrante vida nocturna, esta ciudad mediterránea tiene mucho que ofrecer a quienes la visitan. Ya sea que busques relajarte en sus playas, disfrutar de la gastronomía local, explorar sus museos o vivir una auténtica experiencia flamenca en La Bulería, Valencia es un destino que no te decepcionará. Así que la próxima vez que pienses en Valencia, recuerda que es mucho más que fallas y paella: es una ciudad llena de vida, historia y cultura, esperando a ser descubierta.

 

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Almorzar en Valencia

TRUCOS| Cómo hacer las mejores torrijas

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como hacer torrijas

Una buena rebanada de panleche azúcarhuevo para rebozar y aceite para freír… eso sin hablar de la miel o el almíbar. Añade trabajo y cariño, y el resultado son las famosas torrijas, un dulce típico español y habitual de la Semana Santa: su gran poder energético (más de 400 kcal por ración), unido a la sencillez de sus ingredientes, básicos, lo convierten en un alimento apropiado para los ayunos de la Cuaresma.

Cómo hacer las mejores torrijas

El pan, el secreto de las torrijas

El secreto de unas buenas torrijas está en elegir bien el pan. Tradicionalmente se elaboran con pan duro de varios días, pues es necesario conseguir combinar la suavidad del pan empapado en leche, con la firmeza necesaria para que las torrijas puedan rebozarse y freírse sin deshacerse. Si usamos el del día absorberá menos leche, tendrá menos sabor, y además, se romperá con más facilidad y será difícil de manejar.

Ahora la oferta de panes es muy variada, con cualquiera de ellos se pueden hacer torrijas, pero ¿cuál es el mejor para las torrijas? Salimos de dudas con una prueba práctica: pedimos a expertos cocineros que preparan torrijas con distintos panes, de forma que sean capaces de absorber la leche infusionada con canela, limón y azúcar, ablandándose pero permitiendo el proceso de fritura.

De la clásica barra a los panes especiales, quien quiera hacer torrijas, tiene donde elegir.

Pan de barra

Si optas por este pan, debe ser pan duro, del día anterior. Tiene que mantenerse bastante tiempo en la mezcla de leche para que empape bien y se ablande la corteza. Hay que sacar rebanadas grandes evitando la greña (el corte del pan) pues si no se abriría  y rompería con la leche.

Su precio ronda 1,80 euros/kg

Pan candeal

Este pan, de miga suave, muy compacta y con poca humedad , es muy adecuado para elaborar torrijas. Es también preferible que sea del día anterior. Su corteza es algo más dura, con lo que hay que tener la precaucación de asegurarnos que también queda suficientemente empapada.

Su precio es es de unos 3 euros/kg

Pan chapata 

Este pan, más aromático, tiene gran número de alveolos (agujeros), a veces de gran tamaño. Eso hace que le resulte muy difícil captar la humedad de la leche. Su corteza es dura. Todo eso contribuye a que no sea el más adecuado para las torrijas.

Cuesta unos 2 euros/kg.

Pan de molde

Esta es una solución rápida si no disponemos de otro tipo de pan. Su textura, muy blanda, hace que se rompan con facilidad. Requiere mucho cuidado. Es mejor utilizar una rebanada gruesa, que aguante mejor el empapamiento.

El coste de este pan es de 1,50 euros/kg

Pan de torrijas de panadería

Este pan especial es una barra de miga consistente y corteza blanda. Suelen llevar un alto contenido en gluten, grasas y azúcares. Sus marcas están pensadas para hacer las rebanadas de tamaño correcto. El resultado es bueno, facilitado por su particular composición y formato.

Su precio ronda los 2 euros/kg

Pan de torrijas industrial

Son los últimos del mercado, y ya hay distintas marcas comerciales. Se presentan en un envase a modo de pan de molde, a veces con las rebanadas ya cortadas. Presentan una miga muy compacta, una corteza muy blanda. Algunos están ya aromatizados con limón y canela. Hemos probado 3 marcas, y comprobamos que soportan muy bien el proceso de empapamiento y elaboración.

Estos panes salen a unos 2,20 euros/kg

¿Cuál elijo?

Descartando la chapata, poco adecuada para esta preparación, y el pan de molde fino, los demás panes salen airosos de nuestras pruebas: pueden ser usados para preparar las torrijas.

Por su facilidad para trabajar y sus buenos resultados, los panes especiales de torrija son la mejor alternativa, si bien su coste es ligeramente superior al precio de una barra de pan convencional.

Receta de torrijas

Ingredientes: 1 barra de pan, 1 litro de leche cocida con cascara de naranja, limón canela y azúcar al gusto, huevos para rebozar, aceite y Azúcar.

Preparación: Corta con un cuchillo de sierra el pan, mejor en rodajas sesgadas de unos 2 centímetros de grosor, para que empapen bien. Cuece la leche y una vez atemperada (no fría) la ponemos sobre las torrijas. Deja que se embeban bien, como mínimo una hora.

Escurre bien y pasa después por huevo batido. Fríe las torrijas en una sartén con el aceite justo. Una vez fritas, ponlas en una fuente, y aderezalas a tu gusto: con azúcar y canela, con miel, con almíbar, con vino dulce, con mermelada, con nata montada, etc.

Una alternativa, “más ligera”, la podemos obtener modificando un poco los ingredientes y el proceso final (usando leche desnatada, horneando en vez de freir…). Y si quieres probar algo diferente, se pueden hacer torrijas con bizcochos, madalenas, panes de leche…

Vía: OCU

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