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Salud y Bienestar

Vinculan los trombos causados por la vacuna de AstraZeneca a la proteína FP4

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EFE

Redacción Ciencia, 15 abr (EFE).- Una proteína denominada factor plaquetario 4 o FP4 es la que ha podido originar los trombos desarrollados por 16 personas en Alemania, Austria y Noruega, después de ser vacunados con el suero de AstraZeneca, según sendos estudios publicados en la revista estadounidense The New England Journal of Medicine.

El primero de ellos analiza el caso de once pacientes vacunados en Alemania y Austria que habían desarrollado trombosis después de ser inoculados con el suero británico; nueve eran mujeres, con una edad media de 36 años (rango, 22 a 49).

Entre 5 y 16 días después de vacunarse, los pacientes presentaron uno o más eventos trombóticos, con la excepción de 1 paciente, que tuvo una hemorragia intracraneal mortal.

De los pacientes con uno o más episodios trombóticos, 9 tuvieron trombosis venosa cerebral, 3 trombosis venosa esplácnica (en el hígado), 3 embolia pulmonar y 4 otras clases de trombosis; de todos ellos, 6 fallecieron y cinco pacientes tenían coagulación intravascular diseminada.

Aunque las trombosis afectaron a distintos órganos, todos los pacientes tenían anticuerpos contra la proteína FP4 y déficit de plaquetas en la sangre.

El estudio, financiado por la Fundación Alemana de Investigación, concluye que la vacunación con el suero de AstraZeneca «puede dar lugar al desarrollo poco frecuente de trombosis inmunitaria mediada por anticuerpos activadores de plaquetas contra FP4».

El segundo estudio analiza la situación de los cinco pacientes de Noruega: cuatro mujeres y un varón de entre 32 y 54 años que eran trabajadores sanitarios y que desarrollaron síntomas entre el séptimo y el décimo día después de recibir la primera dosis de la vacuna.

Todos los pacientes desarrollaron trombos en lugares no habituales; uno presentó trombocitopenia grave, y cuatro tuvieron una hemorragia cerebral importante (tres fallecieron).

Como en el estudio anterior, todos ellos tenían altos niveles de anticuerpos contra la proteína FP4 de las plaquetas, una reacción inducida por la vacuna.

Sin embargo, el estudio -de la Universidad de Oslo- apunta que dado que los cinco casos se registraron entre más de 130.000 personas vacunadas, se trata de una reacción poco frecuente.

Ambos estudios analizan las reacciones de la vacuna de AstraZeneca, por lo que, de momento, se desconoce si en el caso de la de Janssen, los trombos provocados por el suero de Johnson & Johnson tienen el mismo origen.

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Salud y Bienestar

¿Por qué vuelve el sarampión a España?

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Sarampión en España

La Evaluación Rápida de Riesgo publicada por Sanidad confirma lo que muchos epidemiólogos temían: el virus está encontrando espacios vulnerables donde antes había inmunidad colectiva. El problema tiene nombre y apellidos: descenso en las tasas de vacunación.

Para frenar el avance del sarampión se necesita que, al menos, el 95% de la población esté inmunizada con las dos dosis de la vacuna triple vírica (sarampión, rubéola y paperas). Sin embargo, solo seis comunidades autónomas en España alcanzan ese umbral. El resto presentan coberturas insuficientes que favorecen la aparición de brotes esporádicos, algunos importados y otros de transmisión comunitaria.


Expertos advierten: el confinamiento afectó a las coberturas vacunales

El catedrático de Inmunología, Alfredo Corell, ha recordado que la pandemia de la COVID-19 dejó un vacío preocupante en la inmunización infantil:

“Durante el confinamiento, bajaron las tasas de vacunación. Aunque España históricamente ha mantenido coberturas altas, algunas comunidades no han recuperado el nivel deseado del 95%”, ha explicado.

Esta relajación en las pautas vacunales podría estar detrás del actual resurgimiento de una enfermedad considerada eliminada en Europa desde hace años.


El impacto global: el caso de Estados Unidos

La situación no es exclusiva de España. Corell advierte también del deterioro del sistema sanitario en Estados Unidos, que podría tener consecuencias globales:

“Han cerrado proyectos científicos, recortado financiación en investigación y eliminado programas de ayuda internacional. Esto va a generar una fuga de cerebros y un retroceso en salud pública global”, asegura el inmunólogo.


España sigue siendo país libre de sarampión… por ahora

Desde 2016, España mantiene la certificación de la OMS como país libre de sarampión, lo que significa que no hay transmisión endémica sostenida. Sin embargo, eso no implica que el virus haya desaparecido: los casos importados siguen existiendo y pueden provocar brotes si no se mantiene la cobertura vacunal.


La tuberculosis también preocupa: repunte de casos en España

Junto al sarampión, los expertos alertan de otro enemigo silencioso que resurge: la tuberculosis. Según Corell, esta enfermedad mata entre 1 y 1,2 millones de personas al año en el mundo, y sigue siendo más letal que la malaria o el VIH.

En España, el repunte es preocupante: en Sevilla, los casos han aumentado un 87% en solo dos años. Muchos diagnósticos se retrasaron durante la pandemia, al confundirse los síntomas con los del COVID o evitarse las visitas médicas.

La tuberculosis es prevenible y tratable, pero su tratamiento es largo y exigente: una combinación de cuatro antibióticos durante al menos seis meses, aunque con una tasa de éxito superior al 90% si se sigue correctamente.


La lección: la prevención salva vidas

Tanto en el caso del sarampión como en el de la tuberculosis, los expertos insisten en que la vacunación, la detección precoz y la vigilancia epidemiológica son las mejores herramientas para evitar crisis sanitarias.

“La inmunidad colectiva es nuestra mayor defensa. Sin ella, abrimos la puerta a enfermedades que ya conocíamos y que creíamos bajo control”, concluye Corell.

Para saber si estás vacunado contra el sarampión, puedes seguir estos pasos:

  1. Revisa tu historial de vacunación: Si tienes acceso a tu cartilla de vacunación o a registros médicos, verifica si has recibido la vacuna contra el sarampión. La vacuna se administra generalmente como parte de la vacuna triple viral (sarampión, paperas y rubéola) en la infancia.

  2. Consulta con tu médico: Si no tienes acceso a tus registros o no estás seguro, puedes pedirle a tu médico que revise tu historial de vacunación. Ellos pueden ayudarte a determinar si has recibido la vacuna en base a la información disponible.

  3. Análisis de sangre (prueba serológica): Si no estás seguro y no tienes acceso a tus registros, tu médico puede ordenar un análisis de sangre para medir la cantidad de anticuerpos contra el sarampión. Si tienes anticuerpos suficientes, significa que estás protegido.

  4. Recuerda las fechas de vacunación: La mayoría de las personas reciben una primera dosis de la vacuna contra el sarampión entre los 12 y 15 meses de edad, y una segunda dosis entre los 4 y 6 años. Si no recuerdas haberte vacunado en estas edades o en la edad recomendada, consulta con tu médico sobre la posibilidad de una dosis de refuerzo.

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